Bardi es un peligroso mafioso. Renata es la mujer de su peor enemigo, la esposa del hombre que asesinó a la suya, hay una deuda de sangre que necesita cobrarse, pero ni la sed de venganza pudo contra el deseo y el amor que comenzó a crecer entre ellos por más que lo evitaron. El pasado los une, el presente los obliga a separarse... Ella carga un pasado lleno de miedos Él lleva años arrastrando culpa ¿El amor será lo suficientemente fuerte para combatir las sombras y heridas del alma?"
Leer másPoco a poco comienzo a percibir los sonidos, mi cuerpo parece recomponerse del adormecimiento que las pastillas me provocan, el sonido del exterior toma intensidad, el cantar de las aves, los aspersores rociando el césped a primera hora de la mañana como siempre y el sonido de... ¿Teclas?Me esfuerzo en abrir los ojos, levantar los párpados que los siento como si fueran de plomo, cuando por fin lo logro me encuentro con la habitación aún sin las cortinas corridas, un poco oscuro en el interior y a mi lado Stefan sentado trabajando en el ordenador, su pecho desnudo se ilumina con la luz de la pantalla, su rostro tremendamente atractivo se encuentra concentrado en la pantalla mientras mantiene el ceño fruncido, sus brazos flexionados logran que sus músculos se tensen lo suficiente para que se aprecie su considerable musculatura; todo un deleite visual para mí. Me muevo ligeramente para acomodarme, ya que estaba algo incómoda, la cabeza de Stefan se mueve en mi dirección, cuando sus oj
Renata "Sonidos... sonidos muy fuertes, ensordecedores, invaden mi mente entre la oscuridad profunda en la que me encuentro, Gritos cargados de terror... detonaciones de armas ... Lamentos... Suplicas... golpes; el inconfundible sonido de la carne chocando contra los nudillos atraviesa las paredes, escucho llanto, el llanto de mujeres, hombres y niños, no veo nada, todo está muy oscuro, estiro las manos y estas chocan contra una superficie metálica muy fría... estoy... estoy en la caja; el miedo detona en mi cuerpo, comienzo a temblar y a sentir humedad, humedad en mis piernas, una humedad cálida y viscosa, arriba de mi cabeza se abre un pequeño espacio que deja entrar un poco de luz en el interior, logro ver mis manos, están manchadas de sangre... mucha sangre, en mi ropa, mis piernas... otro aborto"Abro los ojos de golpe y me siento en la cama sintiendo que la ropa y las sábanas se me pegan en el cuerpo que se encuentra lleno de sudor, mi corazón está acelerado, me late con fuerza
Stefan No tengo idea de que me pasó hace rato, la manera en la que me entregué a Renata fue completa, y me sentí de una manera que no pensé volver a experimentar nunca, me sentí seguro y a la vez perdido. Renata fue un huracán que llegó a removerme todo en el interior, a hacerme sentir cosas tan intensas, como el odio, la preocupación, el deseo, el miedo... y el amor.No tengo idea de que es lo que hay entre nosotros ahora, en que punto nos encontramos después de todo lo que hemos hecho, pero lo que si sé es que tengo miedo de hablarlo, como cuando pides un deseo en voz alta y temes que no se haga realidad, temo abrir la boca para comenzar una conversación en la cual no sé que decir ni que rumbo tomará. La puerta de mi oficina se abre, una emoción sin precedentes golpea mi pecho al pensar que Renata viene de vuelta, pero al ver la cara de Alessandro todas esas emociones se esfuman como humo arrastrado por el viento.— Uy que cara... sin duda no me esperabas a mí.- Alessandro se burla
La mirada de Stefan es abrazadora, profunda, llena de promesas oscuras y placenteras, me derrito ante la caricia de sus ojos sobre mi piel, no tengo idea de que es lo que nos pasa, a mí, a él. Parecemos conejos, un par de adolescentes con las hormonas alborotadas, pero en realidad no quiero parar, no quiero que él lo haga me gustaría que esto no acabara nunca. Se ha convertido en una droga para mí, todo él, su cuerpo, su voz, su olor y su presencia; me tiende la mano para que salga de mi escondite, no dice ni una palabra, no necesito que lo haga, la tomo y salgo del lugar, me quedo parada frente a él, nuestras miradas unidas bailando a un compás suave mientras nuestros cuerpos permanecen en su lugar. Hay algo diferente en su mirada, algo que no sé cómo describir ni interpretar, hay deseo y necesidad como ya lo había visto reflejado en sus ojos en otras ocasiones, pero esta vez hay algo más. Da un paso para acortar la poca distancia que nos separa, toma mi rostro entre sus manos y
Renata La valentía se me acaba de ir de repente, pensé que sería buena idea jugar un poco provocando a Stefan con la nueva ropa que me mandó comprar, estoy tan aliviada de haberle puesto el seguro a la puerta antes de entrar. — Es Alessandro...- digo lo obvio con la voz temerosa. — Maldito inoportuno como siempre.— ¡Ey! ¡Sé que estás ahí!.- Alessandro se queja desde el otro lado de la puerta, los ojos azules se Stefan se posan sobre mí. — ¿Quieres esconderte o le abro?.- Stefan me mira a mí, no tengo idea porque deja esa decisión en mis manos, solo una cosa llega a mi cabeza en este momento. — ¿No te molesta? Que él se dé cuenta de que tú... y yo... pues, hicimos.- Stefan arruga la frente y sonríe. — Para nada, tarde o temprano se dará cuenta, aquí el verdadero detalle es si vas a soportar... por su comportamiento cuando se entere, justo en este momento. Tiene razón, Alessandro, es Alessandro, claro que se dará cuenta, es un sabueso para rastrear sexo, y sin duda este momento
Stefan. Por más que quisiera volver a estar todo el día con Renata en la habitación tengo asuntos que atender, pero lo que si puedo hacer es apurarme lo más que pueda para regresar a encerrarme con ella.Estoy revisando algunos documentos relacionados con el envío de armas que viene y necesito coordinar la entrega que se realizará mañana, de pronto un ligero toque en la puerta me hace levantar la cabeza, posiblemente una de las empleadas. — ¿Si?.- respondo con molestia, no me gusta que me interrumpan cuando estoy trabajando, la puerta se abre, una maraña de cabello rojizo y unos bonitos ojitos color ámbar se asoman. — ¿Te molesto?.- cambio mi tono de voz, mi semblante he incluso mi postura. — No claro que no, pasa... ¿Estás bien?.- ella evita mirarme directamente a los ojos.— Sí, es solo que... estoy aburrida, creo que quedé demasiado dependiente a la compañía de Alessandro ¿Puedo estar aquí? Prometo no molestar. — Tú no molestas rojita, claro pasa, estoy revisando unos document
El canto de las aves llega a mis oídos, además del sonido de los aspersores que riegan el césped cada mañana, siento los músculos de mi cuerpo algo entumecidos y curiosamente mi cabeza parece subir y bajar con suavidad, poniendo atención mi mejilla se siente muy tibia; abro los ojos poco a poco, lo primero que noto es piel, piel firme y bronceada, los recuerdos me sacuden la cabeza, las imágenes de anoche se cuelan sin permiso, muevo la cabeza lentamente para ver arriba, ahí está él.Stefan duerme tranquilamente, su respiración es suave y tranquila, me separo con cuidado y lentitud de él, tiene su brazo sobre mi cintura, me apoyo en uno de mis brazos, me permito observar su atractivo y varonil rostro en ese estado de completa relajación, un escalofrío me recorre el cuerpo al llegar a sus labios, labios que tuve sobre los míos y por toda mi piel.Me doy cuenta de que estoy desnuda... estamos desnudos, esto era más del estilo de Alessandro, pero me escabulló con lentitud para irme, no
Me permito deleitarme con su varonil y perfecto cuerpo frente al mío, me falla la respiración en ocasiones, a penas estoy recomponiéndome de lo que sea que me pasó. La mirada de Stefan es tan intensa, abrazadora y vivaz.— Ven aquí. Se aparta de mi cuerpo y me tiende una mano para que me ponga de pie, él comienza a depositar besos en mi cuello, cierro los ojos absorbiendo todo el placer que me provoca y comienza a despertar en mi cuerpo de nuevo, sus manos se van a la cremallera lateral del vestido, tomo aire al sentir como comienza a bajarme las mangas, dentro de poco el vestido caerá al suelo y yo estaré totalmente desnuda frente a él. No es mi primera vez, no es mi primer encuentro sexual, pero siento como si lo fuera, esta experiencia, todo lo que estoy sintiendo, el trato que él está teniendo conmigo es algo nuevo e inexplicable. La ropa cae al suelo, estamos tan cerca el uno del otro, ambos sin ropa, exponiendo nuestro cuerpo al otro. Volteo a ver a Stefan, pero en cuánto nue
Me quedo sin aire por un momento y después me veo obligada separar los labios para tomar la mayor cantidad de oxígeno que me sea posible, aún con la cara ardiente me esfuerzo por negar lo que claramente es verdad.— Eso no es verdad...La luz de la luna es lo suficientemente intensa para lograr apreciar como se levanta una ceja de su atractivo rostro y se acerca a la barra donde estoy, con cada paso se me aceleran los latidos, se para al lado de la barra y deja ahí la botella, no voltea a verme. — Bueno, en ese caso te recomendaría que te marcharas a dormir a tu habitación, si no, terminaré lo que comencé en este lugar aquella noche... Se me seca la boca, mi cuerpo está descontrolado y me pide a gritos lanzarme a sus brazos y dejarlo hacerme lo que quiera, el orgullo me gana por un momento y me doy la vuelta para alejarme, pero la poca valentía cortesía del alcohol que tomé esta noche me grita que no me resista, quiero esto tanto como sé que él lo quiere, esta vez no está ebrio, es