Stefan. El leve zumbido del motor del auto me resulta un tanto relajante, Renata esta a mi lado, nuestras manos unidas sobre mi muslo, compartiendo un agradable silencio, en la parte delantera están Alessandro y Alexis, sus voces me parecen tan distantes en este momento. Tengo una sensación extraña recorriéndome, pero no logro identificar lo que es, me gustaría decir que siento culpa por lo que hice, por las vidas que arrebate, pero no hay ni una pizca de ella en mí, eso me causa una especie de relajación, jamás he matado a nadie que no lo haya merecido, Stefan Lombardi no mata inocentes, le hice un favor al mundo al erradicar una muy mínima parte de maldad.— ¿Estás bien?.- la voz de Renata me hace volver a la realidad, me percató que el sonido del motor se ha detenido, estamos dentro de la cochera de la casa. Parpadeo varias veces y paseo la mirada un tanto sorprendido por el lugar, a pesar de estar mirando por la ventana no era consciente de lo que pasaba frente a mis ojos, Rena
Renata No sé de donde saque tanta valentía, pero aquí estoy, desnuda de cintura para abajo, con tan solo una camisa blanca de finos tirantes que se está empapando y pegándose a mi cuerpo como una segunda piel. Sinceramente después de todo lo que me pasó dudaba que en algún momento el deseo sexual despertara en mí, pero después de que los labios de Stefan se unieran con los míos despertó cosas que habían estado dormidas, quietas en mi interior. Pero algo me ha estado taladrando la mente... antes solo era un vago recuerdo, un pensamiento intrusivo, pero ahora es algo que no deja de crear eco en mi mente. Después de todo lo que pasó ¿Stefan me desea? ¿No le dará asco tocarme al saber que otras manos estuvieron sobre mí? ¿Las marcas en mi cuerpo serán desagradables para él? Quiero tener las respuestas, las necesito, además de querer saber si él está listo para dar este paso... le dije hace tiempo que no me sentía capaz de retomar la relación en donde la dejamos, me sorprende
Stefan Había añorado este momento desde hace mucho tiempo, en los meses tormentosos de su ausencia deseaba tenerla entre mis brazos, extrañaba su cuerpo, cada parte de ella, su sonrisa y su bella personalidad. Después nos tocó atravesar el infierno, una experiencia demasiado fuerte y difícil de superar para cualquier pareja, pensé que pasarían muchos más meses, quizás el año para que ella volviera a entregarme su cuerpo, hace tan solo unos días nos era imposible tanto a ella como a mí retomar lo que se había dejado en pausa, pero ahora esta lista para mí y yo lo estoy para ella. Ella está aquí no porque el deseo sexual la consumiera, o porque su cuerpo necesitará mis caricias, lo que necesita de mí va más allá de cualquier cosa carnal, viene desde dentro. Necesita que le demuestre mi amor de esta manera, necesita ver que a pesar de todo lo que le hicieron su cuerpo me sigue gustando, toda ella me encanta. Soy su hombre, mi deber es satisfacer y saciar cada deseo y necesidad de su
Renata. 1 semana después — ¡Oye! No seas bruto... Me quejo con Stefan, estamos en la piscina, cuando le dije que no sabía nadar optó por enseñarme y bueno estamos en la orilla, pero ya van varias veces que me tira agua en el rostro. — Pon atención. Ha estado explicándole como mover los brazos y piernas, pero no entiendo con explicaciones, necesito hacerlo por mi misma, pero el señor exageraciones piensa que me voy a ahogar, así que no entraré más profundo hasta que haga bien los movimientos. — Eres un abusivo… ¿Cómo se dice abusivo en italiano?— uomo molto bello... — ¿Qué? Como es posible que una palabra sea tan larga en italiano. - él comienza a reír. — Son diferentes idiomas corazón, a ver, quiero ver esos brazos ondeando como te enseñé. - cierro los ojos y me acomodó viendo al frente, llevo un short deportivo y una camisa de finos tirantes negra, solo estamos en la orilla, mi ropa está seca, mientras él, solo trae un short suelto que se ajusta perfectamente en su trasero y
Stefan El corazón me va a estallar de felicidad, con una gran sonrisa y una mirada llena de amor observo a mis hijos dormidos bajo los brazos de Renata, uno en cada lado. — Debo admitir que a una pequeña parte de mí le sorprende que ella siga aquí después de tu actitud con ella cuando me marché. Mi madre llega a mi lado, conozco ese tono travieso en su voz, lo usa cada que vez que tiene razón o se sale con la suya, aprieto los labios, listo para confesar que estoy totalmente enamorado de la mujer que hace meses le dije odiar. — Han pasado muchas cosas en estos meses... — Me imagino... - ese tonito, no me atrevo a verla a los ojos, sé que está riendo. — Ahora... somos pareja, estoy enamorado de ella. — ¡Oh!... ¿Debo de fingir sorpresa? Sabía que esto pasaría, no sé por qué, pero tenía el fuerte presentimiento. — Oh mira...- le digo con una sonrisa, me da gusto que se alegre por mí, aunque ella al parecer sabía mucho antes que yo que terminaríamos juntos.—, Ya que usted puede pr
"Esmeralda - Santidad y Pecado" Alessandro. El salón está sumido en la penumbra, a penas un poco iluminado por la baja intensidad de las luces del gran teatro, en el centro del escenario está una mujer regalando un espectáculo al vacío, su soledad es lo único que la acompaña... o por lo menos eso cree ella.Dania... Ella es un Ángel caído del cielo, lo más perfecto que mis ojos han visto, podría jurar que la mujer más pura con la que me he topado a lo largo de mi miserable vida; el canto suave y perfecto del violín que sostiene con sus delicadas manos llena la estancia, sus brazos se mueven con gracia, suavidad y elegancia, creando sonidos que rebotan en las paredes y hacen ecos que complementan la melodía. Mantiene sus ojos cerrados mientras se deja llevar por la música, su cabello lacio de color castaño claro descansa sobre su espalda, meciéndose suavemente al ritmo de su fascinante cuerpo. Ella es perfección, delicadeza y santidad, una mujer hecha y derecha, que siempre se
Un sonido fuerte llega a mis oídos sacándome de mi sueño profundo, el sonido de las detonaciones de armas me obliga a abrir los ojos de golpe, despertando por completo, no es como que me interrumpieran teniendo un hermoso sueño, ya he olvidado cuando fue la última vez que soñé algo, por lo menos una pesadilla que perturbara mi mente, pero ni eso, no había nada, solo es cerrar los ojos dejándome caer en un vacío oscuro para después despertar de nuevo en la mañana por ese sonido desagradable que a pesar de que su origen se encuentra en la distancia logra llegar a mis oídos y colarse en mi habitación para ser el primer sonido que llega a mis oídos al despertar. Ya me he acostumbrado a ese sonido que siempre me llega a primera hora del amanecer, para ser más exacta a las 7:00 am, es mi horrible despertador, y a pesar de que lo he escuchado todos los días durante años, no creo que nunca me acostumbre a ello, o me parezca por lo menos un poco familiarMe giro hasta quedar boca arriba, exte
Me dispongo a marcharme a mi habitación, no tengo ganas de seguir pensando en mi miserable existencia cuando de repente una de las sillas de mi lado izquierdo es abierta y se sienta Rick, es la mano derecha de mi esposo, el único al que no le molesta ver cerca de mí por la confianza que le tiene es mucha, si tan siquiera supiera que intenta por todos los medios meterse entre mis piernas y ser él quién caliente mi cama cuando Armando esta ausente. — Mi señora, usted siempre tan hermosa tan radiante como una bella flor.- su tono de voz claramente es coquetería en todos los sentidos.Me encuentro cruzada de brazos, los ojos verdes de Rick se van rápidamente a mis pechos que se asoman ligeramente, no me importa, ni siquiera me incomoda, a lo largo de los años por estar en este ambiente me acostumbré a ser vista como un pedazo de carne, como un exquisito postrecito andante a la vista de unos hambrientos vagabundos. — Buen día, Ricardo.– Le digo seria con voz molesta y fría, como siempre.