OSCURO

OSCURO ES

Hombre lobo
Alexa Mcliz   Recién actualizado
goodnovel18goodnovel
10
1 Reseña
24Capítulos
475leídos
Leer
Añadido
Resumen
Índice

Sinopsis

La historia inicia con un paseo en el bosque, 4 brujas deciden pasear por los predios, hasta que la tierra se abre debajo de ellas. Decenas de demonios emergen, uno en especial de estirpe. La bruja mística que se encuentra liderando la expedición es obligada a descender al mismo infierno como esposa del demonio. Después de esto se desatan los vínculos y pasiones más retorcidas así como efervescentes.

Leer más

Último capítulo

También te gustarán

Novelas relacionadas

Nuevas novelas de lanzamiento

Libros interesantes del mismo período

Comentarios Escanea el código para leer en la APP
user avatar
Ubencia Castillo
Una trama interesante.
2025-01-10 21:26:12
1
24 chapters
Bosque/ Las tinieblas de Kairon Loguember
California, Marzo del 2015. Debajo de las aguas y una oscuridad confusa, se abrazaron. Estaban escondidas, esa parada era una sentencia de lejanía. Sus pequeñas manos se mantuvieron unidas en el estrecho rincón. El lenguaje de su destino llegaba a los oídos de la pequeña de cabello plateado "Luna". Sol vió a su hermana llorar por primera vez. Le pasó con suavidad sus dedos, por su pálida tez con pecas andarinas. —Esta muy caliente tu dedo.—Su hermana luna era una bruja mística, como su madre, en cambio ella era una diabla Carmesí, la herencia de su progenitor corría de una forma más pura entre sus venas. A pesar de su edad ya reconocían su naturaleza. Lo único que era ajeno a su inocencia era el rostro de quien las engendró. No debía ser bueno, su mamá le temía. Los chasquidos de unos pies las sacaron de su apego. Amaba a luna, desde el vientre de su madre habían compartido todo. Cuando un foco las alumbró, un hilo de dolor la envolvió. —Mis pequeñas. Ya es hora.—La voz dulce
Leer más
La futura reina Carmesí.
El demonio milenario Kairon Loguember, el gran jefe carmesí, uno de los pocos restantes de ese linaje sangriento y lujurioso, estaba entre los límites de la tierra y el infierno, en el pináculo más alto de la montaña encenizada por la lava ardiente que delineaban las colinas infernales. A su lado, cientos de demonios nómadas y súbditos carroñeros. Era su morada meditativa. Miraba al cielo grifo con estupor, a ese cielo invisible y nebuloso. En un instante sintió como un rayo partio la oscuridad y la parte invisible de la tierra se volvió un poco traslúcida, para que los seres del bajo astral pudieran observar ese espacio que todos ellos tachaban de rastrero y servil.Relajo los músculos de su espalda, se merecía ese descanso, mientras esperaba la llegada de la hora frágil «denominaban asi, al tiempo en que la frontera espiritual que dividía el mundo humano con el de los demonios se dilataba y podían traspasarlo libremente». La aguja del reloj oxidado, apostado en otra cúspide borras
Leer más
Un pacto de mentira.
Olfateó con una intensidad abrasadora la esencia que venía a su lado, tampoco sus manos se limitaron, tocó su trasero. Total, era suya. La curiosidad lo estaba matando, le urgía conocer lo que estaba debajo de los trapos que forraban su cuerpo.—«¡Grrr!». —Gruñó y miró hacia atrás, todos los carroñeros los seguían, custodiando sus espaldas.A lo lejos podía ver su territorio. Intensificó el tono de sus pasos por unos más acelerados, tan fuertes que sacudían el polvo, hacían brotar chispas de fuego.Media hora de recorrido, en los extremos más cercanos del castillo de lava, el caliente infernal no era tan fuerte. Aunque sonara ilógico, más bien mantenía un halo cálido, sin vapor.Desde ahí, sus dos súbditos de mayor rango, despidieron a los carroñeros, por lo regular se quedaban al extremo del campo lúgubre, los otros pasadizos no lo podían atravesar, solamente eran para demonios de estirpe como él o los que seleccionaba para ser parte de su círculo de guerreros más cercanos. Nada de e
Leer más
Soledad cautiva.
Le toco hacer una pausa de sumisión, su carácter asertivo y concentrado en la confrontación del mal, debía quedar dormido mientras permaneciera bajo los dominios de ese Demonio. Intentaba con esa misma calma seguir el ritmo acelerado del desplazamiento crudo de sus pies acostumbrados a su territorio, él no dejaba de gruñir como animal inquieto luego de ella escupir una mentira arriesgada, sobre un supuesto vinculo. Ganar tiempo era su prioridad, la pasaría muy mal si su cuerpo era corrompido por ese ser.La observación sería su mayor aliado para doblegar su espíritu siniestro. Sopesó en su andar reflexivo, entre los repuntes de sus pies cansados.—¡Camina más rápido, servidora!.—Le causó un leve sobresalto, el llamado histérico del demonio, que la había arrastrado a su hábitat hostil.—No refunfuñes, ya estamos llegando.—Estaban a pocos metros de lo que parecía la entrada. Respiro profundo, para no agotar su paciencia nata. Debía ser pura miel para endulzar esa fiera, marearlo en su
Leer más
La Salamandra.
El demonio Carmesí no disimulaba su impaciencia, una vez dejo a Vieda encerrada en la habitación más cercana a la suya, bajo a su biblioteca. Boa, como fiel súbdito y mayordomo lo siguió al interior de ese espacio lúgubre, con olor añejo.—Amo, me preocupa su silencio.—Se atrevió a decir con voz estropajosa.Kairon, yacía sentado, con todo el peso de su enorme cuerpo, haciéndole presión a su sillón de monarca. En los bordes superiores estaban los craneos de sus peores enemigos, derrotados por su poder imponente, casi invencible.—Solo intento tener paciencia. —Los ojos terroríficos del demonio se encendieron, el débil esclavo lambiscón retrocedió, sabía que la pasaría muy mal, de su amo caer en una crisis de rabia roja, todos en el palacio sufrían cuando eso pasaba.—Mejor ve a decirle a tus sirvientes que preparen suficiente cena para esta noche, en horas de la madrugada volveré a subir.—¿Y la reina señor?.—Kairon miro al pequeño adefesio, en verdad ni sospechaba sobre los gustos de
Leer más
La redonda cabeza que brillaba.
El tiempo era un misterio, más dentro de la bruma que arropaba su visión cerrada, incluso su respiración colapsaba con los hematomas frescos de sus sueños. Su esperanzas estaban maltratadas, ese demonio Carmesí, se había encargado de aplastarlas con sus grandes pies y la feroz manera de arrastrarla a su nicho. Froto sus manos contra los contornos de sus delicados brazos, en un autoabrazo que le hacía recordar que aún estaba viva, tibia, con un corazón que palpitaba aunque fuera de miedo. Abrió sus párpados para contemplar más a fondo la espesura siniestra de la atmósfera, tampoco se reflejaba con tanta evidencia la esencia de su nuevo hogar; una cama con la tela oscura cubriendo su forma rectangular con cierta elegancia. Solo eso pudo divisar en todo el espacio, junto al contraste de la sombra del agua en una pared más alejada, como si se filtrara de entre las rocas. Parecía una cascada, hizo un esfuerzo casi titánico para levantarse del pequeño rincón que se había vuelto su r
Leer más
¡Ay!.
Kairon Loguember lamía extasiado las fantasias recreadas, en su mente siempre perturbada por el deseo sexual, a la par devoraba la carne tierna de un cordero a mitad de cocción, se imagino por instantes que saciaba su apetito con la hermosa bruja que tenía encerrada en el segundo nivel de su castillo. Tiro los huesos destrozados sobre la mesa, en instinto animal, azotado por el deseo que no hacía más que crecer se froto su miembr0 con desesperación. Su vista inquieta se posó en Boa que yacía de pie, en una esquina apartada del comedor, pero suficientemente cerca para estar atento a sus movimientos o ha un llamado hiperactivo. Tomó la botella de vino y la llevo a sus labios a un cubiertos por la grasa animal, incluso rastros de sangre. En fracciones de segundos consumió el licor dulce, hasta secar la botella.—¡Burrrp, burrrp!. —La dejo sin más sobre la mesa, encamino su cuerpo hacia las escaleras, el poderío absoluto se planto en cada peldaño de la escalera, ya en el piso superior o
Leer más
Domar...
En verdad la condenada estaba bastante cerrada. Volvió a intentar entrar su punta frondosa con más fuerza. En la siguiente puesta, empujó con tanta violencia que pudo percibir el desgarro. Este a la vez lastimó su punta frondosa. —¡Joder, coño!. —Retiró la parte de su miembro que había atravesado la vagina estrecha de la bruja. Al sacarlo, afianzó su vista carmesí para tener mejor visión ante la luz tenue de la habitación. Notó que estaba bastante ensangrentado, no precisamente de la suya. Enfocó a la cretina, yacía inmóvil, incluso retraída por el aparente dolor, cuerpo vencido ante la conmoción del impacto poderoso de su verga. Volvió a repasar la sangre, sus tetas, la piel impecable de la bruja, con más determinación el coño a su disposición y semi desvirgado.—¡No jodas, una bruja virgen!.—Dijo con desprecio, nunca había tenido eso, siempre le habían gustado las hembras que sabían a lo que iban.—Se supone que soy mística, pedazo de animal. —La perra cretina fue muy grosera. E
Leer más
Hasta el fondo.
Sus piernas temblaban. Temblaba bastante mientras se acercaba a la tina de agua fresca. Fue un gran esfuerzo de su débil cuerpo, drenado por las ansias calientes de ese demonio que yacía quieto sobre la cama, luego de apoderarse de su virtud. Sumergió una de sus piernas, luego otra con dificultad, se tambaleaba y su femineidad ardia. Fue alivio leve entregarse nuevamente a las aguas, mezclar su sangre y los fluidos pecaminosos del demonio con el líquido puro. No le dio pereza sumergirse completamente, intentando incluso ahogarse ante la impotencia de sentirse sucia. Igual estaba perdida. Se mantuvo levitando en su interior para abstraer su espíritu lejos de su cuerpo corrompido por el placer carnal. Quería morir. En ese momento se sentía a muerta en vida. Su cuerpo en sí, aparte de sus pensamientos, estaban en una misma sintonía. Dejó que su cuerpo se alivianara sobre el silencio. Sumergida, las leves burbujas comenzaron a emerger. Cerró sus ojos, contempló la oscuridad. Ese
Leer más
Calentura
La fatiga, la llevo a conciliar el sueño casi al instante, fue larga la acogida en la suavidad lúgubre de la cama, se acurrucó con recelo de su propia piel, no reparo en su propio pudor. Yacía desnuda, incluso el sereno tibio que visitaba la morada desde las afueras más caldeantes, se encargo de evaporar la humedad de su piel.Con un aparente amanecer, sus párpados se abrieron. Miro con insistencia a todos lados, hasta recordar que era una prisionera del demonio Carmesí, Kairon Loguember; para colmo, su destinada. Dio algunas vueltas infantiles en la cama, incluso pataleo intentando desvanecer la frustración. La acción tuvo fin cuando un leve ardor revivió entre sus piernas. Tocó su pelvis.—¡Oh Vieda!, ese demonio te destrozó. Los golpes fríos dolían más, ella había recibido bastantes en la madrugada, con brutalidad. Todo su cuerpo se retorció al recordar las vivencias, los pezones se ponían turgentes con la pizca del recuerdo de haber estado dentro de la boca humedad del demonio.—¡
Leer más
Escanea el código para leer en la APP