Los secretos de Bell

Los secretos de BellES

Mafia
Merfevi  Recién actualizado
goodnovel16goodnovel
Reseñas insuficientes
17Capítulos
25leídos
Leer
Añadido
Resumen
Índice

Izabell, una escritora talentosa y soñadora que se sumerge en un mundo de pasión y secretos. Utilizando un seudónimo para proteger su identidad, crea historias eróticas inspiradas en su primer amor, un amigo de su hermano que ahora es un mafioso, y su enamoramiento actual, un apuesto profesor universitario. Sin embargo, su tranquila vida se ve sacudida cuando una fan la invita a una cita y descubre que el novio de esta es su antiguo amor, ahora inmerso en el peligroso mundo de la mafia. El triángulo amoroso se intensifica cuando el profesor universitario muestra interés en Izabell, desatando un torbellino de emociones y dilemas morales. ¿Quién ganará el corazón de Bell?

Leer más

Último capítulo

También te gustarán

Nuevas novelas de lanzamiento

Libros interesantes del mismo período

Comentarios Deje su reseña en la aplicación
No hay comentarios
17 chapters
PRÓLOGO
Aún me parece increíble, como si hubiera pasado ayer, la primera vez que vi a Dominic Nolan. Yo tenía catorce años, una edad en la que mi experiencia amorosa se limitaba a suspirar por personajes ficticios. Y entonces, mi hermano Martín decidió traer a casa a su “nuevo mejor amigo”. ¿Su nombre? Dominic Nolan, un chico de diecinueve años que parecía salido de una novela de romance adolescente. Podría decir, con total vergüenza, que fue mi primer gran amor platónico. Ah, porque yo trataba de captar su atención con todas mis fuerzas… ¿Él? Él apenas notaba que existía.Mi adoración llegó a niveles tan extremos que, sí, me convertí en una escritora en ciernes por él. Me lancé al mundo de la Nube, publicando historias tan ridículas que si las leyera hoy, probablemente me pondría colorada de vergüenza. ¡Escribía desde el móvil! Historias en las que Dominic y yo éramos protagonistas de cuentos ingenuos: el príncipe y la princesa, el chico malo y la chica nerd, mi primer beso, mi primer novio…
Leer más
CAPÍTULO 1
—Buenos días Chicago, son las seis de la mañana, el clima es fresco, ideal para pasar por una dona y un café...—¡Maldito radio! —Bufé, mientras con mi mano lo apagaba —¡Cinco, cuatro, tres, dos, uno... ! —Me senté en la cama y estiré mi cuerpo. —Buenos mi amor, ¿Qué tal pasaste la noche? —Acerqué mi mano y toqué su pelo, estaba suave como me gustaba, creo que el baño del día anterior había sido perfecto —No seas perezoso, voy a irme al trabajo y quiero que te quedes despierto —Al parecer mis caricias funcionaron y empezó a despertar ¡Miau! maulló —Eso es Sheldon, buenos días mi amado gatito —Me levanté de la cama de prisa, tenía todo mi tiempo programado, así que no podía darme la dicha de quedarme otro rato junto a mi gato. Vivía sola en un pequeño apartamento en Chicago, bueno tenía a Sheldon quien era mi fiel acompañante. Después de la muerte de mi hermano, todo cambió en mi casa, las peleas entre mis padres se volvieron más constantes y vivir en casa era insoportable. En la es
Leer más
CAPÍTULO 2
—Deberías acompañarnos —Suplicaba mi amiga —Ya te dije que no, veré una serie en Netflix con Sheldon. —¡Mentira! Me dijiste que te prepararías para tu cena de mañana, Bell por favor trata de controlar tus mentiras —Como dije era algo que no podía controlar.—No quiero ir, sabes muy bien que Javier me pone nerviosa y cuando estoy nerviosa suelo mentir mucho, no quiero causar una mala impresión, las terapias están funcionando y en pocos mese espero tener una conversación tranquila con él. —Como quieras amiga, pero insisto, no entiendo que es lo que te llama la atención, el hombre se relaciona muy poco con las personas, ni siquiera tiene sentido del humor.—Es guapo Riana, muy guapo y no puedes negarlo… —Es guapísimo, pero su carácter me estresa. No suelta ni una sola sonrisa Sonreí ante su comentario, ya que yo ya lo había visto sonreír, solo cuando estaba leyendo algún libro.—Mejor vete y que disfrutes de la fiesta con los chicos —Me despedí de mi amiga y terminé de ayuda a Maggy
Leer más
CAPÍTULO 3
—Mucho gusto señorita Bell —Dominic extendió su mano. Yo miraba su mano, su cara y aún no podía creer que estaba delante de mí —¿Señorita? —¡Eh! si… mucho gusto … — Extendí mi mano y tomé la suya. Su mano estaba fría, lo que causó escalofríos por todo mi cuerpo. Él solo apretó mi mano y después se sentó frente a mi, no mostró ni siquiera un gesto de sorpresa de su parte, significaba que… no me recordaba. Pero solo por el hecho de tenerlo frente a mí, cada fibra de mi cuerpo, cada nervio parecía reaccionar a su presencia. Estaba nerviosa, de eso no había duda y eso no era bueno para mí, ni para nadie. —¡Bell! ¿Qué te sucede? — Preguntó Diara—Nada… nada todo esta bien —Desde que mi novio llego no le has quitado la vista de encima —Me avergoncé y agaché mi cabeza —No te avergüences, sé que mi novio es el hombre más guapo que hayas visto, sus características son tan parecidas a los rasgos de algunos de tus personajes, es como si te hubieras inspirado en él —¡Dios mio! solo me imaginé
Leer más
CAPÍTULO 4
¡Maldita sea! Sentía que mi corazón saldría de mi pecho y no solo eso, sentía que mi alma ya había abandonado mi cuerpo y estaba escondida en el armario —¿Do… Dominic? —titubeé —¿Qué haces aquí? ¿Cómo… cómo es que entraste? —Dominic soltó a mi gato y se puso de pie. Su presencia erizaba mi piel y provocaba que mi corazón latiera con tal frenesí, que sentía que estaba en una gran carrera —Eres tan predecible Bell, dejar la llave bajo el tapete ya no es una buena técnica —Su mirada recorría toda la habitación, mientras tanto yo lo observaba detenidamente. Dominic seguía siendo guapo, al parecer el paso de los años le habían asentado muy bien —. Tu novio es demasiado peludo —Se burló —¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabes en dónde vivo? —Volví a insistir, su mirada regresó a mí, sus ojos me recorrían de pies a cabeza.—Tenía curiosidad de ver en donde vives. Tenía años de no saber de ti, sí que eres escurridiza, le pregunté a tus padres sobre tu residencia, pero se negaron a decirme —Era lógi
Leer más
CAPÍTULO 5
—Lo lamento Bell, pero eres una mitómana —Yo no podía ser una mitómana, me negaba al resultado que la psicóloga me estaba diagnosticando. La mitomanía era una enfermedad y yo me negaba a estar enferma. —Eso no puede ser cierto, mentir es algo común en el ser humano, todos lo hacemos, ¿Acaso usted no ha mentido? —Claro que lo he hecho, el ser humano miente por naturaleza, pero cuando se convierte en una necesidad; cuando las dices como algo normal y no sientes ni un solo remordimiento; cuando es parte de tu vida, eso es ser una mitómana —Estaba enmudecida, estaba enferma, era una mentirosa compulsiva —Esto parece algo inofensivo, pero no es así, cuando tus mentiras dañan a las personas que te rodean; cuando lastimas sus sentimientos, el único afecto no serás solo tú, sino ellos, se sentirán traicionados. Así que Bell, trataremos la manera de controlar tu mitomanía, trataremos la manera que puedas relacionarte con la sociedad sin necesidad de mentir. Nunca iba a regresar a la socieda
Leer más
CAPÍTULO 6
Iba en el hombro de Dominic, tenía muy buena vista de su trasero, me daban ganas de tocarle uno de sus glúteos o tal vez los dos. ¡Bell Concentrate! —¡Dominic bájame! —Grité, pero este no se detenía. De pronto escuché gritos y varias personas reunidas en un lugar —¿Qué sucede? ¡Dominic! —Por más gritos; por más ruegos, este hombre no se detenía, sus pasos avanzaban hacia la salida. El cambio de clima fue notable al encontrarnos en la calle, el aire helado de la noche golpeó nuestros cuerpos. Lo siguiente fue sentir como Dominic me bajaba de su hombro y me colocaba en un sillón. Se trataba de un auto. —Ahora te quedas ahí, no quiero que salgas huyendo. —¡No puedes hacerme esto! —Grité, quería regresar al baño, Javier prometió que volvería por mí. —¡No insistas Bell! —Espetó. Sentí un mareo, así que me recosté en el sillón, mi cuerpo se elevaba de temperatura, sentía demasiado calor, toqué mi frente, esta empezaba a sudar. Sentí cómo Dominic tomó su lugar; arrancó el auto y empez
Leer más
CAPÍTULO 07
Todo el camino hacia la policía, mi pensamiento eran: Riana, Pablo y Javier. ¿Qué habían hecho para llegar a ese lugar? —Bell, tranquilízate —mencionó Francisco, aún seguíamos en su auto e íbamos hacia la estación de policía —Estoy tranquila —Respondí —Tu pie no dice lo mismo —Mire hacia mis piernas y en efecto mi pie derecho no paraba de temblar —De seguro no es algo complicado, saldrán pronto —eso esperaba. Llegamos a la estación y corrí hacia el lugar —Buenos días, quiero información sobre Riana, Pablo y Javier; al parecer se encuentran encerrados desde anoche.—Déjeme ver —el policía se dirigió hacia su computadora. Francisco llegó a mi lado; ambos esperábamos por la misma respuesta —¡Cierto! son los peleoneros, mandaron a un chico al hospital, por sus peleas pero no se preocupen ellos saldrán en un momento, ya pagaron la fianza. —¿En serio? Gracias a Dios —¿Quién habría pagado la fianza? bueno eso no era lo importante en estos momentos, sino ¿A quién habían enviado al hospit
Leer más
CAPÍTULO 8
Nunca imaginé que Javier tuviera una hermana, y una muy hermosa; se notaba que sus padres eran muy buenos en eso de crear hijos.—¡Bell! ¡Qué bonito nombre! ¿Por qué nunca la habías traído a casa?—No es lo que crees, Ana. Ella solo es… —se silenció—una amiga y nada más.—Pero, ¿qué fue lo que te pasó? —se acercó a su hermano y tocó algunos de sus golpes.—¡Detente! Eso duele… —se quejó Javier.—Ya veo por qué te gusta ella; ¡eres una salvaje en la cama! —me señaló.—No, no es lo que te imaginas —aclaré—. Solo vine a ayudarlo… él y yo no pasamos la noche juntos.—¡Vaya manera de ayudarlo! ¿Eres alguna de sus alumnas o algo así? —preguntó.—¡Deja de hacer tantas preguntas! —espetó Javier—. Mejor ayúdame a subir a mi habitación. Gracias por todo, Bell; nos vemos pronto —asentí, me despedí de Ana y salí de su casa. Creo que todo esto se estaba poniendo incómodo.¡Maldita sea! ¿Cómo iba a pedir un taxi si no tenía mi móvil? Así que caminé y caminé hasta encontrar una estación de bus.Una
Leer más
CAPÍTULO 9
—Pero mira, ese hombre está para comer lentamente con miel y chocolate ¿Verdad Bell? ¿Bell donde estas? —me encontraba agachada bajo el mostrador —¿Qué haces ahí? —Por favor Riana, toma su orden. Él es Dominic y no quiero que me vea —Desde que lo vi entrar por la puerta, me escondí, no quería tener ninguna conversación con Dominic Nolan el jefe de la Mafia Irlandesa.—¡Que! Esa bomba sexy es Dominic Nolan, uno de tus musos inspiradores—¡Shhh! Si, no quiero que sepa que trabajo aquí.—Bueno, lo tendré que entretener, algo que no será difícil, ese hombre está guapísimo.—No exageres, no es para tanto, no está tan guapo. —Mi amiga se movió del lugar, me levanté de manera lenta y los observé. Dominic hablaba y Riana se notaba un poco nerviosa, ambos miraron hacia mi dirección y yo me agaché nuevamente. Riana llegó a los pocos segundos en donde me encontraba.—Quieres que tú tomes su orden. —indicó mi amiga. —¡Diablos! —Creo que él no está por casualidad aquí—. ¡Maldita sea! Primero e
Leer más