Luego de que su adorada maestra Selena muriera, su aprendiz se volvió loco. Ahora convertido en un tirano domina las tierras buscando la forma de traer a su maestra de regreso. Lo ha intentado por siglos de siglos sin éxito. Volviéndose el así un inmortal y un gran tirano. Alguien imposible de matar. ¿Quién derrocaría ahora su Era de terror? No es hasta que la misma Selene regrese a la vida es que se dará cuenta en lo que se ha convertido aquel joven que ella misma crio e instruyo. Reencarnada en otro cuerpo el no puede reconocerla, pero hay cosas que ambos comparten de su pasado que nadie jamás podría saber además de su maestra. El amor se reconoce en el corazón. ¿Puede aun salvarse ella, su aprendiz y el mismo mundo ahora?
Leer másSus ojos se llenaron de lagrimas al verlo y vacilo —perdóname… —se discúlpaba como si fuera ella quien lo hubiera matado —esto… esto no es real…—No. No lo es —contesto calmado —es solo una ilusión —se miró en el espejo, pero en su reflejo podía verse la verdadera forma del monarca, el de la edad más madura.La magia no engañaba al espejo, solo a los ojos humanos.—Es… es bueno… ¿Cómo lo haces?Este la miro y le sonrió, y aquel gesto grabado en su memoria por siempre hizo que el corazón de Selene se desplomara por completo. Sus dos manos viajaron a su rostro y lloro.Reined se acercó a ella.—No llores, maestra.Él siempre había tenido una sonrisa que podía desarmarla.—¿Quieres que lo intente contigo?Esta se aparto las manos, pero antes de siquiera contestar, la magia del monarca la envolvió y su color de piel había cambiado. Su cuerpo también.—No podrás ver tu rostro, ya que el espejo mostrara a Naevia, pero puedes tocarlo. Tócalo. Tócate. Eres tú ahora.Ella lo hizo y noto sus fa
—¿D-dormir juntos en una misma cama? Eso… eso no es...—No hablo de dormir.—...Ella trata de soltarse, pero el aprieta un poco mas su agarre para que no escape de su abrazo —¿Qué dices Selene?—¡Claro que no! —ella estaba roja de vergüenza. Sentir la cercanía de este cuerpo pegado al suyo era extraño, pero no del todo desagradable. Aun así, no se acostaría con él.—Me lo debes también después de haber huido—No haremos “eso” solo porque rompí una reglaReined hace un puchero—Pero prometiste darme cualquier cosa..—Yo hablaba de…—¿Un beso?Ella baja la mirada avergonzada. Evita mirarlo y hablarle ahoraReined la jala más hacia el, con su cuerpo cubriendo el suyo —Maestra, antes solías ser mas pequeña. —el cierra los ojos y respira profundamente —amo estar cerca de ti, me traes mucha paz.Paz…Paz en medio de una guerra—Realmente me gustas mucho, no puedo evitarlo.—¿No crees que es demasiado tanto toqueteo?El niega y entierra su cabeza en su cuello, su cabeza reposando en su hombr
El pánico es notorio en sus ojos oscuros cuando vislumbra al gran tirano ante él. Con su mano encharcada de sangre debido a las púas del látigo enterrados en su piel—Mi rey… perdóneme… no quería… usted se ha atravesado… yo no…—¿Qué crees que estas haciendo? —furia. Una mirada ensombrecida.El hombre cae al suelo en suplicas, en menos de unos segundos toda altanería se le había ido. Como ver un fantasma. Pálido. —estos aldeanos… es… es toda su culpa…Selene lo observa consternada.« De verdad te tienen terror » pensó Miro hacia su aprendiz, pero este no la miraba, aun tenia en su mano el látigo envuelto alrededor de su mano.Entonces el lo alza, y da un golpe seco al rey que esta en el suelo y este suelta un grito desgarrador..Casi por inercia las manos de Selene cubren sus oídos. No había ni un solo aldeano en la calla ahora, todos encerrados en sus casas. Ningún testigo asomado por la ventana.Reined tiene una mueca en la cara parecida a una sonrisa mientras se agacha al lado del
Porque escapar era mejor ahora mismo que enfrentar todos estos confusos sentimientos.Camino por horas por ese bosque medio perdida. Conjuro un pequeño haz de luz invocando un objetivo. Siguió la luz. No se perdería. Sabia a donde tenia que ir ahora.Pensaba que llegaría pronto a un pueblo. Pero no equivoco.Sus ojos miraron con tristeza todas estas ruinas. El mundo estaba lleno de destrucción, seguro pobreza y hambre.¿Cómo había pasado esto?La luz ceso su búsqueda al amanecer donde se detuvo al escuchar las voces y ver las carpas.Soldados.Sin embargo, jamás pensó encontrárselo de nuevo.—Naevia— ojos verdes muy abiertos.Ella no supo que responder—¡Estas de vuelta! ¿Cómo…? ¿Cómo escapaste? —la abrazoEsta dudo ante el tacto, luego lo alejo. Ya había tenido suficiente sobre este asunto de los toques y la cercanía—¿estas bien?El asintió —Gracias a ti.—Para haber caído de un caballo ya te ves muy bien..—Fue solo un leve golpe —se encogió de hombros avergonzado—No lo parecía.El
Primero hubo desconcierto, aunque también extrañeza.Ella jamás había besado a nadie, genuinamente nunca había sido besada por nadie.Y lo primero que pensó fue que esto era raro. Una sensación húmeda y extraña. Pensó también que las narices estorbaban en un beso. ¿para que estaban ahí?Trato de alejarse, pero las manos de su aprendiz lo impidieron.Tenia frio, pero la sensación de aquel beso generaba una calidez extraña junto con la cercanía de su cuerpo mojado pegado al de él.—R-reined… —jadeo mientras trataba de poner distancia.Pero este la ignora y continua besándola. Agarra su muñeca y la jala mas hacia el, casi como si quisiera profundizar aquel beso.Solo cuando sintió su lengua entrando en su boca fue el momento en que ella realmente reacciono, con un leve toque de su magia lo aparto mientras esta jadeada por recuperar e aire« No respiro… » pensóSu mano viajo hasta su pecho tratando de tranquilizar a su corazón desbocado.En su vida pasada ella estaba destinada a un llamad
El monarca salió a la superficial con el cuerpo de la chica aun en sus brazos, con ojos desesperados y acciones igual de rápidas trato de reanimarla. Primero con sus manos.Nada.Ni siquiera lo pensó cuando agacho su rostro con la intención de darle aire boca a boca, pero antes de siquiera rozar sus labios contra los de ella, esta despertó escupiendo agua—¿Maestra? — había miedo en sus ojosElla solo lo miro desorientada, luego solo incrédula —¿Reined…?Su rostro se lleno de alivio, luego coraje, miedo, enojo, de todo un poco. —¡¿Por qué no nadaste?! Me has asustado…Selene noto que su aprendiz temblaba, pero no por el frio.—No puedo perderte otra vez. No —negó tembloroso—no de nuevo…—…—¿Selene?Ella suspiro resignada —Lo irónico aquí es, que trate de convencerte de que era ella. Ahora trato de convencerte de que no lo soy, y no me crees.Reined no contesto.—Bien. Mentí. Soy Selene —lo miro —no debiste haber hecho eso...El se inclina al frente de ella. Esta abrió mucho los ojos
Cadenas.Cadenas de verdad.Ella estaba completamente mojada. Hacia frio. El lugar parecía algo subterráneo. Y a su derecha, a unos cuantos metros lejos de ella, había un gran charco de agua.Ella tiritaba—¿Me dejaras aquí solo colgando? —intento moverse y el sonar del hierro hizo un ruido extraño. Era como ser rehén de alguien, y porque lo era.—¿Por qué no solo te sueltas? —le interrogo. El monarca estaba sentado en una roca con su rostro inclinado y descansando sobre su palma abierta. El chico tenia un semblante relajado, pero aun así sus expresiones eran afilados, una mirada astuta. Desde este ángulo incluso podía apreciarse una belleza rebelde.—No. Si es tu castigo, lo aceptare. Quiero ver que tan lejos llegas.—¿Así que ahora eres masoquista?—No gastare mas poder mágico en estupideces. Además, si esto me hará ganarme tu confianza lo hare.—Obedecerme es lo que te hará ganarte mi confianza. Tengo que salvarte de cualquiera.Ella recordó a los dos hombres —Si dices que no soy e
Sentado en la punta de la gran mesa negra se hallaba el monarca oscuro. El gran Tirano. Con su semblante calmado y relajado, pero inquieto por dentro.En la mesa lo acompañaban grandes figuras de la época. Unos mas poderosos que otros. Unos mas ambiciosos que otros. Magos. Brujos. Humanos. La avaricia no escatimaba en razas.Muchos luchaban solo por poder, Reined luchaba solo por amor. Y en su búsqueda por su anhelo había corrompido al mundo. Roto mas de una esperanza y varios huesos. Pero el en un parpadeo y sin pensarlo sacrificaría al mundo solo por tenerla a ella.Había llegado tan lejos… había hecho todo esto… solo para alcanzarla.—Se se siguen alzando ejércitos en el lado sur serán un problema.—Siguen resistiéndose pensando que pueden con nosotros—se burlo otro—Los del ejercito del norte han mermado en sus fuerzas, aunque todos los días reclutan nuevos hombres.—¿Qué hay de los impuestos? Mi gente paga por ellos por protección y el pueblo sufre mas.—Ja. Como si te importara
Que dramático.Pero cuanto drama en una sola linea.Selene se dejo caer sintiendo el viento, pero no siendo inconsciente de la distancia entre ella y el suelo. Y solo cuando sabia que estaba llegando a su final invoco su aura y por unos minutos floto sobre el aire y sobre si misma.Bajo lentamente con su magia hasta tocar el suelo.Miro entonces hacia arriba, donde el cuerpo del monarca seguía asomado observándola por la ventana.“¿En que estas pensando Reined?” Pensó SeleneY casi indignada se dio media vuelta y empezó a caminar rumbo al castillo. Si, al interior. No pensaba huir. Queria demostrarle que estaba con el, queria ayudarlo, o al menos lo sacaría de este desastre. Quizás arreglaría su propio error.Pasaron apenas unos minutos cuando escucho los aplausos con el hombre bajando por las escaleras —Eso fue impresionante —eso casi parecía una felicitación—¿Qué es lo que querías probar?Sonríe —Solo tu fuerza de voluntad y convicción—Sabes que mi magia esta débil y está fallando