Capitulo 02

Valentina Petrova

Abrí los ojos y lo primero que vi fue un techo color blanco me senté y detalle aquel lugar parecía ser una recámara una antigua.

¿En dónde estaba?!

Me levanté y me acerqué a la ventana, había un enorme bosque, pero también habían casas más pequeñas y personas caminando por el lugar

¿Cómo había llegado aquí?

parecía ser medio día ¿había dormido toda la noche y parte del día? pero como... y ahi recordé lo último que viví antes de desmayarme.

Los lobos peleando.

La sangre.

Nicolás.

Otro hombre

El pinchazo en el brazo.

Ellos me habían traído hasta aquí!!

¿Que eran ellos?

Mire mi brazo solo para asegurarme si lo que había visto era real, ahí tenía la herida que me lo confirmaba, mi brazo estaba vendado, no pude evitar quitar la venda había tres enormes marcas.

El lobo que me quería hacer daño.

Oh Dios ¿A dónde me habían traído?

Mire mis manos estaban rasposas y tenían algunas heridas pequeñas.

Comencé a caminar de un lado para otro asustada, pensando en las razón por las que dos completos extraños me traerían hasta aquí.

¿Acaso quería matarme?

No, de ser así seguro ya lo hubiese hecho, Nicolás me defendió de aquel lobo.

¿Y si querían venderme?

Eso podría ser, los seres humanos éramos asqueroso, no nos importaba más nadie que no fuera nosotros mismos.

Tenia que escapar de aquí rápido.

¿Mis padres ya sabían que me había ido?

Seguro que ni les importa, Nicolás había firmado un contrato, ellos habían ganado dinero con mi partida

Los odiaba!

Los odiaba demasiado, mis ojos se cristalizaron de la ira, limpie mis lágrimas con rabia apenas cayeron por mi mejilla.

No era momento de esto.

Me detuve, tenía que pensar, ví que aun tenía el vestido puesto, busque en el suelo mis zapatos y al encontrarlos me los coloqué, me acerqué a la puerta sin tener algún plan todavía.

Tendria que improvisar.

Cuando estaba por abrir aquella puerta, está se abrió sola lo que me hizo retroceder muchísimos pasos tratando de ponerme alerta.

Ahí estaba Nicolás de nuevo

¿Mis padres sabían lo que él era?

No creo, no hubiesen quería que su niña dorada se casara con él ¿Y si lo sabían? ¿Y si todo esto había sido planeado? Ellos me odian, claro que pudo haber sido planificado por ellos

— ¿Pensabas escapar de nuevo Valentina?— Preguntó con una pequeña sonrisa atrapando mi atención por completo, sin embargo su tono de voz era como amargo — ¿No te cansas de huir?

Es lo que he querido hacer durante tanto tiempo.

Huir, ser libre me preguntó ¿a qué sabe la libertad?

— No, no me canso ni me cansaré nunca de hacerlo — No se de dónde saque la valentia para decirle eso, pensé que se enojaría que me golpearía como mi madre solía hacerlo así que rápidamente protegi mi rostro sin embargo él solo me miró, cuando supe que no me golpearía bajé los brazos y lo mire, aún me sentía intimidada por su mirada pero no aparte la vista.

Cerro la puerta y termino de adentrarse a la habitación.

— pensé que no tenías lengua, que él lobo te la había comido

¿Acaso eso era un intento de chiste?

¡Un lobo había intentado matarme!

— ¿Que eres?— La pregunta salió más rápido de lo que espere — ¿Y porque ese lobo intentó matarme?

Él se posicionó junto a mí, tomó mi mano pero asustada la alejé de él por completo.

— No te voy hacer daño si hubiese herido hacértelo ya lo hubiese hecho Valentina — Se acercó a tomarla y está vez lo deje, no se porque sentí una corriente recorrer mi cuerpo. Dejé que el me llevara hasta la ventana donde hace minutos yo había estado — ¿Vez ese pequeño pueblo?— Preguntó

Asentí

Estaba muy lejos de mi ciudad tal parece.

— ¿Dónde estoy?— Le pregunté

— Yo soy Nicolás Harrison en tu mundo soy solo un millonario más pero aquí soy un Lycan de hecho soy el rey de los Lycan — ¿Lycan? Es una especie de hombre lobo, es el rey de su especie, yo no soy loba ¿Por qué estoy aquí? No tuve la valentía de mirarlo al confirmar lo que era, seguí viendo el pueblo en silencio tratando de procesar lo que él acababa de decir, todo esto parecía salido de una libro para niños— y tú eres mi destinada

¿Destinada?

¿Que se supone era eso?

¿Destinada hacer comida de lobos?

Quería llorar pero me rehusaba hacerlo frente a él.

— ¿Que es una destinada?— Pregunté con un nudo en la garganta.

— La mujer que la Diosa destino estuviera a mi lado como mi pareja y así reinará a mi lado.

Me alejé de él y negué con la cabeza.

Ya no quería que nadie más me dijera que hacer, ya no quería que alguien destinara mi vida.

¡Era mi vida!

MI VIDA!

Quería seguir estudiando administración de empresas, quería tener mi propio negocio, quería trabajar y ser feliz, ayer u hoy era el día en que tenia que escapar de casa, se supone que estaría lejos de todo pero no así.

No aquí!

Quería gritar y golpear algo fuerte para luego huir, sin embargo me quedé ahí frente a él

— Quiero regresar a casa— Susurre— Por favor, dejame ir, yo no soy como tú y no quiero ser como tu, yo soy humana...

Su rostro se desfiguró y está vez fue el quien se alejó.

Me asusté inmediatamente, sus ojos otra vez tenían esos puntos rojos que me aterraban, el color rojo era el mismo color de aquel lobo negro

El era el lobo negro.

— Esa no es tu casa!! — Grito — Tu casa soy yo!!— Parecía estar fuera de control y sentí como me hacía pequeña mientras el crecía.

Dejó de ser un humano para ser un lobo, pensé que iba a soltar gruñidos sin embargo soltó quejidos como si algo le estuviera doliendo.

Me acerqué con miedo y coloqué mi mano en su cabeza el se acurrucó más a mi mano lo que me hizo tomar un poco más de confianza.

Lo acaricié escuchando sus ronroneos pero en cosa de segundos ya no estaba el lobo negro estaba otra vez el humano y salió furioso y desnudo de mi habitación, cerrando la puerta a su salida

¿Que es lo que había pasado aquí?

Debo escapar!

No puedo permanecer ni un segundo más aquí, el no tiene control de si mismo.

Todos en este lugar son como el ¿Y si alguien me hace daño?

No quiero estar con él.

Caminé hacia la puerta pero para mi mala suerte estaba cerrada con cerrojo, intenté abrirla un par de veces sin embargo está no se abrió no importa la fuerza que aplicará.

Caminé a la ventana para ver si podía escaparme por ahí pero estaba estaba alta.

Parecía estar en un tercer piso.

¿Que posibilidad había que no muriera en el intento?

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