A las cinco de la tarde las chicas comenzaron a arreglarse, Alexa ya había llegado y las ayudo, no había duda que los temas de belleza eran su fuerte, Karen le pidió a su hermana que le dejara el cabello suelto y a esta le gustó la idea, pero no lo dejaría liso le haría unas ondas que le darían más volumen a su cabello, en cuanto al maquillaje Alexa propuso uno bastante natural, conocía los gustos de su hermana y sabía que si se excedía está era capaz de no ir a ningún lugar, con Megan la situación fue diferente, ella si quiso un maquillaje mas fuerte

—     Karen, si no te quedas tranquila no podré delinear bien tu ojo, es más deberías quitarte esos lentes horribles que siempre llevas puestos — gruñó Alexa

— ¿Quieres que salga rodando por las escaleras? — sabes muy bien que sin mis lentes no veo muy bien — le respondió Karen a su hermana

—     Lo sé, lo sé, pero deberías hacer una excepción por hoy, tus lentes no van con la ocasión

—     Pues no hay más opciones, si no te gustan lo lamento hermanita — dijo Karen molesta

Su madre las observaba y sonreía, no era raro que se la pasarán discutiendo y llevándose la contraria, pero al mismo tiempo se adoraban, aunque Alexa era especialista en sacar a su hermana de sus casillas

—     Alexa, deja a tu hermana en paz, si ella se siente bien con sus anteojos no tienes porque cambiarlo — le dijo Marta a su hija

—     ¡Mamá por Dios! — no ves que no le quedan bien con el vestido, Karen es preciosa, pero sus lentes le quitan puntos — le respondió Alexa

—     Alexa, ya lo se, pero de verdad me cuesta mucho ver bien sin mis lentes, prometo que me haré otros y tú me ayudarás a elegirlos

Al escuchar aquello Alexa se sintió bastante mal por todo lo que había dicho, su hermana era tan noble, ella no tenía la culpa de sufrir de Miopía y astigmatismo, así que para cortar de raíz el asunto está vez si pensó bien lo que iba a decir

—     Está bien hermanita, aunque con cualquier lente que uses te ves muy bien, lamento mucho si te hice sentir mal, eres muy hermosa Karen, solo debes sacarle un poco más de provecho a tu belleza — le dijo Alexa a Karen

Karen la miro y de manera inmediata acepto su disculpa, su hermana menor era su debilidad, sabía que ella tenía razón sus lentes eran muy pocos modernos y le restaban bastante belleza a su rostro, pero era lo que había y nada más podía hacer

Megan que se había mantenido al margen de todo al ver la cara de afligida de su amiga decidió intervenir

—     Te ves hermosa amiga, vamos a olvidar lo de tus lentes y a terminar de arreglarnos, ya es bastante tarde — les dijo Megan a las hermanas Gutiérrez

—     Megan tiene toda la razón chicas, ya se les está haciendo tarde — ¿Qué hay de Alejandrito, va a la fiesta con ustedes? — pregunto Marta

—     Si mami, ya debe estar por llegar, le dije que nos encontramos aquí a las siete, pero ya sabes como es de intenso con la puntualidad — respondió Karen

—     El es tan buen chico, aún no entiendo porque sigue soltero — dijo con pesar Marta

Karen y su amiga callaron, Marta tenía razón, Alejandro llevaba bastante tiempo soltero, si salía de vez en cuando con una que otra amiga, pero no buscaba nada serio con nadie, su enfoque estaba puesto en una sola persona y era justamente en la que no le prestaba atención como hombre, Karen solo lo veía como amigo, pero el también tenía necesidades que satisfacer

—     Tal vez no quiera compromisos Marta, aunque la verdad Alejandro está para comérselo, es el hombre perfecto, soñado — Ufff el me encanta, pero solo tiene ojos para Karen — les dijo Megan

Todas comenzaron a reír, sin duda Megan podría llegar a ser una excelente actriz, era demasiado dramática y graciosa

—     ¿Dices que Alejandrito está enamorado de mi niña? — pregunto Marta haciéndose la sorprendida, cómo madre se había dado cuenta de que el se sentía profundamente atraído por su hija Karen, pero prefería hacerse la desentendida, sabía que su hija no tenia ojos para el y en esos casos lo mejor era no opinar al respecto

—     Ja, ja, ja — no me digas que no te habías dado cuenta de ello mami — le dijo Alexa sorprendida

Al ver el camino que estaba tomando la conversación Karen intervino inmediatamente, detestaba que se metieran en su vida personal y no permitiría que en esta ocasión fuera diferente

— ¿Olvidan que estoy aquí? — ya cambien el temita y a ti Megan te agradezco que ya dejes de decir esa tontería — gruñó furiosa

A pesar de ser bastante noble Karen tenía un carácter bastante fuerte y cuando tenía que sacarlo a flote no lo pensaba mucho

— ¡Es broma! — ya sabemos que no te gusta que hablemos de esos temas — así que sacó mi bandera de la paz — le respondió Megan sonriente

Sin poder evitarlo Karen soltó una carcajada adoraba a su amiga y era incapaz de no caer en su juego

—     Está bien, tema cerrado — voy a llamar a Alejandro ya se está haciendo tarde — dijo Karen y se marchó a su habitación para tener más privacidad

Karen marco el número de su amigo y este no le atendió, le pareció bastante extraño, por lo general en el primer tono el respondía, lo intento otra vez y la respuesta fue la misma, al mirar la hora en su teléfono vio que faltaban solo cinco minutos para las siete, ya estaba siendo hora de marcharse, estaba ansiosa porque su adorado jefe la viera como estaba vestida, con seguridad se iba a sorprender

Antes de volver a la sala se miró en el espejo y se sintió bien con lo que vio en el, se veía bonita, aunque su hermana tenía razón los lentes no iban con su vestido, así que lo pensó muy bien y opto por quitárselos, con un poco de esfuerzo podía ver un poco, agarro su bolso tipo sobre y allí los guardo, con suerte no los necesitaría está noche

Cuando llegó a la sala su madre y las otras dos se sorprendieron al verla, se veía tan bonita sin sus lentes, pero sabían que podía sufrir algún incidente

—     Hija, ¿Dónde están tus anteojos? — pregunto Marta preocupada

—     Los llevo aquí en mi bolso mami, me los he quitado para adaptarme un poco y estar sin ellos en la gala benéfica — le respondió Karen a su madre

—     Cariño, pero sabes que no ves muy bien, no quiero que te vayas a caer o te tropieces

—     Mamá tampoco es que estoy ciega, no exageres

Sabia que su madre tenía mucha razón, pero quería verse diferente para Daryl, quería que está noche el solo tuviera ojos para ella, iba vestida de manera bonita, tal cual como a él le gustaban las mujeres, aunque por lo general las modelos con las que salía eran mucho más altas y podría decirse que más hermosa, pero está era su noche y se la iba a vivir a plenitud

—     Lo que decidas está bien cariño, solo ten cuidado — le respondió Marta resignada

Megan y Alexa permanecieron en silencio y también se preocuparon, Marta llevaba razón en lo que había dicho, Alexa recordó un día que ella por hacerle una maldad a su hermana le escondió sus lentes y Karen tratando de conseguirlos se dio un fuerte golpe gracias a la caída que se llevó

—     Karen, ¿Te atendió Alejandro?  — pregunto Megan para cambiar el tema

—     Le he llamado un par de veces, pero no me contesta, no sé que pasó con el, le dije que debía estar aquí a esta hora — le respondió Karen a Megan

—     Voy a llamarle, tal vez me atiende

Megan busco su móvil y marco el número de Alejandro, pero está vez la llamada se fue directo al buzón

—     Tiene el móvil apagado, ¿Le habrá pasado algo? — se pregunto Megan preocupada

—     No lo se, es raro que no conteste, llamaré a su casa — dijo Karen

Karen marco el número de la casa de Alejandro, Alina su madre le contesto y le dijo que el había salido hacia más de cuarenta minutos, que iba bien arreglado porque asistiría a una gala benéfica, Karen le dio las gracias por la información y se despidió

—     Su madre ha dicho que el ya ha salido y que le comentó que iba a una gala benéfica — no entiendo que sucede, ya debería estar aquí

—     ¡Dios santo! — ¿Crees que le haya pasado algo? — le pregunto Megan a Karen

—     No lo sé — respondió Karen llena de angustia

Las cuatro comenzaron a hablar, querían mucho a Alejandro y tenían mucho miedo de que algo malo les hubiese pasado, lo que no sabían es que el chico se estaba divirtiendo con una vecina que de vez en cuando se encargaba de calentar su cama y justamente está noche lo había atrapado mientras salía de su casa y no se pudo resistir

La discusión seguía hasta que sonó el teléfono de Karen y era el, les pedía que se adelantarán que llegaría un poco más tarde, que apenas estuviera en la entrada del lugar les llamaría para que salieran a buscarlo

—     El está bien, me ha enviado un mensaje y dice que llegara un poco más tarde — así que no hay de que preocuparse — vamos Megan, hoy tu vas a conducir — le dijo Karen a su amiga y le dio las llaves del auto.