Nadia.-
La ciudad estaba tomada con hombres que llevaban armas largas, Yuri había movilizado a todos los hombres que tenía y hasta ahora me daba cuenta de que eran muchos, comenzaba a dudar si podíamos salir de esta.
Debo aprovechar la oscuridad de la noche para ocultarnos, le coloqué la capucha de la sudadera a Aleksi cubriendo su rostro lo que más podía lo mismo hice yo. Mi primer lugar seguro sería el bar con Niko, pero lo pondría en riesgo, Yuri seguramente lo debe tener vigilado y siendo sincera no puedo soportar ser la culpable de otra muerte, menos la de Niko que fue capaz de arriesgarse por mí.
— Mantén la cabeza baja, tenemos que irnos de la ciudad, vamos a tomar un taxi
Mientras nos manteníamos ocultos en un callejón, divisé un taxi, extendí mi brazo, por suerte se detuvo tomé de la mano a Aleksi y nos subimos, miré al taxista con tranquilidad ocultando mi nerviosismo, para nadie era un secreto que la ciudad era de los Araña Roja.
— Por favor hasta Asparuhov –Le pedí al taxista que me miraba de manera inquisitiva por el espejo, aferrándome a Aleksi.
Mi padre tenía un amigo que se crío con él, vivía alejado de la ciudad, por lo que estaba casi segura que no había llegado la oferta de Yuri sobre la recompensa por nosotros hasta ese lugar.
(…)
Me bajé del taxi una cuadra antes necesitaba llegar con el amigo de mi padre antes que aclarara, me encontraba sumamente agotada, por fin Aleksi y yo llegamos a la pequeña casa, toqué sin hacer mucho escándalo, lo menos que quería era llamar la atención aunque el vecino más cercano estaba a treinta metros.
— ¿Nadia? –Un hombre canoso y corpulento abrió la puerta.
— Señor Astor, disculpe la hora, pero no tenía a donde más ir –dije con un tono de voz cargado de súplica.
— Pasa niña hace frío ¿Qué fue lo que sucedió? ¿Dónde está tu hermano? –pregunta al vernos a ambos.
— ¿Podría permitirle a Aleksi irse a descansar? Por favor
— Claro, ven por aquí muchacho –lo llevó hasta una pequeña habitación, me senté en la mesa del comedor, me sirvió un té y le confesé todo lo que le había pasado o bueno casi todo, las palabras de mi hermano “No confíes en nadie” rebotaban en mi mente así que obvié el tema del mapa de Kosov –hasta donde tenía entendido tu hermano les era leal a La Araña Roja ¿Por qué le hicieron eso? –bajé la mirada, meditando y cuidando cada una de mis palabras, antes de llegar aquí le ordené a Aleksi nunca decir nada a nadie, aunque él tampoco sabía sobre la carta de nuestro hermano.
— Usted sabe que nunca estuve de acuerdo con esa… ocupación, trabajar para la mafia es un arma de doble filo.
— Tienes razón niña, han pasado una noche difícil, ve a descansar mañana con más calma pensaremos en qué hacer.
— Se lo agradezco, de verdad.
Me recosté al lado de mi hermano besando su hermoso cabello rubio, consideré teñir el cabello de Aleksi, dos chicos rubios de ojos claros llamaban mucho la atención sobre todo mi hermano, su cabello era liso un poco largo y con un rubio dorado hermoso que cualquier mujer daría lo que no tiene por tener un cabello así, en unas horas compraría un tinte y lo teñiría, tomé la mochila usándola como almohada y lentamente mis ojos se cerraron debido al cansancio.
(…)
Abro mis ojos cuando escucho el rugir de varios autos a lo lejos, salto de la cama acercándome a la ventana, el corazón se me congela ¡Astor me había traicionado! cuanta razón tenía Andrey. Regresé a la cama y agité el cuerpo de Aleksi.
— ¡Despierta tenemos que irnos! —mi hermano aún adormilado se levanta — ¡Rápido! Astor nos traicionó Yuri viene por nosotros –el rostro de mi pequeño palideció, terminándolo de despertar.
Recogimos todo y bajamos las escaleras, las camionetas habían aparcado afuera, halé por el brazo a Aleksi hasta la puerta trasera, había una terreno extenso que daba hasta un bosque y luego a un pequeño pueblo.
Aleksi y yo corrimos rápidamente cuando giré los hombres de Yuri ya nos habían visto uno de ellos disparó en nuestra dirección, pero no logró darnos.
— ¡NADIA! –escuché el grito de Yuri.
Aleksi y yo nos adentramos en el bosque y aunque había prometido no separarme de Aleksi era la única manera para mantenerlo a salvo, puesto que ya tenía un plan.
— ¡Aleksi! Tenemos que separarnos
— ¡¿Qué?! ¡No hermana, no puedes dejarme!
— Escúchame Aleksi, es la única oportunidad que tenemos, por ese camino vas a correr sin detenerte y vas a llegar a un pueblo, ten –le metí en los bolsillos un poco de dinero en efectivo –en la primera tienda compraras algo de comer y beber y compraras un tinte para teñirte el cabello –abrió los ojos sorprendido. –Tú ya sabes cómo hacerlo me has visto varias veces practicando, yo te buscaré al anochecer, debes ocultarte bien y no llamar la atención.
— No sé si podré hacerlo yo… –sus ojos llenan de lágrimas.
— Si puedes, claro que puedes, eres un Koleva recuérdalo, ahora ve corre.
Con la duda atravesando su rostro asintió y comenzó a correr con fuerza, cuando lo vi lo suficientemente lejos yo lo hice hacia el lado contrario, hacia el puente, con suerte los hombres de Yuri me seguirían, hice mi mayor esfuerzo para hacer todo el ruido posible y que me siguieran y así sucedió.
— ¡Allá va! –podía escuchar las ramas rompiéndose bajos sus pisadas, mis piernas comenzaban a sentir dolor, pero no iba a detenerme, iba a cumplir mi promesa de vengarme de Yuri.
Cuando llegué a la mitad del puente me detuve a propósito, para tomar un poco de aire, del otro lado vi a varios hombres cercándome, giré hacia atrás y vi a Yuri.
— ¡NO TIENES ESCAPATORIA! –gritó apuntándome con su arma —dame lo que busco y te dejaré vivir.
— ¿Crees que soy estúpida? Sí te lo doy lo que crees que tengo, que no es así me vas a matar igual —lentamente me acerque al pasamanos.
— ¿Matarte? —una risa cruel junto a una mirada lujuriosa me escaneó de pies a cabeza. —No hermosa, podría considerar dejarte vivir solo para convertirte en mi esclava sexual.
— Es una propuesta tentadora —veo como baja lentamente su arma y relaja su cuerpo —pero prefiero morir —sin más me lancé sobre el pasa manos y saltando del puente.
— ¡NO! —escuché a lo lejos.
Sentí el impacto del agua helada en todo mi cuerpo me sumergí nadando por debajo, dejando un poco que la corriente me arrastrara, el agua me comenzaba a congelarme los huesos, sin poder contener más la respiración, me dejé llevar.
Nadia.-Estoy en medio del río, y la fuerza de la corriente me atrapa, me arrastra sin piedad, el pánico se apodera de mí; mis brazos y piernas luchan, pero el agua es más fuerte, como si tuviera vida propia.Floto, me dejo llevar y en ese instante en que mi cuerpo se siente agotado de tanto luchar contra la marea, el pánico se convierte en una mezcla de asombro y desesperación, el río se siente como un monstruo voraz, pero también como un camino hacia lo desconocido, cada zancada de agua me envuelve, y aunque el frío me consume, un pequeño fuego de determinación comienza a arder dentro de mí.Finalmente, la corriente me empuja hacia la orilla, la arena y las piedras me golpean cuando salgo disparada del agua, como un resorte que se libera, un dolor agudo recorre mi cuerpo y el impacto me recuerda que aún estoy viva, me arrastro hacia la orilla, mis manos se hunden en la tierra, siento la textura rugosa bajo mis dedos, un suspiro de alivio escapa de mis labios, la arena es cálida y su
Bucarest.Emil.-Dejo que el agua fría caiga sobre mi cuerpo, han pasado varios días en lo que he buscado a la hermana de Andrey, sin tener éxito, según mis fuentes Yuri había colocado precio sobre su cabeza y la de su pequeño hermano ocasionando un caos en Varna, ¿Qué será lo que está buscando con tanto interés?Aprieto mis puños con fuerza sintiendo como se clavan en mi piel, la frustración aumenta y no tengo certeza si sigue viva o muerta lo que me enoja aún más.— Estás muy pensativo muñeco –las manos de Valery comienzan a deslizarse por mi espalda, ruedo mis ojos porque últimamente me fastidia su presencia, es mi amante de turno, pero me conviene tenerla de mi lado ya que es mi informante dentro de la organización.El Dragón Plateado no tiene un solo líder, realmente quien está a la cabeza es Drago Petrov, mi padre adoptivo, quien dirige oculto entre las sombras, aunque mi rostro es el que figura como el mandamás y en cierto modo lo soy, manejo todas las operaciones de la organiz
Nadia.- — ¡Vaya! Has pasado por mucho, pequeña, lo siento –podá sentir la sinceridad en sus palabras–. ¿y a quien buscas aquí en Bucarest? –pregunta Lina con interés.— Pues… –ella me mira con atención, muerdo mi mejilla bajando la mirada, mencionar a uno de los mafiosos más peligrosos de Rumania podría dejarme con una bala en la frente –Emil Petrov –dije en un susurro, el rostro de Lina perdió el color, se levantó como resorte de la silla.— ¡¿Estás de coña?! –su respiración estaba agitada –tienes suerte de haberte encontrado conmigo, ese nombre no se menciona así porque sí en esta ciudad, no tienes idea de a quien estás buscando.— Lo sé, créeme ya tuvimos un encuentro –Lina alza una ceja, el miedo en sus ojos cambió por un brillo de diversión, la miré confundida cuando comprendí lo que creyó que había pasado, haciéndome sonrojar –no es nada de eso, fue uno de los peores momentos de mi vida –aclaré inmediatamente –sé a quién me enfrento, pero es el único que puede ayudarme a encont
Nadia.- Entro a la mansión muerta del miedo, después de ver como Emil Petrov le apuntaba a Lina concluyo que fue una mala idea venir hasta aquí, pero ya no es hora de arrepentimientos, podía sentir sus pasos detrás de nosotras, su mirada penetrante estaba causando estragos en mi interior, negué disimuladamente, el amor no se hizo para mí, juré nunca volver a estar con un hombre. — Espero que esto funcione, porque si no de nada sirvió que me rescataras –susurra Lina en mi oído. Me centré en la exquisita casa, bastante iluminada con un estilo neobarroco, con molduras decorativas de estuco, detalles dorados, columnas, esculturas, paneles de mosaicos italianos de gran tamaño y preciosas cortinas, los espacios están marcados por iluminación empotrada y lámparas de araña la enorme e imponente escalera capta mi atención decorada con mosaico, el lugar definitivamente es digno de un rey. — Llévatela y vigílala –Lina y yo nos giramos al mismo tiempo, miro con desconfianza al mafioso. –no le
Nadia.- — ¿Estás segura que quieres quedarte a solas con él en esta casa? –Lina me miraba como si estuviera loca. –me dejas sorprendida, no me dijiste que buscabas convertirte en la esposa del Dragón plateado.— Créeme Lina no lo hago por ser su esposa, necesito encontrar a mi hermano necesito espacio para buscarlo y medios, ser la esposa de Petrov me dará eso.— Bueno si tú lo dices, no voy a meterme en tus decisiones aunque me preocupe –me toma de la mano. –se nota que eres una buena chica, por eso si necesitas ayuda no dudes en buscarme y cuídate de él se escuchan rumores de que es un zorro traicionero no confíes y por nada del mundo te enamores su galantería es su mayor arma. –asentí en silencio, no podía reconocer que ese hombre despertaba sensaciones en mí y no puedo permitirme eso nunca, ni con él ni con nadie, menos cuando ya dos personas me dicen lo mismo “No te enamores de él”.El hombre de confianza de Emil entró a mi habitación para buscar a Lina, se puso en la puerta con
Emil.- Por fin, la noticia que tanto he esperado la muerte de Drago ha llegado, estoy a un paso de conseguir por completo la gloria y declararme oficialmente como el Dragón Plateado.Estaciono en la mansión Petrov, debo ocultar la felicidad que me embarga en este momento y mostrarme como el hijo perturbado, los hombres de Drago me observan y asienten varios de ellos me son leales y ya me apoyan lo han demostrado vigilando como halcones a Valery.— ¡Emil! –Valery se lanza sobre mi pecho. – ¡Está muerto Drago está muerto! –esta mujer es pésima actriz, nadie cree en su supuesto dolor.— ¿Dónde está Filip? –pregunto ignorando su falso drama.— Está en el despacho de Drago, con los líderes de las tríadas –comenta gimoteando.— Quédate aquí debo ver que está sucediendo –me giro sonriendo, esto ya estaba planificado, sabía que los líderes de las triadas aparecerían de inmediato, abro la puerta de golpe viendo a Filip sentado en la silla de Drago, todos voltean a verme. –Señores –me limito a
Nadia.-Observo una vez más la argolla en mi dedo soltando un largo suspiro, niego de inmediato y enfocó mi atención en salir a buscar a Aleksi, salgo decidida de mi habitación en busca de Desmond, desde hoy en la mañana mi nuevo esposo no ha aparecido y no puedo seguir esperando a que me haga el favor de honrarme con su presencia.Bajo las escaleras y me detengo a mitad del camino, escucho la voz de una mujer dando órdenes, sigo con paso firme guiándome por el sonido de la voz chillona me detengo en el marco de la puerta de la cocina, mis ojos ven a una mujer rubia platinada con un abrigo de piel de color negro dando órdenes a las cocineras, cruzo mis brazos quedándome detrás en silencio, las cocineras me observan y eso hace girar a la mujer.— ¿Quién eres tú? –pregunta con el ceño fruncido, mirándome de arriba abajo con desprecio.— Fíjate esa misma pregunta te la iba a hacer a ti –sonrío con sarcasmo, pero al mismo tiempo no puedo evitar sentirme molesta porque tengo una leve sospe
Nadia.-Me hago una cola de caballo algo desordenada colocándome el abrigo, salgo de la habitación con la foto de Aleksi en mi bolsillo, bajo corriendo las escaleras, pero me freno en seco al ver a Emil parado en la puerta.— Desmond consiguió una pista para encontrar a tu hermano, vamos –me dice abriendo la puerta y dándome paso.Ya en el auto el silencio imperaba entre nosotros Emil conducía, pero delante y detrás de nosotros iban dos camionetas con escoltas.— En Varna me dijeron que llevaban a los niños a orfanatos aquí en Bucarest –dije rompiendo el silencio.— Es cierto –solo eso se limitó a decir eso, pronto estacionamos en un edificio que tenía una fachada parecida a la de un castillo, mis ojos se desviaron hacia el nombre grabado en una placa de bronce “orfanato cinco estrellas” mi corazón se hundió por completo, con un nudo en mi estómago entro al lugar con Emil de mi lado.Al entrar al sitio me sorprendo, todo parece muy desolador, deberían haber niños rondando por todos la