Una deuda de vida hará que Nadia Koleva consiga la protección de uno de los hombres mas poderosos y peligrosos del este de Europa y así lograr recuperar a su hermano perdido ofreciéndole un acuerdo la ubicación de un gran tesoro que hasta ese momento se pensaba que era un mito y se convierta en la protegida mafioso. ¿Quedará lugar para el amor a pesar del contrato y del pasado doloroso de Nadia?
Leer másYuri.- Aun me quedaban muchas interrogantes ¿por qué Emil Kosta tiene tanto interés en atrapar a este imbécil? Lo obligué a narrarme cada día que pasó con Nadia todo lo que hizo y me sorprende que este cobarde haya tenido las bolas para hacer todo eso. La rata de Andrey no tenía idea, ¡Pfff! ¡familia! Ni él ni su padre pudieron proteger a Nadia se volvió la puta de bastardo cobarde, pero debo reconocer que ahora que sé la experiencia que tiene en la cama la idea de convertirla en mi esposa me atare mucho más. — ¿Y qué tal sí? — Señor, tenemos noticias sobre Bucarest, nuestros hombres… no aparecen. Hago crujir mi cuello para calmar mi ira, supero al Dragón en número de hombres, pero en astucia y eficacia los míos parecen unos idiotas. — ¿No deje claro la importancia de que no se dejaran descubrir? –mi tono firme y frío hizo bajar la mirada de mi guarda espalda – ¿qué pasó? — No hay rastro de ellos, pero un último mensaje fue recibido por Zumar –extendió su celular con la mano te
Emil.-— Quiero a tres de ustedes custodiando mi terraza, y dos la puerta si ella escapa lo van a lamentar. Los gritos de Nadia y sus golpes sobre la puerta se escuchaban por toda la casa, estaba hecha una fiera. — ¡¿Qué es lo que está pasando?! –entra Lina, detrás de ella Desmond con mala cara–. ¿Esa es Nadia?— Sí, la encerré en nuestra habitación –ambos me miraron como si hubiese perdido la cabeza. — ¿Te volviste loco? — Al parecer Aleksi está vivo, los araña roja lo tienen, Nadia quiere buscarlo, pero no puedo permitírselo –aprieto mi mandíbula sintiendo la presión de la frustración. — ¿Por qué? es su hermano, hay que rescatarlo — ¡No olvides tu lugar Lina! –elevo mi voz haciéndola callar–. tienes prohibido verla hasta que se le enfríe la cabeza. — Pero… –Desmond la toma por el brazo.— No contradigas –le ordenó con una naturalidad algo insultante. Lina se soltó de su agarre con enojo, se alejó fulminándonos con la mirada. — ¿Aleksi está vivo? ¿Es verdad? –Desmond bajó s
Nadia.- El pajarito cantó, dijo los planes que tenía y sobre los entrenamientos que realiza la organización con adolescentes, nos superan en números es obvio, pero son desorganizados Yuri lo es… y eso lo pone en desventaja su ambición por apartar a su hermano del poder lo hace cometer errores. Por suerte solo para mí el ataque que nos hizo lo planeó sin saber que yo estaba junto a Emil una ventaja para nosotros y a este imbécil no le dio chance de avisarle a su jefe aunque eso nos hizo creer. — Dijiste que había algo más –le pregunto apoyando los codos en el espaldar de la silla observándolo fijamente. — Sí –asiente con lentitud agotado casi al punto del desmayo–. Yuri lo encontró…Emil y yo nos miramos, dejando en evidencia nuestra confusión. — ¿Encontró que? –preguntó Emil con tono firme. — No qué… a quien… el… el niño Mi corazón latió con fuerza, me levanté de la silla tomé un poco de agua y se la ofrecí. — Sigue hablando –vi el alivio al sentir el líquido deslizarse por s
Nadia.- El camino de regreso estuvo acompañado por un gran silencio entre Emil y yo, no sé qué le pudo decir esa mujer, pero no dejaré que me afecte y por supuesto no dejaré que me deje por fuera para hacer pagar a uno de los miembros de la araña roja. — No sé qué te habrán dicho en la fiesta –elijo romper el silencio al ver que estamos cerca de la mansión –pero sabes que la venganza con la araña roja es mía, no puedes quitarme eso Emil. — Lo sé –responde con seriedad sin darme la cara, su actitud me duele. — Iré a prepararme Me bajo de la camioneta casi al borde del llanto, no sé porque ahora se comporta tan distante, no recuerdo haber hecho nada que lo avergonzara, niego mientras subo a mi habitación para ponerme más cómoda. (…) Me planto frente a uno de mis hombres, de inmediato abre la reja de la cueva y entro con paso firme, los tacones de mis botas resuenan en el piso de concreto, empiezo a acostumbrarme más a este lugar, de inmediato escucho la voz de Emil junto al cruji
Emil.-Seguí con la mirada a Nadia, apenas vi que Desmond la protegía me relajé, del otro lado observé a Lina en su misión, no solo la contraté como dama de compañía de mi mariposa, es astuta, intuitiva, confiada y con un poder de persuasión que no suele tener todo el mundo.Es por eso que le ordené acercarse a uno de los miembros de la triada, el húngaro Atila, me apoya, pero solo lo hace porque los otros dos son más fuertes que él, sé que no le genero confianza del todo y eso no me conviene, basta con que un solo eslabón así sea el más débil caiga para que mi fortaleza se tambalee.Veo como Lina sonríe de manera coqueta, por suerte Desmond no está cerca, aunque sabe que no debe reaccionar.— Pensé que tu esposa no te soltaría en toda la noche –escucho el acento árabe a mi espalda.— Ahmed ¿disfrutas la fiesta? ¿buscas a tu quinta esposa? –mi mirada sigue enfocada en Lina.— No hay material aunque, la chica con el vestido azul es interesante, pero sería un grano en el culo, tú sabes
Nadia.-Veo a Desmond seguirme atento mientras voy al baño, intenté buscar a Lina, pero me fue imposible, la verdad no quiero pasar mucho tiempo lejos de Emil estando entre toda esta gente.Puedo sentir la mirada de todos, en especial de los hombres inescrupulosos y lujuriosos comiéndome con la mirada, cuando hicieron el nombramiento de Emil sus miradas hacía mi fueron… como si fuera un trofeo una mujer inalcanzable a la que intentarían llegar. Al salir del baño veo una salida al final del pasillo, que conducía a una terraza.Sentí alivio cuando el frío me golpeó el rostro.— ¿Te encuentras bien? –giro y ahí estaba mi protector, se veía más aliviado que yo por estar allí.— Un poco abrumada y algo cansada, pero tú no te ves peor que yo y… estoy enojada contigo –arrugó el entrecejo confundido –Lina –fue lo único que dije para hacer que su expresión cambiara por completo, tensando su cuerpo hasta hacerlo sentir incómodo.— ¡Aquí vamos! –rueda los ojos con fastidio, su postura de guardae
Emil.-Estaba acostumbrado a la atención, los ojos puesto sobre mí y para ser sincero era una atención que disfrutaba, pero estaba preocupado por Nadia, aunque se crió en este mundo en este momento se encontraba desde una posición diferente, podía sentir como su piel temblaba ligeramente al sentirse observada por todos, especialmente por los hombres.— Emil Kosta –salgo de mi burbuja cuando veo parado frente a mí a uno de los empresarios del medio oriente con el que he tenido negocios por dos años, veo como mira a mi mujer de arriba abajo casi salivando, este definitivamente quiere que le corte la lengua y se la haga comer poco a poco al igual que sus ojos.— Ahmed –extiendo mi mano y con la otra bordeo la cintura de Nadia, pegándola a mi cuerpo –pensé que no ibas a poder venir.— No me perdería nunca el nombramiento de mi socio –sonreí sin dejar de mirar el busto de Nadia, aunque no lleva un escote la tela que los cubre le dan una excelente forma, se ven igual de apetecibles, mi agar
Nadia.-Caminaba de un lado a otro frotando las palmas de mis manos sobre la suave tela de color negro que cubría mi cuerpo, la noche de la presentación de Emil como el nuevo líder de la mafia de Europa del este había llegado y yo como su esposa, la nueva dama de la mafia.Tenía el estómago contraído por los nervios, eso significaba que a partir de esta noche sería una mafiosa con todas las letras, sonreí con ironía hace unos cuantos meses lo único que deseaba era salir de este mundo para siempre, tener una vida normal para mí y para… Aleksi.Hacía mucho que no lo recordaba ni a Andrey… si ahora me vieran, las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos amenazando con destruir el hermoso maquillaje que la estilista había realizado.— ¿Estás lista? –la puerta se abrió de golpe dejando entrar la imagen de mi amiga con un vestido muy sobrio en color azul marino, muy elegante, me quedé con la boca abierta porque se veía muy diferente –te ves muy hermosa.— Tú también amiga, muy sofistica
Desmond.-— Cincuenta flexiones debes tonificar tus brazos –veo como Lina casi está a nada de fulminarme con la mirada, mientras Emil y Nadia viven en su burbuja romántica, Lina y yo llevamos dos horas y media de entrenamiento arduo, somos los protectores de esos dos, no podemos bajar la guardia.Estamos sudados y cansados, pero necesito que dejarla exhausta, aunque quisiera hacerlo de otra manera, elimino esos pensamientos de inmediato, veo las gotas de sudor a la altura de su busto.— Ok ¡basta, se acabó! –se levanta tomando una toalla y pasándome por el lado, la detengo sujetando su brazo.— ¿A dónde crees que vas? No he terminado contigo –una batalla de miradas inicia haciendo que todo alrededor desaparezca.— ¡¿Qué es lo que te pasa conmigo?! Una de dos ¿me odias? Lo que no entendería por que no te he hecho nada ¿o? quieres acostarte conmigo y eso te enoja porque aunque quieres hacerte el duro no te resistes a mí –se acerca sigilosa y seductoramente a mi rostro –dime ojitos preci