Varna, Bulgaria.-
Nadia.-
Siento el sudor deslizándose por mí frente a medida que avanzo, mis piernas comienzan a sentir el agotamiento mientras corro por las calles de Varna, miro mi reloj y frente a mí la luz neón del nombre del bar ilumina mi rostro.
— Nuevamente tarde –Ruedo mis ojos, intento recuperar el aliento después de la maratón que me acabo de echar para llegar a tiempo a mi turno, fracasando estrepitosamente, en la entrada se encuentra Boris, el guardia de seguridad de este lugar. –Boris
— Nadia –Su semblante es serio, sus brazos fuertes y musculosos, llenos de tatuajes, están cruzados sobre su pecho, todo para infundir miedo, pero detrás de esa fachada dura es solo un enorme oso de felpa o por lo menos conmigo lo es. –Llegas tarde.
— ¡Lo sé, lo sé! –Salto dejando un beso en su mejilla, que medio lo hace sonreír, de inmediato vuelve a su postura de ogro.
Entro como un huracán al bar, la oscuridad del interior es característico, los rostros que visitan este lugar no son los mejores, ¿hay turistas? si, debido a que la ciudad pertenece a la costa de Bulgaria, pero en los rincones más apartados se ven ciertas personas que pertenecen a las mafias del este de Europa, la Odessa, las tríadas todas queriendo tener el control de esta zona.
Entro de inmediato al bar, recojo mi cabello en una cola de caballo y coloco mi delantal. Mi jefe está de espaldas, así que intentaré engañarlo. Rápidamente, comienzan a pedirme tragos. Ofrezco unas cuantas sonrisas a algunos de los clientes, eso me asegura unas buenas propinas.
— No creas que no me di cuenta de que llegaste hoy también tarde —mi jefe me dice sonriendo.
— Lo siento, Niko, solo fueron cinco minutos —suelto haciendo un puchero, vuelve a sonreír y niega pasando un pañuelo sobre la barra, se aleja de mí rápidamente, cuando un hombre de traje negro se acerca haciéndole una seña.
— Nadia lleva una botella de The Macallan Valerio Adami 60 años, a la sala VIP cinco –Giro sorprendida, porque esa es la botella más cara de… todo el mundo y se encuentra en su oficina en una caja fuerte. –No te tardes –Extendió sobre mi mano las llaves de su oficina, asentí sin objetar nada, eso significaba que había gente importante en el bar y peligrosa.
Entré a la oficina, como era persona de confianza, me sabía la clave de la caja fuerte. Niko no solo era mi jefe, era el mejor amigo de mi hermano mayor, nos habíamos criado juntos. Saqué la caja de madera que guardaba la botella, las manos me temblaban, la coloqué sobre la bandeja con una cubeta de hielo y dos vasos, suspiré y me puse en marcha hacia las salas VIP.
El pasillo hacía estas salas era oscuro, iluminado solo por una tenue luz roja un poco de película de terror, pero dadas las visitas que suelen pagar estas salas la decoración es comprensible, no puedo evitar sentir un nudo en mi estómago a medida que voy acercándome a la última sala, alzo mi mano para tocar, pero mi movimiento se detiene de inmediato al escuchar los gritos desesperados de un hombre suplicando por su vida, mi cuerpo se paraliza por completo, esa sensación, esa desesperación de suplicar por tu vida la conozco perfectamente.
— Voy a preguntarlo una vez más –La voz que se escuchó luego me hizo temblar, lúgubre, tan sombría. – ¿Quién?
— ¡Se lo dije ya! ¡Señor por favor tengo un hijo, no me mate, ya le dije lo que sé!
— Respuesta equivocada –Luego de esas palabras un grito desgarrador se escuchó después, lo que me hizo pegar un brinco, la bandeja sobre mi mano se tambaleó, pude evitar que la costosa botella cayera, pero todo lo demás ocasionó un estruendoso ruido, la puerta se abrió de par en par, la imagen que se mostraba frente a mí era espantosa, el hombre que suplicaba por su vida tenía el rostro ensangrentado, uno de sus ojos estaba cerrado producto de la hinchazón, sentí ganas de vomitar.
Me repuse con la botella en mis manos, dos hombres vestidos de negro se pararon frente a mí, pero lo que más captó mi atención fue el otro hombre uno de aspecto tenebroso alto, tenía la camisa blanca arremangada hasta los codos llena de sangre, sus brazos tenían varios tatuajes, en sus manos llevaba una cosa metálica que rodeaba sus nudillos, pero lo más impactante fueron sus ojos, me miraban fijamente, no podía siquiera mover un solo músculo, la manera en como veía era aterradora podía ver la perversidad en sus ojos, daba miedo, mucho miedo, era un hombre peligroso, pero no se podía negar lo apuesto que también es.
— ¿Señor nos deshacemos de ella? —las palabras de uno de los hombres me hicieron reaccionar, volví a mirar al hombre, tenía la mirada clavada en mí.
— ¡Nadia te dije que no te tardaras! —Niko se acercó, de reojo pude ver cómo su rostro palideció al ver al hombre que no dejaba de mirarme – ¿Qué sucede? —preguntó a mi jefe con una valentía un poco dudosa.
— No sabía que a tu personal le gustaba chismear, Niko —El hombre dio dos pasos hacia nosotros, seguía sin dejar de mirarme, me sentía expuesta ante sus ojos, es como si quisiera descubrir mis más oscuros y profundos secretos.
— Nunca señor Emil, Nadia suele ser un poco torpe. Esto tiene una explicación, ¿Nadia? —Niko aprieta mi brazo.
— ¿Torpe? ¿Envías a una persona torpe a traer la botella de Whisky más costosa? Decide, ¿A quién debo matar a ti o a ella?
El agarre de Niko sobre mi brazo se intensificó podía sentir como su cuerpo temblaba, puedo jurar que no sé de donde saqué la valentía, pero comencé a sentirme enojada y exploté.
— ¡Si quiere máteme! Pero hágalo usted mismo, no sea cobarde de mandar a sus secuaces, los hombres como usted dan asco –mi pecho bajaba y subía de manera agitada —Mucho coraje torturando a alguien que no puede defenderse, hágalo en las mismas condiciones si se cree tan macho.
— ¡NADIA! —Niko pegó un grito ahogado lleno de miedo, pero no le di importancia. Mis ojos llenos de rabia estaban clavados en ese cobarde, era el jefe claro que sí, sabía quien era Emil Petrov unos de los mafiosos más temidos en el este de Europa, su fama lo precede, pero no dejaba de ser un cobarde que torturaba estando la persona en desventaja —Cierra la boca—. La advertencia de Niko escapó de sus labios apretados.
Lo que el hombre hizo después me dejó sin palabras, sacó el arma que tenía en la espalda y disparó dos veces al hombre torturado, su cabeza quedó colgando, luego el tal Emil nuevamente posó sus ojos sobre mí con más furia, se movió poniéndose frente a mí, la fragancia de su colonia amaderada inundó mis fosas nasales, era muy alto me llevaba una cabeza y media de altura, pero no dejé que su imagen imponente me intimidará aunque por dentro estaba a punto de desmayarme.
— ¿Te atreves a repetir cada palabra de nuevo? Pero esta vez con esta belleza —acercó su arma poniéndola sobre mí cien. – ¿Sobre tu cabeza?
Nadia.-La ira mezclada con el miedo recorría cada rincón de mi sistema, era una sobreviviente y ahora acabaría en manos de un mafioso o sicario lo que fuera este hombre, en ese momento pensé en mis hermanos sobre todo en Aleksi aún me necesitaba, quería alejarlo de la vida que seguramente Andrey mi hermano mayor lo arrastraría.— Señor Petrov –desvié mis ojos cuando escuché a Niko y maldije para mis adentros, no solo había fastidiado a un jefe mafioso, fastidié al más peligroso, uno de los líderes de la banda criminal más grande, el dragón plateado, Emil Petrov alías “El Dragón” –Yo meto las manos por Nadia, la conozco desde niña, es de mi entera confianza y es muy discreta, aunque su actitud de ahora no lo ¡parezca!Emil Petrov no dejaba de mirarme fijamente, yo intentaba retarlo, no demostrarle miedo, pero la imagen de mi hermano menor aparecía en mi mente y eso me debilitaba, lo odiaba, juré no volver a ser débil delante de un hombre como este.— Entonces te mato a ti –movió el ar
Emil.-¡Qué mujer tan insolente! Pero no puedo negar las agallas que tiene, ese temperamento removió algo en mi interior, algo que creí que había desaparecido hace muchos años. No debo darle importancia ¿Y entonces por qué estoy aquí? Siguiéndola, vigilándola, aprieto mis manos sobre el volante.La veo entrar en una casa, es territorio de mis rivales, los araña roja, no puedo involucrarme con una mujer de la roja, siento frustración y enojo, seguramente por ser una de ellos fue que se envalentonó enfrentándome como lo hizo.— ¡Maldita araña roja! –unos segundos después sale de su casa Yuri el segundo al mando de los araña, ese mal nacido me debe una, saco mi arma poniéndola sobre mi muslo –sería muy fácil acabar contigo –veo que se dirige hacia donde estoy estacionado, bajo el asiento ocultándome.— ¡Ese idiota lo tiene, estoy seguro! Se atrevió a mentirme en mi cara, prepárate es hora de hacerlo pagar, dejaremos un mensaje para cualquiera que desee ayudarlo a él y a sus hermanos, mor
Nadia.-Limpio mis lágrimas después de leer esa carta, era una despedida, Andrey se estaba sacrificando por nosotros, de pronto sentí un estruendo que me hicieron pegar un brinco del susto, miré a Aleksi que estaba profundamente dormido, me levanté con el cuerpo temblando, me alejé un poco cuando escuché los gritos de Yuri.— Te daré una última oportunidad, Andrey dime ¿Dónde está el cilindro?— Ya te dije que mi padre se llevó ese secreto a la tumba, él no confiaba en mi para decirme eso —escuché decir a mi hermano, su tono de voz intentaba sonar segura.— Busquen a los hermanos, tal vez si presencias lo que le puedo hacer a tu hermanita elijas abrir la boca —soltó Yuri con un tono amenazador.— Jefe no estánEscucho un hombre entrando a la habitación donde estamos escondidos, se puede oír como rompen todo, mi corazón retumba en mi pecho de manera acelerada mirando la entrada esperando no ser descubiertos.— Entonces no tienes nada que esconder, es la una de la mañana ¿A dónde irían
Nadia.-La ciudad estaba tomada con hombres que llevaban armas largas, Yuri había movilizado a todos los hombres que tenía y hasta ahora me daba cuenta de que eran muchos, comenzaba a dudar si podíamos salir de esta.Debo aprovechar la oscuridad de la noche para ocultarnos, le coloqué la capucha de la sudadera a Aleksi cubriendo su rostro lo que más podía lo mismo hice yo. Mi primer lugar seguro sería el bar con Niko, pero lo pondría en riesgo, Yuri seguramente lo debe tener vigilado y siendo sincera no puedo soportar ser la culpable de otra muerte, menos la de Niko que fue capaz de arriesgarse por mí.— Mantén la cabeza baja, tenemos que irnos de la ciudad, vamos a tomar un taxiMientras nos manteníamos ocultos en un callejón, divisé un taxi, extendí mi brazo, por suerte se detuvo tomé de la mano a Aleksi y nos subimos, miré al taxista con tranquilidad ocultando mi nerviosismo, para nadie era un secreto que la ciudad era de los Araña Roja.— Por favor hasta Asparuhov –Le pedí al taxi
Nadia.-Estoy en medio del río, y la fuerza de la corriente me atrapa, me arrastra sin piedad, el pánico se apodera de mí; mis brazos y piernas luchan, pero el agua es más fuerte, como si tuviera vida propia.Floto, me dejo llevar y en ese instante en que mi cuerpo se siente agotado de tanto luchar contra la marea, el pánico se convierte en una mezcla de asombro y desesperación, el río se siente como un monstruo voraz, pero también como un camino hacia lo desconocido, cada zancada de agua me envuelve, y aunque el frío me consume, un pequeño fuego de determinación comienza a arder dentro de mí.Finalmente, la corriente me empuja hacia la orilla, la arena y las piedras me golpean cuando salgo disparada del agua, como un resorte que se libera, un dolor agudo recorre mi cuerpo y el impacto me recuerda que aún estoy viva, me arrastro hacia la orilla, mis manos se hunden en la tierra, siento la textura rugosa bajo mis dedos, un suspiro de alivio escapa de mis labios, la arena es cálida y su
Bucarest.Emil.-Dejo que el agua fría caiga sobre mi cuerpo, han pasado varios días en lo que he buscado a la hermana de Andrey, sin tener éxito, según mis fuentes Yuri había colocado precio sobre su cabeza y la de su pequeño hermano ocasionando un caos en Varna, ¿Qué será lo que está buscando con tanto interés?Aprieto mis puños con fuerza sintiendo como se clavan en mi piel, la frustración aumenta y no tengo certeza si sigue viva o muerta lo que me enoja aún más.— Estás muy pensativo muñeco –las manos de Valery comienzan a deslizarse por mi espalda, ruedo mis ojos porque últimamente me fastidia su presencia, es mi amante de turno, pero me conviene tenerla de mi lado ya que es mi informante dentro de la organización.El Dragón Plateado no tiene un solo líder, realmente quien está a la cabeza es Drago Petrov, mi padre adoptivo, quien dirige oculto entre las sombras, aunque mi rostro es el que figura como el mandamás y en cierto modo lo soy, manejo todas las operaciones de la organiz
Nadia.- — ¡Vaya! Has pasado por mucho, pequeña, lo siento –podá sentir la sinceridad en sus palabras–. ¿y a quien buscas aquí en Bucarest? –pregunta Lina con interés.— Pues… –ella me mira con atención, muerdo mi mejilla bajando la mirada, mencionar a uno de los mafiosos más peligrosos de Rumania podría dejarme con una bala en la frente –Emil Petrov –dije en un susurro, el rostro de Lina perdió el color, se levantó como resorte de la silla.— ¡¿Estás de coña?! –su respiración estaba agitada –tienes suerte de haberte encontrado conmigo, ese nombre no se menciona así porque sí en esta ciudad, no tienes idea de a quien estás buscando.— Lo sé, créeme ya tuvimos un encuentro –Lina alza una ceja, el miedo en sus ojos cambió por un brillo de diversión, la miré confundida cuando comprendí lo que creyó que había pasado, haciéndome sonrojar –no es nada de eso, fue uno de los peores momentos de mi vida –aclaré inmediatamente –sé a quién me enfrento, pero es el único que puede ayudarme a encont
Nadia.- Entro a la mansión muerta del miedo, después de ver como Emil Petrov le apuntaba a Lina concluyo que fue una mala idea venir hasta aquí, pero ya no es hora de arrepentimientos, podía sentir sus pasos detrás de nosotras, su mirada penetrante estaba causando estragos en mi interior, negué disimuladamente, el amor no se hizo para mí, juré nunca volver a estar con un hombre. — Espero que esto funcione, porque si no de nada sirvió que me rescataras –susurra Lina en mi oído. Me centré en la exquisita casa, bastante iluminada con un estilo neobarroco, con molduras decorativas de estuco, detalles dorados, columnas, esculturas, paneles de mosaicos italianos de gran tamaño y preciosas cortinas, los espacios están marcados por iluminación empotrada y lámparas de araña la enorme e imponente escalera capta mi atención decorada con mosaico, el lugar definitivamente es digno de un rey. — Llévatela y vigílala –Lina y yo nos giramos al mismo tiempo, miro con desconfianza al mafioso. –no le