Valentina una humana común de cuidad "hija" de dos empresarios ricos que están apunto de estar en la quiebra, necesitan unir a una de sus hijas con el millonario y cotizado nuevo soltero que acaba de llegar a la cuidad, nadie sabe de él ni mucho menos de donde viene aquella enorme fortuna. Valentina ha sido maltratada por sus padres toda su vida y ha sido tratando como un esclava en casa pero frente a todos otro orgullo de la familia, cuando Valentina toma el valor para escapar pensando que era el momento idóneo sus padres estarían entretenidos tratando de emparejar a su hermana menor con el nuevo millonario, lo que no esperaba es que aquel hombre se fijará en ella. — Acepto, pero no la quiero a ella — aquel hombre centro su mirada en mi, sentí como mi cuerpo templaba — La quiero a ella — No— Exclamó mi hermana rápidamente. No quería salir de las garras de sus padres para caer en algo nuevo. Nicolás Harrison Lycan, Alpha de la manada más poderosa y multimillonario en el mundo humano, encontrar a su mate siendo una humana era lo peor que él creía podía pasarle pero ahí estaba temblando de miedo al tener todas las miradas encima de ella. Nicolás no tenía de otra se llevaría a Valentina, ya luego vería que hacer con ella. Sarah una vampira que luego de una noche había quedado embarazada luego de estar con Nicolás, ahora dos especies la perseguían para acabar con ella y con el híbrido en su vientre. Nicolás ahora tenía no solo que cuidar a su humana ahora a su hijo a la madre de este que desea con todas sus fuerzas quedarse con él y hará lo que sea necesario para que eso sea así
Leer másValentina Petrova Después de aquel almuerzo incómodo con María salí de su habitación y me dirige hacia el laberinto que estaba en el centro de la manada. Definitivamente necesitaba pensar qué es lo quería al menos qué es lo que le diría a Nicolás. Nicolás, me preguntó cómo le estará yendo a Nicolás, espero que los alphas estén aceptando lo que el le está diciendo.Me senté en una banca de madera que había dentro del laberinto, supongo que aquí venían los enamorados a pasar un rato solo y a pesar. Suspire. Tenía mucho en que pensar. No podía dejar Sarah y a su bebé a la deriva, no quería ser otra persona que le fallara y le diera la espalda, ella no lo merecía. Sabía lo que era sentirse solo en el mundo, aunque ya no me sentía así un día fui ella.pasado"Escuché desde la ventana mis padres gritarse. — No entiendes que ya no puedo Charly?!— El grito de mi madre retumbó por toda la casa — No puedo más— Cristal ella te ama— Pero yo no, no me puedes obligar a quererla.Mis padr
Valencia Petrova Bajé al comedor junto a Sarah, por primera vez le había ordenado a alguien algo y había sido a las personas que cuidaban a Sarah por ninguna razón querían dejarla salir, entendía que habían sido órdenes de Nicolás sin embargo eso era antes de que él y yo supiéramos ciertas cosas ahora que sabíamos el porqué ser había hecho todo eso y nos había mentido tanto creo que ella podía salir de su habitación. Quería confiar en ella. Lo sé quizás soy muy tonta.Ambas bajamos las escaleras en silencio claro que sabía que Sarah y yo no éramos amigas simplemente éramos una especie de aliados ambas buscábamos ser libres y felices y podíamos ayudarnos mutuamente así que no había necesidad de molestarnos o hacernos daño una a la otra.Una vez que llegamos al comedor ahí se encontraba María. Apenas nos sentamos el ambiente se tornó sumamente incómodo. — creo que lo mejor es que vaya a desayunar a mi habitación— La voz de María se hizo presente en el comedor. Me sentía mal por el
Valentina Petrova Nicolás fue el primero en lanzarse encima de uno de los vampiros mientras que yo hacía lo único que sabía hacer aunque ahora entendía que eso no los mataba arrancar corazón. Corrí hacia el padre de Samuel y hacia su tío y fueron los primeros dos corazones que arranqué dejándolos en el suelo Raúl me miraba fijamente sin mover un solo dedo lo que me hacía saber que él no era una amenaza para mí así que me fui con otros dos vampiros. Podía verde reojo como Nicolás arrancaba cabezas para él parecía ser tan fácil. Me gustaría saber realmente cómo mueren los vampiros. Una mano en mi pecho me hizo jadear, me había distraído mirando a Nicolás, frente a mí estaba Samuel podía sentir su mano en mi corazón. — Claro que no te voy a matar pero vas a sentir lo que yo sentía aquella vez— me dijo con una sonrisa en el rostro. Antes de que pudiese sacar su mano con mi corazón en ella pude ver como Nicolás tenía sus dientes en su brazo lo apretó arrancándolo de su cuerpo hacien
Valentina Petrova Nicolás y yo salimos en completo silencio, creo que ambos teníamos cosas que decirnos sin embargo ninguno de los dos decía absolutamente nada. — ¿Desde cuando tú ya Enrique discuten tanto?— Me atrevi a preguntar Él se aclaró la garganta. — bueno es difícil todo lo que ha sucedido, tengo que admitir que ya no tolero tanto a María y obviamente María no tolera en nada Sarah, la culpa por lo que sucedió, y no la culpo por eso, Sarah todo este tiempo ha sido muy prepotente y mala, por eso decidí que el calabozo sería una mejor opción para ella— Está embarazada Nicolás, claro que no es una mejor opción — El me miró confundido— Pensé que te sentirías mejor con que la hiciera ver que lo que hizo no estuvo bien — hablé con ella— solo quiere engañarte Valentina, Sarah te está engañando cualquier cosa que te dijo es mentira ella solo sabe mentir para conseguir lo que quiere— y quizás eso sea verdad quizás aprendió que con mentiras puede conseguir más que con la verdad,
Valentina Petrova Fui la primera en despertar así que me levanté de la cama con mucho cuidado salí de la habitación, había despertado con algo de hambre y sintiéndome algo débil caminé hacia la cocina está parecía estar algo vacía abrí la nevera y decidí tomar una manzana. Me dirigí hacia la parte trasera la cual nunca había podido ver esta era bastante grande e incluso habían árboles y arbustos. — tampoco puedes dormir?— saliendo de uno de los arbustos estaba Sarah parecía estar escondida ¿Que hacía ella aqui? Pensé que no podía salir de su habitación — No, no puedo — Es por qué tienes hambre y no importa cuánta comida ingieras no te vas a sentir asociada hasta que no tome sangre— negué con la cabeza, me niego ingerir sangre otra vez— tarde o temprano vas a hacerlo Valentina y es porque aún eres muy nueva, tu cuerpo necesita la sangre — ¿Cómo lo sabes? Tú también eres vampira y yo no te veo a ti consumir sangre — es diferente, yo tengo al menos un siglo, tú por otro lado tien
Valentina Petrova — Ven — Nicolás tomó mi mano y me llevó hasta dentro de la mansión, todos seguían disfrutando de la fiesta.Me alegraba ver a todos disfrutar sobre todo me alegraba ver que nadie parecía tenerme miedo.— A dónde vamos?— Le pregunté mientras me dejaba guiar por el.— Tu solo sígueme Lo seguí escaleras arriba, hasta que llegamos a su habitación, me sorprendió ver que habían flores por todos lados.— ¿Que es esto?— Le pregunté sin dejar de mirar las flores.Habían rosas blancas por todos lados y me encantaba, jamás había imaginado que alguien hiciera algo tan hermoso por mi.— Es para ti, es mi manera de darte de la bienvenida a nuestro hogar — Me dijo, me lancé a sus brazos y me aferré a su cuerpo.— Espero que esa reacción es porque te gusto — Me encanto — Besé sus labios — Gracias por este hermoso detalle — Siempre feliz de hacerte feliz — Se alejó de mí y camino directamente hacia la cama en donde todo de ahí una caja de terciopelo. Bueno al menos está vez estaba
Nicolás Harrison El camino a casa había sido bastante largo de hecho Valentina había dormido un par de veces en todo el camino yo por otro lado había tratado de mantenerme muy despierto ya absolutamente nada era seguro sabía que tenía que hablar con Valentina respecto a esta situación pero ahora que estábamos juntos y que las cosas parecían andar bien realmente no había querido arruinarlo mientras estábamos en la ciudad. Como le decía que el hecho de que ella hubiese escapado de esas personas y que hubiesen matado a esos tres vampiros nos tenían en una guerra porque había matado no un vampiro normal había matado al príncipe de los vampiros. Quién diría que la persona que tanto acostaba Valentina era el príncipe y el que aparentemente la había ayudado a que no muriera. Él tuvo que haber tomado previsiones sabía que Valentina era una neófita y que obviamente le iba a costar muchísimo a controlar su carácter.Entiendo cómo es que se había descontrolado tanto. Que por otro lado siemp
Valentina Petrova — ¿Que te parece si bajamos y conocemos un poco la cuidad?— Le pregunté mientras salimos del baño.Ya casi era de noche.— Bueno, no me parece una mala idea podemos salir a conocerla yo nunca he estado aquí. — yo acabo de llegar hoy pero no sé si me van a devolver el recibo que vi hace un rato para poder quedarme aquí durante los próximos cinco meses— Le dije.Luego recordé que le había robado dinero carro y me identificaciones de su penthouse, mis mejillas se enrojecieron y rápidamente sentí muchísima vergüenza, no lo veía porque estaba de espalda a él.— No te preocupes por nada de eso, ya hablé con ella — Me giré rápidamente para poder verlo ¿Que el hizo que?— ¿Cómo hiciste eso?— Pregunté — El dinero mueve el mundo — Por cierto quiero pedirte una disculpa, Cuando entré a tu apartamento tomé dinero prestado que te pagaré cuando consiga dónde dejé mi bolso con el dinero no tenía esa cantidad de dinero pero puedo pagarte la otra manera— comencé a hablar mientra
Valentina Petrova Tenía aproximadamente una hora viendo dormir a Nicolás después de tener mucho sexo había caído completamente rendido. Pensé no ir otra vez alejarme de él y quizás volvernos a encontrar en algún momento o que él siguiera haciendo su vida pero me parecía absurdo seguir con este juego. Con mi mano derecha acaricié su rostro suavemente toqué aquella pequeña barba de un par de días a pesar de que se veía un poco descuidado seguía viéndose igual de atractivo. Aquellos ojos se abrieron dejándome ver esos hermosos ojos marrones si fuera la misma Valentina humana posiblemente me ves asustado sin embargo pude notar exactamente en el momento que se despertó ya que su respiración se aceleró solo un poco y su corazón latía un poco más fuerteEso eran las cosas que me molestaban cosas que no iba a poder recuperar nunca. — Hola dormilon— Susurré con una sonrisa en el rostro — Hola chica que le gusta escapar de mí— aquello me robó una carcajada. — pensé que escaparías mientras