¿Te imaginas vivir en una ciudad donde las aparecías es lo más importante y dónde los matrimonios arreglados son una tradición? El CEO deberá encontrar a una esposa que no esté tachada por el escándalo, cuando se le presenta la oportunidad de desposar a una virgen acepta de inmediato. Sin embargo, su corazón quedó destruido después de que su ex prometida lo dejará por otro hombre. Katherine, será la elegida para ser su esposa, pero ¿Podrá lograr que él vuelva amar? ¿Será posible enamorarse en un matrimonio arreglado?
Leer másNarra Katherine.Liam llevaba a ambos niños en sus brazos mientras yo sujetaba a Rocky nuestro perro labrador por la correa. Mis hijos querían a su padre como locos y siempre querían que él los abrazara cuando estaba en casa. Tenía que trabajar mucho, por lo que era natural que buscaran su cercanía cada vez que tenían la oportunidad, y él trataba de hacer tiempo para ellos con la mayor frecuencia posible. Nombramos a nuestros hijos: Alec y Ethan. Nuestros pequeños tenían tres años de edad.Ambos me dieron una gran sonrisa desde el brazo de su padre. Eran la viva imagen de Liam. Mí Madre abrió la puerta antes de que pudiéramos tocar el timbre, sonriéndonos. Como de costumbre, estaba estilizada a la perfección con un elegante peinado, una falda de tubo de lana y una blusa de seda fluida. Al menos no llevaba pendientes largos ni collares delgados. A pesar de su estilo perfecto, me dio un fuerte abrazo antes de arrancar a Alec del abrazo de Liam
Narra Liam.Katherine me esperaba en el sala cuando llegué a casa, luciendo a punto de estallar. Antes de que pudiera preguntarle qué pasaba, me mostró una prueba de embarazo, en su rostro se dibujó una gran sonrisa.—Estás..—¡Embarazada!—respondió, corrió hacia mí y se arrojó a mis brazos. Nos había llevado casi tres meses y había empezado a preocuparme, así que ahora se me quitó un peso de encima. Nos convertiríamos en una familia. No podía esperar más.Me arrojó una imagen de ultrasonido. Eché un vistazo a la imagen en blanco y negro, pero no tenía ni idea de qué buscar. Había una gran forma redonda con dos formas más pequeñas.—Entonces, ¿Todo está bien?—le pregunté algo preocupado.—Todo esta estupendo—respond
Narra Katherine.Cuatro años después.Siempre quise tener hijos, y no solo porque necesitaba seguir las tradiciones, ni tampoco porque Liam necesitará un heredero, sino porque deseaba formar una familia con él. Durante estos años jamás me presionó para tenerlo, siempre me dejó decidir sobre mí vida y mí cuerpo. Había terminado mí carrera universitaria hace unos meses atrás y estaba trabajando junto con él en algunos proyectos, me sentía realizada profesionalmente, pero estaba lista ahora para el siguiente paso.Vi a mí esposo mientras me quitaba los aretes, habíamos ido a cenar a unos de los nuevos restaurantes que habíamos inaugurado recientemente.—He estado pensando en no tomar más la píldora—le informe.Él me vio directamente a los ojos Sorprendido, se acercó a mí está quedar a pocos centímetros.—¿Te sientes lista?—me preguntó.Sonreí ante su pregunta.—Hemos experimentado mucho en los últimos cuatro años y me a
Narra Liam.La sensación de mi polla dentro del culo de Katherine y la vibración distante del juguete en su coño hicieron que mi placer se disparara. Se necesitó cada gramo de autocontrol para no salir de inmediato, especialmente al ver el rostro de ella en el espejo. Sus labios estaban rojos por chuparme y su cara estaba sonrojada. Con cada empuje de mi polla, se balanceaba hacia adelante, sus dedos se clavaban en el mostrador de mármol. Tenía los labios entreabiertos y cada gemido era una dulce melodía en mis oídos. Acaricié su garganta, luego eché su cabeza hacia atrás para darle otro beso profundo, deteniéndome un momento para saborear realmente el momento de estar enterrada completamente dentro de ella. El zumbido del vibrador se mezcló con nuestro jadeo. Las pestañas de Katherine se agitaron antes de que sus ojos se abrieran, mirándome directamente. Se arqueó
Narra Katherine.Entramos y nos encerramos. Cogí su cremallera, pero él me detuvo y empujó mi espalda contra el lavabo.—Levántate la falda del vestido—me pidió. Agarré el dobladillo de mi vestido de cóctel y lo subí hasta que mis bragas. Se veía una mancha húmeda en la tela roja oscura de mi tanga—.Estas jodidamente mojada— gruñó Liam. Sacó el control remoto y bajó la vibración, luego se hundió en el inodoro cerrado y bajó mis bragas. En el silencio del baño el suave zumbido del vibrador era inconfundible—.Tu clítoris está pidiendo atención— murmuró. Se acercó, agarró mis caderas. Se puso de pie y me besó sensualmente hasta que se me curvaron los dedos de los pies. Él se apartó y metió un dedo en mi boca—.Chupa—me ordenó. Lo hice. El deseo torció sus facciones. Este lado oscuro y dominante de Liam me excitaba. Cerré mis labios firmemente alrededor de su pulgar y chupé con fuerza. Él soltó un fuerte suspiro, sus labios se abrieron mientras me miraba. Era extrañ
Narra Katherine.Cinco meses después.Nos encontramos en la recepción de la boda de mí hermano e Isabela. Ambos lucían felices y enamorados. Estaba realmente felices por ellos.Liam y yo habíamos estado casados durante cinco meses y la gente ya preguntaba por los niños todo el tiempo. Él y yo nunca habíamos hablado realmente de niños. Sabía que tomaba la píldora y nunca me había pedido que dejará de tomarla. Supuse que ambos necesitábamos más tiempo para conocernos y disfrutar de nuestro matrimonio. Él me preguntó que deseaba hacer ahora en adelante, la costumbre o tradición era que las mujeres fueran solamente esposas, la mayoría en Jefferson solo se dedicaban a ser madres y constantemente se involucraban en fundaciones sociales. Muy pocas iban a la universidad, yo no quería seguir esa tradición, quería superarme primero, así que le dije a Liam que ingresaría a la universidad a estudiar Negocios Internacionales, él por supuesto me apoyo, me dijo&
Narra Liam.Katherine yacía ante mí como una diosa, con las piernas separadas, lo que me permitía una hermosa vista de su bonito coño. Su clítoris estaba hinchado y rojo, desesperado por llamar la atención. Los labios de su vagina y sus nalgas brillaban con su lujuria por mí. Mierda, mi cuerpo gritó para hacerla realmente mía, para hundirme en esta hermosa mujer. En cambio, tracé la parte interna del muslo con mi dedo índice, avanzando lentamente hacía la parte exterior de los labios de su vagina. Había anhelado hacer esto durante meses. Ella apretó y su pequeña protuberancia pareció hincharse aún más. Gemí, mis ojos buscando los de ella. Katherine se sonrojó, pero no apartó la mirada.—No puedo esperar para comer tu hermoso coño—le dije excitado.Se mordió el labio, sus ojos destellaron con un hambre que se dirigió directamente a mi polla que estaba dura debajo de mí pantalón. Separé sus muslos aún más para darme un mejor acceso y una vista espléndi
Narra Katherine.Luego de nuestro baile, nos dirigíamos al centro del salón donde se presentaría el pastel. Los aplausos sonaron cuando algunos camareros se acercaron a la mesa con el pastel de bodas de cuatro niveles. En la parte superior había dos figuritas pequeñas, una novia y un novio.Liam y yo cortamos el pastel y luego nos dimos de comer un trozo. La crema de chocolate se derritió en mi lengua. Este fue el último punto programado para nuestra boda. Después de eso, fuimos libres de retirarnos para consumar el matrimonio. Mi vientre se hundió con los nervios, mi esposo también parecía ansioso.Minutos después regresamos a la mesa. Nuestras familias estaban comiendo pastel y charlando, luciendo relajados y felices—¿Te parece si nos vamos?—me dijo Liam con un tono provocativo. La adrenalina corrió por mis venas con sus palabras. Aun así, asentí con una pequeña sonrisa. Era ridículo posponer lo inevitable. Liam se dirigió hacia nuestra famil
Narra Liam.Cuando acepte casarme con Katherine la tomé como un premio de consolación y una solución para mí vida personal. No había podido verla de otra manera, mis pensamientos habían girado en torno a Jessica, en lo que había perdido. No pude superar ese golpe a mi orgullo, luché contra una rabia casi incontrolable cuando pensaba en ella. Jessica no había resultado ser la mujer que yo creía que era, era un producto de mis fantasías, algo que había interpretado para hacer de mi posesión un triunfo aún mayor. En ese tiempo fui inmaduro, disfrutaba de la envidia de otros hombres que la querían para ellos. Su compasión y frialdad tras mi humillación por su romance solo habían alimentado mi furia y mi hambre de venganza.Hoy me consideraba una persona diferente. Mientras miraba a mi joven esposa caminando hacia mí, me di cuenta que ella no era igual que la mujer que me había roto el corazón y eso me hizo sentir alivia