Samuel Straits es un empresario poderoso a ojos del mundo. Ni siquiera él sabe lo que pasa en el mundo de la gente con la que se codea. Por su parte Nikky es una rubia preciosa, enloquecedora y seductora de la que nadie podría imaginar el pasado que tiene y las intenciones que lleva al acercarse a Samuel. Sin embargo, cuando ella llega al club que regenta Samuel, todo cambia. Dentro de aquel sitio una vez al mes se suceden fiestas especiales en las que nadie puede entrar sin correr peligro. Una vez Nikky conoce ese ambiente cae en las garras de uno de los hombres más peligrosos que alguna vez imaginó conocer. Ella y Samuel entran en una peligrosa espiral de deseo, misterios y luchas por sobrevivir pero: ¿podrá Nikky renunciar a todo por él? Con la llegada de su nuevo pretendiente se rompen todos sus esquemas y se ve envuelta en medio de un tiangulo amoroso que le sembrará la duda, para siempre. Una novela fuera de serie, llena de impactantes momentos y giros inesperados.
Leer másDos meses después NikkyCuando conocí a Ian solo quise saltar la vacío, lanzarme desde un acantilado al futuro por él y así lo hice. Perdí el control, o más bien lo cedí...se lo entregué y él fue mucho mejor de lo que yo esperaba. Me despojé de muchas cosas y tuve que aprender a vivir sin otras que en su día amé.Pero los días a su lado eran una locura, las noches en sus brazos una gigantesca pasión y al fina del camino pasé por todos los estados hasta que fui su esposa, maté por él y mató por mi. Nos hicimos tato daño como el que nos supimos curar y al final del camino seguimos juntos, en medio de esta playa donde nos gusta escaparnos a ser felices siempre que la vida de la política nos lo permite.—¿Sabes lo preciosa que eres? —me sorprende llegando por detrás.Son las tres de la mañana de una noche de verano en Fiji y sus manos acunan mis caderas mientras apoya la barbilla en mi hombro y contemplamos juntos la nada marina, la oscura inmensidad del mar en plena madrugada.—Sé que s
—Dime —suspiro todo lo profundo que puedo —, ¿qué ha pasado?Quizás debí dejar que fuera él quien preguntara primero pero soy ansiosa por naturaleza y no podía esperar más. Tengo que saber que pasa antes de perder la poca calma que he podido reunir.—La armada bajo mi mando ha logrado capturar unos cuatro grupos de delincuencia armada y uno de los más grandes clanes lo traicioné yo mismo y acabé con ellos en una sola noche.—Pero eso es una buena noticia, eres un líder que funciona también para controlar a las mafias, ¿Dónde está el problema? —le pregunto a él y me pregunto a mi misma.—Te lo voy a decir rápido para que no puedas enloquecer demasiado. —Pues ya estás tardando guapo —suelto con sorna y sonríe. Me suelta esa sonrisa que me moja entera y me despisto —. Y no me pongas esa cara que no te puedo echar un polvo y se me agita el coño.—Me encanta cuando te pones vulgar al hablarme.—Que lo sueltes ya...no le des más vueltas.De cierta forma me asusto porque verlo tomarse tanta
Aquel día en que me separé de Ian pensé perder a mi hijo. Mi pequeño bebé está siendo más fuerte que sus propios padres.Cuando salimos de allí tuve que llamar a la única persona en la que confío para cuidar de mi hijo y una vez que Eric trajo a Kaia, supe que mi bolsa gestacional tiene un pequeño hoyo, no recuerdo el término medido pero es algo como una fuga de liquido. Ese día la perdida fue tremenda y me asusté pero luego se detuvo y ahora estoy en cama, de reposo absoluto con mi amiga dándome la brasa veinticuatro horas al día para que no me mueva. Tengo que hacer pis en una cuña y me bañan en mi cama, incluso eso es humillante. —¿Cómo está mi paciente favorita hoy?Alzo los ojos endemoniados hasta mi preciosa amiga y sonrío como si fuera la niña de la curva. Ella me entiende y se ríe. Yo me limitó a sentarme cuando le veo con la bandeja de mi desayuno. ¡Que hambre tengo!—Como siempre...harta —respondo.Entre las medidas que hay que tomar para conservar a mi hijo dentro de mi,
Ian Moskav Estar sin ella es doloroso, lastimero, tortuoso. Duele físicamente. Es como arrancarme tiras del corazón, desollar mi piel, congelar mi alma, degollar mi cordura.Puedo poner cientos de palabras en mi boca y en todas, duele menos que lo que siento dentro de mi corazón.Hoy finalmente puedo decir que entiendo el peligro de amar. El misterio de sufrir por algo que adoras es inexplicable. Duele retorcerse por las ansias de su ausencia.Quererla me expone de tal manera que hace que me lastime, que expongan mis sentimientos de la forma más vulnerable y vil que pueda existir sin siquiera desearlo. Todo es peligroso. Me deja desnudo, sin barreras para protegermme.Hace que sienta que me quedo sin balas para responder. Voy bajando la guardia sin importar que me mate con disparos a quemarropa, sabiendo que en algún momento probablemente moriré pero ella, ella siempre valdrá la pena.Supongo que así es el amor, o al menos así lo vivo.Hace cuatro días que no la veo, que soy cons
—¿Por qué sigues mencionando a ese hombre? —me riñe.—Porque tú sigues intentando manipular lo que quiero o debo querer —camino en pequeños círculos a mi alrededor —. No soy la Nikky de antes, tampoco soy la engañada Nicoletta. No existe nada más que la sombra oscura de mi y así como te he amado turbio y peligroso, tienes que aceptar que no vas a volver a dictar mis pasos. No puedes y no lo permito. Esa mujer se dejó arrancar de mi y morí por años —grito para que me oiga quien me tenga que oír —. Mi infancia fue miserable, triste y sola. Alessio era todo lo que tuve que valiera algo para mi y me traicionó. Nadie me ha dado lo que tú pero no dudes nunca Ian que te dejaría si volviera a sentir que me ttaicionas. Yo soy y siempre seré lo más importante para mi hijo, no seré una madre a medias incluso si las decisiones de su padre me hacen daño, de eso lo protegeré. —Pero, ¿tú te escuchas? —brama y me toma de los brazos —. Yo daría mi vida y cada maldito aliento por ti. Mataría a todo el
Ve su vida apagarse delante mis ojos, cae al suelo cadáver ya y yo me pregunto sí merece la pena vivir la vida que vivo.Entonces sus manos me abrazan la cintura, me obligan a alejarme del cuerpo inerte de Sheyla y todo cobra sentido de nuevo. Uno oscuro y deprimente a veces pero con sentido y el sentido, se lo da él. Ian es todo lo que necesito para existir bajo cualquier circunstancia. Solo por él puedo soportar lo que sea.—Se ha acabado —me obliga a mirarlo —. Ya no volverá a lastimarte y todos los clientes que estaban aquí esta noche fueron pillados en varios asuntos ilegales así que ya podemos irnos a casa.—La mataste, Ian —susurro impactada —. No esperaba esto. Siempre me sorprende hasta donde puedes llegar. A veces me das miedo.—Llegaré hasta donde haga falta para que nadie te lastime y esto acabe.Me doy cuenta muy a pesar de que él intenta que no lo haga, que me limpia la sangre de la ex de Samuel de mi rostro. Soy incapaz de concebir del todo lo que ha pasado pero no nieg
—¡Bésame!Me levanta y me da la vuelta en sus brazos rodeando una columna que nos protege del caos. Hay un gran número de personas liándose a tiros.De pronto me doy cuenta de que una gran cantidad de ellos nos rodean creando un gran círculo protector entre el desastre y nuestra posición. Ian dice nuevamente susurra contra mi boca temblorosa —...bésame.—¿Estás loco? —no doy crédito. —Toda mi vida —acepta y me sostiene bahk su protección —..., y desde que te conocí, más aun.—Nos están atacando, Ian —le recuerdo y miro a mi alrededor —. No es tiempo para hacer bromas.Ian es como un cataclismo, un tifón, como un volcán en pura erupción...es un tremendo tsunami. Siempre que aparece siento que no estoy preparada para las desastrosas consecuencias de su abordaje a mi cordura. Me vuelve loca de una manera adictiva y asombrosa. Todo parece irreal viniendo de él y lo peor es que no acabo de entender que así es mi vida a su lado...la montaña rusa más peligrosa del mundo.—Son mis hombres —
Los primeros ojos que veo cuando me subo a la plataforma para alzar mi copa y romper el lazo de la inauguración, es al ex de Nicoletta. Lo último que supe de él fue que estaba muy afectado pero no quiero entrar a detallar nada de mi familia rusa aún. No logro recordar su nombre pero tampoco me hace ninguna falta, me mira con tal rencor que no dudo que él sí recuerde el mío. Estoy intentando concentrar mi presente en garantizar que mi futuro solo sea con mi marido y nuestro hijo, además de un poco de amigos muy cercanos, no quiero nuestro pasado husmeando en nuestro porvenir. Cuando todo acabe, solo quiero empezar de cero, y con cero de ayer. Para eso trabajo hoy.—La seguridad del local es toda por tu marido —me comenta Sheyla —. Nadie se dirigirá a ti si no es vital o tú lo solicitas.—Ian siendo Ian —murmuro para nadie en general y las dos nos reímos.—Tienes mucha suerte de tenerle —añade en susurro.Me encanta su envidia. No soy ni mala ni santa pero sé cuando una diabla me quier
—Parece que estamos volviendo al pasado —responde enigmática y todavía estoy asombrada de verla, no logro salir de mi sorpresa.Suelto el aire contenido un poco más rápido de lo normal y ella me sonríe de medio lado completamente consciente de que no esperaba verla.Las dos sabemos que nuestra relación es por demás...bizarra. Sabemos también que siempre ha estado teñida de desconfianza y reproches, además de que a fin de cuentas ella es la responsable directa de que conociera a Ian y yo soy la única culpable de haberla obligado a divorciarse de Samuel. Siento una ya habitual presión en el pecho cuando menciono su nombre en mi mente, creo que nunca podré superarlo y espero por mi bien que ella no hable del tema, jamás. —Sheyla —rompo el silencio para impedir que lo haga ella a su propio estilo —, la última vez que te vi estabas embarazada de mi presunto padre, las cosas se tornaron complejas y tuve evidentes falsas informaciones sobre tu paradero. Entenderás que sea toda una sorpresa