Gala De Lima fue criada bajo el seno de unos padres amorosos que cometieron el error de no mostrarle lo que había fuera de aquellas paredes que la protegían, y no es hasta que un trágico accidente se los arrebata cuando descubre lo cruel que puede ser el mundo del que ha sido oculta toda su vida. En una cláusula del testamento en el que sus padres la nombran su única heredera, estipula que ella deberá casarse con un hombre del que desconoce hasta su nombre para poder tomar posesión de todo lo que le corresponde, y de no hacerlo, todo pasará a manos de su tía, una mujer ambiciosa que estaba segura de llevar a la ruina todo por lo que habían trabajado sus padres toda su vida. Ramsés Casablanca era un poderoso y bondadoso hacendado por sus vastas cosechas a las afueras de Río. Pero todo cambió para él cuando un incendio en tierras vecinas le destrozó la vida, dejándolo marcado y convertido en un tosco, retrograda y desalmado que ordena y castiga a todo aquel que vaya en contra de su dictadura.
Ler maisEpilogo: "La vida despues del matrimonioHan pasado cinco años desde aquella tormentosa historia que unió a Ares y Giulia. Sus hijos han crecido, llenando la mansión de risas y travesuras, y la vida, aunque aún lleva marcas del pasado, se ha convertido en un lienzo lleno de color, esperanza y amor renovado. Ares, firme en su trabajo, y Giulia, dedicada a cuidar el hogar y nutrir a sus pequeños, han forjado una rutina que les permite complementarse a la perfección. Juntos han demostrado que el amor puede ser el faro en la oscuridad, y hoy, en el aniversario de su boda, celebran esa unión con la firme convicción de que nada podrá romper el lazo que los une.Esa mañana, como cada aniversario, Ares envió un precioso ramo de flores a la mansión, símbolo de su compromiso inquebrantable y de la gratitud que siente cada día por tener a Giulia a su lado. Pero Giulia, queriendo sorprenderlo y robarle unos momentos de intimidad, decidió visitar la oficina de Ares.Al llegar, el ambiente en la ofi
Capitulo 47: "La boda y una sorpresa en camino"La mañana del día en el que Ares y Giulia unirían sus vidas para siempre se desplegó con una claridad casi sobrenatural. El sol se alzaba sobre el horizonte de la ciudad, pintando el cielo de matices dorados y rosados que parecían anunciar el renacer de dos almas que, a pesar de todas las adversidades, se habían encontrado en el amor. La mansión estaba decorada con sutil elegancia: guirnaldas de flores frescas, luces tenues que invitaban a la intimidad y un aire de expectación que se percibía en cada rincón.Giulia, radiante y serena, caminaba hacia el salón principal con una mezcla de emoción y nerviosismo. Su figura había adquirido una gracia materna que la hacía lucir más hermosa que nunca. Su vestido, delicadamente bordado, se ceñía a su cintura haciéndola lucir jodidamente bella a los ojos de Ares, quien la esperaba en el altar, con ojos de amor y bienvenida.En el vestíbulo, familiares, amigos que habían ganado, se aglomeraron, co
Capitulo 45: "Hermanas"Después de aquel terrible momento, Ares y Giulia volvieron a casa, más unidos que nunca, más inseparables que antes.Ares no descansó hasta que Mariana recibiera un castigo. Lo que había hecho era imperdonable. No iba a consentirlo, y merecía pagar por lo que había hecho.Mientras tanto, agotada de todo, Giulia se dedicó mañana y noche a su bebé, hasta retomar la tranquilidad que de pronto les habían quitado, pues Mariana estaba en la cárcel por intento de secuestro.Durante las primeras semanas, Ares y Giulia establecieron una rutina. Ella descansaría por las noches y él se haría cargo del pequeño Alex. La idea fue de él. Ella merecía descansar después de 9 meses de embarazo y una labor de parto.Una tarde, mientras tomaban el desayuno y el pequeño ser de luz dormía en su coche, Ares recibió una llamada.Se trataba de Ramsés.Giulia se sorprendió. Había decidido respetar la vida de su hermana y Ramsés. El daño causado había dejado una grieta rota entre todos el
Capitulo 45: "Secuestro" Después de aquella hermosa propuesta, nada pareció empañar la felicidad de Ares y Giulia. Los meses comenzaron a pasar. Se fue el invierno y llegó la primavera. Pronto estarían entrando en el verano. La barriga de Giulia crecía sin parar. A veces, le dolía hasta existir, pero sabía que por la vida que crecía en su vientre, valía absolutamente la pena.Ares, por supuesto, siempre era de gran apoyo. En todo momento. En la etapa de los antojos no consintió que nada quedara en el anhelo. La consentía en todo, sin importar el día o la hora. Las náuseas fueron pocos, pero sí estuvieron presentes. Ares la cuidaba como si fuese de cristal y la protegía de forma inigualable. Para el octavo mes, estaban ansiosos por conocer al pequeño ser que habían creado.Todavía no tenían un hombre, pero lo anhelaban cada segundo.Giulia no pudo quejarse. Ares estuvo muy presente en esa etapa. A vísperas del nacimiento, lo tenían todo listo para recibirlo. Giulia estaba emocionada y
Capitulo 44: "Cena, yate y una dulce propuesta" Durante las semanas siguientes, las noticias fueron llegando.Simón no resistió a la operación y murió en quirófano.Elena, al saberse descubierta, intentó huir del país, pero fue capturada antes de subirse al avión, y ahora estaba enfrentándose a una pena en prisión de casi diez años, a la que posiblemente se le sumarían más por una investigación abierta que tenía en su contra, y es que, la forma en la que la mujer siempre se había referido a la madre de Ares, alguna vez lo hizo sospechar de que… ella quizás haya tenido algo que ver en su extraña muerte.— ¿Estás seguro de que quieres abrirlo tú? — le preguntó Giulia una tarde. Habían recibido un sobre con cierta información que, podrían comprobarlo o simplemente dejar aquel asunto atrás.— ¿Puedes hacerlo tú por mí? — le pidió él a cambio. Sus ojos suplicantes, cargados de miedo.Giulia acarició su mano y asintió con una media sonrisa antes de tomar el sobre y abrirlo. Dentro, había un
Capitulo 43: "El amor lo cura todo"Cada palabra del doctor resonaba en la mente de Giulia como un martillo. La imagen de Ares, siempre tan fuerte, tan invencible, ahora se desmoronaba en una pesadilla de impotencia y dolor.No sabía cómo iba a sentirse, tampoco como iba a… reaccionar.De repente, en medio del silencio que se había instalado en la sala de espera en ese momento, comenzaron a escucharse gritos. Enseguida, reconoció la voz de Ares. Se incorporó al ver que varias enfermeras se dirigieron a la escena. Ella las siguió, y al entrar a la habitación, su corazón se hizo demasiado pequeño.Se trataba de Ares, forcejeaba con un grupo de enfermeras para que lo soltaran, pero cada movimiento parecía empeorar su estado.La angustia se apoderó de ella. Corrió hacia él, extendiendo sus manos, y con lágrimas en los ojos le gritó:— ¡Ares, por favor, para! ¡Para, mi amor, para!Ares se detuvo un instante y, al sentir la calidez de sus manos sobre sus mejillas, sus ojos se encontraron con
Capitulo 42: "Felicidad empañada"Los días en Roma fueron maravillosos. Ares y Giulia vivieron y disfrutaron cada momento compartido antes de volver a Brasil, felices. Y es que ahora que sabían que todo estaba dicho entre ellos y conocían el pasado del otro, solo restaba amarse hasta que el corazón no pudiera más.Con pasos firmes, Ares y Giulia atravesaron el vestíbulo principal, y por un breve instante, se sintieron inmersos en su propio mundo. La complicidad en sus miradas y la calidez del contacto de sus manos dibujaban en el aire una intimidad inquebrantable.Pero, de pronto, la atmósfera se tornó densa. Miradas acusatorias se posaron sobre Giulia desde cada rincón: desde el vestíbulo, en las escaleras, y hasta en los pasillos de cada planta.— ¿Qué está pasando? — preguntó Giulia, con una voz temblorosa y confundida, mientras apartaba la mirada de unos ojos inquisitivos.Ares frunció el ceño. No podía entender de inmediato la fuente de aquellas miradas, pero su instinto le dijo q
Capitulo 42: "Una promesa" Aquel encuentro no fue común, no fue como el resto. Fue ardiente y salvaje, casi primitivo, como si hubiese pasado una década desde la última vez. Volviéndolos más ansiosos y necesitados, más hambrientos del otro.— Dios, sí, Ares, por favor… por favor — rogó sin saber todo lo que decía, pero no quería que pararía.Ares sonrió con talento. Sabía perfectamente lo que hacía y hasta donde la llevaría, pues eso no era todo. Alzó el rostro y se lamió los labios, como si buscara demostrarse que todo de ella sabía exquisito en su boca.— Mírame — le ordenó. Giulia obedeció sin dudar. Su pecho subiendo y bajando —. Coloca tu pierna sobre mi hombro. Ahora.Giulia, maravillada por lo que él le pedía, obedeció. Alzó una pierna y la colocó delicada sobre su hombro derecho.— Eres una chica buena, Giulia. Muy buena.Ella se mordió el labio inferior, fascinada.— ¿Merezco un premio por ello?— Por supuesto que lo mereces. Voy a dártelo ahora mismo — entonces volvió a su a
Capitulo 41: "Una dulce reconciliacion" El corazón de Giulia bombeaba con una fuerza desmedida. Todo aquello parecía… irreal.— ¿Cómo me encontraste? — preguntó después de volver a la realidad.Ares tomó sus manos y sonrió.— Fue la noche más larga y desesperante de mi vida — confesó —. Y tuve que hacer uso de mi poder para saber que habías tomado un vuelo a Roma. Y entre una cosa y otra, Cantera dio con este lugar. No tenía la certeza de que podías estar aquí, pero en serio suplicaba que así fuera.Giulia exhaló. Todavía flotaba en aquella nube. Dios, Ares estaba allí. ¡Allí!— Entonces, tú y esa mujer… — bajó la mirada, de pronto avergonzada, celosa, celosa hasta más no poder.Ares tomó su barbilla y la instó a mirarlo a los ojos.— No hay nada. Te lo juro. Lo que viste… fue un error. Yo no lo provoqué. Todo confabuló para que tu vieras algo que no eras.Giulia jugó con sus dedos, y asintió.— Te creo.— Bien — exhaló él, aliviado.— Pero aun no entiendo que… haces aquí. Tú me dijis