Una bebida alcoholizada y una habitación equivocada será más que suficiente para cambiarle la vida a la retraída Anastasia, quien hasta el día del incidente solo era la chica de los recados.
Leer másEsposa del CEO 2La muerte de Anthony Russo sentó a Erick en el puesto presidencial antes de tiempo y sin preparación previa, fue una sorpresa para todos el hecho de que Anthony ya había nombrado a Erick como su único heredero antes de morir, cediéndole todas sus pertenencias y propiedades, algunas de ellas para que las distribuyera entre la familia d acuerdo a sus petición en el testamento.Un puesto vacío, un sueño interrumpido y un deseo que tendría que esperar era todo lo que tenían.Y una persona en silla de ruedas que hasta el momento había permanecido entre las sombras con un secreto a cuestas que llegaría finalmente se revelará para poner a Anastasia de cabeza.
Hasta el momento todo pareció ir marchando de maravilla.Erick había comprado un pastel del sabor favorito de Anastasia y una botella de champagne que compartirían para celebrar su nuevo logro, Erick estaba orgulloso de ella y de verla tan motivada a perseguir sus sueños. Salió tan rápido como pudo de la compañía cuando recibió el mensaje donde ella le dijo que la aceptaron, su nuevo secretario se encargó de organizar los documentos que le faltaban, permitiéndole retirarse primero.Era un joven bastante capaz, aunque a veces ponía expresión de cachorro asustado, la cual le recordaba a Anastasia en un principio.Ella había dejado esa fase atrás con solo un ‘’pequeño’’ empujoncito de su parte.Siempre había visto potencial en ella, probablemente esa fue una de las razones que la llevó a contratarla pese a que nunca mantenía contacto con sus encuentros de una noche, Anastasia fue perfectamente capaz de reemplazar a alguien como Rebecca y ganarse un lugar en su corazón.— ¿Quién diría que
Las cosas parecían funcionar correctamente para cualquier persona que no fueran Anastasia ni Erick, Anastasia creía firmemente que el Máximo viviendo dentro de su casa era un traidor, o tal vez se trataba de Lucien disfrazado para llevar a cabo su venganza contra Erick.Por eso no podía dejarlo solo.Anastasia era incapaz de decirle la verdad, porque estaba segura de que en cuanto se enterara sería abandonada de nuevo y todavía tenía sentimientos suficientes por Erick como para seguir queriendo permanecer a su lado y ayudarlo, pero cada vez la atrapaban más y más en un callejón sin salida, era como si quisiesen obligarla a creer algo en específico.La inminente sensación de que algo siniestro comenzaba a desenvolverse a sus alrededores la tenía intranquila e incapaz de conciliar el sueño, desde la misteriosa desaparición de su móvil todo se había descontrolado.¿Para qué querría alguien su teléfono celular?— ¿De verdad piensa dejar las cosas así? — La voz de Emily llamó su atención.
El asunto del robo de su móvil le pareció demasiado extraño, nadie había visto nada sospechoso ni fuera de lo común, todo estaba en perfecto orden. Pero justamente ese día en que Gael decidió usar el estudio había mantenimiento y cambio de varios equipos de seguridad que estaban dañados por antigüedad, la cámara de vigilancia de Anastasia fue retirada por breves instantes y reactivada luego.— ¿Cómo puede ser posible que no podamos confiar en ninguno de ustedes? ¿Dónde creen que estamos? — En un santiamén Erick había detenido las sesiones fotográficas y paralizado las labores dentro del estudio. — Hasta que no aparezca el celular de mi esposa nadie saldrá de aquí.El único defecto de esa acción era que las miradas de odio se dirigían a ella, muchos la tacharon de exagerada debido a que su esposo hizo un drama por un simple teléfono móvil.Pero no lo detendría, era impensable que en una sociedad enlazada a RCO ocurriera algo como un robo, completamente imperdonable.— Si no aparece el
Nada había vuelto a ser igual desde la llegada de Máximo, el alivio de Erick por haberlo encontrado se había convertido en una obsesión enfermiza, una dependencia que consumía todo su tiempo en vanos intentos tratando de hacer regresar la memoria del presunto hermano perdido.En apenas una semana desde su llegada había logrado convertirse en un completo obstáculo dentro de la relación entre Erick y Anastasia, la cual pareció haber retrocedido enormemente de manera repentina.No importaba qué hicieran, Máximo Russo siempre estaba en el medio.— ¿Yo hice algo como eso? — Preguntó Máximo con una sonrisa emocionada.Erick asintió. — Fue el pez más grande que jamás hayas podido atrapar, en casa de padre hay muchas fotografías de nosotros junto a él.Anastasia continuó pinchando la comida sobre el plato, en absoluto silencio, todavía no estaba acostumbrada a desayunar en la misma mesa junto a ''Máximo'' y Erick.— Estoy ansioso por reencontrarme con él ¿De verdad crees que me recibirá? — Er
La paciencia de Edith era una bomba a punto de estallar, Anthony estaba entre la espada y la pared ante las constantes presiones que aquella mujer no paraba de hacerle.Ella le sirvió el té, ese era su nuevo trabajo secreto, una torpe excusa para poder tenerla vigilada. — No veo que estés moviendo tus hilos para acelerar las cosas, tu nieto quiere nacer dentro de una familia estable ¿Acaso estás esperando a que se note su desarrollo y todos se enteren para que actúes?— No es tan fácil como parece, esa mujer está fuertemente agarrada a Erick y consiguió ponerlo de su lado. — Anthony bebió un sorbo de lo único que podía mantenerlo cuerdo.— Eso es obvio ¿Quién querría dejar ir a su fuente de dinero? — Dijo Edith — Pero todo lo que yo sé es que vamos a tener un hijo, y si usted no se esfuerza por convertirme en la señora Russo esposa de Erick abriré mi boca y todos se enterarán de la clase de persona que son y sus inversores dejarán de hacer negocios con ustedes, llevándolos a la ruina
La situación no mejoró después de ese momento.— Tienes que quedarte, necesitas descansar y permanecer lejos del trabajo por un tiempo. — Escuchar esas palabras salir de la boca de Erick no le gustó en absoluto, él sujetó sus mejillas y unió las frentes de ambos cuando vio el descontento de Anastasia. — Te prometo que encontraré al desgraciado que te hizo esto y lo traeré hasta ti para que lo veas arrodillándose y suplicando por piedad.Anastasia hizo un mohín. — Ya ha pasado una semana, no quiero seguir quedándome en casa sin hacer nada.— ¿Y acaso quieres arriesgar tu vida por ir a trabajar? No puedo permitir que te ocurra algo, si esos delincuentes tienen un problema conmigo es conmigo con quien lo van a resolver, estarás a salvo aquí.— Suenas muy tranquilo, Erick.— No es la primera vez que algo así sucede, ya te he dicho, me he preparado para cosas peores en la vida. Pero jamás esperé que fueras a salir herida tú en el proceso. — Contestó, preocupado. — Entonces ya me voy ¿De ac
— ¿Sabrás llegar hasta el lugar? — Anastasia asintió, pensando detenidamente en la dirección. — Te recogeré justo allí, así que no llegues tarde... Y una última cosa, no puedes decirle a nadie sobre nuestro pequeño encuentro.La mirada de Lucien se tornó completamente seria, haciendo que Anastasia pusiera una mueca en el rostro. — ¿Y qué pasaría si decido no mantenerlo en secreto?— La respuesta a eso es muy fácil... — Contestó, señalando hacia el interior de su boca. — Me aseguraré de que no seas capaz de volver a contarlo.Anastasia sintió escalofríos cuando vio que apuntaba a su lengua.— Está bien, mantendré mi boca cerrada al respecto.— No lo veas como una amenaza, querida. Es solo que las personas que saben demasiado sobre ciertas cosas y deciden asumir el riesgo de soltar la lengua ni siquiera merecen tener una dentro de la boca ¿No te parece? E incluso estaría siendo bastante indulgente.Él sonrió con la misma simpatía que había estado mostrando desde el momento en que se con
— ¿Se puede saber por qué llevas esa cara? — Apollo se giró hacia Edith en el asiento del copiloto de su convertible, ella se cruzó de brazos, negándose a responder. — Te he comprado todo lo que has pedido sin chistar ¿Entonces por qué estás tan disgustada?Los montones de bolsas de compras estaban ocupando su propio lugar en la parte trasera del vehículo, pero aun así Edith tenía la sensación inminente de que algo más le faltaba.Algo más que ropa y cosas bonitas.Algo más que Apollo complaciendo todos y cada uno de sus caprichos.Algo más que la envidia de las personas cuando la veían pasar.— Esto no es lo que quiero, ¿Por qué no puedo tener lo que quiero? — Se hundió de mala gana en el asiento del copiloto con frustración. — No es suficiente ¡No quiero nada de esto!Apollo miró a Edith quitándose el sombrero y apretándolo con ira entre sus manos, lanzándolo al suelo del vehículo. — Edith, cariño... Tú puedes decirme qué es lo que quieres, sabes que yo haría lo que fuera por ti ¿Ha