Compromiso de amor o de odio
Compromiso de amor o de odio
Por: Karla Nesta
Club nocturno

P.O.V Larissa

(Momentos antes de enterarme que estaba comprometida con un extraño)

—¿Qué hay arriba? —le pregunté a mis hermanos porque por mi cumpleaños me han traído a un club nocturno.

—Arriba es donde el pecado y la lujuria se unen —responde Dimitry.

—Cállate, Dimitry. Verás, hermanita, si ves que cada escalera está iluminada con un color. La del lado derecho está iluminada de rosa para las mujeres; que quieran hombres dispuestos a darles placer y la de la izquierda está iluminada de azul para los hombres, donde encontrarán mujeres encantados de complacerlos —me explica Garald.

—¿Pero no pasa nada si una mujer sube al lado azul? —le pregunté y los dos me miran sorprendidos—. Hey, no soy lo que piensan; a mí me gustan los hombres.

—Bueno, como sea, hermanita, no pasa nada; aquí respetan las preferencias de cada persona —me dice mi hermano Garald. Seguimos caminando hasta llegar al bar. Veo que el barman se acerca a mis hermanos; no escucho lo que le dicen, pero después veo que mezcla muchas bebidas en tres vasos.

Cuando termina, se los entrega a mi hermano; Dimitry se voltea hacia mí con un vaso en la mano y me lo da.

—Ten, hermanita, tómate esto, te ayudará a divertirte más y además es tu iniciación a tu mayoría de edad y feliz cumpleaños —me ofrece y veo cómo ambos comienzan a beber de su vaso. Yo hago lo mismo y le doy un trago a mi vaso. Esa bebida sabe muy extraña y es muy fuerte. Siento cómo me arde el esófago. Pero veo que mis hermanos no hacen ningún gesto. Así que si ellos pueden, yo también puedo. Le doy otro trago hasta terminármelo.

—Hey, tranquila —me dice Garald—. Despacio o se te subirá rápido.

—Pues vine a divertirme, hermano recuerda que es mi cumpleaños, pero ¿díganme cómo se llama esta bebida? —le digo.

—Creo que no es buena idea que te tomes otro porque es puro tequila —añade Dimitry con su típica voz de mandón.

—Déjala que se divierta. Se llama Paloma —me contestó Garald. Me acerco al bar y el barman me mira algo raro con una mirada picarona.

—¿En qué te puedo ayudar, preciosa? —Eso me molesta porque me dice preciosa.

—¿Me puedes dar otra bebida de nombre la Paloma? —Veo que me mira muy atentamente y después mira a mis hermanos.

—Dale lo que pida —dice mi hermano Dimitry. El barman solo asiente con la cabeza y se pone manos a la obra. Me prepara otra bebida y me la tomo. Me vuelve a dar otra.

Siento mi cabeza un poco mareada. Veo a todos lados buscando a mis hermanos y veo a Dimitry hablando con una chica rubia y a Garald sentado en una orilla, solo tomando.

Me salgo del bar. Siento muchas ganas de orinar. Pero no sé dónde está el baño. Voy sola, sin rumbo, buscando el baño. Quizá el baño esté en la parte de arriba. Subo las escaleras del lado izquierdo.

Abro la puerta y voy por un corredor un poco oscuro. Llego hasta donde está una pequeña sala con música a todo volumen; veo en el centro muchas mujeres bailando en un tubo. No les presto mucha atención y comienzo a caminar y veo en la esquina una puerta; tiene el letrero de baño.

Entro de inmediato y hago mis necesidades. Minutos después salgo de nuevo a la sala. Me voy acercando al pasillo para salir, pero escucho una canción que me encanta. Comienzo a cantarla.

“Cross Your Mind”

Perdida estoy, yo te lo juro.

Me vuelvo loca, todo lo que no es bueno para mí, sí.

Me paso el tiempo preguntando si de verdad ella te hace feliz.

Cuando está en tus brazos

Si no es así, ven dímelo, que muero por saber.

Que tú me piensas, ¿tú de verdad piensas en mí?

Cuando te hace el amor, no hay pasión.

No te lo hace como yo.

Dime, solo dime.

¿Tú de verdad piensas en mí?

Cuando te toca y te besa así, no me puedes mentir.

Dime, solo dime.

¿Tú de verdad piensas en mí?

Oh, oh-oh, oh, oh.

Solo canto la parte que me sé. Pero eso me motiva a acercarme a las chicas que están en el centro bailando en el tubo. Comenzó a moverme muy sensualmente, tocándome el cuerpo y bailando en el tubo que hay en el medio del salón.

Escucho que termina la canción, rápido oigo chiflidos. Me bajo del lugar y comienzo a caminar hacia la salida sintiendo vergüenza y algo de miedo aunque mi mente está bastante mareada.

—Hey, ¿a dónde vas, hermosa? —Escucho la voz de un hombre a mis espaldas y un escalofrío recorre mi espalda. Volteo hacia él y veo que es un hombre unos centímetros más grande que yo.

Veo atentamente su rostro; es un hombre de piel blanca y es pelirrojo, tiene los ojos café dorados y tiene barba.

Siento como los estragos del alcohol hacen efecto, porque estoy muy con la guardia baja. Ese hombre, en un rápido movimiento, me jala a él pegándome a su cuerpo; siento su mano tocando mi trasero y mis pechos sentir su firme y duro pecho. No solo eso si no que siento como algo se clava en mi vientre causándome miedo y un poco de repulsión con un ligero toque de ira.

Eso me hace reaccionar rápido; le doy con mi rodilla en su parte delicada. Veo cómo se dobla, lo empujó un poco y lo golpeó en la cara alejándolo de mi.

—¡No vuelvas a tocarme! —le advierto completamente enojada. Salgo de ahí lo más rápido que puedo. Bajo las escaleras llegó al primer piso y buscó a mis hermanos, pero no los encontró por ningún lado.

Pero necesito aire fresco. Tomo mi bolso, salgo del lugar hacia afuera, veo al guardia de la entrada que solo me mira de reojo, pero no me dice nada.

Necesito caminar un poco; comienzo a caminar por la calle sin rumbo y me siento totalmente mareada. Después de unos minutos caminando, decido pasarme a otra calle. Veo el semáforo en rojo y en eso me detengo en seco al ver unas luces que se acercan a mí muy rápidamente…

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP