Larissa Antonov siempre había sabido que su vida no era como la de los demás. Hija de un poderoso mafioso ruso, había crecido rodeada de lujos, pero también de peligros. El día después de su cumpleaños, número 18 Larissa recibió una noticia que cambiaría su vida para siempre. Un hombre mayor escocés llegó con una carta donde su padre la había prometido en matrimonio con su nieto. No creía que su padre que tanto la amaba llegaría hacer eso, sin embargo la carta tenía el nombre de otra persona Dante Ferrara ese era el verdadero nombre padre. Larissa se sintió traicionada y confundida. Toda su vida había sido una mentira, y ahora se enfrentaba a una decisión imposible. Si aceptaba el matrimonio, podría asegurar la seguridad y el bienestar de su familia, pero si se negaba, pondría en peligro a todos los que amaba. Porque una de las cláusulas decía que si se niega tendrían que matar a un miembro de la familia. Así que ahora ella tiene que tomar la decisión sacrificar su felicidad a cambio de su familia o ser feliz y sacrificar a alguien que amaba. Aviso este es el segundo libro tienes que leer primero Eres mi venganza y mi perdición para entender este.
Leer másP.O.V Calem Después que regresó mi abuelo, me dijo que ya había visitado a la familia de la que, según es mi prometida. Comprendo que cada vez más estoy amarrado a esto. —¿Todavía sigues pensando? —Escucho la voz de mi abuelo—. Y ya deja de tomar, no vas a arreglar nada con eso. Me alejo de la mesa donde están las bebidas y volteo a ver a mi abuelo. Viendo su cabellera blanca y su rostro lleno de arrugas. —Para ti es fácil de asimilar todo, abuelo; no eres el que está obligado a casarse. —Le doy otro trago a mi vaso. —No te preocupes, ya conocí a tu prometida y estoy seguro de que te va a encantar, es muy bella. —Mi abuelo piensa que con esas palabras me va a motivar, pues está equivocado. —A mí no me interesa nadie que no sea mi Clara —se lo digo firmemente. —Pues a mí no me importa si tienes a tu Clara como amante; a mí solo me importa cumplir mi palabra y, además, será una unión muy beneficiosa. Ahora, ¿de qué está hablando mi abuelo? —¿A qué te refieres con benef
P.O.V Dante Veo a una mujer, con unos lindos ojos azules, un cabello oscuro, una piel blanca y unos labios hermosos. Pero ¿por qué me mira tan molesta? Trae un arma en sus manos. Observó que presionaba el gatillo. Siento la sangre saliendo de mí. Despierto completamente asustado con la respiración agitada, me toco el pecho donde me disparo, siento como estoy sudando. —Solo fue una pesadilla. —Respiró más tranquilamente. Me levanto de la cama y me voy al baño. Me tomo una ducha y me veo en el espejo. Observo mis cicatrices en el pecho de los disparos. ¿Por qué no recuerdo todavía nada? Solo recuerdo pequeñas cosas casi insignificantes. ¿Quién es esa mujer? ¿Por qué no puedo ver su rostro? ¿Por qué se me hace tan familiar? Porque siento que esa mujer lleva algo de mi pasado. Dejo mis pensamientos de lado. Termino de vestirme. Bajo las escaleras. Llego a la mesa y veo a mi familia sentada, desayunando. —Buenos días, madre, padre y hermano —les digo muy amablemente. —Buenos
P.O.V Anabela. Después de que este hombre viniera y dijera todo esto, no sé cómo decirle a mi hija la verdad. Sé que hice mal en no contarle nada, pero su padre es todo un monstruo, un demonio que el solo hecho de pensar en el siento como todos los vellos de mi cuerpo se erizan al recordar los amargos recuerdos y un escalofrío recorre mi espina dorsal. Regresó a la realidad enfocándome en mi hija. La veo aquí, sentada enfrente de mí, mirándome atentamente, esperando ver qué es lo que digo y si es verdad; sé que es muy lista e intentará saber si miento o no. —Hija, creo que ya es el momento de decirte toda la verdad —le digo. Veo cómo me mira sin siquiera pestañear. —Espero que me lo digas —menciona y noto cómo me mira. —Es verdad lo que acaba de decir ese hombre, Vladímir no es tu padre biológico. —Confirmó sintiendo una amargura en mi boca—. Tu padre es ese hombre, Dante Ferrara; él es hermano de tu tía Laura.Mencionar ese nombre me causa disgusto y unas fuertes ganas de
P.O.V Calem Después de una noche muy larga. Me desperté con un ligero dolor de cabeza. Todo ese día me la pasé pensando en qué podría hacer con respecto a lo de que estoy comprometido con una mujer que no conozco. Pero también estuve pensando en esa mujer tan testaruda y desobediente que conocí. Me alegra que mi Clara no sea así. No podría convivir con ella si fuera así. Me alegra no tener que lidiar con una mujer así, porque no sé qué haría. Pero después de todo un día de pensar en muchas cosas, hoy estoy dispuesto a hablar con mi abuelo e intentar arreglar eso. Busco a mi abuelo y veo que se está preparando para salir. Pero él no me había dicho que saldría. —¿Vas a salir, abuelo? —le preguntó. —Vamos a salir, tú tienes que ir conmigo, vamos a ir por tu prometida. —Eso hace que me moleste. —¡Yo no iré, abuelo! —protestó molesto. —Ya te he dicho que no me levantes la voz. Mira, si no quieres ir, no vayas, pero tú te vas a casar con ella —me regaña y veo cómo se march
P.O.V Calem Después de años de estar con mi novia estoy listo para contarle todo a mi abuelo ya es momento de que sepa de mi amada. Así que lo busco por toda la casa hasta que lo encuentro en su despacho sentado mirando algunos documentos. Y sin esperar mucho hablo antes de que sea interrumpido. —Hola abuelo —lo saludo. —Hola hijo —me responde. —Abuelo quiero decirte algo —digo. —Claro dime. Camino por la habitacion nervioso sintiendo como mis manos sudan. —Abuelo, quiero que conozcas a mi novia Clara y que me ayudes a pedir su mano —le cuento muy contento. —¡Qué! —Veo asombro en la cara de mi abuelo. —¿Tiene algo de malo, abuelo? —indagó. —Pues creo que ya es momento de lo que sepas —me dice y eso me confunde. —¿Qué pasa, abuelo? —le pregunté. —Tú no puedes casarte con esa mujer porque tú estás comprometido con otra mujer —me explica mi abuelo y siento como si me cayera un balde de agua fría. —¡QUÉ! Pero, ¿cómo —le digo, sorprendido? —Tú estás compr
P.O.V Larissa (Momentos antes de enterarme que estaba comprometida con un extraño) —¿Qué hay arriba? —le pregunté a mis hermanos porque por mi cumpleaños me han traído a un club nocturno. —Arriba es donde el pecado y la lujuria se unen —responde Dimitry. —Cállate, Dimitry. Verás, hermanita, si ves que cada escalera está iluminada con un color. La del lado derecho está iluminada de rosa para las mujeres; que quieran hombres dispuestos a darles placer y la de la izquierda está iluminada de azul para los hombres, donde encontrarán mujeres encantados de complacerlos —me explica Garald. —¿Pero no pasa nada si una mujer sube al lado azul? —le pregunté y los dos me miran sorprendidos—. Hey, no soy lo que piensan; a mí me gustan los hombres. —Bueno, como sea, hermanita, no pasa nada; aquí respetan las preferencias de cada persona —me dice mi hermano Garald. Seguimos caminando hasta llegar al bar. Veo que el barman se acerca a mis hermanos; no escucho lo que le dicen, pero después