En el submundo de algunos negocios del universo, al margen de la ley, existen ciertos códigos que no se encuentran escritos en parte alguna, pero que tácitamente son reconocidos por quienes están sumidos en él. Igual los intereses, los sentimientos e incluso los valores, suelen ser tergiversados e invertidos, dándose situaciones que, si bien para el común de los mortales, resultan extrañas, no para quienes viven sumergidos en este tipo de existencia. La amistad, la lealtad, la venganza e incluso el amor, se escriben en códigos diferentes al resto de los mortales, pero, ¿Podrá sobrevivir un sentimiento como lo es la pasión, nacidos en medio de esa vorágine de contradicciones? ¿Podrá una pareja escapar a un destino preconcebido, por encima de sus tradiciones? Este caso es una especie de curso y el precio para graduarse es demasiado alto. Pudieran ser sus propias vidas...
Leer másLa muerte de Don Giovanni Di Vicenzo, sobrevino tal como se presentía. No quiso moverse de la hacienda donde vivía y más bien a toda prisa, fueron construidas y adaptadas las instalaciones con los equipos más modernos existentes en el mercado, para asistir al anciano.A pesar de que se trajeron a los mejores oncólogos especialistas del país, incluyendo a quien era una eminencia y amigo de infancia de Salvatore, el doctor Morales Blanco, en otras palabras, lo mejor que el dinero pudo contratar, el implacable mal, avanzó sin contemplaciones y en poco tiempo lo redujo, dejándolo indefenso y solo, a las puertas del sepulcro.Dados sus principios católicos, apostólicos y romanos, alcanzó a confesarse por última vez y el propio señor Obispo, amigo personal y confidente por muchos años, lo asistió en sus últimos momentos imponiéndole, incluso, los santos &oac
Calógero Di Vicenzo llamaba mínimo, dos veces al día, a Consuelo Daza a Siracusa, en Sicilia. El, en su poco más de tres décadas de existencia, había logrado una serie de metas que al principio le parecieron imposibles, pero que, en un despliegue de audacia y férrea disciplina, había logrado cumplirlas. Al reflexionar sobre ello, llegó a comprobar que no había sido tan complicado después de todo, solo era «Una cuestión de precisión» como lo había escuchado en una frase de una película de Denzel Washington, Jr. donde conduce un tren desbocado.Incluso el amor, el sentimiento que creyó negado para sí y que lo había destruido en su juventud y el cual pensó que no lo encontraría de nuevo, ahora, le daba alas invisibles para volar por encima de cualquier adversidad.Es cierto que una relación a distancia no es para na
Una década atrás, en la región norte del país, ubicada hacia el caribe, un grupo que en unos años tuvo cierta relevancia, siendo reconocida la época como “La bonanza marimbera”. Ésta, como el juego de la oca, había sido una prueba superada y luego dejada rezagada suficientemente hasta casi ser borrados por completo del mapa de esa línea de negocios y que se encontraban clasificados dentro de esa misma tipología, no teniendo otra alternativa para sobrevivir, que ponerse al servicio de la organización emergente, la cual era mucho más poderosa.A comienzos de los años setenta, había alcanzado una notabilidad para ser tenido en cuenta dentro de la variedad de ese espectro, por los volúmenes de mercancía y por los cuantiosos ingresos que se movilizaban.Esos ingresos habían alcanzado niveles realmente escandalosos. Este movimiento, como se hab&i
Una vez que dejó todo organizado y habiendo pactado acuerdos importantes con Consuelo Daza, se trasladó con ella de Siracusa a Roma en el jet Bombardier Global 8000 de la familia.De Roma seguiría directo a Madrid, para sostener una reunión con un subordinado de la organización, que era el director en la operación europea, y al día siguiente, en viaje sin escalas, hasta la capital del país Sur Americano, donde tendría reunión personal con su Consiglieri. Había pasado un par de meses en el viejo continente, pero le había parecido todo un siglo y debía de iniciar, de inmediato, la actualización de todo lo relacionado con la organización y los pormenores del negocio.En el viaje de retorno, Consuelo acompañó a Calógero hasta Roma y una vez que lo hubo despedido, por ser septiembre,Consuelo Dazadecidió subir hacia el nort
Salvatore Miliani, previa extensas conversaciones con Calógero, consideraron que, para fortalecer el negocio, debían unir los intereses con los grupos ilegales subversivos internos y ambas partes llegar a una media conveniente para lado y lado. Decidieron en principio llegar a unas arriesgadas alianzas con algunos de esos grupos armados que luchaban en la clandestinidad con el gobierno legalmente establecido.Estos grupos de una supuesta lucha política, fuertemente armados, estaban a su vez divididos en varias facciones y mantenían vínculos no declarados, con transnacionales de varias tendencias ideológicas, pero que, dado su notable crecimiento y el reclutamiento creciente y sistemático de miembros que venía realizando, ya conformaban un importante número de elementos con quien contar, pues en número y armamento conformaban casi un ejército no formal. Ya era un asunto que realmente se debía c
Desde ese día, Calógero se dispuso a aprender todo lo necesario relacionado con la crianza, sobre todo, de un infante de cinco años. Lo hizo con verdadera devoción, de tal manera que a Consuelo no le quedó otra alternativa que admitirlo, y que realmente había puesto empeño en ello. Con el paso de los días pensó seriamente en considerar si valdría la pena darle una segunda oportunidad a su esposo. No estaba segura del todo, pero por lo menos ya admitía el reflexionar al respecto y eso podía considerarse un avance.A pesar de que en lo personal avanzaba aparentemente favorable, Calógero no perdía el contacto con los negocios. Por el contrario, las noticias que le llegaban de América no eran del todo buenas. Una parte de la organización que se mantenía clandestina erael jefe de esa rama, alguien muy inteligente para todo lo relacionado con el mal.E
La vivienda que había adquirido Consuelo, tenía tres recámaras y un pequeño estudio, tres baños, la cocina se integraba con la sala y un balcón con setos de flores y una amplia división de cristal que, al abrirse, se incorporaba al resto, abriéndose al sol de la tarde, permitiendo inundar de la potente luz natural mediterránea, los ambientes.Todas las paredes y el techo, pintados de blanco y el piso, tapizado con un diseño de coloridos mosaicos macedonios. En varios rincones, hermosos maceteros de plantas naturales de sombra se combinaban, dándole a todo el conjunto una sensación de paz y buenas vibraciones.En una amplia jaula de bambú, mantenía un canario flauta sudamericano, de un plumaje amarillo pálido, a quien apodaba “Pavarotti” y quien inundaba todo el tiempo el ambiente de los prodigios, de sus bien timbrados gorgojeos.A la semana siguiente, Calógero empezó un bombardeo sistemático de flores, perfumes Chanel N° 5, su favorito, tarjetas,
En su pequeña agenda, cada anotación de movimiento, realmente tenía un trasfondo. Por otro lado, si por alguna casualidad la perdía y esta información llegaba a caer en manos equivocadas, solo vería anotaciones correspondientes a los movimientos de piezas adecuadas al desarrollo de alguna partida de los grandes maestros, por lo general, rusos o en su defecto, el cubano Capablanca, por quien el que guardaba especial admiración.Además, en la larga conversación sostenida con su esposa, Calógero Di Vicenzo había sacado en claro, dentro de todo lo dialogado, dos hechos que le parecieron importantes. Debía tratar de recuperar tiempo de calidad con su único hijo y, además, a Consuelo Daza sin mucha dificultad. A pesar de su dureza aparente, era fácil deducir que su talón de Aquiles, era el niño que habían concebido y el cual ella adoraba con locura.S
Dada la hora, Consuelo le pidió que almorzaran como seres normales y civilizados, pero que conversaran sobre nada que tuviese que ver con tomar decisiones inmediatas. Que disfrutaran como personas, de la deliciosa combinación gourmet de “Mar y tierra”, que en aquel lugar con vista privilegiada al Mediterráneo y que alcanzaba quilates importantes. No en vano había ganado ya un par de estrellas Michelín y se rumoreaba, incluso, que eran candidatos para la tercera estrella.Ella le pidió que era fundamental que conversaran sobre su hijo, a quien ella le había dedicado, en compensación a los cambios favorables en su vida, gran parte de su tiempo libre.Una competente institutriz se encargaba de su sólida educación, haciendo énfasis en las bellas artes, por la facilidad para los idiomas de lo que aparentemente había heredado de su madre y otra serie de valores que ella considerab