P.O.V KiraMi mente está en un total shock. Como carajos es que estoy embarazada. Yo me estaba cuidando. Me inyectaba para no quedar embarazada y ahora resulta que estoy embarazada. No puede ser.—No necesito leer eso. Yo ya tomé mi decisión; soy muy joven para tener un bebé —digo muy decidida.—¡Qué! Estás loca —me dice mi prima, muy enojada.—No estoy loca, pero, prima, soy muy joven para tener un bebé. Mejor me deshago de él antes de que mis papás se enteren y me maten. —Me comienzo a morder una uña.—Sí estás loca. Porque tú primero andas de caliente; segunda, ese bebé tiene un padre. Él merece saberlo y, tercera, él no tiene la culpa de nada, así que si vuelves a pensar en aborto, me encerraré durante todo el embarazo. —Nunca había visto a mi prima tan enojada.—Y entonces, según tú, ¿cuál es tu plan? —le pregunto enojada.—Primero, cálmate y habla con Burak, porque ¿él es el padre de ese bebé? —Porque siento como si me lo estuviera preguntando.—Es una pregunta —le contestó.—Tú
P.O.V Kira Debo de decir que estoy sorprendida al ver a Burak aquí después de todo lo que me dijo. Pero primero déjame que termine de hablar. No quiero que mis padres sepan lo que está pasando realmente. Escucho cómo mi padre termina la llamada sin decir adiós. Pero lo entiendo, de que debe de estar muy molesto, por lo que le acabo de decir. Veo que Burak se voltea a verme y le doy una cachetada. Él ladea un poco la cabeza. —Sí, me lo merecía —me dice y voltea de nuevo la cara. Le doy de nuevo otra cachetada. —Y esa también la merecías —le digo y me mira. —Si lo sé, perdóname. Pero tenía miedo. Yo no he tenido una vida fácil como piensas. Yo he sufrido muy feo desde que era un niño. —Me sorprende que me diga eso, pero sigo molesta con él. —¿Y crees que yo no tengo miedo? Soy bien joven, pero como bien, que me dijo mi prima. Abrí las piernas fáciles, pues ahora tengo que hacerme cargo de las consecuencias —menciono y él se me acerca. —Yo también me haré cargo. Así que no creas q
P.O.V Larissa Han pasado ya dos meses. Ahora tengo cuatro meses. Ya mi vientre se ve muy abultado. Pero Calem está muy impaciente porque no lo he dejado ver al bebé. Le digo que es una sorpresa para la revelación de género. Hoy va a llegar mi familia. Todos estamos esperándolos en la entrada. Veo que entran los autos. Estoy feliz de ver a mis padres. Los aires se estacionan. Mi madre corre enseguida a abrazarme y yo a ella. Después, mi padre. —Mira qué linda te ves, mi niña —me dice mi madre muy feliz. —Sí, mi hija se ve hermosa —agregó mi padre. —Gracias, papás —les respondo. En eso voltean a saludar a Calem. —Hola, Calem. —Mi madre me da un abrazo. —Hola, señora Anabela —le contesta Calem. —Hola, Calem —lo saluda mi padre. —Hola, señor Vladímir. —En eso escuchamos un grito. —Ah. —Volteamos a ver de dónde proviene ese grito. Es mi prima Kira. Que está ayudando a levantar del piso a Burak. Mi tío Francisco acaba de darle un golpe a Burak en el rostro. Burak se levanta y le e
P.O.V Larissa (Momentos antes de enterarme que estaba comprometida con un extraño) —¿Qué hay arriba? —le pregunté a mis hermanos porque por mi cumpleaños me han traído a un club nocturno. —Arriba es donde el pecado y la lujuria se unen —responde Dimitry. —Cállate, Dimitry. Verás, hermanita, si ves que cada escalera está iluminada con un color. La del lado derecho está iluminada de rosa para las mujeres; que quieran hombres dispuestos a darles placer y la de la izquierda está iluminada de azul para los hombres, donde encontrarán mujeres encantados de complacerlos —me explica Garald. —¿Pero no pasa nada si una mujer sube al lado azul? —le pregunté y los dos me miran sorprendidos—. Hey, no soy lo que piensan; a mí me gustan los hombres. —Bueno, como sea, hermanita, no pasa nada; aquí respetan las preferencias de cada persona —me dice mi hermano Garald. Seguimos caminando hasta llegar al bar. Veo que el barman se acerca a mis hermanos; no escucho lo que le dicen, pero después
P.O.V Calem Después de años de estar con mi novia estoy listo para contarle todo a mi abuelo ya es momento de que sepa de mi amada. Así que lo busco por toda la casa hasta que lo encuentro en su despacho sentado mirando algunos documentos. Y sin esperar mucho hablo antes de que sea interrumpido. —Hola abuelo —lo saludo. —Hola hijo —me responde. —Abuelo quiero decirte algo —digo. —Claro dime. Camino por la habitacion nervioso sintiendo como mis manos sudan. —Abuelo, quiero que conozcas a mi novia Clara y que me ayudes a pedir su mano —le cuento muy contento. —¡Qué! —Veo asombro en la cara de mi abuelo. —¿Tiene algo de malo, abuelo? —indagó. —Pues creo que ya es momento de lo que sepas —me dice y eso me confunde. —¿Qué pasa, abuelo? —le pregunté. —Tú no puedes casarte con esa mujer porque tú estás comprometido con otra mujer —me explica mi abuelo y siento como si me cayera un balde de agua fría. —¡QUÉ! Pero, ¿cómo —le digo, sorprendido? —Tú estás compr
P.O.V Calem Después de una noche muy larga. Me desperté con un ligero dolor de cabeza. Todo ese día me la pasé pensando en qué podría hacer con respecto a lo de que estoy comprometido con una mujer que no conozco. Pero también estuve pensando en esa mujer tan testaruda y desobediente que conocí. Me alegra que mi Clara no sea así. No podría convivir con ella si fuera así. Me alegra no tener que lidiar con una mujer así, porque no sé qué haría. Pero después de todo un día de pensar en muchas cosas, hoy estoy dispuesto a hablar con mi abuelo e intentar arreglar eso. Busco a mi abuelo y veo que se está preparando para salir. Pero él no me había dicho que saldría. —¿Vas a salir, abuelo? —le preguntó. —Vamos a salir, tú tienes que ir conmigo, vamos a ir por tu prometida. —Eso hace que me moleste. —¡Yo no iré, abuelo! —protestó molesto. —Ya te he dicho que no me levantes la voz. Mira, si no quieres ir, no vayas, pero tú te vas a casar con ella —me regaña y veo cómo se march
P.O.V Anabela. Después de que este hombre viniera y dijera todo esto, no sé cómo decirle a mi hija la verdad. Sé que hice mal en no contarle nada, pero su padre es todo un monstruo, un demonio que el solo hecho de pensar en el siento como todos los vellos de mi cuerpo se erizan al recordar los amargos recuerdos y un escalofrío recorre mi espina dorsal. Regresó a la realidad enfocándome en mi hija. La veo aquí, sentada enfrente de mí, mirándome atentamente, esperando ver qué es lo que digo y si es verdad; sé que es muy lista e intentará saber si miento o no. —Hija, creo que ya es el momento de decirte toda la verdad —le digo. Veo cómo me mira sin siquiera pestañear. —Espero que me lo digas —menciona y noto cómo me mira. —Es verdad lo que acaba de decir ese hombre, Vladímir no es tu padre biológico. —Confirmó sintiendo una amargura en mi boca—. Tu padre es ese hombre, Dante Ferrara; él es hermano de tu tía Laura.Mencionar ese nombre me causa disgusto y unas fuertes ganas de
P.O.V Dante Veo a una mujer, con unos lindos ojos azules, un cabello oscuro, una piel blanca y unos labios hermosos. Pero ¿por qué me mira tan molesta? Trae un arma en sus manos. Observó que presionaba el gatillo. Siento la sangre saliendo de mí. Despierto completamente asustado con la respiración agitada, me toco el pecho donde me disparo, siento como estoy sudando. —Solo fue una pesadilla. —Respiró más tranquilamente. Me levanto de la cama y me voy al baño. Me tomo una ducha y me veo en el espejo. Observo mis cicatrices en el pecho de los disparos. ¿Por qué no recuerdo todavía nada? Solo recuerdo pequeñas cosas casi insignificantes. ¿Quién es esa mujer? ¿Por qué no puedo ver su rostro? ¿Por qué se me hace tan familiar? Porque siento que esa mujer lleva algo de mi pasado. Dejo mis pensamientos de lado. Termino de vestirme. Bajo las escaleras. Llego a la mesa y veo a mi familia sentada, desayunando. —Buenos días, madre, padre y hermano —les digo muy amablemente. —Buenos