Chloe Wheeler nunca imaginó que a tan solo dos días de su esperada boda, su mundo se quebraría en mil pedazos tras descubrir la infidelidad de quien siempre creyo amar… su prometido Nathaniel Donovan. Decidida a recuperarse de tal golpe, renuncia a todas sus convicciones, a lo que ella había sido hasta ese momento, cambiando su identidad de persona y se embarca en un viaje de libertad o más bien… ¡de venganza! En su vengativa búsqueda, encuentra a su ex cuñado Maxwell Donovan, a quien solo conocía de lejos, y quien siempre había sido un total misterio para ella; un hombre que está marcado por sus propios demonios internos y lucha por reconstruir su vida de un trágico pasado. La noche en que lo conoce, Chloe comienza a maquinar su retorcido plan acercándose al hermano de su ex para destruir a la familia Donovan. Sin embargo, a medida en que su relación con Max se profundiza, la telaraña de mentiras se hace más grande y la perjudica más que beneficiarla, Chloe no solo pone en peligro su vida, sino que también el amor comienza a florecer y a dar frutos. ¿Acaso Chloe y Max, estarán a punto de experimentar el amor en medio de la inmensa sed de venganza?
Leer másEsa sola pregunta había bastado para que mi cuerpo se tensara irremediablemente y por inercia me aparté un poco, pero con la misma tratando de que no se notara mi nerviosismo.—¿En serio? Eso sí que es extraño, qué coincidencia, ¿no crees? ¿De quién se trataba esa persona, sobrevivió? —inquirí entre risas, pero sentía que mi pila de mentiras comenzaba a tambalear.Con esa mera pregunta, Max miró hacia algún punto de la habitación y su mirada se perdió, sabía que estaba recordando cosas, que quizá me estaba recordando a mí.—Era la ex prometida de mi hermano Nate… Chloe Wheeler se llama y antes de que fuera pareja de él, fue su asistente, su mano derecha, ella prestó sus servicios a la empresa Donovan por muchos años —susurró mientras volvía a verme.En ese momento mi corazón había dado piruetas dentro de mi pecho, habló de mí, él sabía quien era yo y me lo estaba diciendo sin siquiera saber que estaba frente a la mismísima persona.Tragué en seco con fuerza y me hice la sorprendida po
Narra Chloe Wheeler/Sasha SmirnovaLa batalla pasional había comenzado ya hacía varios minutos, entre besos húmedos y a causa del roce constante donde nuestros fluídos se mezclaban deseosos de encontrarse por completo. Max intentaba ser dulce, Pero yo necesitaba ser ruda…Me levanté y lo tomé del cuello para atraerlo hacia mí una vez más y empujarl para que quedara acostado, no podía controlarme, así que me coloqué encima de él y moví mis caderas sobre su miembro de manera superficial, él solo echó su cabeza hacia atrás con mis movimientos y llevó sus manos a mi cintura para presionar más nuestros sexos.—Ah… —salió de mi garganta al sentir como esa presión enviaba más placer a mi zona íntima.—Por favor, gime más, mi amor… aquí nadie
Narra Chloe Wheeler/Sasha SmirnovaHabíamos dejado atrás aquel ambiente hipócrita, lleno de falsedad, ese que sabíamos que de alguna manera necesitábamos, pero en ese momento no lo pensamos, solo nos alejábamos de lo asfixiante de nuestra realidad, para darnos cuenta que hasta en esa idea coincidíamos y nos reímos del tema como dos adolescentes rebeldes.Después de un tramo conducido, Max permanecía en silencio, como absorto en sus pensamientos y yo respiré la sensación de libertad para contemplar la negrura de la noche, los edificios pasando y despidiéndose, porque comenzamos a ingresar a un lugar donde reinaban los altos árboles y ahí yo volteé a verlo con intriga.—¿Y se puede saber a dónde me llevas, señor Donovan? —solté la pregunta con un dejo de confusión y sin quitarle la vista de encima, exigiendo que me respondiera.La boca de Max ya no pudo permanecer seria por mucho tiempo y así sin más soltó una carcajada con una malicia que me indicaba que ni siquiera pensaba decirme y y
Narra Chloe Wheeler/Sasha Smirnova—Sí… —respondí sin pensarlo demasiado, de hecho mi respuesta había sido… ¿espontánea?No, no era porque la idea de escaparme con él me emocionara, ¡por Dios, no! Pero… pensar en la aventura, en la adrenalina que corría por mis venas, esa sensación de jugar con fuego sin quemarme… y Max me ofrecía todo eso desde el momento en que nos conocimos.Sin pensarlo dos veces los dos comenzamos a dar pasos ligeros y nos escabullimos por los corredores del personal de servicio y la verdad es que éramos muy malos con el sigilo, porque las camareras se nos quedaban viendo con ojos saltones, quizá preguntándose qué demonios hacía allí ese par de locos.Lo que no pude dejar pasar antes de salir por completo del salón principal, en donde todos estaban reunidos, fue como de reojo vi como Tanya prácticamente arrastraba a Nate fuera de la fiesta, probablemente hacia los jardines del salón de eventos.No pude describir el placer que me daba ver aquello… y pensándolo bien
Narra Chloe Wheeler/Sasha SmirnovaLa velada había sido más intensa y satisfactoria de lo que jamás hubiese podido imaginar.Nunca pensé como era posible que yo tuviera el potencial para pararme frente cientos de personas de tanta etiqueta y renombre para presentar mi pequeña boutique con esa seguridad que lo hice.No sabría decir si fue el vestido de la suerte o el bosquejo que realicé con afán para la ocasión, pero me sentí… fuerte, capaz. Olivia, como siempre, ahí estaba para salvarme el pellejo y darme el dispositivo para entrar a la información personal de Nate.Cómo quisiera considerar a esa mujer mi amiga, la mejor, pero… no era nada fácil para mí en esos momentos.Y por otro lado, ahí estaba Max… ese hombre se lució conmigo, como debía ser y de acuerdo a mi plan. Yo lo tenía claro desde el inicio, él debía ser mi pase directo a la confianza de los Donovan, pero por un segundo, algo dentro de mí se estremeció cuando su fuerte mano apretó mi cintura, con aquella firmeza varonil
Narra Olivia Brown—Buenas noches, señorita ¿Trae invitación? —dijo para detener mis pasos con su mirada escrutadora.Debo confesar que me paralicé al instante, mis ojos se abrieron con una sorpresa que seguramente despertó en él la sospecha, pero no se lo dejaría fácil, tenía mis armas.—Sí, sí… —carraspeé—. Verá… mi hermana olvidó un dispositivo usb que contiene un documento súper importante, y si no se lo entrego ahora —intenté por todos los medios sonar angustiada, como una damisela en peligro—, ella va a perder todo por lo que tanto trabajó.El hombre uniformado de blanco y negro me dedicó una mirada entrecerrada y se llevó la mano al mentón, yo esbocé un puchero, mientras agrandaba mis ojos y batía mis pestañas para intentar engatusarlo.Yo sabía que el tipo no era un estúpido ni mucho menos, pero tampoco era de los que pensaba con la cabeza correcta tratándose de mujeres, y más en mí, que tengo mis encantos.Así que me incliné un poco más sobre el mostrador en el qué se resguard
Narra Olivia BrownMaxwell Donovan había aparecido en la puerta del apartamento de Sasha y su sola presencia se apoderaba de todo, en verdad se veía era un hombre con mucha influencia.Yo que aun estaba luchando con la resaca que quería avecinarse de la noche anterior, me costó mucho definir la el momento actual, ese hombre se veía irreal, incluso cuando pasó adelante tuve que restregarme los ojos para asegurarme de no estar alucinando a causa del jodido wiski barato que Sasha y yo habíamos estado bebiendo.Pero resultaba que ahí estaba él, con ese porte impecable y mirada penetrante que evidentemente estaba clavada en mi amiga, quien por supuesto no se quedó atrás.Mientras conversaban noté en Sasha esa inclinación de cabeza sutil para dejar caer su mechón rubio y así peinarlo con una delicadeza, además de enmarcar su rostro en el que le adornaba su agraciada sonrisa ¡Demonios! Vaya que eso me hacía ver lo afectado y embobado que lo tenía… Maxwell estaba completamente atrapado con es
Narra Olivia BrownHabía llegado casi a media noche al apartamento de Sasha Smirnova y vaya que llegué, porque de otro modo esa mujer se hubiera desmoronado ella sola, pero, por algo pasaban las cosas y le reanimé ese ímpetu para llevar a cabo su tan anhelada venganza, o… eso creí.A estas alturas no recordaba exactamente cómo fue que terminó la velada, pero de algo estaba segura… del tremendo dolor de cabeza acompañado del sabor a wiski en mi paladar, no había duda de que Sasha y yo habíamos hecho todo menos planear.Pero entre quejidos de mi malestar y sueños extraños, lo más traumático había sido el sentir el abrupto chorro de agua helada directo a mi cara. Mi grito resonó por toda la habitación, posiblemente había despertado a medio mundo en esos apartamentos.—¡Pero qué diablos, Sasha! —exclamé con la frustración en mi estómago mientras me sentaba como si fuera un resorte.—Es que te hablé de mil formas y no me escuchabas —replicó la rubia tan serena que me daban ganas de borrar s
Mi mano estaba afianzada al pomo de la puerta… de verdad no podía creerlo. Allí estaba con su cara de impacto tanto o más que la mía.La euforia me hizo estremecer por dentro, pero también una inmensa sorpresa al saber que se trataba de Olivia. Allí estaba ella, tan extremista como de costumbre que sin decir más entró como si se tratara de un rayo surcando el cielo, para empujarme levemente y comenzar a subir las gradas.—¡Cierra esa puerta ahora, Sasha! —gritó tan imperativa como siempre y yo hice caso para correr tras ella.—Ey, Olivia… ¿y mi saludo? —dije en forma de reclamo, con un enojo fingido porque era evidente que era alivio lo que recorría mis venas.Al escuchar esas palabras, ella se detuvo de inmediato y me encaró mientras enarcaba una ceja, me escrutaba de pies a cabeza.—Tú tampoco te ves tan feliz de verme, señorita mala amiga —respondió con un dejo de hostilidad que, en lugar de resultarme ofensivo, me hacía reír.—¡Ay, por supuesto que sí, Olivia! —Yo solo rodé los ojo