Karen Gutierres es una joven de veinte siete años, a su corta edad le a tocado salir adelante junto a su madre y su hermana menor, la tarea no ha sido fácil, pero para su suerte desde hace poco mas de un año consiguió entrar a trabajar en una de las empresas más importantes del país, allí se desempeña como la asistente personal de Daryl Ferrer un joven y apuesto CEO, desde el primer momento en que lo vio quedo totalmente enganchada a él, cosa que poco a poco ha ido causando estragos en su corazón, ya que este es un auténtico pica flor que puede elegir a la mujer que desee, pero como todo en la vida no es color de rosa al morir su padre deja una condición en su testamento que le pone su mundo de cabeza, ya que deberá casarse y permanecer estable junto a su esposa durante un año, si quiere disfrutar de una gran herencia que este a dejado Sin saber que hacer Daryl le pedirá ayuda a su asistente quien es de su entera confianza y le encargará la tarea de conseguir a la mujer perfecta y discreta que lo acompañará mediante un contrato de amor, donde la regla principal será no enamorarse ¿Podrá Karen soportar semejante situación o saldrá huyendo en el intento? En esta hermosa historia podrás ver como un hombre con un corazón desbocado consigue paz y tranquilidad en la persona que menos se ha fijado.
Leer másAl llegar al parqueadero de su casa, Karen bajó del auto en silencio. Qué noche tan terrible le ha tocado vivir. Se colocó los lentes y volvió a sentirse como siempre se sentía, una mujer insípida, que hiciera lo que hiciera jamás le gustaría a Daryl Ferrer. Sus gustos eran otros y ella ni queriendo encajaba en ellos.—Debo dejar de ser tan ilusa — se repitió Karen varias veces.Las imágenes que había visto en el cuarto de servicio donde se celebró la gala las recordaba a cada momento y sentía como su corazón se rompía en mil pedazos. ¿Hasta cuándo iba a resistir? —Lo peor de todo es que ella sabía que Daryl no era culpable de nada; la culpa la tenía ella misma por haberse creado una falsa ilusión, un amor no correspondido.—¿Estás bien, hermosa? — le preguntó Megan a Karen.—Para ser sincera, ni siquiera sé lo que siento, mi mente va a millón y solo quiero descansar un poco.Alejandro, que ya había estacionado su auto, se acercó hasta donde estaban ellas y comenzó a disculparse. Just
Daryl estaba sentado junto a sus padres, Gerard, Clara y la familia de su exnovia, cosa que no le agradaba mucho, pero su madre se empeñaba en querer juntarlos. Ella aún no superaba la ruptura de su hijo y su sueño más grande era que pudieran regresar para que Daryl volviera a ser el hombre centrado de antes, no el mujeriego que todos los días andaba con una mujer distinta.— Daryl, ¿ya viste quién está en la otra mesa? —preguntó Gerard sin ningún tipo de decoro; no le importaba que Clara lo escuchara, estaba tan acostumbrado a que ella lo perdonara que parecía que hacía las cosas a propósito.Daryl miró hasta donde él le decía y vio a Amanda Duque, una presentadora de televisión con la que había querido salir desde hacía un tiempo, pero nunca se le había presentado la oportunidad de hacerlo. Tal vez hoy era el día, pensó y sonrió.— Esa mujer es una preciosidad, la necesito en mi vida — dijo Daryl emocionado.— Será en tu cama, canalla — respondió Gerard y soltó una carcajada, cosa q
Karen estaba bromeando cuando escucho la voz de su jefe que hablaba con otro hombre, rápidamente volteo y con la poca visión que tenía lo pudo ubicarlo y se quedó boca abierta iba vestido y peinado como siempre, el era perfecto — Karen soltó un gran suspiro, lo cual llamo la atención de Megan, quien rápidamente miro en la misma dirección que Karen— ¡Madre mía! — ¿ese es Daryl Ferrer? — pregunto Megan sorprendida— Si, es el y quién lo acompaña es su padre el señor Alan Ferrer, un hombre tan increíble como su hijo— Con esa descripción vas a hacer que vaya detrás de los huesos del viejito — Ja, ja, ja— Ja, ja, ja — eres una pesada Megan— Lo soy, lo asumo, ahora viendo al CEO entiendo porque se te baja la tanga cada vez que hablas de el — le dijo Megan bromeando— Es que es perfecto, ¿A caso no lo ves?— Si lo veo, pero ya con que tú estés locamente enamorada de él es suficiente — Ja, ja, ja— Pesada — respondió Karen mientras seguí mirando a su jefePa
Las dos chicas se despidieron de Alexa y de Marta, luego salieron del lugar, al llegar al portal Karen se sentía bastante incómoda su visión era borrosa y a causa de su astigmatismo las luces eran terribles para sus ojos, con cuidado caminaron hasta el auto y subieron en el, colocaron la dirección en el GPS y se encaminaron a la gran gala, ambas están bastante nerviosas, no era común para ellas asistir a ese tipo de eventos— ¿Crees que encajemos en ese lugar? — le pregunto Karen a Megan nerviosa— Por supuesto, tampoco es que somos unas extraterrestres, además vamos bien arregladas para la ocasión— Tienes razón, pero solo con pensar en la madre de mi jefe me da de todo que las demás personas sean como ella — susurró preocupada— ¿Tan mala persona es? — no me asustes— No sé si es una mala persona, pero si es una mujer bastante clasista, para ella lo más importante es la alta sociedad— Que lamentable, pensé que ya no existía gente de ese tipo — ¡Dios santo! Estamos e
A las cinco de la tarde las chicas comenzaron a arreglarse, Alexa ya había llegado y las ayudo, no había duda que los temas de belleza eran su fuerte, Karen le pidió a su hermana que le dejara el cabello suelto y a esta le gustó la idea, pero no lo dejaría liso le haría unas ondas que le darían más volumen a su cabello, en cuanto al maquillaje Alexa propuso uno bastante natural, conocía los gustos de su hermana y sabía que si se excedía está era capaz de no ir a ningún lugar, con Megan la situación fue diferente, ella si quiso un maquillaje mas fuerte— Karen, si no te quedas tranquila no podré delinear bien tu ojo, es más deberías quitarte esos lentes horribles que siempre llevas puestos — gruñó Alexa— ¿Quieres que salga rodando por las escaleras? — sabes muy bien que sin mis lentes no veo muy bien — le respondió Karen a su hermana— Lo sé, lo sé, pero deberías hacer una excepción por hoy, tus lentes no van con la ocasión— Pues no hay más opciones, si no te gustan lo la
Treinta minutos después llegaron a casa de Karen, parquearon el auto y bajaron de él, reunieron todas las bolsas y se encaminaron al portal— Muero de hambre, ojalá tu madre tenga una rica comida preparada — dijo Megan— Yo también, hoy solo comí un poco, con tanto trabajo ha sido difícil tener una hora exacta para alimentarme— Lo sé, pero mejor no toquemos el tema, ya sabes cómo me pongo — respondió de manera sincera Megan— Ja, ja, ja — ya sabía que lo dirías, ya mejor cambiemos de tema, no quiero que mamá empiece a regañarme nuevamente — espeto Karen— Está bien — lo prometo, pico cerrado — respondió Megan y simuló una especie de cierre en los labiosAl entrar a la casa la madre de Karen estaba sentada terminado arreglar una ropa en su máquina de coser, hacia ese trabajo aún en contra de la voluntad de su hija, le apasionaba diseñar y coser ropa, de hecho, con ese trabajo y otros adicionales había sacado adelante a sus hijas— ¿Mami otra vez haciendo costu
A las afueras del edificio Fuller donde trabajaba Megan, Karen esperaba a que su amiga llegara a su encuentro. Estaba ansiosa por ir de compras; aún no recordaba la última vez en que había comprado algo bonito para ella y no lo hacía no por ser una tacaña, sino porque tenía que ayudar con la gran cantidad de gastos que había en su casa.—Ufff, qué gran carrera he dado. —Pensé que ibas a tardar más, amiga —le dijo Megan a Karen.—No había tráfico y estamos bastante cerca, ¿estás lista? —le preguntó Karen.—Más que lista, debemos ir a un lugar que tenga cosas lindas, pero a bajo costo —dijo Megan y Karen sonrió.—Ja, ja, ja, me gusta la idea, entonces ¿a dónde vamos? —preguntó Karen.—Podemos ir a Primark Gran Vía, allí se consiguen unas ofertas increíbles y creo que podamos conseguir lo que estamos buscando.—Perfecto, entonces vamos —respondió Karen emocionada.Karen arrancó su auto y se encaminaron a la Gran Vía. Esta es una de las principales calles de la ciudad española de Madrid. C
Una voz detrás de ella la sacó de sus pensamientos y le pegó un gran susto. Era Julieta, la secretaria de Gerard, quien había llegado en silencio.—¿Hablando sola, Karen? —preguntó mientras se miraba en el espejo y se acomodaba sus grandes senos.Julieta era el tipo de mujer a la que le encantaba sobresalir; por lo general iba vestida de manera sexy, enseñando las grandes pelotas de silicona que se había mandado a hacer años atrás. Era la atracción de más de uno y según las malas lenguas, en más de una ocasión había pasado por la cama de su jefe, a quien trataba con más confianza de la que se debía tener con un superior, ella era una pesada, arrogante e hipócrita, desde que Karen llego a la empresa había sido víctima de su mala lengua, en frente de ella la trataba como una buena amiga, pero por la espalda se burlaba y la llamaba la mustia por su apariencia física, Karen era un mujer discreta para vestirse, podía decirse que hasta rayaba en lo anticuado y eso le molestaba a más de una,
En la sala de reuniones aún estaban Gerard, Stefano y Daryl Ferrer, al entrar ellos dejaron de hablar— Pero miren ha llegado la fiel esclava del gran CEO — se burló StefanoGerard y Daryl se miraron y se rieron, cosa que a Karen no le hizo ninguna gracia, por lo general Stefano siempre se burlaba de ella, disfrutaba haciéndola sentir inferior y todo porque Karen un día no le permitió el acceso a la oficina del CEO, Stefano era un hombre bastante prepotente y amaba ridiculizar a todo aquel que no era de su agrado— Señor Ferrer, ¿Puede venir un momento? Por favor — dijo Karen ignorando por completo los malos comentarios de Stefano— Por supuesto y tú Stefano deja de molestar a Karen — espeto Daryl molesto— ¡Oh que dolor!, ¿ya viste como el bombón Daryl Ferrer defiende a su fiel esclava? — le dijo Stefano a Gerard— Déjala en paz Stefano — respondió Gerard mientras reíaDaryl acudió al llamado de su asistente y salió de la sala de juntas, pudo ver en sus ojos la mol