En la sala de reuniones aún estaban Gerard, Stefano y Daryl Ferrer, al entrar ellos dejaron de hablar

—     Pero miren ha llegado la fiel esclava del gran CEO — se burló Stefano

Gerard y Daryl se miraron y se rieron, cosa que a Karen no le hizo ninguna gracia, por lo general Stefano siempre se burlaba de ella, disfrutaba haciéndola sentir inferior y todo porque Karen un día no le permitió el acceso a la oficina del CEO, Stefano era un hombre bastante prepotente y amaba ridiculizar a todo aquel que no era de su agrado

—     Señor Ferrer, ¿Puede venir un momento? Por favor — dijo Karen ignorando por completo los malos comentarios de Stefano

—     Por supuesto y tú Stefano deja de molestar a Karen — espeto Daryl molesto

—     ¡Oh que dolor!, ¿ya viste como el bombón Daryl Ferrer defiende a su fiel esclava? — le dijo Stefano a Gerard

—     Déjala en paz Stefano — respondió Gerard mientras reía

Daryl acudió al llamado de su asistente y salió de la sala de juntas, pudo ver en sus ojos la molestia a causa de las palabras de Stefano, este era un insufrible, entendía muy bien lo que ella podía estar sintiendo, porque también detestaba cuando esté trataba de coquetearle

—     ¿Para qué me necesitas? — pregunto Daryl, mientras tecleaba un mensaje en su teléfono móvil

—     Quería decirle que, si voy a asistir a la gala de beneficencia, pero necesito que me dé permiso para irme antes del trabajo, necesito pasar por una tienda y comprar algo que pueda usar esta noche — respondió Karen avergonzada, no estaba acostumbrada a pedirle permiso a su jefe, más bien era de los empleados que se quedaba hasta muy tarde

Daryl la miro y sonrió, era tan afortunado de tener a una esclava como ella a su lado, luego se regañó por haber pensado de esa manera, ella no era ninguna esclava ¿O sí?

—     Puedes irte cuando quieras Karen, pero antes déjame llamar a Mateo el chófer de mi madre para que traiga los pases de la gala, ¿Cuántos necesitas? — pregunto Daryl

Karen lo pensó muy bien y recordó a su amigo Alejandro, sabía que a él le encantaría ir con ellas, así que sin más decidió agregarlo a la lista

—     Necesito tres pases señor — dijo Karen titubeando

—     Perfecto, espera a que me los traigan y luego te marchas, ponte guapa con suerte te consigues a un novio en ese lugar

Aquellas palabras no le gustaron mucho a la chica, pero aún así ella sonrió, no podía dejar al descubierto un sentimiento que llevaba desde el día uno en la empresa

—     Tal vez señor, aunque yo no ando buscando novio — dijo Karen y soltó una risotada

—     Deberías hacerlo, siempre es bueno desahogarse, no hay nada peor que tener tensión en nuestro cuerpo por falta de sexo — dijo Daryl sin pensar

La cara de Karen fue un verdadero poema, aunque no era virgen le costaba mucho abordar los temas sexuales

—     Lo siento Karen, no quiero ofenderla, solo bromeaba — hablamos luego — dijo Daryl y se marchó a su oficina

Mas roja que una manzana se puso la cara de Karen, no había duda que Daryl Ferrer era un gran insolente, no se media o tal vez la veía como una amiga más, definitivamente no hay, pero ciego que él no quiere ver

Ya más calmada Karen se fue al baño, agarro su móvil y apenas entro busco el número de su amigo Alejandro y tecleo un mensaje

＜Hola amigo mío, ¿Qué harás hoy por la noche? ＞

Karen

No habían pasado diez segundos cuando este le contesto, por supuesto al leer el apelativo de “amigo mío”, todo se le revolvió

＜Hola bonita, ¿tienes una propuesta indecente para mí? ＞

Alejandro

＜Ja, ja, ja, ya quisieras, solo quería saber si nos quieres acompañar a Megan y a mí a una gala Benfica hoy por la noche＞

Karen

＜Ufff, que invitación tan tentadora＞

Alejandro

El sentido del humor del chico era único, siempre lograba sacarle una sonrisa a Karen, aun en los momentos en que estaba con los ánimos por los suelos, el buscaba la manera de hacerla sentir especial, pero ella pocas veces se daba cuenta

＜Es muy tentadora, ¿te animas? ＞

Karen

＜Claro que si bonita, jamás le diría que no a una mujer tan guapa y encantadora como tu＞

Alejandro

＜Eres un halagador Alejandro, entonces nos vemos en mi casa a las siete, ¡ponte guapo! ＞

Karen

＜Solo si es guapo para ti＞

Alejandro

Al enviar ese último mensaje el maldijo para sus adentros, conocía muy bien a Karen y debía tener un poco de tacto con ella, no soportaría que por un error ella se alejara de el

＜ ¿Para mí? ＞

Karen

Respondió Karen confundida, luego recordó que en una ocasión Megan le dijo que Alejandro estaba loco por comerse sus huesitos, en ese momento ella lo vio como un juego de parte de su amiga, pero… ¿sería cierto?, no quería averiguarlo a él lo veía como un hermano de vida y lo que menos quería era causarle un sufrimiento por algo que jamás iba a pasar, algo similar a su situación con Daryl Ferrer, donde todo estaba en su mente y nada podía llegar a ser real

＜ Ja, ja, ja, has picado, solo bromeo bonita, no te asuste＞

Alejandro

＜Ya lo sé tontito, ahora te dejo debo ocuparme de mi trabajo, he quedado con Megan y nos veremos temprano para buscar algo bonito para la ocasión＞

Karen

Ocuparse del trabajo era atender cada una de las cosas que se le ocurrían al CEO — pensó Alejandro, quien conocía un poco de la atracción que sentía Karen por su jefe, cosa que le había hecho sentir fatal en más de una ocasión

＜Vale, les llamare apenas salga de aquí＞

Alejandro

Karen guardo su móvil y antes de salir se miró en el espejo del tocador, ya no se le veía sonrojada, había regresado su color normal y es que hablar con su amigo Alejandro la relajaba, al mismo tiempo pensó en la invitación que le había hecho su jefe y se sintió emocionada, ¿estaría el viendo algo distinto en ella? — se preguntó mientras una gran sonrisa iluminaba su rostro

—     Tienes que verte muy guapa hoy Karen — se dijo así misma en voz alta