Nadia.-
La ira mezclada con el miedo recorría cada rincón de mi sistema, era una sobreviviente y ahora acabaría en manos de un mafioso o sicario lo que fuera este hombre, en ese momento pensé en mis hermanos sobre todo en Aleksi aún me necesitaba, quería alejarlo de la vida que seguramente Andrey mi hermano mayor lo arrastraría.
— Señor Petrov –desvié mis ojos cuando escuché a Niko y maldije para mis adentros, no solo había fastidiado a un jefe mafioso, fastidié al más peligroso, uno de los líderes de la banda criminal más grande, el dragón plateado, Emil Petrov alías “El Dragón” –Yo meto las manos por Nadia, la conozco desde niña, es de mi entera confianza y es muy discreta, aunque su actitud de ahora no lo ¡parezca!
Emil Petrov no dejaba de mirarme fijamente, yo intentaba retarlo, no demostrarle miedo, pero la imagen de mi hermano menor aparecía en mi mente y eso me debilitaba, lo odiaba, juré no volver a ser débil delante de un hombre como este.
— Entonces te mato a ti –movió el arma tan rápido que apenas pude notar su mano moviéndose colocándola en medio de la frente de Nico.
— ¡NO! —grité con mis lágrimas a punto de derramarse – ¡Por favor! –Emil giro su cabeza, pude ver algo de sorpresa en sus ojos, pero solo fue un destello, ya que volvió a su mirada cruel —yo tengo la culpa, el grito de… Ese hombre —señalé el interior de la sala —me exaltó y me asusté fue inevitable para mi tropezar, le pido disculpas, no volverá a pasar —dije con un tono totalmente sumiso, bajé la cabeza, yo sabía que estos gestos funcionaban para hombres como este.
— Veo que ambos están dispuestos a dar la vida por el otro ¡Que tierno! –Soltó con ironía.
— Ella es como mi hermana señor Emil es la única familia que tengo –me sorprendí un poco, no entendí por qué Niko enfatizó la oración de esa manera.
— Les daré una sola oportunidad, si esto vuelve a ocurrir, serán ustedes los que estén en la silla –sentí como se acercó a mí, levantó mi rostro tomándome por el mentón su toque estremeció cada centímetro de mi cuerpo, pero no de miedo fue… una sensación diferente, lo miré fijamente a los ojos, su otra mano me arrebató la botella –Eres una insolente, tienes suerte de tenerlo a él, ahora ¡largo de aquí ambos!
(…)
— Tu turno terminó –entré a la oficina detrás de Niko, lo vi acercarse a su licorera, se sirvió un trago y lo bebió de un sorbo –vete y regresa en dos noches, no te preocupes por tu pago –su voz temblaba y su frente estaba llena de sudor frío.
— Ya nos perdonó y eso es bueno ¿no? –Niko me mira como si estuviera loca.
— ¿No sabes a quién acabas de hacer enojar?
— ¿Emil Petrov? He escuchado de él –me encojo de hombros, restándole importancia –un mafioso más en este país.
— No tienes idea de nada, tu hermano Andrey es una mosca a su lado, vete Nadia –vi la preocupación marcada en sus ojos, decidí no objetar y hacerle caso.
Salí del bar, caminé hasta mi casa, las calles estaban desoladas, pasaba la medianoche, no podía dejar de pensar en ese hombre suplicando, ¡Por dios! Dijo que tenía un hijo, un pequeño que ahora crecerá sin padre, ¡Maldita mafia!
Me limpio una lágrima traicionera, mi padre estaba metido con los araña roja, los rivales del dragón plateado, era un distribuidor de sustancias prohibidas, pero esa mala vida lo alcanzó junto con mi madre, mi hermano mayor Andrey fue reclutado por ellos, quisiera que se dedicara a otra cosa, pero después de morir mis padres, me alejé me fui lejos dejándolo solo con mi hermano menor siempre me lo reprochó hizo lo que pudo con un niño de cuatro años encima.
Lo que mi hermano no saber es que tuve mi castigo por abandonarlos, ese secreto es mi demonio, Andrey piensa que oculto mi cuerpo para no llamar la atención de los mafiosos de Varna, pero solo oculto las marcas de mi pasado.
Me detengo cuando siento que alguien me observa, giro mirando la calle no hay nadie alrededor, mis temores aparecen nuevamente traicionándome, acelero el paso sintiendo un nudo en mi estómago.
Apenas pongo un pie en mi casa, escucho gritos que provienen de la estancia, una de las voces la reconozco perfectamente mi hermano mayor, me acerco lentamente, ambos hombres se giran para verme, el otro hombre es Yuri es el hermano del líder de los Araña Roja.
— ¿Todo está bien? –pregunté a Andrey ignorando a Yuri, odiaba a ese hombre, fue él quien lo reclutó.
— Más te vale que no me estés mintiendo —Yuri amenazó a mi hermano antes de irse pasándome por un lado furioso azotando la puerta con fuerza.
— ¿Qué pasa Andrey? –vi a mi hermano nervioso, no me respondió solo caminó hasta su habitación, lo seguí–. ¿Andrey?
Noto que quita el cuadro que se encontraba guindado sobre su cama dejando visible una caja fuerte, de ella sacó una pequeña caja de madera, tenía una forma cilíndrica.
— Nadia tienes que ocultar esto –pone el cilindro en mis manos, lo miré confundida –nadie puede saber que tienes esto en tu poder, nadie, desde ahora no puedes confiar en ninguna persona.
— ¿Por qué me dices esto Andrey? ¡Me estás asustando! –me mira en silencio.
— Querrán venir por nosotros para recuperar esto –bajo la mirada hacía el cilindro –estoy seguro que eres la única que puedes resolverlo, eres muy lista, Nadia pase lo que pase debes mantenerte a salvo y a Aleksi ¿Ok?
— Pero… Andrey explícame —Él niega con desesperación.
— Busca a nuestro hermano y ocúltate en el pasadizo, no salgan hasta que sea seguro.
— ¿Qué? —mis manos temblaban mientras las lágrimas se deslizaban por mi mejilla, nunca lo había visto así, pero la amenaza de Yuri era clara.
— ¡HAZ LO QUE TE DIGO M*****A SEA! ¡YA! —acunó mi rostro en sus manos dándome un beso cada una de mis mejillas –los amo, nunca lo olvides, en el escondite hay una mochila con lo que necesitas, cumple mis instrucciones al pie de la letra Nadia promételo –cada palabra que decía para mí era como un idioma extraño, no podía entender nada–. ¡PROMETÉMELO HERMANA!
— Está bien, lo prometo —respondí en medio de mis lágrimas.
— ¡Ok! Ve por Aleksi y quédense ahí hasta que no escuchen ni un solo ruido, ve.
Corrí hasta la habitación de Aleksi, mirando el cilindro que llevaba en las manos, desperté a mi hermanito, mientras rodaba el mueble de madera que ocultaba la puerta del pasadizo, tomé de su mano, rodé con fuerza de nuevo el mueble y cerré colocando el candado, esperando lo inevitable.
Emil.-¡Qué mujer tan insolente! Pero no puedo negar las agallas que tiene, ese temperamento removió algo en mi interior, algo que creí que había desaparecido hace muchos años. No debo darle importancia ¿Y entonces por qué estoy aquí? Siguiéndola, vigilándola, aprieto mis manos sobre el volante.La veo entrar en una casa, es territorio de mis rivales, los araña roja, no puedo involucrarme con una mujer de la roja, siento frustración y enojo, seguramente por ser una de ellos fue que se envalentonó enfrentándome como lo hizo.— ¡Maldita araña roja! –unos segundos después sale de su casa Yuri el segundo al mando de los araña, ese mal nacido me debe una, saco mi arma poniéndola sobre mi muslo –sería muy fácil acabar contigo –veo que se dirige hacia donde estoy estacionado, bajo el asiento ocultándome.— ¡Ese idiota lo tiene, estoy seguro! Se atrevió a mentirme en mi cara, prepárate es hora de hacerlo pagar, dejaremos un mensaje para cualquiera que desee ayudarlo a él y a sus hermanos, mor
Nadia.-Limpio mis lágrimas después de leer esa carta, era una despedida, Andrey se estaba sacrificando por nosotros, de pronto sentí un estruendo que me hicieron pegar un brinco del susto, miré a Aleksi que estaba profundamente dormido, me levanté con el cuerpo temblando, me alejé un poco cuando escuché los gritos de Yuri.— Te daré una última oportunidad, Andrey dime ¿Dónde está el cilindro?— Ya te dije que mi padre se llevó ese secreto a la tumba, él no confiaba en mi para decirme eso —escuché decir a mi hermano, su tono de voz intentaba sonar segura.— Busquen a los hermanos, tal vez si presencias lo que le puedo hacer a tu hermanita elijas abrir la boca —soltó Yuri con un tono amenazador.— Jefe no estánEscucho un hombre entrando a la habitación donde estamos escondidos, se puede oír como rompen todo, mi corazón retumba en mi pecho de manera acelerada mirando la entrada esperando no ser descubiertos.— Entonces no tienes nada que esconder, es la una de la mañana ¿A dónde irían
Nadia.-La ciudad estaba tomada con hombres que llevaban armas largas, Yuri había movilizado a todos los hombres que tenía y hasta ahora me daba cuenta de que eran muchos, comenzaba a dudar si podíamos salir de esta.Debo aprovechar la oscuridad de la noche para ocultarnos, le coloqué la capucha de la sudadera a Aleksi cubriendo su rostro lo que más podía lo mismo hice yo. Mi primer lugar seguro sería el bar con Niko, pero lo pondría en riesgo, Yuri seguramente lo debe tener vigilado y siendo sincera no puedo soportar ser la culpable de otra muerte, menos la de Niko que fue capaz de arriesgarse por mí.— Mantén la cabeza baja, tenemos que irnos de la ciudad, vamos a tomar un taxiMientras nos manteníamos ocultos en un callejón, divisé un taxi, extendí mi brazo, por suerte se detuvo tomé de la mano a Aleksi y nos subimos, miré al taxista con tranquilidad ocultando mi nerviosismo, para nadie era un secreto que la ciudad era de los Araña Roja.— Por favor hasta Asparuhov –Le pedí al taxi
Nadia.-Estoy en medio del río, y la fuerza de la corriente me atrapa, me arrastra sin piedad, el pánico se apodera de mí; mis brazos y piernas luchan, pero el agua es más fuerte, como si tuviera vida propia.Floto, me dejo llevar y en ese instante en que mi cuerpo se siente agotado de tanto luchar contra la marea, el pánico se convierte en una mezcla de asombro y desesperación, el río se siente como un monstruo voraz, pero también como un camino hacia lo desconocido, cada zancada de agua me envuelve, y aunque el frío me consume, un pequeño fuego de determinación comienza a arder dentro de mí.Finalmente, la corriente me empuja hacia la orilla, la arena y las piedras me golpean cuando salgo disparada del agua, como un resorte que se libera, un dolor agudo recorre mi cuerpo y el impacto me recuerda que aún estoy viva, me arrastro hacia la orilla, mis manos se hunden en la tierra, siento la textura rugosa bajo mis dedos, un suspiro de alivio escapa de mis labios, la arena es cálida y su
Bucarest.Emil.-Dejo que el agua fría caiga sobre mi cuerpo, han pasado varios días en lo que he buscado a la hermana de Andrey, sin tener éxito, según mis fuentes Yuri había colocado precio sobre su cabeza y la de su pequeño hermano ocasionando un caos en Varna, ¿Qué será lo que está buscando con tanto interés?Aprieto mis puños con fuerza sintiendo como se clavan en mi piel, la frustración aumenta y no tengo certeza si sigue viva o muerta lo que me enoja aún más.— Estás muy pensativo muñeco –las manos de Valery comienzan a deslizarse por mi espalda, ruedo mis ojos porque últimamente me fastidia su presencia, es mi amante de turno, pero me conviene tenerla de mi lado ya que es mi informante dentro de la organización.El Dragón Plateado no tiene un solo líder, realmente quien está a la cabeza es Drago Petrov, mi padre adoptivo, quien dirige oculto entre las sombras, aunque mi rostro es el que figura como el mandamás y en cierto modo lo soy, manejo todas las operaciones de la organiz
Nadia.- — ¡Vaya! Has pasado por mucho, pequeña, lo siento –podá sentir la sinceridad en sus palabras–. ¿y a quien buscas aquí en Bucarest? –pregunta Lina con interés.— Pues… –ella me mira con atención, muerdo mi mejilla bajando la mirada, mencionar a uno de los mafiosos más peligrosos de Rumania podría dejarme con una bala en la frente –Emil Petrov –dije en un susurro, el rostro de Lina perdió el color, se levantó como resorte de la silla.— ¡¿Estás de coña?! –su respiración estaba agitada –tienes suerte de haberte encontrado conmigo, ese nombre no se menciona así porque sí en esta ciudad, no tienes idea de a quien estás buscando.— Lo sé, créeme ya tuvimos un encuentro –Lina alza una ceja, el miedo en sus ojos cambió por un brillo de diversión, la miré confundida cuando comprendí lo que creyó que había pasado, haciéndome sonrojar –no es nada de eso, fue uno de los peores momentos de mi vida –aclaré inmediatamente –sé a quién me enfrento, pero es el único que puede ayudarme a encont
Nadia.- Entro a la mansión muerta del miedo, después de ver como Emil Petrov le apuntaba a Lina concluyo que fue una mala idea venir hasta aquí, pero ya no es hora de arrepentimientos, podía sentir sus pasos detrás de nosotras, su mirada penetrante estaba causando estragos en mi interior, negué disimuladamente, el amor no se hizo para mí, juré nunca volver a estar con un hombre. — Espero que esto funcione, porque si no de nada sirvió que me rescataras –susurra Lina en mi oído. Me centré en la exquisita casa, bastante iluminada con un estilo neobarroco, con molduras decorativas de estuco, detalles dorados, columnas, esculturas, paneles de mosaicos italianos de gran tamaño y preciosas cortinas, los espacios están marcados por iluminación empotrada y lámparas de araña la enorme e imponente escalera capta mi atención decorada con mosaico, el lugar definitivamente es digno de un rey. — Llévatela y vigílala –Lina y yo nos giramos al mismo tiempo, miro con desconfianza al mafioso. –no le
Nadia.- — ¿Estás segura que quieres quedarte a solas con él en esta casa? –Lina me miraba como si estuviera loca. –me dejas sorprendida, no me dijiste que buscabas convertirte en la esposa del Dragón plateado.— Créeme Lina no lo hago por ser su esposa, necesito encontrar a mi hermano necesito espacio para buscarlo y medios, ser la esposa de Petrov me dará eso.— Bueno si tú lo dices, no voy a meterme en tus decisiones aunque me preocupe –me toma de la mano. –se nota que eres una buena chica, por eso si necesitas ayuda no dudes en buscarme y cuídate de él se escuchan rumores de que es un zorro traicionero no confíes y por nada del mundo te enamores su galantería es su mayor arma. –asentí en silencio, no podía reconocer que ese hombre despertaba sensaciones en mí y no puedo permitirme eso nunca, ni con él ni con nadie, menos cuando ya dos personas me dicen lo mismo “No te enamores de él”.El hombre de confianza de Emil entró a mi habitación para buscar a Lina, se puso en la puerta con