Luciana Castro es una maestra de primaria que lo único que tiene es su trabajo y a su padre, pero un día llega una trágica noticia, su amado padre ha sido atropellado y debe ir a hacerse presente como familiar. Lo sorprendente es que al llegar al hospital, es uno de los más caros e importantes del país en el que le notifican que no le informarán el estado de su padre hasta que pague la deuda, pero ella no tiene con qué pagarlo. Así que hace lo impensable, pedir ayuda a su madre quien le pone una condición. Debe casarse con un completo desconocido tomando la identidad de su hermana menor, a cambio obtendría el dinero necesario para mantener a su padre con vida. Mientras tanto, Erick Contreras es un hombre poderoso y arraigado a un solo principio, mantenerse siempre a la vanguardia para mantener el consorcio que posee en la cúspide del éxito, a pesar de tener una sombra rondando sobre sus hombros y en sus tiempos libres dejar su amor en cualquier mujer que se deje querer. La situación es clara… o eso pensaban todos, hasta que después de la noche de bodas Luciana descubre que su esposo no es el mismo con el que había consumado su matrimonio. Era el hermano de su esposo… Historias entrelazadas y cada quien tiene sus objetivos claros… ¿Qué sucederá con todos esos secretos? Podrá Luciana recuperar su vida de siempre…
Leer másMauricio estaba descontrolado, habían rastreado a Luciana.— Señor la señora se encuentra en el auto de Milenka Pankratov.— Me importa un carajo en el auto de quien esté— Dijo Mauricio al teléfono— Quiero a mi mujer ahora y así debe ser.— Sí señor.En ese momento se encontraban en la carretera, era la única vía de posible dirección, el auto iba a una alta velocidad por lo que ellos comenzaron a cercar el lugar.Todos los agentes estaban a la espera de ella deteniéndose, el plan era que después de haberla hecho parar debían bajar segura a la señora Contreras, pero sorpresivamente todo salió completamente diferente.Los agentes solo fueron espectadores al encontrarse con el auto color rojo derrapando por la nieve e irse por un barranco.Nadie sabía que debían hacer ¿Proteger a la señora? ¿Dejarla como un accidente lamentable? Por todos era sabida la mala relación que había entre ellos.El agente encargado del operativo, con la mano temblorosa volvió a llamar al señor Contreras.— S
Luciana con el rostro rojo ante la desesperación se encontró con Milenka en el elevador.— Amiga ¿estás bien?— cuestionó la rusa— ¿qué sucede?La pelirroja sin pensarlo dos veces se abalanzó en el elevador y comenzó a tocar desesperada el botón para que se cerraran las puertas, el tiempo estaba en contra.— ¿Qué tienes? ¿qué pasa? ¿qué te hizo ese maldito?— Decía Milenka— Deja que hable con él.— ¡No!— gritó Luciana desesperada— sácame de aquí Milenka, sácame de aquí por favor.— Lo sabía — dijo la pequeña rubia— sabía que ese hombre te tenía encerrada.Luciana veía cómo los números de los pisos en la pantalla del elevador iban disminuyendo, el tiempo se terminaba.— Escúchame bien — dijo Luciana— necesito que sepas la verdad, estos dos pequeños no son de Mauricio, son de su hermano, de Erick Contreras,— Luciana no sabía si lo que estaba haciendo era lo correcto, ninguno de los dos era alguien adecuado para ellos— él me tiene amenazada ¿comprendes? necesito que tú lo sepas, si yo
Esa habitación tan amplia y acogedora, en este momento solo era un recordatorio del poco espacio con el que contaba.— Vamos Luciana— dijo Mauricio al mismo tiempo que se acercaba desabotonándose la camisa botón tras otro— Pórtate bien, es lo único que pido.Su mirada era clara, fuerte y una orden que Luciana se negaba a aceptar— No me toques — exigió ella— no vuelvas a tocarme. Poco a poco comenzó a hacerse para atrás en busca de algo con lo cual defenderse, su cuerpo estaba alterado, sabiendo perfectamente que seguía, el forzándola para entrar en su cuerpo.— Luciana eres mi esposa, toda tú eres mía, todo tu cuerpo me pertenece— la voz profunda de Mauricio dejaba claro que siempre había fingido ser alguien más ocultando ese monstruo desalmado que realmente era— No puedes negarme lo que es mío por derecho. La respiración de Luciana se agitó aún más, y sus manos se colocaron de manera protectora sobre su hinchado vientre, no podría tolerarlo otra vez, no debía, no quería pasar
...Meses después...El vientre de Luciana era grande y prominente, y hasta ese momento lo único que la llenaba de esperanza.— Luciana — Dijo Milenka emocionada— deberíamos ir a las tiendas ¿qué te parece comprar ropa para estos dos hermosos bebés? ya falta poco tiempo para que ellos lleguen a este mundo y la tía Milenka los va a consentir mucho.Luciana se mantuvo un silencio, pensativa, ese departamento en el que creyó que reiniciaría su vida y finalmente sería feliz, se había vuelto más una cárcel que una ilusión.De manera discreta Luciana giró los ojos solo un instante en dirección de un cuadro en la pared, sabía que él la estaba observando, siempre lo hacía, cuidando constantemente cada uno de sus comentarios, de sus frases, de sus acciones.“Maldito” Pensó llena de rabia.— No, últimamente me he sentido muy cansada — respondió Luciana.Milenka la miró preocupada al mismo tiempo que ponía sus manos sobre la barriga de la pelirroja.— Luciana dime la verdad, te he visto muy apaga
Luciana estaba en un pequeño altar en el mismo hospital donde estaba siendo operado Mauricio, aunque le habían dicho que mínimo serían ocho horas de intervención ya habían pasado más de diez y no tenía noticias.— Señor por favor te pido que cuides de él, sé que no me he comportado de manera correcta como para poder pedirte cosas, pero en este momento no podría sobrevivir a otra perdida, me siento sola y sin Mauricio no sabría que más hacer,, seré una esposa excelente para el sólo mantenlo con vida.El dolor y sufrimiento que ella sentía era casi palpable, estaba cansada de estar siempre pidiendo, rogando por un poco de estabilidad y certeza en su vida, ni cambiando a otro país toda su vida, esto cambiaba, siempre era ella quien tenía que ceder, y arrodillarse.— Señora Contreras— Un doctor auxiliar y compañero de Milenka le llamaba.Luciana se levantó para acercarse a él, aunque no pudo evitar notar que el guardia que siempre la acompañaba se acercaba más a ellos, de manera protecto
Los días avanzaban y Erick cada vez se volvía más oscuro.— Les ordené — dijo él con una voz rasposa— que identificaran dónde carajos estaba Luciana.Tanto Omar como Jonas estaban nerviosos, Erick Contreras el hombre comprensivo y estratégico que habían conocido durante bastante tiempo en este momento era un hombre desesperado, ansioso y sobre todo impaciente, propenso a cometer errores.— Erick como te mencioné hoy en la mañana— dijo Omar haciendo uso de toda su paciencia— todo lo que tenemos ya se ha entregado, ya te lo hemos notificado parece como si se la hubiera tragado la tierra tanto a ella como a Mauricio.— ¡Eso no puede ser!— gritó Erick— Él sigue teniendo video llamadas con la empresa, él sigue cumpliendo con sus obligaciones ¿por qué demonios no lo interceptan e identifican de dónde demonios viene su señal?— gritó Erick furioso al mismo tiempo que tomaba un trago del vaso de alcohol que tenía en la mano.Sus ojos estaban rojos y coléricos, su caminar era errático no había
Frente a Luciana se encuentra un edificio imponente y magnífico, de varios pisos y muchos cristales haciendo de tragaluz en el interior.— ¿Es aquí donde vamos a vivir?— pregunta ella de manera nerviosa.— Sí viviremos en el pent-house— responde Mauricio.Ella siente había decidido ser una esposa entrañable para Mauricio, después de todo lo que estaba haciendo por ella, esto era lo mínimo que el merecía.Al subir en el elevador y llegar a la puerta de acceso, un amplio recibidor estaba frente a sus ojos.— Esto — dijo Luciana nerviosa— es hermoso Mauricio.— Será el inicio de una nueva vida. — Él sonrió al ver el rostro conmovido de ella.En ese momento llegó una mujer para saludarlos.— Bienvenidos.— Ella es Nadia — la presentó Mauricio— ella te acompañará y estará atenta a todas nuestras necesidades, no quiero que hagas esfuerzos innecesarios que puedan ponerte en riesgo a ti o a nuestros hijos.Luciana seguía sin habla, Mauricio era el hombre perfecto. Atento, precavido y tenaz.
En medio del despegue del avión, Luciana se encuentra nerviosa y ansiosa, después de todo estaría abandonando la idea de resolver lo que había sucedido realmente en el accidente de su padre, incluso realmente estaría dejando atrás a su padre.— Miranda — Mauricio se acercó y la tomó de la mano— Podremos hacer este el inicio de nuestro destino, de lo que será nuestra vida de aquí hacia el futuro, pero necesito que solo pienses en mi como tu futuro.Ella se giró y observo a mirada decidida de Mauricio, desde ese día que decidieron reiniciar todo para darle una familia a sus hijos, ella había intentado de manera proactiva mantenerse de su lado y después de lo que estaba esperándolos en Moscú, sabía que él estaría más que dispuesto a olvidar todo lo que había pasado en este país.Lo dejarían atrás y se olvidarían de todos… y ella de él…En ese momento sonó su teléfono y Mauricio alcanzó a ver quién era. Su rostro cambió drásticamente.— Te lo dije… solo hay una condición para todo esto.
Luciana sintió que esto era una especie de juego del destino.— Déjame explicarte.— Explicarme que— Preguntó Mauricio al mismo tiempo que aventaba todos los documentos al suelo— que vas a explicarme, no comprendo mucho de esos informes Miranda pero lo que sí entiendo es…. Que tú y yo no tenemos tanto tiempo de haber tenido relaciones sexuales, no para que esos bebés sean míos.Luciana cerró los ojos por un momento, necesitaba fuerza para lo que estaba a punto de decir.— Puedo explicarlo— Repitió agotada, pero buscando una forma de salir de esto.Se sentía agotada, sin energía para luchar pero este era el momento decisivo en el que tenía que saber cuál sería el destino de sus pequeños hijos.— ¿Qué me vas a explicar?— Insistió Mauricio con la mirada desfigurada— que haberte acostado con mi hermano dio como resultado a estos bebés, que no es lo que tú querías, que sucedió de manera inesperada, que no sabías lo que hacías…— la voz de Mauricio se cortó y él tuvo que contenerse un mom