—¿Por qué lo hiciste, Jhon? ¿Por qué has cambiado mi medicina? ¿Por qué me has engañado todos estos años? ¡ME QUITASTE LO QUE MÁS QUERÍA! —mi voz tiembla, y aunque trato, no consigo contener las lágrimas. —¡Porque nunca te he amado! ¡No te amo, Emma! —su voz es fría, distante. Mi mundo se desmorona en ese momento y sé que no puedo seguir aquí. Pero él no va a dejarme ir tan fácilmente. —¡Me quiero divorciar! —No vas a ninguna parte. Eres mía, siempre lo serás, aqui el amor no importa, así que acostumbrate a esto. Es entonces cuándo aparece Damian White, un hombre misterioso, intrigante... pero peligroso. —¿Puedo confiar en ti? —le pregunto, insegura. Él sonríe con una oscuridad en sus ojos que me atrape y me asusta por igual. —Voy a ayudarte a conseguir lo que quieres, Emma, lo prometo. Lo que no sabía es que para Damian yo era solo una pieza más en su juego de venganza. Ya no quiero a nadie. Ya no confío en nadie. Ahora soy parte de una venganza mucho más grande.
Ler maisEMMAEl cielo está tratado de tonos grises mientras conduce hacia la cabaña. Las nubes parecen pesar sobre mí, reflejando perfectamente el estado de mi mente.La voz de la mujer, Beatriz, resuena en mi cabeza con cada kilómetro que recorro."Fui tu nana antes de que tus padres murieran… tus verdaderos padres."¿Cómo se supone que debo procesar algo así? ¿Es esto real o un juego de mentiras más elaborado en mi vida? No lo sé. Pero lo que sí sé es que necesito respuestas, y por eso estoy en esta carretera solitaria, dirigiéndome a la pequeña cafetería donde acordé encontrarla. No quería desviarme de mi lugar de destino, ni hablar con ella en la ciudad donde pudieran vernos.Mis dedos se aprietan con fuerza en el volante, intentando sofocar el temblor que recorre mi cuerpo. Mi corazón tarde rápido, un ritmo desbocado que no puedo controlar. Me repito una y otra vez que estoy a punto de obtener respuestas, pero el miedo al desconocido crece con cada kilómetro que dejo atrás.Entonces lo
EMMANo se cuánto tiempo ha pasado desde que todo mi mundo termino de desfigurarse. ¿Tres, tal vez cuatro?Lo cierto es que no lo se, pues nada más salir del penthouse revisé cupanto dinero tenía ahorrado y me vine al primer hotel que pudiera pagar. Necesito estar sola.Mirando mi celular aagado a un lado decido que es momento de enfrentarme al mundo, asi que lo enciendo viendo como las notificaciones llegan una tras otra, hay al menos 25 llamadas de Melissa y unos 50 mensajes, Damian me ha dejado al menos diez mensajes y otras 10 llamadas. Incluso Rocko me ha escrito. Antes de que pueda revisar algo, mi celular suena con una llamada de Melissa y respirando hondo contesto.—¡DÓNDE DEMONIOS ESTÁS!?, —El grito de Melissa nose hace esperar y me siento terrible al saber que la he preocupado, pero no podpia enfrentarme a nadie. —Lamento haber dedaparecido, estoy bien, yo..—intento explicar pero ella me onterrumpe.—¿Lo lamentas? Joder fui al penthouse y Damian dice que te fuiste... al
DAMIAN20 AÑOS ATRÁS.Miedo. Eso es lo único que puedo sentir mientras intento respirar debajo de la lona que me han puesto sobre la cabeza.Se supone que el chofer que me puso papá me recogería en la escuela, que mamá iba a preparar hot cakes en casa hoy para mi, al ser mi cumpleaños número 10, sin embargo todo parece estar convirtiéndose en una pesadilla y aunque intento ser fuerte, puedo sentir como todo el cuerpo me tiembla.El aire dentro de la lona está caliente y viciado. Respiro con dificultad, como si el miedo me estuviera estrangulando. El auto se detiene de golpe, y siento cómo me tiran del brazo, arrastrándome sin cuidado.— ¡Déjenme ir! ¡Por favor! —grito, pero mi voz suena pequeña, frágil.Los hombres solo se ríen.Cuando me quitan la lona, parpadeo ante la luz tenue. Estamos en un lugar oscuro y húmedo que apesta a algo podrido. Mi corazón tarde con fuerza cuando veo las gruesas barras metálicas de una jaula en el centro de la sala.Apenas puedo respirar y mi pecho
EMMAEstoy en un taxi camino al penthouse, y mi mente no deja de dar vueltas. Las palabras de Jhon siguen resonando con fuerza en mi cabeza: Damian White no existe. Él es Damian Blackthorne.Al principio, me reí. Era Jhon, después de todo, el hombre que ha mentido más veces de las que puedo contar. Pero mientras caminaba hacia el taxi, mi mente comenzó a hilar detalles, pequeños gestos, frases, incluso silencios de Damian que de pronto cobraban un nuevo sentido.¿Cómo no lo vi antes?Todo encaja demasiado bien: su obsesión con los Blackthorne, el odio palpable hacia Jhon, la manera en que manipuló a cada persona en su camino para conseguir lo que quería. Y ahora, las piezas encajan, pero no de la manera en que hubiera querido.El taxi se detiene frente al edificio, y apenas noto al portero saludándome. Subo al ascensor con el corazón martillando en mi pecho. Quiero que todo sea una mentira. Quiero que Damian me mire a los ojos y me diga que no es cierto. Que no me ha usado como una pi
JHONEstoy de pie en la sala de estar de la mansión familiar, con el corazón martillando en mi pecho y la rabia quemándome por dentro. La imagen de mi madre siendo esposada y sacada del salón como una delincuente común sigue repitiéndose en mi mente. Es como una pesadilla que no puedo apagar. Pero no es solo eso lo que me quema... es la revelación.No puedo creerlo. No quiero creerlo. Pero el video era claro, demasiado claro. Ahora sé quién es Damian White, y el odio que siento por él solo es igualado por el terror que me llena al pensar en lo que podría venir después. Si habla... si la verdad completa sale a la luz... estamos acabados.Camino de un lado a otro, la alfombra persa amortiguando el sonido de mis pasos frenéticos. Mis ojos van hacia mi padre, Arthur Blackthorne, sentado en su enorme sillón de cuero, pero no ha dicho nada desde que volvimos. Su rostro está pálido, tan blanco como las paredes de mármol, y sus manos tiemblan ligeramente mientras sostiene su bastón.No pued
EMMALos gritos de sorpresa y los flashes de las cámaras inundan el salón. La policía entra en tropel, y yo me quedo congelado mientras los agentes caminan con firmeza hacia Victoria Blackthorne. A pesar de que siempre ha tenido esa aura de control y elegancia, ahora parece vulnerable, tensa, como una estatua a punto de desmoronarse.—¡Esto es un error! —grita, su voz se quiebra en los bordes mientras intenta mantener la compostura. Su rostro, siempre impecable, está rojo de rabia, y sus manos tiemblan cuando señala a Damian—. ¡Él lo manipuló todo! ¡Esto es un montaje!Miro a Victoria, pero no puedo concentrarme en sus palabras porque los ojos de Arthur Blackthorne, el patriarca, capturan mi atención. Este no refleja la misma furia de ella. No, lo que veo en su rostro es algo distinto: sorpresa, incredulidad... y miedo. Pero lo más desconcertante es cómo mira a Damian. Es como si estuviera viendo un fantasma.Los periodistas enloquecen, gritando preguntas que se pierden entre el bull
DamianLa cara de desconcierto que tiene el infeliz ahora mismo solo me llena de regocijo, sin embargo puedo notar la mirada inquisidora de Emma sobre mi, pero me niego a mirarla, en especial porque no voy a decirle nada.Arthur me observa con intriga, pero antes de que pueda decir cualquier cosa soy salvado por la campana cuando el anfitrión anuncia mi nombre por el micrófono. Camino con Emma y la dejo en la mesa principal en donde Alex, Melissa y para mi sorpresa, Tomas de encuentran. Los aplausos llenan la sala, y camino hacia la tarima sintiendo los ojos de Emma mirándome desde su lugar, sus ojos llenos de curiosidad y un toque de preocupación que debo ignorar. No es momento para pensar en Emma.El murmullo de la sala se desvanece cuando empiezo a hablar. Por lógica no pienso soltar todo desde el inicio, voy primero a endulzar a la audiencia y es por eso que comienzo con un discurso profesional, destacando mi rol como nuevo presidente y los desafíos que hemos enfrentado como emp
DamianLos hilos se han estado moviendo con más rapidez de lo esperado, pues luego de la caída de Jhon, todo ha venido como bola de nieve, y es por eso que me he inventado una conferencia en dónde no solo estarán socios y directivos de la empresa, sino también grandes personalidades del gremio.Todo con la excusa de hacer el primer barrido de la empresa desde mi posicionamiento y hablar de los próximos lanzamientos y es por eso que ahora estoy frente al espejo, ajustando la corbata de mi traje negro con precisión mecánica. Cada movimiento refleja la rutina de años, pero hoy no puedo evitar sentir un peso adicional en los hombros, una carga invisible que acompaña la de siempre y que no estaba ahí. Alex, quién ha decidido venir para llegar juntos, está detrás de mí, sentado en el sillón con una sonrisa maliciosa y un sobre en la mano. Dentro de ese sobre están las pruebas que vinculan a Victoria con la muerte de mi madre. Pruebas que durante años pensé imposibles de encontrar, y ahor
EmmaLa sala de juntas es espaciosa, dominada por una mesa larga de madera oscura rodeada de sillas ergonómicas. Damian está en la cabecera, irradiando autoridad, y me hace una señal con la cabeza para indicarme que me acerca y me siente a su lado derecho. Siento varias miradas incómodas clavándose en mí, pero decidió ignorarlas.Mi kurada recorre la mesa y noto que a la izquierda de Damian están los jefes de área: marketing, finanzas y operaciones. Sin embargo, también veo a alguien que no esperaba: Jhon. Pero no debería impresionarme tanto, pues aunque ya no es el presidente, sigue siendo accionista, lo que le da derecho a estar aquí.Eso no evita que mi estómago se revuelva al verlo sonreírme con una arrogancia que me resulta nauseabunda.—Vaya, la señora Williams ahora también da asesorías estratégicas —dice con sarcasmo apenas me siento. Su tono es lo suficientemente alto como para que todos lo escuchen, y noto cómo Sarah, la jefa de marketing, baja la mirada con incomodidad.Da