Karen se tragaba el nudo de emociones que sentía a causa de la salida de su jefe con una de sus tantas conquistas cuando su teléfono sonó y la hizo salir de aquellos pensamientos que solo la estaban atormentando, respiro profundo y cuando sintió que estaba más calmada lo agarro y contesto la llamada, era su amiga Megan
— Hola Megan, ¿Cómo estás? — respondió Karen
— ¡Ohhhhh! estamos de malas pulgas hoy ¿Qué te sucede? — llevo toda la mañana escribiéndote y no me has respondido, no me digas que estas sufriendo por tu jefe otra vez — le dijo Megan mientras soltaba un largo suspiro
— ¿Qué comes que adivinas? — respondió Karen resignada
— Lo imagine, no entiendo porque sigues en ese lugar, eso ya no es sano para ti, recuerda que sufrir es opcional — dijo Megan
— Yo lo sé y créeme que lo he pensado, pero dime donde puedo conseguir un trabajo mejor que este — respondió preocupada
— Tienes razón bonita, pero algo debes hacer
— Lo que debo hacer es quitarme este embrujo, jajaja — Karen bromeo para quitarle seriedad a la conversación
— Deberías amiga — respondió Megan mientras soltaba una carcajada
— ¿Ya almorzaste? — pregunto Karen
— No cariño y la verdad muero de hambre, que tal si le dices al bombón de tu amigo Alejandro y vamos a comer juntos — Karen hizo su propuesta y soltó un largo suspiro
Alejando y Karen trabajaban en el mismo lugar y Megan estaba en una empresa cercana, por lo general salían varias veces a la semana a almorzar juntos, Megan se sentía locamente atraída por Alejandro, pero este solo tenía ojos para Karen, así que ella para ser practica decidido seguir su camino, además salía con un chico llamado Fernando, con él tenía una relación abierta, eran amigos con derecho a roce y de allí nada más ambos sabían lo que querían y sin ningún tipo de rodeos se lo disfrutaban, a diferencia de Karen, Megan era una joven que trataba de vivir sin apegos amorosos, desde que rompió una relación de años que llevaba con su ex Joao trato de no aferrarse a nada, por supuesto esa independencia a más de uno no le gustaba
— Me parece genial, déjame llamarlo y vamos al restaurante de Paco — dijo Karen más animada
— Vale, voy a recoger mis cosas, avísame cuando salgan de la empresa para esperarlos en la entrada
Finalizaron la llamada y Karen busco el número de contacto de su amigo y lo marco
Un timbre….
Dos…
Tres...
— Hola hermosa, estaba por llamarte, ¿almorzamos juntos?
— Alejandrito de mi vida, claro que sí, de hecho, estaba hablando con Megan y ya nos está esperando — dijo mientras buscaba su bolso en la gaveta
— Perfecto nos vemos en recepción, ya voy saliendo de la oficina
— Genial, nos vemos — respondió y corto la comunicación
Karen guardo su móvil en su bolso y antes de salir verifico que todo estuviera en orden, cerro con seguro la oficina de su jefe y lanzo un suspiro al aire, sabía que el en este momento estaba con una de sus conquistas, pero nada podía hacer más que pasar la página como todos los días
Bajo en el ascensor y se encontró con su amigo Alejandro, este al verla sintió como su corazón se aceleró, ella le dedico una sonrisa y lo saludo
— Hola guapo, ¿Cómo está todo? — pregunto Karen mientras le daba un leve golpe en el hombro
— Bien, con muchísima hambre — dijo mientras observaba lo hermosa que se veía
— ¿Qué te pasa, porque me miras así? — pregunto nerviosa
— Solo estaba viendo lo linda que te vez hoy, me gusta como llevas tu cabello
— Jajaja, gracias querido amigo, solo me ves con ojos de amor — Karen soltó una carcajada y recostó su cabeza en su hombro
Escuchar que lo llamara “amigo” le hacía sentir un pinchazo en el corazón, pero prefería callar, la amistad que había logrado construir con ella era más importante que cualquier otro sentimiento, sus secretos amorosos venían siendo los mismo, Karen quería a su jefe en silencio y a Alejandro le pasaba lo mismo con ella, mientras que Megan también tenía ciertos sentimientos por él y si todo parecía estar muy enredado, no había duda muchas veces la vida podía llegar a ser bastante impredecible en cuestiones de amor
— No lo digo por verte con ojos de amor, tu eres una mujer hermosa, jamás dudes de ello, ahora vámonos que muero de hambre — dijo de manera cariñosa
— Déjame enviarle un mensaje a Megan para que nos espere en la entrada — le respondió Karen
— Perfecto bonita — respondió Alejandro mientras sonreía
Karen escribió un mensaje en su móvil y su amiga enseguida respondió, ya los estaba esperando en la entrada del edificio donde trabajaba
Los dos chicos caminaron una cuadra y allí pasaron buscando a Megan, los tres reunidos eran la bomba, bromeaban por todo y reían hasta el cansancio, eran tres jóvenes y Vivian la vida a su manera, Karen y Megan tenían veintiséis años y Alejandro veintisiete, estaban en plena flor de la vida y no tenía ningún sentido amargarse, eso si ellos eran extremadamente responsables en sus trabajos, ningún jefe tenía queja alguna de su desempeño, aunque sus historias familiares eran bastante distintas siempre buscaban tener un orden en su vida
Pasados unos cuantos minutos llegaron al restaurante de p**e, allí los atendían como reyes, era un lugar bastante agradable y sobre todo muy económico, además la comida que allí servían era de las mejores de Madrid
Una hora más tarde terminaron de comer y cada uno regreso a lo suyo, fue una hora de descanso y sobre todo les sirvió para olvidar los problemas que llevaban en su cabeza
Al otro lado de la ciudad en su casa ubicada en una de las zonas más costosas de Madrid Daryl disfrutaba de la compañía de Cristina, una modelo hermosa y llena de grandes atributos, tal cual como a él le gustaban, lo mejor de todo era que ella le complacía todos sus deseos sin ningún tipo de exigencia, para él no existía nada mejor que pasarla bien sin ningún tipo de compromiso
¿Qué más podía pedir? — tenia todo lo que la mayoría de las personas soñaba, era muy guapo y adicional millonario
Al día siguiente todo estaba preparado para la junta, habían sido convocados todos los miembros y más de uno esperaba ansioso la propuesta que iba a hacer el CEO, sobre todo su primo Julián, un hombre déspota y mal intencionado que desde el primer momento estaba ansioso por ocupar su trono en la empresa, él estaba esperando cualquier tropiezo de Daryl para poder aplastarlo, sin duda no hay nada peor en esta vida que la envidia y las malas energía de los seres más cercanosEn una gran mesa todos esperaban a que el gran CEO entrara en acción, por lo general este siempre los sorprendía con grandes ideas, esperaban que hoy no fuera la excepción, junto a él entraron Gerard y su asistente personal Karen, aunque para muchos era absurdo que una simple asistente estuviera allí, para Daryl era bastante importante, ya que por lo general casi siempre trabajaban juntos— Buenos días señores, los he citado hoy a esta junta porque quiero que estudiemos la propuesta para el desfile que tendremos e
En la sala de reuniones aún estaban Gerard, Stefano y Daryl Ferrer, al entrar ellos dejaron de hablar— Pero miren ha llegado la fiel esclava del gran CEO — se burló StefanoGerard y Daryl se miraron y se rieron, cosa que a Karen no le hizo ninguna gracia, por lo general Stefano siempre se burlaba de ella, disfrutaba haciéndola sentir inferior y todo porque Karen un día no le permitió el acceso a la oficina del CEO, Stefano era un hombre bastante prepotente y amaba ridiculizar a todo aquel que no era de su agrado— Señor Ferrer, ¿Puede venir un momento? Por favor — dijo Karen ignorando por completo los malos comentarios de Stefano— Por supuesto y tú Stefano deja de molestar a Karen — espeto Daryl molesto— ¡Oh que dolor!, ¿ya viste como el bombón Daryl Ferrer defiende a su fiel esclava? — le dijo Stefano a Gerard— Déjala en paz Stefano — respondió Gerard mientras reíaDaryl acudió al llamado de su asistente y salió de la sala de juntas, pudo ver en sus ojos la mol
Una voz detrás de ella la sacó de sus pensamientos y le pegó un gran susto. Era Julieta, la secretaria de Gerard, quien había llegado en silencio.—¿Hablando sola, Karen? —preguntó mientras se miraba en el espejo y se acomodaba sus grandes senos.Julieta era el tipo de mujer a la que le encantaba sobresalir; por lo general iba vestida de manera sexy, enseñando las grandes pelotas de silicona que se había mandado a hacer años atrás. Era la atracción de más de uno y según las malas lenguas, en más de una ocasión había pasado por la cama de su jefe, a quien trataba con más confianza de la que se debía tener con un superior, ella era una pesada, arrogante e hipócrita, desde que Karen llego a la empresa había sido víctima de su mala lengua, en frente de ella la trataba como una buena amiga, pero por la espalda se burlaba y la llamaba la mustia por su apariencia física, Karen era un mujer discreta para vestirse, podía decirse que hasta rayaba en lo anticuado y eso le molestaba a más de una,
A las afueras del edificio Fuller donde trabajaba Megan, Karen esperaba a que su amiga llegara a su encuentro. Estaba ansiosa por ir de compras; aún no recordaba la última vez en que había comprado algo bonito para ella y no lo hacía no por ser una tacaña, sino porque tenía que ayudar con la gran cantidad de gastos que había en su casa.—Ufff, qué gran carrera he dado. —Pensé que ibas a tardar más, amiga —le dijo Megan a Karen.—No había tráfico y estamos bastante cerca, ¿estás lista? —le preguntó Karen.—Más que lista, debemos ir a un lugar que tenga cosas lindas, pero a bajo costo —dijo Megan y Karen sonrió.—Ja, ja, ja, me gusta la idea, entonces ¿a dónde vamos? —preguntó Karen.—Podemos ir a Primark Gran Vía, allí se consiguen unas ofertas increíbles y creo que podamos conseguir lo que estamos buscando.—Perfecto, entonces vamos —respondió Karen emocionada.Karen arrancó su auto y se encaminaron a la Gran Vía. Esta es una de las principales calles de la ciudad española de Madrid. C
Treinta minutos después llegaron a casa de Karen, parquearon el auto y bajaron de él, reunieron todas las bolsas y se encaminaron al portal— Muero de hambre, ojalá tu madre tenga una rica comida preparada — dijo Megan— Yo también, hoy solo comí un poco, con tanto trabajo ha sido difícil tener una hora exacta para alimentarme— Lo sé, pero mejor no toquemos el tema, ya sabes cómo me pongo — respondió de manera sincera Megan— Ja, ja, ja — ya sabía que lo dirías, ya mejor cambiemos de tema, no quiero que mamá empiece a regañarme nuevamente — espeto Karen— Está bien — lo prometo, pico cerrado — respondió Megan y simuló una especie de cierre en los labiosAl entrar a la casa la madre de Karen estaba sentada terminado arreglar una ropa en su máquina de coser, hacia ese trabajo aún en contra de la voluntad de su hija, le apasionaba diseñar y coser ropa, de hecho, con ese trabajo y otros adicionales había sacado adelante a sus hijas— ¿Mami otra vez haciendo costu
A las cinco de la tarde las chicas comenzaron a arreglarse, Alexa ya había llegado y las ayudo, no había duda que los temas de belleza eran su fuerte, Karen le pidió a su hermana que le dejara el cabello suelto y a esta le gustó la idea, pero no lo dejaría liso le haría unas ondas que le darían más volumen a su cabello, en cuanto al maquillaje Alexa propuso uno bastante natural, conocía los gustos de su hermana y sabía que si se excedía está era capaz de no ir a ningún lugar, con Megan la situación fue diferente, ella si quiso un maquillaje mas fuerte— Karen, si no te quedas tranquila no podré delinear bien tu ojo, es más deberías quitarte esos lentes horribles que siempre llevas puestos — gruñó Alexa— ¿Quieres que salga rodando por las escaleras? — sabes muy bien que sin mis lentes no veo muy bien — le respondió Karen a su hermana— Lo sé, lo sé, pero deberías hacer una excepción por hoy, tus lentes no van con la ocasión— Pues no hay más opciones, si no te gustan lo la
Las dos chicas se despidieron de Alexa y de Marta, luego salieron del lugar, al llegar al portal Karen se sentía bastante incómoda su visión era borrosa y a causa de su astigmatismo las luces eran terribles para sus ojos, con cuidado caminaron hasta el auto y subieron en el, colocaron la dirección en el GPS y se encaminaron a la gran gala, ambas están bastante nerviosas, no era común para ellas asistir a ese tipo de eventos— ¿Crees que encajemos en ese lugar? — le pregunto Karen a Megan nerviosa— Por supuesto, tampoco es que somos unas extraterrestres, además vamos bien arregladas para la ocasión— Tienes razón, pero solo con pensar en la madre de mi jefe me da de todo que las demás personas sean como ella — susurró preocupada— ¿Tan mala persona es? — no me asustes— No sé si es una mala persona, pero si es una mujer bastante clasista, para ella lo más importante es la alta sociedad— Que lamentable, pensé que ya no existía gente de ese tipo — ¡Dios santo! Estamos e
Karen estaba bromeando cuando escucho la voz de su jefe que hablaba con otro hombre, rápidamente volteo y con la poca visión que tenía lo pudo ubicarlo y se quedó boca abierta iba vestido y peinado como siempre, el era perfecto — Karen soltó un gran suspiro, lo cual llamo la atención de Megan, quien rápidamente miro en la misma dirección que Karen— ¡Madre mía! — ¿ese es Daryl Ferrer? — pregunto Megan sorprendida— Si, es el y quién lo acompaña es su padre el señor Alan Ferrer, un hombre tan increíble como su hijo— Con esa descripción vas a hacer que vaya detrás de los huesos del viejito — Ja, ja, ja— Ja, ja, ja — eres una pesada Megan— Lo soy, lo asumo, ahora viendo al CEO entiendo porque se te baja la tanga cada vez que hablas de el — le dijo Megan bromeando— Es que es perfecto, ¿A caso no lo ves?— Si lo veo, pero ya con que tú estés locamente enamorada de él es suficiente — Ja, ja, ja— Pesada — respondió Karen mientras seguí mirando a su jefePa