Tres años he esperado para ser la Luna perfecta de mi manada y darle un heredero al Alfa. Tres años de mentiras, siendo la intrusa en el amor de otros. Tres años para sufrir la muerte de mi bebé y vengarme del hombre que desfiguró mi rostro y destrozó mi vientre. Morir capturada por mi propia manada o escapar y sobrevivir, eran mis dos caminos y tomé la decisión de esconderme y vivir. El Rey Lycan, Aldric Thorne, el más sanguinario y cruel que dirigía a los hombres lobos con mano de hierro, me convertí en su doncella personal, la posición más peligrosa, donde podía perder la cabeza en cualquier momento, en el mínimo desliz, pero nadie de mi pasado me buscaría aquí. “Siempre sumisa, no hables, no escuches, no veas nada, no molestes al Lycan o morirás” eran reglas simples a seguir y pensé estar haciéndolo bien, hasta que un día, el Rey me hizo una proposición que no pude rechazar. — ¿Quieres que salve a esas personas? Entonces entrégate a mí esta noche, sé mi mujer, te deseo y sé que sientes lo mismo, una vez, Valeria, solo una vez… Pero no fue solo una vez y la pasión se convirtió en amor. Ese hombre frío e indomable logró conquistar también mi corazón. Sin embargo, cuando el pasado viene a acosarme y la verdad de mi nacimiento se revela ante mí, debo volver a tomar una decisión, escapar del Rey Lycan o esperar por su misericordia. “Lo lamento, pero esta vez no perderé de nuevo a mis cachorros, ni siquiera por ti, Aldric” Mi nombre es Valeria Von Carstein y esta, es mi complicada historia de amor con el Rey Lycan.
Leer másLYRANo sé dónde estoy ni qué me sucedió.Mi cuerpo se siente como licuado, desmembrado y vuelto a coser de mala manera.Un gemido doloroso sale de los labios de alguien. Creo… creo que soy yo misma.Mis largas pestañas parpadean con cansancio, solo quiero quedarme dormida para siempre. Recuerdos vagos inundan mi mente.—Aahh… —gimo de nuevo al intentar mover la pierna derecha y una punzada excruciante recorre mi cuerpo.Mis ojos se abren y se cierran con molestia; la luz repentina me apuñala las retinas."¿Aztoria?" llamo a mi loba y comienzo a entrar en pánico al no sentirla.No tengo muy claro si está débil o si es algo peor.Tomo la autonomía de mi cuerpo y me voy incorporando lentamente. Estoy herida por todas partes y sin sanar muy bien.Mis poderes están restringidos. Flashes aparecen en mi cerebro embotado.Estaba con mis hermanos, con… con Lavinia. Sí, sí… y también con Vicky.El rostro de Laziel gritándome que me aferrara a su mano asalta mi cabeza.Me incorporo de golpe. ¡Fu
Hola, hola, queridos lectores. Vaya, parece que fue ayer y ya llevamos meses y meses en esta aventura que llegó a su fin.Y siii ya sé que se quedaron como: ¡¿A dónde fueron esos niños revoltosos?! ¡Quiero saber más! (jajajaj)Pues bien, primero confesar que no me gustan las sagas en libros separados, porque mis historias tienen muchos detalles y subtramas que luego es complejo explicar de cero en un nuevo libro.Además, los nuevos lectores luego comienzan por el orden equivocado y se pierden con la secuencia de los eventos, en cualquier caso, me arriesgaré a probar y veré como lo integro todo.Como se imaginan, esos portales llevaran a los hijos de papá y mamá a otros mundos, reinos, continentes (lo que se me ocurra jajaj) y vivirán ahí sus propias historias.Aclaro: NO SALDRÁN MÁS LOS PERSONAJES QUE YA SE TOCARON EN ESTE LIBRO. Quizás de refilón en algún momento, al final cuando se reúnan, pero solo de pasada, no puedo seguirlos arrastrando para siempre.Comenzaré con la historia de
NARRADORALa enorme loba de color medianoche con mechones dorados le encajó con saña los dientes a la criatura.Cualquiera pensaría que sus fauces atravesarían la nada. Fuerza bruta contra algo inmaterial era difícil de combatir.Sin embargo, Lyra, al igual que sus hermanos, era un ser especial y con características únicas.Aztoria, la loba de Lyra, desgarró los pedazos de magia oscura y los engulló, absorbiendo toda la energía macabra del espectro, algo que un lobo ni un lycan común podrían procesar en su cuerpo.—¡Estos hijos de puta ya me tienen harta! ¡Aahh! —Vicky rugió, abriéndose heridas profundas en las dos palmas de las manos y pegándolas al suelo.Sus labios comenzaron a recitar hechizos rápidos e incomprensibles.La montaña se estremeció, el bosque bajo sus pies se agitó.Como hija de su padre y descendiente del príncipe oscuro Zarek, estaba llamando a algunos de sus muertos vivientes para que los ayudaran en la lucha.Todo parecía indicar que los espectros tenían los segun
NARRADORATodos de pie sobre el saliente. Nyx observó el cielo sobre sus cabezas; no se veía nada, solo una densa capa de oscuridad.—Pienso que debemos atravesar esta cueva, no pude elevarme más con mis portales —Lavinia comunicó.Había un campo de energía flotando sobre la montaña.—. Chicos, creo que la brecha aquí está por abrirse —les dijo emocionada.—Espera a mi regreso —Laziel se giró para comandar a la cabeza gigante y negruzca que sobresalía a su espalda.Un siseo bajo se escuchó desde la bruma oscura espectral.Así, con más imprudencia que valentía, la generación nueva y poderosa de seres sobrenaturales se internó por el túnel oscuro, ahora iluminado por luces mágicas invocadas por Nyx.—Hay espectros más adelante, estén atentas. Voy a controlarlos, iré al frente —Laziel avanzó primero.Con la presencia de espectros, él era el indicado para enfrentarlos.A medida que seguía la claridad al final del camino, la mala premonición crecía en el pecho del príncipe, pero también su
NARRADORASigrid encontró enseguida a sus padres entrelazados en un baile.Miró divertida a su padre secreteándole algo a su madre, apostaba lo que fuese que era algo indecente; su padre siempre tan intenso, sobre todo a la hora de amar a su mate y a su familia.Aún recordaba cuando se apareció en el palacio con los tres cachorros ya en sus manos, casi infartando a los reyes y Aldric queriendo asesinar de nuevo a Silas.Culpándolo por haberla sacado con una barriga tan grande; incluso lo acusó de quererse robar a sus nietos solo para él.Nada, el típico día en el castillo del Rey Lycan.Se integraron a las parejas, hablando entre ellos, bromeando, pasándola bien.—Tío Zarek, ¡sigues matando el ritmo, eres un asesino de la música! —Sigrid se burló de su mentor. Solo ella para hacer eso.Entre la cara de Zarek, Silas y Laziel, se rifaban cuál podía mover menos músculos faciales al día.—Sigrita, no seas mala, mira que llevo media hora tratando de convencerlo para que me acompañe —Celine
NARRADORAÉl y sus manías raritas.—¿Qué haces aquí y cómo sabes que quiero ir a las montañas? —Lavinia frunció un poco el ceño.—No te estaba espiando, si es lo que te preocupa. Buscaba a mis hermanas, y no hay que ser muy aventajado para saber que te interesan los campos de energía —Laziel le respondió, mirando con ojos agudos hacia lo lejos, donde el cielo se enrarecía.—Bueno, dicho así… —"Parezco tonta".Lavinia torció un poco la boca.Se suponía que la mayor aquí era ella, y este chiquillo daba la sensación de un anciano de mil años.—Si te sientes incómoda, voy solo…—¡No, espera, Laziel! —Lavinia lo detuvo cuando dio la espalda sin más—. Lamento haber sido tan borde. Es que estoy algo ansiosa por esto, pero sí, me gustaría mucho ir contigo."Contigo es un millón de veces más seguro, sobre todo si hay espectros prófugos."—Buscaré primero a mis hermanas…—Aquí estamos. Ya sabía yo que mamá no se tardaría mucho en mandar la vigilancia —Lyra apareció con Nyx y Victoria.A saber
NARRADORA—Cada vez que te veo, te pareces más a nuestro padre…—¿Te suenan las palabras “gemelos idénticos”, tonto? Tú también te pareces…—¡Oye!—Dejen de balbucear ustedes dos y vayan a cazar. Procuren que, cuando regrese, haya mínimo dos jabalíes bien gordos—. Aldric se les acercó con cara de pocos amigos.—¡¿Jabalíes aquí, papá?! ¡Aquí no hay casi…!—Ya nos vamos, lo traeremos, papá—. Magnus agarró por el collar de la túnica a su hermano antes de que Aldric le bajara un guantazo.Es que Fenrir se los rifaba de a gratis.Era obvio que su padre, como siempre, los alejaba de su madre Selenia para que, cuando regresaran de la cacería, ya él estuviese con ella.—Laziel, alto ahí. Ve a ayudar a tus tíos —Valeria lo agarró, escabulléndose. Ese cachorro era más introvertido que una tortuga.—Mima, dejé unos experimentos a medias. Los tíos saben cazar muy bien —con la persona que Laziel mostraba más “calidez” era con Valeria.Luego su madre y bisabuela, pero la abuela se había ganado el p
NARRADORA Se había encontrado con su hija mayor y Lyra en el pueblo del feudo y, por suerte, Lavinia soltó toda la sopa antes de llegar aquí. No podía contactar con su hermana y ya estaba entrando en pánico, cuando vio a su madre, fue como ver los cielos abiertos, a pesar de saber que no se libraría del regaño. —Vengan acá, miren el espectáculo que hemos dado frente a los reyes. Elliot, termina de ser tan irracional. ¡Y cambia de una puñetera vez!—. Katherine agarró a sus hijas y le gruñó a su esposo. A Amara fue a la que más fuerte agarró de la muñeca para que no fuese con su mate, o regresarían de nuevo al enfrentamiento. La lycan se justificaba llorando, Lavinia intentaba interceder, Elliot en pelotas, Beof casi en pelotas, sangrando y pensando en qué decir para defenderse en el juicio que le venía encima: «Suegrito, su hija me bailó semidesnuda en un burdel y se iba a acostar conmigo haciéndose pasar por meretriz. ¡Imposible resistir tanta tentación, la carne es débil!» Ni a
NARRADORA“¡No, no, es su padre!”, le respondió a Soul intentando arreglar las cosas sin llevarlo a los extremos.Beof enseguida sospechó de la identidad del atacante y su lobo también reconoció el olor, pero una cosa era no luchar a muerte con el suegrito y otra muy distinta dejarse asesinar en el jardín.—¡Escúcheme, Regente, yo puedo expli…! ¡MALDITA SEA!—. Ni explicación ni un comino, el lycan oscuro le fue encima como una locomotora sin frenos.—¡Papá, no!—. Amara gritó, incorporándose de su caída al césped, viendo con horror cómo luchaba su padre convertido en lycan y su mate llevándose todo tipo de heridas en su forma humana.Tendría que intervenir.Su padre no escucharía las explicaciones que le estaba queriendo dar Beof y que no se transformaba por respeto.Se levantó con la clara idea de transformarse ella e interceder.—No, no, déjalos que resuelvan sus diferencias, así lo hacen los machos—. Nyx y Victoria la agarraron.Ya todos se habían puesto al día, pero solo miraban a