Valentina Petrova
Abrí las ventanas Respiré profundo. No puedo creer que fuera hacer esta locura, me daban miedo las alturas, pero no iba a quedarme aquí, en un pueblo lleno de Lycan y con un hombre que dice que yo soy su destinada y todo eso. Me rehúso. Yo me iré a la cuidad, viviré una vida sumamente feliz sola sin que nadie me diga que hacer. Mire hacia abajo y sentí que vomitaria en cualquier momento, esto estaba muy alto. "Vamos Valentina tu puedes" me di ánimo a mi misma. Pasé la ventana pisando así el techo de abajo, el espacio era bastante reducido, si pisaba mal podria caer, caminé con cuidado y por la orilla tratando de tomarme de los muros para evitar caerme, miraba solo hacia el frente, mis manos comenzaban a doler al igual que me brazo herido "Yo puedo, no me voy a caer" Esto había sido una muy mala idea. Me detuve un segundo para ver por dónde bajaría, a unos metros había una enredadera y lo que podría usar como una escalera. Solo eran unos metros más adelante, sentía que en cualquier momento mi corazón saldría por la boca o quizás por los oídos, podía escucharlos como si fueran tambores. Seguí caminando suavemente, mientras lo hacía pisé mal y casi resbalo, lo que me hizo gritar llamando la atención de personas que estaban abajo, escuché jadeos. — ¡Se va a caer!— Oí a alguien gritar. Ya sabían que estaba aquí, no tardaría mucho para que Nicolás lo supiera también, debía bajar rápido de aquí y correr por el bosque. — ¡¿qué diablo estás haciendo Valentina?! — aquel grito hizo que mi piel se erizara por completo, eso había sido bastante rápido, miré hacia abajo esperando verlo ahí y ahí estaba con el otro chico del bosque, lo ví correr hacia la mansión, sentí como me mareaba así que rápidamente volvió a levantar la vista, cerré los ojos aferrándome al muro en el que estaba mi mano. Ya no podía seguir avanzando estaba aterrada. Esto había sido una muy mala idea No me iba a comer el lobo pero si caía de aquí iba a morir igual. — Así que prefieres morir antes de que estar con el alpha?— Preguntó alguien pero yo no quería abrir los ojos.— ¿Estás bien?— Abrí los ojos y ahí frente a mí estaba un chico, moreno y ojos negros — Voy a caerme — Susurré Cada vez me dolía mucho más el brazo y sentía que me soltaría en cualquier momento. — No lo harás, te ayudaré a llegar a la ventana — ¿Cómo él había llegado hasta aquí? Comenzó a caminar suavemente ayudarme hacer lo mismo— ¿Por qué está aquí arriba?— Preguntó — No pareciera que quisieras acabar con tu vida No quiero hacerlo — Trato de escapar de este lugar — confesé el sonrió ¿Por qué le daba gracias? — Soy Noah — Se presentó mientras me ayudaba a entrar al cuarto de nuevo — Cuídate mucho, aquí las cosas no son como parece, no confíes en nadie. Antes de que pudiera decir algo más el se soltó, chille asustada pero ví que había caído como un lobo. Era como Nicolás. Mi corazón latía a más no poder, tenía muchas preguntas también. ¿Quién era ese chico? — ¡¿en qué estabas pensando Valentina?!— la puerta se abrió y aquel grito me hizo estremecer. Tenía la sensación que sus gritos habían hecho retumbar incluso las paredes. Mi cuerpo temblaba y no sabía si era por escuchar sus gritos o por el susto de la altura— ¡¿Acaso quieres morir?! ¡Estuviste apunto de caer! Si no hubieses retomado el equilibrio y regresado a la habitación la Diosa sabe que hubieses muerto! No había sido la mejor idea pero no tenía otra opción, quedarme aquí no era una. ¿El no había visto que alguien más me rescato? Decidí guardarme esa información para mí, Noah me dijo que no confiara en nadie ¿Podía confiar en el? Bueno había salvado mi vida y decidí si confiar en él al menos un poco. — solo quiero irme de aquí, quiero irme a mi ciudad— susurré. Tenía que ser fuerte quería ser fuerte sin embargo era una tonta débil que había dejado toda su vida que sus padres la golpearan una y otra vez que su hermana hiciera de su vida un infierno y aquí estaba nuevamente con alguien que posiblemente sería como ellos también. Quería llorar, tenía un enorme nudo en la garganta, mis ojos no tardaron en cristalizarse. Yo solo quería escapar, quería ser feliz ¿Que hay de malo en eso? — ¡¿Acaso crees que yo quería que tú fueras mi luna?!— Grito, lloré en silencio mientras veía como él me miraba furioso con sus ojos marrones esta vez un poco más manchados de rojo— ¡¿crees que yo quería que un humana débil como tú fuera mi luna teniendo para elegir a muchas lobas fuertes que pudieran procrear a mis herederos?!— humana débil eran dos palabras que definitivamente me definían, pero por alguna razón escuchar cómo salía de su boca dolía de una manera impresionante dolía mucho más que los golpes que mis padres me habían dado durante años y no sabía por qué. Mordí mi labio inferior evitando llorar evitando mostrar ser débil como lo decía. — Entonces dejame ir!— Exclame fuerte tambien— déjame ir y busca aquellas lobas fuertes que pueden procrear a tus hijos y déjame a mí en paz, déjame ser una humana libre es lo único que deseo por favor— Rogué. — No!— gritó furioso haciéndome temblar, me tomó del brazo que no estaba herido pero no tan fuerte, y me miró directamente a los ojos — tú te quedarás a mi lado porque te guste o no la luna te eligió para mí, te quedarás aquí hasta que entiendas que este es tu lugar Negué con la cabeza mientras el me soltaba. Una vez más él salió de la habitación dejándome completamente sola en aquella enorme y elegante recámara. Entonces esta era mi nueva cárcel antes era un ático sucio y lleno de cosas de navidad ahora era un elegante habitación con un hombre que era un lobo que tenía un pueblo al parecer lleno de personas como él y luego estaba yo una humana. Me levanté del suelo y me acosté la cama y no pude evitar llorar. Que podía hacer ahora? No volveré a intentar huir por la ventana, aquella había sido la peor idea pero tampoco podía salir por la puerta e irme de este lugar. Suspiré. Después de un rato decidí ver un poco la habitación, era enorme, tomé el pomo de una de las puertas me encontré con que había un enorme closet con mucha ropa. Wow Jamás había visto tanta ropa y una habitación tan grande para la ropa, era incluso más grande que el ático y el cuarto de Catalina. Comencé a ver la ropa toda tenía su etiqueta ¿Para quien era todo esto? Admito que pensar en otra mujer en esta habitación me hizo sentir algo de celos cosa que era absurdo ¿No? Odiaba a ese hombre, el impidió mi huida de casa y me trajo a este lugar Salí de aquel clóset y caminé hacia la otra puerta no me sorprendí al ver un baño sin embargo sí me sorprendió lo enorme que era había una gran bañera también una ducha y todo lo que un baño necesitaba pero era sumamente elegante y grande. Creo que no era muy fácil impresionarme había crecido en una casa lujosa aún cuando eran para mí había vivido toda mi vida rodeada de este tipo de comodidades. Decidí tomar un baño creo que lo necesitaba, queria quitar toda la tierra de mi cuerpo y los rastros de sangre, quizás también me ayudaría a pensar un poco, abrí la pequeña llave que estaba arriba de la enorme bañera solía preparar los baños para mi hermana así que sabía cómo prepararlo aunque era la primera vez que lo haría para mí. Busqué en las gavetas si había algo de sales y encontré así que lo dejé caer un poco en el agua una vez estuvo lista me hice de mi ropa y me dejé caer en esa agua tibia tengo que admitir que se sentía muy bien ahora entendía porque a mi madre y a mi hermana les encantaba tanto tomar estos baños Dejé de pensar y solamente puse mi mente en blanco disfrutando de estas comodidades que tendría por poco tiempo. Ya encontraría una salida. Aquel chico Noah, quizás pueda encontrarlo y el pueda ayudarme a salir de este lugar Noah... ¿quien eres?Nicolás Harrison ¿Cómo era posible?¿Una humana?!¿Eso es lo que la Diosa Luna había enviando para mí y para mí especie?¿Cómo haría que ellos aceptarán ser dirigidos por ella?!Intentar salir por la ventana ¿A quien se le ocurriría eso?! Es una maldita humana débil, si hubiese caído de ahí hubiese muerto y yo me quedaría solo, nadie mas que ella va a poder llenar ese vacío.Una carcajada me saco de mis pensamientos.Vi a mi beta en mi sofá riendo.Lo miré mal lo que hizo que volviera a ponerse serio y se acomodara un poco incómodo.— ¿Que diablos te parece gracias Enrique?! — grité furioso.— Vamos, es ingeniosa, primero escapa de sus padres para no saber de ti y después intenta escapar de aquí ¡Por la ventana!— no estaba tan seguro de lo primero. Algo me decía que ella tenía planificado eso hace rato, tenía un bolso con ropa y aquella ropa no parecía ser de una niña de sociedad como ella tampoco la cantidad de dinero que tenía metida en ese bolso. Solo quería escapar habían sido
Valentina Petrova.Me había tomado el tiempo de elegir lo que me podría y como me vería, habían traído el almuerzo para mí mientras me arreglaba supongo que Nicolás no quería que bajara.Al inicio pensé en colocarme el vestido más feo pero luego me di cuenta que no tenía porque seguir vistiendo así, yo ya no vivía con ellos, no tenía por qué pensar así, ellos no podían pegarme más ¿O si? No, claro que no.Escuché la puerta abrirse y ahí estaba Nicolás, vestía un traje negro sin corbata viéndose algo casual pero a la vez formal, yo por otro lado había tomado un vestido rojo que acentuará mi figura.Sus ojos recorrieron mi cuerpo y luego se volvió a soltar y mis ojos azules.— ¿estás lista? — Pregunto serio, asentí.— Vamos que el camino es largo.Ninguno de los dos dijo nada mientras bajábamos a las escaleras y al salir de casa y subirnos a la camioneta color negro él iba de chofer y yo de copiloto. Mientras salíamos del pueblo no pude evitar divisarlo un poco, se veía colorido a pesar
Valentina Petrova Llegamos a un edificio elegante, Nicolás estacionó el carro y ambos nos bajamos en silencio.Caminamos hacia el ascensor, nos subimos y este nos llevó hasta el penthouse nos bajamos y solo me senté en el sofá y me quité mis tacones suspiré dejándome caer Yo me sentía mucho más tranquila pero no podía dejar de pensar en lo que había dicho mi padre que ya no había trato eso decía que tenía que regresar a la casa de ellos. Tenía que escapar, ahora con más ganas lo intentaría, no iba a regresar esa casa nunca. — ¿Por qué no me lo dijiste?— la voz de Nicolás me sacó de mis pensamientos centré mi vista en él que estaba sentado junto a mí. Esta vez su voz no era de reclamo podía llegar a creer que incluso era de lástima y era lo que no quería. No quería que él me tuviera lastima.— ¿Decirte que?— intenté hacerme la tonta, no quería hablar del tema. — ¡Basta ya Valentina!— exclamó Nicolás levantándose del sofá y quedando frente a mí— ¡¿Por qué no me dijiste que te mal
Valentina Petrova Luego de aquello, compramos solo lo necesario me sentía incomoda con lo que él había dicho y es que no sabía cómo actuar ni que decir ahora.¿Él tenía razón?Quizás si, quizás lo que estaba sintiendo era celos ¿Y si era esa cosa mágica que él decia?Traté de dejar eso a un lado y olvidarlo.Nos subimos al auto y el manejo hasta donde dijo estaba su oficina, el edificio era enorme y muy elegante, no esperaba menos de alguien con su estatus social, estacionó y en silencio subimos en el ascensor.Nos llevó al último piso.— Buenos días Señor Harrison — Saludo una mujer con uniforme, regalandole una sonrisa.— Buen día— saludo serio sin siquiera mirarlaVeníamos tomados de la mano pero apenas diviso a una mujer pelinegra cerca de la puerta me soltó.Fruncí el ceño.— Nicolás, al fin llegaste pensé que no lo harías — Dijo ella mientras se acercaba y corrí abrazarlo.— Pensé que no ibas apoyarme en esto, yo no sé que hacer Tenía muchas ganas de alejarlos pero me quedé est
Valentina Petrova Llegamos a una especie de casa abandonada fui la segunda en bajar de la camioneta me dejaron caer en una cama sucia. Me amarraron a una ventana que tenía rejas. — yo no sé absolutamente nada Yo solo soy humana no debería ni siquiera estar aquí— dije tratando de que quizás él me soltara pero sin embargo él solamente soltó una carcajada para luego dejarme sola. Entonces de esto se trataría mi vida de que personas me tomaran y ya? Me preguntó si él se dará cuenta que no estoy. Nicolás...Prometiste que nadie iba a hacerme daño prometiste que ibas a acabar con cualquiera que se atreviera a tocarme ¿Dónde estás?Me acosté en aquella cama sucia, no sé cuánto tiempo pasó pero escuché como más personas iban llegando. — Dónde está?— Preguntó alguien era un hombre — En el cuarto No creo que sepa nada Creo que solo conseguimos a alguien que no tiene nada de información — Claro que tiene información Ella es la compañera de vida de Nicolás, ella es importante para él —
Valentina Petrova — Valentina tengo una nueva habitación para ti Sarah creyó que esta sería más cómoda para ella y para el bebé — dijo Nicolás llegando hasta mí, no dije absolutamente nada no valía la pena después de todo esto no era mi casa y no pensaba quedarme por mucho tiempo. Seguí a Nicolás me llevó a otra habitación era muy parecida pero no tenían la misma vista cosa que me entristecía era lo que más me encantaba de esa habitación— quieres hablar de lo que sucedió?— Preguntó pero yo no dije absolutamente nada, solo me senté en la cama en silencio sin siquiera mirarlo.— lo siento, sé que tuve que haber ido contigo sé que tuve que haber estado más pendiente pero estaba tan distraído quería llegar rápido porque pensé que querían atacarlo y de hecho fue así Y?!Quería gritarle que se largara de la maldita habitación y me dejara sola porque eso es lo que quería estar sola!!Me sentí engañada decepcionado y era irónico porque le había creído la primera como si no hubiese aprendido
Nicolás Harrison ¡¡Era su primer beso!! ¡¡¡Yo era su primer beso!!! no me podía sentir más afortunado. Se nota su inexperiencia y eso me encantaba, saber que yo sería el primero y el último me había sentir especial. Ella inconsciente había esperado por mi. — No me iré — Dijo al separar nuestras labios con sus ojos cerrados. Eso es lo que quería escuchar salir de sus labios que no se iría, la necesito aquí conmigo. — Voy a cuidarte te lo prometo — Le dije, pude notar la duda en sus hermosos ojos azules ¿No me creía? No podía culparla si era asi, después de todo eso también se lo había prometido el día de ayer y la había dejado sola en una camioneta claro que jamás pensé que esto iba a pasar pero lo había hecho había fallado mi palabra. Ella abrió la boca para decir algo sin embargo la puerta se abrió y Noah entro como si nada ¿Que diablos hacia él aquí?! Noah me tenía harto! Lo quiero lejos. Pude ver cómo Valentina lo miró y rápidamente apartó la mirada que ella me pareci
Valentina Petrova ¿Por qué me sentía así si había sido yo quien le había dicho que se fuera con ella?¿Por qué tenía tantos celos de ella? Quizás porque era una mujer hermosa era vampira y no era una humana débil como lo era yo, ella si podía darle lo que él quería, ella seguro era lo que él quería, a él no se le había impuesto estar con ella sin embargo conmigo la cosa era totalmente distinta no estaba conmigo porque quería sino porque un lazo extraño y mágico así se lo ordenaba. Recorrí la habitación para poder verla un poco, está parecía ser un poco más grande que la otra, el clóset era más grande al igual que el baño seguro que esta habitación podía acomodarla a mi gusto. Me gustaba.Me coloqué algo de ropa limpia entré al baño e hice mi rutina diaria, sentí vergüenza al recordar que había besado a Nicolás, era mi primer beso esperaba que él lo hubiese disfrutado aunque seguramente yo no era nada comparación a todas las mujeres con la que él había estado ya con experiencia. S