El hermoso error que me unió al CEO

El hermoso error que me unió al CEOES

Romance
A.B.M.S  Recién actualizado
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Resumen
Índice

Maia, una hermosa chica de 23 años está casada con Ronaldo desde hace 2 años y su sueño más grande es ser madre desde que se casó nunca se ha cuidado pues esperaba ser mamá muy pronto pero la vida o el destino le juegan una mala pasada y a pesar de que está muy bien de salud y no tiene ningún problema para concebir un hijo nunca ha podido embarazarse esa es la razón por la que acude a su amiga quién le dice que si ambos están bien de salud entonces podrían realizar una inseminación artificial Pero hay un problema Maía y Ronaldo no cuentan con los requisitos financieros para costear el procedimiento. Su amiga y ginecóloga decide ayudarla y usar los recursos de del lugar donde ella trabaja para llevar a cabo la inseminación artificial sin que nadie se entere sin saber que en ese momento ella cometería un error que cambiaría el destino y la vida de su mejor amiga sin saberlo. Vladimir, se ve forzado a acudir a un vientre en alquiler para conservar la herencia de su abuelo, así planea tener un hijo sin necesidad de tener una esposa, sin embargo un error en la clínica de fertilidad lo llevará a conocer a una mujer que cambiará su forma de pensar, aunque eso no será nada fácil, ya que el tienes heridas que no se pueden ver, pero que duelen muchísimo. ¿Que pasara en esta hermosa historia de amor?

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MAR
me gusta la novela y Javier ......
2025-02-14 20:28:44
1
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Maria Fabelo
Me encanta Vladimir
2025-02-14 10:38:20
1
15 chapters
CAPÍTULO 1
Maia Sánchez, una joven de 23 años de una belleza serena, llevaba dos años casada con Ronaldo, un hombre que parecía no valorarla ni darle nada. A pesar de ello, ella lo amaba con todo su ser y hacía lo imposible por verlo feliz. Creía que él no tenía dinero, así que trabajaba incansablemente para pagar la renta y cubrir todas las necesidades del hogar, incluidas las de él. Cada día, después de largas jornadas de trabajo, regresaba a casa con la esperanza de que Ronaldo la recibiera con amor, pero en lugar de eso, solo encontraba indiferencia.A pesar de la frialdad de su esposo, Maia anhelaba con todas sus fuerzas ser madre. Había intentado de todo para concebir un hijo con Ronaldo, pero los meses pasaban y la ilusión se desvanecía con cada prueba de embarazo negativa. Sin embargo, ese día, una llamada de su mejor amiga y ginecóloga, Daiana, le devolvió la esperanza.📲—Amiga, dime que tienes buenas noticias para mí —casi suplicó Maia al contestar el celular, con los dedos tembloroso
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CAPÍTULO 2
Vladimir salió como muy enojado de la casa de sus padres, con el ceño fruncido y las mandíbulas tensas. Su respiración era pesada, sus manos estaban apretadas en puños, y su mente hervía con la conversación que acababa de tener.En la puerta del auto lo esperaba su asistente, Javier, un hombre de unos veintiséis años, con el cabello revuelto y una expresión de preocupación constante. Apenas vio a su jefe, su cuerpo se puso rígido y tragó saliva. Sabía que cuando Vladimir tenía esa mirada, algo muy malo había pasado.—¿Jefe, y esa cara? —preguntó con voz temblorosa.—¡Mis padres! —rugió Vladimir, haciendo que Javier diera un paso hacia atras —. Acosando para que les presente a mi prometida y que, ojalá, ya esté embarazada. ¿Lo puedes creer, Javier?El pobre asistente, en su intento de no caerse del susto, puso una mano sobre su pecho y exhaló un suspiro larguísimo, como si con eso lograra calmar su corazón acelerado.—Bueno, jefe… es que usted ya tiene una edad en la que… digamos que…
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CAPÍTULO 3
Maia, aunque sentía la indiferencia de su esposo, estaba de muy buen humor. Los días habían pasado, y ese día era especial: iría a la clínica para saber si estaba embarazada. Se aferraba a la esperanza de que la inseminación hubiese funcionado, de que al fin tendría en su vientre al hijo que tanto anhelaba.Despertó muy temprano esa mañana, con el corazón latiéndole de emoción. Se puso su bata de seda, recogió su cabello en una coleta sencilla y fue a la cocina. Preparó el desayuno con dedicación, cuidando cada detalle. Puso la mesa para dos, sirvió el café caliente y llevó la bandeja a la habitación, ilusionada de compartir ese momento con Ronaldo.Al entrar, lo encontró dormido de lado, su rostro sereno pero distante. Con una sonrisa, dejó la bandeja sobre la mesita de noche y le acarició el brazo con suavidad.—Amor —susurró con ternura—. Te traje el desayuno.Los párpados de Ronaldo se abrieron lentamente, y sus ojos la observaron con fastidio. Soltó un suspiro molesto antes de in
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CAPÍTULO 4
Vladimir llegó a la clínica de fertilidad con la expresión seria de siempre. Su porte imponente y la frialdad en su mirada intimidaban a cualquiera que se cruzara en su camino. Ajustó el cuello de su abrigo oscuro antes de bajar del auto.—Javier, baja del auto de una vez por todas —ordenó como siempre con esa voz de irritación.Javier, que estaba entretenido revisando su teléfono, dio un respingo y casi se atraganta con su propia saliva.—¡Sí, jefe! Perdón, jefe —respondió atropelladamente mientras forcejeaba con el cinturón de seguridad.Vladimir rodó los ojos con fastidio al ver a su asistente pelear con algo tan simple. Finalmente, Javier logró soltarse, pero en su apuro tropezó al salir del auto y casi terminó en el suelo.—¿Es necesario que seas tan torpe? —bufó Vladimir mientras lo miraba con desprecio.—Creo que el auto intentó sabotearme, jefe —se quejó Javier mientras sacudía el saco. Lo ignoro, Vladimir y se encaminó a la entrada de la clínica con paso firme. El mármol bri
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CAPÍTULO 5
Maia, después de la promesa que le hizo a su bebé en su vientre, llamó a su amiga para pedirle quedarse con ella esa noche. No podía permanecer en esa casa, aunque fuera ella quien pagara la renta. Ahora, lo mejor era refugiarse con su amiga y, más adelante, pasar por sus cosas y finalizar el contrato de arrendamiento. Era más que obvio que no se quedaría en ese lugar después de haber encontrado a Ronaldo con otra mujer en su propia cama.Cuando Daiana contestó la llamada, notó la tensión en la voz de Maia.—Maia, sabes que eres bienvenida en mi departamento, pero ¿qué pasó? —preguntó con curiosidad y preocupación. Su amiga rara vez le pedía favores de ese tipo, así que algo grave debía haber ocurrido.—Hablaremos cuando llegue a tu departamento —respondió Maia con voz quebrada, finalizando la llamada sin dar más explicaciones.Mientras conducía por la ciudad iluminada por las luces nocturnas, sentía el pecho oprimido. La traición de Ronaldo seguía pesando en su corazón como una piedra
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CAPÍTULO 6
Maia bajó del auto de Daiana con el corazón latiendo con fuerza. El aire de la noche era fresco, pero en su interior ardía un fuego de orgullo herido y decepcionado. Hoy cerraría este capítulo de su vida para siempre. Miró la casa que una vez consideró su hogar y sintió que ya no le pertenecía.—¿Amiga, quieres que entre contigo? —gritó Daiana desde la ventana del auto, con evidente preocupación en la voz.Maia se giró y le dedicó una sonrisa tranquilizadora, aunque por dentro sentía que todo a su alrededor se desmoronaba.—Tranquila, todo estará bien. Espérame, no tardo —respondió, intentando sonar segura.Sacó las llaves de su bolso, las colocó en la cerradura y, con un profundo suspiro, empujó la puerta. Al entrar, se encontró con la amante de su esposo cómodamente sentada en una de las sillas del comedor, como si aquella casa fuera suya.Angie la observó con una mueca de desprecio, cruzándose de brazos con arrogancia.—¿Qué haces aquí, inútil? —preguntó con desdén, sin siquiera mo
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CAPÍTULO 7
Maia salió del lugar que hasta hace unos días consideraba su hogar con lágrimas en los ojos, pero no por el hombre al que ella creyó amar, sino por el miedo y la angustia que la consumían tras la caída. Sus manos temblaban mientras abrazaba su vientre, rogando en silencio que su bebé estuviera bien.—Necesito que me revise, me caí —le pidió a su amiga con la voz entrecortada por la desesperación.Daiana abrió mucho los ojos, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.—¿Qué? ¿Cómo pasó eso?—Eso no importa —respondió Maia con prisa, secándose las lágrimas con la manga—. Lo importante es que nos aseguremos de que el bebé está bien.Daiana asintió, comprendiendo la angustia de su amiga.—Está bien, vamos de regreso a la clínica ahora mismo. No podemos perder más tiempo.Después de guardar todas las pertenencias de Maia en el auto, ambas se dirigieron a la clínica en un silencio tenso. Maia no dejaba de acariciar su vientre, temerosa de lo que pudiera haber pasado con su bebé.Ya en la
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CAPÍTULO 8
Maia descendió del auto con una mezcla de nervios y asombro. La mansión de Vladimir era inmensa, imponente, con columnas de mármol que parecían sostener el cielo mismo. Las luces doradas iluminaban la fachada, dándole un aire majestuoso y frío, casi como un dueño hecho realidad.—Es… inmensa esta casa —susurró, en sus ojos que reflejaba incredulidad de quien nunca había visto semejante derroche de riqueza.A su lado, Javier bajó con las maletas, dedicándole una sonrisa cálida. No entendía por qué, pero Maia le caía bien desde el primer momento en que la vio. Había algo en su expresión, en sus ojos grandes y dulces, que gritaba inocencia pura. Javier se rió internamente al notar sus propios pensamientos.—Espero que no te pierdas aquí dentro —bromeó, acomodando las maletas—. Yo todavía no aprendo dónde quedan todas las habitaciones.Maia le dedicó una sonrisa tímida, justo cuando la puerta principal se abrió de golpe.Vladimir estaba de pie en la entrada, con los brazos cruzados y el c
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CAPÍTULO 9
Maia estaba en su habitación, aún sin poder creer la majestuosa mansión en la que viviría hasta que su bebé naciera. Todo a su alrededor parecía sacado de un sueño: los finos muebles, la enorme cama con sábanas de seda y el amplio ventanal que ofrecía una vista impresionante del jardín iluminado. Nunca imaginó que tendría tanto lujo a su disposición, pero, al mismo tiempo, no podía evitar un escalofrío de incertidumbre al recorrer su espalda.—Esto parece un sueño… Únicamente espero que no se convierta en una pesadilla —murmuró, acariciando su vientre con ternura.Suspiró al ver la hora y decidió cambiarse para descansar. Según lo que escuchó entre Vladimir y sus empleados, al día siguiente habría un evento importante al que no podría negarse a asistir.Buscó entre sus cosas y sacó una pijama sencilla de una de sus maletas, dejándola sobre la cama. Se despojó lentamente de su ropa, quedando solo en ropa interior. La suave brisa nocturna acarició su piel desnuda, erizando todo su cuerp
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CAPÍTULO 10
Maia abrió los ojos lentamente mientras los rayos del sol se filtraban a través de la ventana, iluminando suavemente la habitación. Parpadeó varias veces, tratando de acostumbrarse a la claridad matutina. El colchón mullido bajo su cuerpo y la frescura de las sábanas de seda la envolvían en una sensación de comodidad que no le pertenecía.La puerta se abrió de repente, sacándola de su ensoñación.—Buenos días, señorita Maia —saludó Lulu con una sonrisa radiante mientras entraba con paso seguro a la habitación.Maia apenas tuvo tiempo de incorporarse cuando tras Lulu apareció un grupo de personas empujando varios percheros repletos de vestidos y cajas elegantes con logotipos de marcas reconocidas.—¿Qué es todo esto? —preguntó Maia, sorprendida, mientras observaba la escena con los labios entreabiertos.—Trajimos todo esto para usted. Estos vestidos vienen de las mejores marcas: Chanel, Leonisa, Koaj, Estudio F y Punto Blanco —enumeró Lulu con un gesto orgulloso mientras señalaba las p
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