—Lo siento, pero ya no te amo... —No...tú me amabas ¡me amas, lo sé! Ella se apartó, y lo miró con una frialdad cortante. —Bien dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, y tú, Giovanni D'Angelo, me has perdido para siempre. **** El día de su boda, Adeline Winchester camina al altar sabiendo que el corazón de su futuro marido, no le pertenece. Con la esperanza de conquistar su amor, acepta el desafío. Pero un año después, la realidad la golpea con fuerza: el solo tiene ojos para otra mujer, su hermana. Y la traición alcanza su punto más cruel al descubrir que su hermana espera un hijo de su esposo. Devastada, exige el divorcio, pero Giovanni, consumido por una inesperada obsesión, se niega a dejarla ir. Con el corazón en pedazos y enfrentando una enfermedad mortal, decide desaparecer y reconstruir su vida desde las cenizas. Pero no imagino que Giovanni, lamentaría perderla y la buscaría por cielo y tierra. Cuando sus caminos se cruzan nuevamente, Adeline ya no es la misma; además, ahora un atractivo médico le ofrece una nueva oportunidad de felicidad. Pero Giovanni no está dispuesto a perderla de nuevo. —¿Ya tienes a otro hombre? —le espetó, consumido por los celos—. No mientras yo viva, Adeline ―sus labios rozaron los de ella con lentitud ― porque en esta vida solo a mí perteneces. En un torbellino de emociones, Adeline se encuentra atrapada entre el nuevo amor que promete sanarla y el hombre que aún la reclama con fervor. ¿Podrá romper las cadenas de su pasado y encontrar la libertad que tanto ansía, o está destinada a sucumbir una vez más ante el hombre que juró no volver a amar? La decisión final podría cambiarlo todo.
Leer másMIS QUERIDAS LECTORAS,UNA VEZ MÁS LLEGAMOS AL FINAL DE OTRA AVENTURA. ESPERO DE TODO CORAZÓN QUE ESTA NOVELA HAYA SUPERADO SUS EXPECTATIVAS Y QUE HAYAN AMADO A GIOVANNI TANTO COMO YO LO HICE AL CREARLO. SU APOYO SIGNIFICA EL MUNDO PARA MÍ, Y CADA COMENTARIO, YA SEA POSITIVO O NEGATIVO, ES VALIOSO. SÉ QUE ESTA HISTORIA DESPERTÓ OPINIONES DIVERSAS, PERO MI PROPÓSITO SIEMPRE ES MOSTRAR QUE TODOS TENEMOS LA CAPACIDAD DE CAMBIAR Y ELEGIR EL CAMINO CORRECTO.NOS ENCONTRAREMOS NUEVAMENTE EN MIS PRÓXIMAS HISTORIAS:ESPOSA RUSA: CAUTIVA DEL TÍO MAFIOSO DE MI EX Y, POR SUPUESTO, LA TAN ESPERADA HISTORIA DE LUCIEN:LOS TRILLIZOS DEL MAFIOSO: ¡MI NIÑERA ES MI MAMI!GRACIAS POR ACOMPAÑARME EN ESTE VIAJE. USTEDES SON INCREÍBLES Y NO TENGO PALABRAS PARA EXPRESAR CUÁNTO LAS ADMIRO Y APRECIO.CON TODO MI CARIÑO, PAULINA W.
CAPITULO 162: LA BODA DE LA TEMPORADA.Giovanni esperaba en el altar de la catedral, con las manos entrelazadas y una mezcla de nervios y emoción. La enorme iglesia estaba decorada con flores blancas y candelabros dorados. Todo era perfecto, pero nada podía calmar el revoloteo en su pecho.Afuera, el ruido de los fotógrafos y periodistas anunciaba la llegada de la limosina. Todos los presentes giraron sus cabezas hacia la puerta cuando el vehículo negro y elegante se detuvo frente a la catedral.La primera en bajar fue Zoe, su vestido de tul blanco con pequeños detalles brillantes la hacía parecer un ángel. Caminó con gracia, sosteniendo una pequeña canasta llena de pétalos de flores. Detrás de ella bajó Gabriel, luciendo un traje negro que lo hacía parecer mucho mayor de lo que era. Caminaba con una postura segura, y los anillos de boda en una pequeña almohadilla que sostenía con cuidado.Por último, Leonardo bajó del auto y extendió su mano. El bullicio de los fotógrafos aumentó al
CAPITULO 160: ANTES DE LA BODA.El sol de la tarde brillaba intensamente fuera de la ventana, llenando la habitación con un cálido resplandor dorado. Adeline sentada frente al tocador, llevaba un elegante camisón de seda que caía suavemente sobre sus hombros. La habitación estaba llena del suave murmullo de los preparativos.El maquillador, daba los últimos toques en su rostro. Su tono alegre rompió el silencio:—Señora, no tengo ninguna duda. Hoy será la novia más hermosa de la ciudad.Adeline curvó los labios en una sonrisa mientras una ola de emoción llenaba su pecho. Después de todo, había llegado este día tan esperado, uno que parecía imposible tras los malentendidos y las heridas del pasado. Finalmente había aceptado casarse con Giovanni, y juntos planificaron la boda de sus sueños. La misma catedral donde ocho años atrás se habían prometido un amor eterno los recibiría, pero esta vez con un final feliz. Su final feliz.Mientras el hombre seguía perfeccionando su maquillaje, un
CAPÍTULO 159: POR FAVOR NUNCA ME DEJES.Adeline seguía en shock. La frase "Quería darte una boda sorpresa" se repetía en su mente como un eco. Sin pensarlo, se puso de pie, con el corazón retumbando en sus oídos, y caminó hacia la puerta. La abrió de golpe.Giovanni estaba allí, con los hombros caídos y los ojos implorantes clavados en ella.—¿U-una boda? —murmuró ella, casi sin voz.—Sí, amore —dijo él suavemente, aunque su tono temblaba con intensidad—. Sé que no quieres casarte conmigo, pero yo... yo quiero convertirte en mi esposa. Quiero darte el lugar que nunca debí dejar vacío, el que mereces. La última vez me rechazaste y, bueno, tuve la idea de organizar una boda sorpresa. Sebastián me ayudó. Todo esto... era para ti.Adeline se quedó sin palabras. Un nudo le apretaba el pecho mientras el rompecabezas comenzaba a armarse en su cabeza.—¿Quieres decir que... que todas esas llegadas tarde y los mensajes de texto...?Giovanni suspiró, mirándola con remordimiento.—Lo lamento, car
CAPÍTULO 158: NO ESTOY LISTO PARA PERDERTE.Leonardo se quedó boquiabierto por un segundo al ver a Giovanni con aquella mujer. Se puso de pie con un movimiento brusco, haciendo rechinar la silla contra el suelo.—¡No, no y no! —exclamó—. Tú no te vas a quedar aquí como una santa mártir, Adeline. ¡Vamos! Una no puede quedarse sentada mientras una pelirroja achotada le roba el marido. Tienes que ir y defender tu lugar, amiga. ¡La guerra ha comenzado!Adeline sintió cómo una mezcla de decepción, rabia y vergüenza le hervía en el pecho, como un volcán a punto de explotar. Apretó los puños y se puso de pie de golpe.—Tienes razón —murmuró, su voz fría y decidida—. No voy a quedarme cruzada de brazos.Leonardo sonrió, satisfecho, y juntos avanzaron hacia la mesa donde Giovanni y la mujer reían como si nada más existiera en el mundo.—¡Ja, ja, ja! —se escuchó la risa de la pelirroja justo cuando llegaron.Leonardo fue el primero en hablar. Colocó su mano con fuerza sobre la mesa, el golpe sec
CAPÍTULO 157: EL MENSAJE DE TEXTO.Aquella mañana, Adeline entró en la habitación mientras Giovanni se duchaba. El sonido del agua corriendo era lo único que se escuchaba hasta que el teléfono de él, que estaba sobre la mesa, vibró. Ella se acercó y, al tomarlo, sus ojos se clavaron en el mensaje que acababa de llegar:"No te preocupes, ella no sospechará nada".Un nudo se formó en su estómago y sintió que el aire le faltaba.«¿Tiene a otra?» fue lo primero que cruzó por su mente mientras releía el mensaje, su corazón latiendo cada vez más rápido.En los últimos meses, había notado un cambio en su relación con Giovanni. Desde que había dado a luz, algo dentro de ella había cambiado. Su cuerpo estaba cansado, su mente agotada y su deseo sexual había disminuido drásticamente. Sabía que era algo común después del parto, pero eso no hacía que se sintiera menos insegura. Las noches en las que solían buscarse se habían vuelto escasas, y aunque Giovanni nunca se había quejado, ella no podía e
CAPÍTULO 156: ¿PADRE PRIMERIZO?Era una mañana tranquila, y Adeline estaba recostada en una tumbona en el jardín, cuando de repente, un dolor inesperado la hizo fruncir el ceño. La primera contracción había llegado. Su mano instintivamente acarició su vientre mientras un torrente de emociones la invadía.—¿Ya vienes, pequeño? —murmuró en voz baja. Pero otra contracción más fuerte la hizo jadear y retorcerse ligeramente—. Ay, por favor, todavía no... —dijo con un toque de humor que rápidamente desapareció cuando el dolor se intensificó.Tomó su teléfono con manos temblorosas y marcó el número de Giovanni. El tono de llamada repicó tres veces mientras su respiración se volvía más rápida.—¡Vamos, amor, contesta! —jadeó, y una nueva ola de dolor la hizo gritar—. ¡Ahhhh!En la empresa, Giovanni estaba en plena reunión con unos inversionistas. Explicaba los detalles clave de un proyecto cuando su teléfono vibró sobre la mesa. Sus ojos se dirigieron al nombre en la pantalla: Adeline.Sus cej
CAPÍTULO 155: NO PUEDO PERDONARTE.Había pasado un mes desde que Adeline y Giovanni regresaron de la Toscana. La empresa, después de un periodo lleno de incertidumbre y tensión, finalmente estaba nuevamente en marcha. El juez había aceptado las pruebas presentadas, y tanto Giovanni como las empresas estaban lejos de las acusaciones que habían puesto en riesgo su reputación y futuro.Adeline estaba en su oficina, revisando documentos, cuando Killian entró sin previo aviso. Con su porte habitual y una expresión calmada, tomó asiento frente a ella.—Adeline, he revisado los últimos informes sobre la inversión —comenzó diciendo—. El capital ya está asegurado, y Leonardo no solo se hará cargo del diseño de los hospitales, sino que también monitoreará el proceso completo.Ella frunció el ceño y observó a su amigo fijamente.—¿Regresas a Londres?Killian negó con la cabeza y esbozó una leve sonrisa.—No. Voy a concentrarme en mi carrera política. Ahora más que nunca, debo enfocarme en eso y
CAPÍTULO 154: UN AMOR QUE FLORECE.Con el escándalo disminuyendo, Giovanni y Adeline finalmente encontraron un momento de calma. Fue entonces cuando él decidió llevar a su familia a su villa en Toscana, un lugar que había pertenecido a los D’Angelo durante generaciones. La casa, con su fachada de piedra antigua y rodeada de viñedos que se extendían como un manto verde hasta donde alcanzaba la vista, se alzaba como un refugio atemporal. Allí, entre colinas doradas y bajo un cielo despejado, la familia encontró un oasis.Zoe y Gabriel parecían transportados a otro mundo. Corrieron por los viñedos con risas cristalinas que rompían el silencio de la tarde. Giovanni los observaba con una sonrisa de oreja a oreja mientras les explicaba, con paciencia infinita, cómo distinguir las uvas maduras de las que aún necesitaban tiempo.—¡Mira, papá! —gritó Zoe, sujetando un racimo de uvas entre sus diminutas manos—. ¿Estas son buenas?Giovanni se agachó hasta quedar a su altura, inspeccionó las uvas