Nadia.-Como me había enseñado Lina un poco de seducción y conseguirás lo que deseas de cualquier hombre, claro Emil intentó enseñarme el arte de la seducción, pero él es hombre, no es un experto. Así que usé mis dotes enseñados por mi mejor amiga, pero ahora…ahora había caído en las redes de mi marido, sintiendo la gloria debajo de sus labios moviéndose con tenacidad en mi punto más débil, robándome gemidos sin cesar. Tanto que había olvidado mi propósito cuando ingresó a nuestra habitación, mi cuerpo se tensó al sentir la llegada del orgasmo, no dudo en entregarme por completo, me dejo llevar cuando cada centímetro de mi piel se eriza y mi cuerpo se fragmenta en mil pedazos.— No te pongas cómoda mariposa, aún no termino contigo –se aleja, mi pecho sube y baja con la sensación del orgasmo recorriendo mi sistema, su mirada endemoniada, llena de deseo me escruta sonriendo por la satisfacción de haberme llevado al cielo hace solo unos segundos. Muerdo mi labio al verlo en su máximo
Nadia.-Pensé que lo peor que me podía pasar esta semana era haber peleado con Lina y verla partir de la mansión. Pero, no lo peor estaba ante mis ojos, la mujer que me había dado la vida, por la que había derramado tantas lágrimas, estaba allí caminando tranquilamente por las calles de Constanza, estuvo tan cerca, todos estos años. — ¿Por qué no me lo dijiste antes? –le pregunté a Emil, sin apartar mis ojos de ella.— Queríamos estar seguros, de que fuera ella. — Es evidente que Desmond no habló con ella. — No, no era conveniente la hubiésemos alertado, tiene que dar explicaciones, pero, es a ti quien debe dárselas, no a Desmond ni a mí. — No hay explicación válida para justificar el abandono de tus tres hijos, nunca he pensado en ser madre, pero jamás abandonaría a mi hijo por nada.— Si no estás lista, podemos irnos, ya sabemos dónde encontrarla. Mis ojos la siguen hasta que entra en una pequeña casa, sencilla, con una calidez hogareña que se puede sentir solo con verla. — N
Nadia.- — Ese día tu padre me llamó, desesperado, quería ponerla a salvo, pero era demasiado tarde ya el coche de tu madre había chocado –el recuerdo lo hizo temblar, tenía la mirada perdida–. cuando él y yo llegamos, el auto estaba en llamas, Rose tenía la completamente ensangrentada, nos esforzamos por sacarla y lo hicimos, respiraba aunque con dificultad, a tu padre se le ocurrió hacerla pasar por muerta, cuando la ambulancia llegó, le pagamos a los paramédicos, para que dictaminaran que tu madre había muerto en la escena. Hizo silencio, mirándome esperando mi reacción. — Se hizo todo el protocolo, tu padre identificó su cadáver a puerta cerrada, hicimos correr el rumor que su cuerpo estaba irreconocible y en secreto estaba siendo atendida por dos médicos de confianza de mi hermano, luego de eso me suplicó que me la llevara, el traslado lo hicimos en la madrugada, esa noche llegaría un cargamento y los araña roja estarían con su atención puesta en eso. — ¿Entonces a quien enter
Varna, Bulgaria.-Nadia.-Siento el sudor deslizándose por mí frente a medida que avanzo, mis piernas comienzan a sentir el agotamiento mientras corro por las calles de Varna, miro mi reloj y frente a mí la luz neón del nombre del bar ilumina mi rostro.— Nuevamente tarde –Ruedo mis ojos, intento recuperar el aliento después de la maratón que me acabo de echar para llegar a tiempo a mi turno, fracasando estrepitosamente, en la entrada se encuentra Boris, el guardia de seguridad de este lugar. –Boris— Nadia –Su semblante es serio, sus brazos fuertes y musculosos, llenos de tatuajes, están cruzados sobre su pecho, todo para infundir miedo, pero detrás de esa fachada dura es solo un enorme oso de felpa o por lo menos conmigo lo es. –Llegas tarde.— ¡Lo sé, lo sé! –Salto dejando un beso en su mejilla, que medio lo hace sonreír, de inmediato vuelve a su postura de ogro.Entro como un huracán al bar, la oscuridad del interior es característico, los rostros que visitan este lugar no son los
Nadia.-La ira mezclada con el miedo recorría cada rincón de mi sistema, era una sobreviviente y ahora acabaría en manos de un mafioso o sicario lo que fuera este hombre, en ese momento pensé en mis hermanos sobre todo en Aleksi aún me necesitaba, quería alejarlo de la vida que seguramente Andrey mi hermano mayor lo arrastraría.— Señor Petrov –desvié mis ojos cuando escuché a Niko y maldije para mis adentros, no solo había fastidiado a un jefe mafioso, fastidié al más peligroso, uno de los líderes de la banda criminal más grande, el dragón plateado, Emil Petrov alías “El Dragón” –Yo meto las manos por Nadia, la conozco desde niña, es de mi entera confianza y es muy discreta, aunque su actitud de ahora no lo ¡parezca!Emil Petrov no dejaba de mirarme fijamente, yo intentaba retarlo, no demostrarle miedo, pero la imagen de mi hermano menor aparecía en mi mente y eso me debilitaba, lo odiaba, juré no volver a ser débil delante de un hombre como este.— Entonces te mato a ti –movió el ar
Emil.-¡Qué mujer tan insolente! Pero no puedo negar las agallas que tiene, ese temperamento removió algo en mi interior, algo que creí que había desaparecido hace muchos años. No debo darle importancia ¿Y entonces por qué estoy aquí? Siguiéndola, vigilándola, aprieto mis manos sobre el volante.La veo entrar en una casa, es territorio de mis rivales, los araña roja, no puedo involucrarme con una mujer de la roja, siento frustración y enojo, seguramente por ser una de ellos fue que se envalentonó enfrentándome como lo hizo.— ¡Maldita araña roja! –unos segundos después sale de su casa Yuri el segundo al mando de los araña, ese mal nacido me debe una, saco mi arma poniéndola sobre mi muslo –sería muy fácil acabar contigo –veo que se dirige hacia donde estoy estacionado, bajo el asiento ocultándome.— ¡Ese idiota lo tiene, estoy seguro! Se atrevió a mentirme en mi cara, prepárate es hora de hacerlo pagar, dejaremos un mensaje para cualquiera que desee ayudarlo a él y a sus hermanos, mor
Nadia.-Limpio mis lágrimas después de leer esa carta, era una despedida, Andrey se estaba sacrificando por nosotros, de pronto sentí un estruendo que me hicieron pegar un brinco del susto, miré a Aleksi que estaba profundamente dormido, me levanté con el cuerpo temblando, me alejé un poco cuando escuché los gritos de Yuri.— Te daré una última oportunidad, Andrey dime ¿Dónde está el cilindro?— Ya te dije que mi padre se llevó ese secreto a la tumba, él no confiaba en mi para decirme eso —escuché decir a mi hermano, su tono de voz intentaba sonar segura.— Busquen a los hermanos, tal vez si presencias lo que le puedo hacer a tu hermanita elijas abrir la boca —soltó Yuri con un tono amenazador.— Jefe no estánEscucho un hombre entrando a la habitación donde estamos escondidos, se puede oír como rompen todo, mi corazón retumba en mi pecho de manera acelerada mirando la entrada esperando no ser descubiertos.— Entonces no tienes nada que esconder, es la una de la mañana ¿A dónde irían
Nadia.-La ciudad estaba tomada con hombres que llevaban armas largas, Yuri había movilizado a todos los hombres que tenía y hasta ahora me daba cuenta de que eran muchos, comenzaba a dudar si podíamos salir de esta.Debo aprovechar la oscuridad de la noche para ocultarnos, le coloqué la capucha de la sudadera a Aleksi cubriendo su rostro lo que más podía lo mismo hice yo. Mi primer lugar seguro sería el bar con Niko, pero lo pondría en riesgo, Yuri seguramente lo debe tener vigilado y siendo sincera no puedo soportar ser la culpable de otra muerte, menos la de Niko que fue capaz de arriesgarse por mí.— Mantén la cabeza baja, tenemos que irnos de la ciudad, vamos a tomar un taxiMientras nos manteníamos ocultos en un callejón, divisé un taxi, extendí mi brazo, por suerte se detuvo tomé de la mano a Aleksi y nos subimos, miré al taxista con tranquilidad ocultando mi nerviosismo, para nadie era un secreto que la ciudad era de los Araña Roja.— Por favor hasta Asparuhov –Le pedí al taxi