Capítulo 4

Nadia.-

Limpio mis lágrimas después de leer esa carta, era una despedida, Andrey se estaba sacrificando por nosotros, de pronto sentí un estruendo que me hicieron pegar un brinco del susto, miré a Aleksi que estaba profundamente dormido, me levanté con el cuerpo temblando, me alejé un poco cuando escuché los gritos de Yuri.

— Te daré una última oportunidad, Andrey dime ¿Dónde está el cilindro?

— Ya te dije que mi padre se llevó ese secreto a la tumba, él no confiaba en mi para decirme eso —escuché decir a mi hermano, su tono de voz intentaba sonar segura.

— Busquen a los hermanos, tal vez si presencias lo que le puedo hacer a tu hermanita elijas abrir la boca —soltó Yuri con un tono amenazador.

— Jefe no están

Escucho un hombre entrando a la habitación donde estamos escondidos, se puede oír como rompen todo, mi corazón retumba en mi pecho de manera acelerada mirando la entrada esperando no ser descubiertos.

— Entonces no tienes nada que esconder, es la una de la mañana ¿A dónde irían tus hermanos? —mi mano tiembla cuando giro una pequeña mirilla, las casa es de un solo nivel y este pasadizo conecta con toda la casa así que puedo ver por el agujero la estancia, a mi hermano y detrás de él hay dos hombres apuntándolo con sus armas, frente a él está Yuri.

— Yuri déjalos fuera de esto —le pide mi hermano —Ellos no tienen nada que ver —su respiración se agita.

— ¿Nada? Sabes el precio que se paga cuando cometes traición, tu padre y tú… a menos que me lo devuelvas.

— No lo tengo —En ese momento mi hermano recibió un golpe en la cabeza de unos de los hombres tirándolo en el suelo, me tapé la boca reprimiendo un grito ahogado.

— Sabes perfectamente lo que haré hasta que me lo des ¿Quieres sufrir? –Mi hermano no respondió, Yuri le hizo una seña a sus hombres, de inmediato comenzaron a golpearlo mientras estaba en el suelo, cerré mis ojos, quería salir de ahí y defenderlo, pero sus palabras aparecieron en mi mente, pase lo que pase.

— Una vez más Andrey y te juro que después de liquidarte no le haré nada a tus hermanos, aunque puedo hacer que tu hermana se convierta en mi esposa –La mención del comentario me hizo sentir nauseas, mi hermano estaba en el suelo con su rostro estaba cubierto de sangre –. ¿No dirás nada? Ok

Yuri sacó una navaja de su bolsillo, puso su pie sobre la mano de mi hermano, se podía escuchar el crujir de sus huesos rompiéndose mientras la voluntad de Andrey se quebraba lentamente, pero la tortura no terminaba ahí, Yuri se agachó con la navaja y sin previo aviso le corto un dedo, el grito desgarrador de mi hermano se escuchó en cada rincón de la casa, Aleksi se despertó de un salto.

— ¿Qué fue eso? —preguntó completamente asustado, me acerqué a él.

— Debes hacer silencio –cubrí con mis manos sus oídos, cada grito de Andrey dejaba un enorme dolor en mi pecho, llenándolo de desesperación, me sentía impotente al no poder actuar, pero si salía Yuri nos mataría a Aleksi y a mí era demasiado tarde para entregarle lo que exigía, delataría a mi hermano quedaría como un mentiroso y un traidor.

Al cabo de un rato ya no se escuchaban los gritos de Andrey, pero un disparo nos sobresaltó.

— Los hermanos no deben estar lejos, pónganles precio a sus cabezas ¡ENCUÉNTRELOS!

(…)

Todo estaba silencioso, mis ojos ardían y mi rostro estaba húmedo por mis lágrimas, mi hermano estaba muerto de eso no había duda.

— Nadia —escuché la voz de Aleksi —Andrey… —sus ojos se cristalizaron. ¿Cómo podía consolarlo si yo estaba deshecha?

— Aleksi… nuestro hermano…

— No me mientas —me exigió —no soy tonto, en el colegio escuchaba cosas, decían que él estaba con los araña roja ¿Ellos lo mataron no es cierto? Igual que a papá

— Mi niño, por ahora no pienses en eso, tú y yo nos vamos a ir de aquí y estaremos a salvo ¿Ok? Vamos a estar bien, ahora debes obedecerme en todo lo que te pida, por favor ¿Sí? —Aleksi asintió, limpié las lágrimas que habían escapado de sus ojos.

Ya no se escuchaba nada dentro de la casa, salimos del escondite, caminamos con cautela dejando a Aleksi detrás de mí.

— Si te digo que corras, corres ¿Quedó claro? —le susurré, vi la duda en sus ojos, pero asintió.

Caminamos hasta llegar a la estancia, con una mano me aferraba a Aleksi y con la otra la mochila, cuando llegamos a la estancia mi alma se desplomó en el piso, mi hermano estaba inmóvil en el suelo.

— Cierra los ojos Aleksi

Le ordené con la voz entrecortada, cuando Aleksi se alejó, caí de rodillas el dolor se instaló en mi pecho, como una daga enterrándose lentamente, la culpa por haberlo dejado solo me abrumó, de ocultarle todo lo que viví estos años, abandonarlo obligándolo a hacerse cargo de Aleksi solo sin ayuda, mis lágrimas caían sobre el enorme charco de sangre, quería enterrarlo como debía, pero no podía perder más tiempo, Yuri le colocó precio a nuestras cabezas tenía el tiempo en mi contra, Aleksi y yo debíamos salir de Varna de inmediato.

— Te juro, que voy a hacerle pagar a Yuri por lo que te hizo, por lo que le hizo a nuestros padres, el sufrimiento por el que te hizo pasar no va a ser nada en comparación con el dolor que le voy a causar a él lo tendré suplicando clemencia y deseando estar muerto.

Le doy una última mirada a mi hermano, sufriendo por dejarlo de esa manera, me alejo sin mirar atrás, llego a la cocina y veo a mi hermano menor abrazado así mismo con su pequeño rostro lleno de lágrimas, él solo es un pequeño que no debería estar presenciando estas cosas.

— Yo también haré esa promesa, haré pagar a Yuri —me agacho a su altura.

— No, no, porque Andrey me pidió que te sacara de aquí y darte una mejor vida, haremos que su sacrificio no sea en vano, porque él quiso que tú tuvieras más oportunidades y eso haremos ¿ok? Eso haremos debemos irnos.

Así tenga que hacer un trato con el dragón, pero le daré a Aleksi una mejor vida, debo protegerlo, es la única familia que me queda y el sacrificio de Andrey no será en vano, así sea lo último que haga en mi vida.

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