Chloe Wheeler nunca imaginó que a tan solo dos días de su esperada boda, su mundo se quebraría en mil pedazos tras descubrir la infidelidad de quien siempre creyo amar… su prometido Nathaniel Donovan. Decidida a recuperarse de tal golpe, renuncia a todas sus convicciones, a lo que ella había sido hasta ese momento, cambiando su identidad de persona y se embarca en un viaje de libertad o más bien… ¡de venganza! En su vengativa búsqueda, encuentra a su ex cuñado Maxwell Donovan, a quien solo conocía de lejos, y quien siempre había sido un total misterio para ella; un hombre que está marcado por sus propios demonios internos y lucha por reconstruir su vida de un trágico pasado. La noche en que lo conoce, Chloe comienza a maquinar su retorcido plan acercándose al hermano de su ex para destruir a la familia Donovan. Sin embargo, a medida en que su relación con Max se profundiza, la telaraña de mentiras se hace más grande y la perjudica más que beneficiarla, Chloe no solo pone en peligro su vida, sino que también el amor comienza a florecer y a dar frutos. ¿Acaso Chloe y Max, estarán a punto de experimentar el amor en medio de la inmensa sed de venganza?
Leer másMi mano estaba afianzada al pomo de la puerta… de verdad no podía creerlo. Allí estaba con su cara de impacto tanto o más que la mía.La euforia me hizo estremecer por dentro, pero también una inmensa sorpresa al saber que se trataba de Olivia. Allí estaba ella, tan extremista como de costumbre que sin decir más entró como si se tratara de un rayo surcando el cielo, para empujarme levemente y comenzar a subir las gradas.—¡Cierra esa puerta ahora, Sasha! —gritó tan imperativa como siempre y yo hice caso para correr tras ella.—Ey, Olivia… ¿y mi saludo? —dije en forma de reclamo, con un enojo fingido porque era evidente que era alivio lo que recorría mis venas.Al escuchar esas palabras, ella se detuvo de inmediato y me encaró mientras enarcaba una ceja, me escrutaba de pies a cabeza.—Tú tampoco te ves tan feliz de verme, señorita mala amiga —respondió con un dejo de hostilidad que, en lugar de resultarme ofensivo, me hacía reír.—¡Ay, por supuesto que sí, Olivia! —Yo solo rodé los ojo
Narra Chloe Weeler/Sasha SmirnovaMi mirada consternada se clavó en el hermano de mi ex, elevé una ceja para mostrarle que no tomé del todo bien sus palabras, pero asentí con la misma.—Por supuesto, lo entiendo, Max —le respondí y sonreí, de hecho era la sonrisa más falsa que jamás pude esbozar en la vida—. Después de todo, solo somos dos personas que nos acabamos de conocer, ¿no es así? No hay nada más que decir, voy a cambiarme ahora mismo.Al parecer, mis palabras habían causado un efecto en Max, observé como entreabría la boca, como si de ella quisieran salir palabras, quizá alguna opinión o algo para contradecirme, pero, en cambio, desvió su mirada hacia el suelo y tragó saliva.—Es cierto… —dijo en un murmullo, que quizá me hirió un poco, pero no le presté atención a lo que sentía, sino a mis próximas acciones. Por nada del mundo me iba a dejar notar débil o derrotada.Dicho y hecho, me dirigí hacia adelante y recogí mi vestido de noche del suelo y mis zapatillas.Con la misma,
Narra Chloe Wheeler/Sasha SmirnovaYo permanecía pegada a la pared, como si me fuera a fusionar con aquella superficie. Tan solo podía sentir mi eufórico corazón latiendo tan fuerte que comencé a respirar hondo para apaciguarme un poco.Podría jurar que era casi medianoche, para mí era una hora demasiado tarde para que se tratara de un cliente o un socio quien efectuara aquella llamada.No… esto era algo más personal, mi mente me lo decía y la voz profunda de Max, que destilaba mucha tensión solo me lo intentaba confirmar.—Escucha, no creo que este sea ni el momento ni la forma de tratar estos temas ¡No! No estoy intentando arruinarte la vida —exclamaba el hombre con frustración que tuve la necesidad de asomarme un poco para observar mejor la escena—. Tú misma lo hiciste sola cuando tomaste las decisiones que tomaste y lo sabes.Mis manos comenzaron a helarse un poco, pero por más que quisiera no podía apartar mi mirada ¡Maldición, me sentí como una espía metiche, pero no me importó e
Narra Chloe Wheeler/Sasha SmirnovaAllí, acorralada por sus fuertes brazos en la esquina de esa tibia y relajante piscina, el corazón me latía a mil por hora.Aquella agua templada era testigo de la inmensa tensión que se estaba creando entre nosotros y la mirada de Max fija en mí, era suficiente para que yo no pudiera ni respirar.Por tan solo un instante, sentía que no existía nada en este mundo, más que él y yo.—Sasha Smirnova… —murmuró con aquella voz profunda, que entraba en mis oídos y llegaba a mi pecho.—¿Sí, Max? —inquirí nerviosa pero firme, sin bajar la mirada, desafiando sus ojos, pero comenzaba a perder la batalla, porque la intensidad de su mirar hacía que mis piernas flaquearan de a poco.Pronto me vi ganadora, porque él bajó la mirada por unos segundos y dio un suspiro que me dejó pensativa; quizá estaba tomando valor para decirme algo más y lo supe en cuanto él volvió a verme de nuevo.—Me gustas —soltó de golpe, directo y sin rodeos, tanto que me quedé paralizada con
Chloe Wheeler/Sasha SmirnovaEl lujo y la perfección parecían perseguirme con los Donovan, pero lo que más me asombraba no era tal opulencia del hotel al que Max me había llevado, sino la ensoñación en la que me veía sumida.Nuestros besos resonaban por toda la habitación oscura, iluminada tan solo por los rayos de las luces lejanas y posiblemente la luna, pero no podía estar segura.Podía sentir la caricia de sus grandes manos en mi diminuta cintura después de despojarme de mi vestido; el calor de su cuerpo tan cerca del mío que pareciera que podríamos fundirnos allí mismo. Cada beso era húmedo y exquisito, era como si estuviésemos sincronizados, muy acoplados en un ritmo que solo era nuestro.Allí estábamos, enredados entre las sábanas y despojándonos del resto de nuestras ropas en una de las suites más exclusivas de Nueva York, con ese hombre que años atrás había considerado solo mi cuñado… un niñato despreocupado y alejado del mundo que no tomaba para nada en serio, pero que en ese
Chloe Wheeler/Sasha SmirnovaAl fin, llegamos al restaurante, y aunque habían pasado algunos años desde la última vez que estuve en ese lugar, realmente no había perdido sus aires de elegancia y deslumbre que me provocaba hasta nostalgia.Entrar al lado de Max, que se veía guapísimo, tan impecable y seguro de sí mismo, fue casi surreal. Me mantuve altiva y serena mientras caminaba con elegancia, parecía que, si vestida casualmente ya impactaba con mi porte, en esos momentos refulgía deslumbrante.Al sentarnos, la charla seguía fluyendo tan natural, como agua que baja por un río nacido. Era tan real que Max y yo conectábamos de qué manera, aun así debía aceptar que algo en él parecía diferente desde que lo ví en el club, tan distinto a como lo recordaba.Pero decidí sacudir eso de mi mente para concentrarme en disfrutar de ser Sasha Smirnova, la velada apenas comenzaba y mi misión vengativa necesitaba ejecutarse con la mayor rapidez posible.Nos trajeron la carta, y cuando él sugirió u
Me quedé inmersa mirando la nota, embelesada, incapaz de borrar la sonrisa que surcaba mi sonrosado rostro.Por un instante, mi corazón había saltado como el de una adolescente enamorada por primera vez de su amor imposible. La última y única vez que alguien me sorprendió con flores y chocolates había sido en la fría oficina de Donovan System, antes de siquiera corresponder a… mejor no recordar a ese despiadado ser que me las pagará una a una.Los Donovan vaya que son “especiales” ¿Quién hacía ese tipo de obsequios hoy en día? Me parecía demasiado fantasioso el modus operandi que tenían, así que preferí no sentir ninguna pizca de ilusión, decidí colocar aquel gesto en el costal de “detalles banales” que sin duda algunos hombres utilizan para conquistar.Esbocé por inercia una mueca de desagrado
Chloe Wheeler/Sasha SmirnovaDe pronto un vacío indescriptible se había alojado en todo el apartamento y lo peor aún… era aquel eco de la sensación que la ida de Max había provocado en mi pecho, era un profundo sentimiento de rechazo conocido, uno que Nate había marcado en mí con una feroz precisión.¿Cómo podía ser tan tonta? Un par de lágrimas se escaparon sin permiso y resbalaron gélidas por mis mejillas, esas que quité con una rabia, odiando cada segundo el sentirme tan vulnerable y pequeña.«Maldito sentimiento y maldito seas, Maxwell… Ya estuvo claro que no te importo más allá de esta cama, ¿verdad?», le hablé al tipo en mi mente mientras me arropaba bajo el edredón, sentía el frío de la soledad, de sentirme patética.Pero aquello solo duró u
Chloe Wheeler/Sasha SmirnovaHabía dormido tan plácidamente toda la noche, que lo único que pudo despertarme fue aquel martilleante dolor de cabeza que hacía latir mis sienes.Cada pulsación solo me recordaba lo que anoche había pasado, que si no fuera por el malestar, juraría hubiese sido un sueño… lindo y excitante a la vez.Me incorporé a la cama con lentitud y pequeños quejidos y pronto cuando el refilón de la luz en la cortina debido a una ráfaga de viento, me hizo volver a la realidad con un remordimiento que oprimía mi pecho como una pesada ancla.Aun no me lo creía que me hubiera dejado llevar por mis bajas pasiones para llegar a Max tan lejos como lo hizo en el primer encuentro y termináramos enredados en las sábanas de mi nuevo apartamento ¡Dios, que locura más pasional!Me desconocí p