Capitulo 03

Valentina Petrova

Abrí las ventanas

Respiré profundo.

No puedo creer que fuera hacer esta locura, me daban miedo las alturas, pero no iba a quedarme aquí, en un pueblo lleno de Lycan y con un hombre que dice que yo soy su destinada y todo eso.

Me rehúso.

Yo me iré a la cuidad, viviré una vida sumamente feliz sola sin que nadie me diga que hacer.

Mire hacia abajo y sentí que vomitaria en cualquier momento, esto estaba muy alto.

"Vamos Valentina tu puedes" me di ánimo a mi misma.

Pasé la ventana pisando así el techo de abajo, el espacio era bastante reducido, si pisaba mal podria caer, caminé con cuidado y por la orilla tratando de tomarme de los muros para evitar caerme, miraba solo hacia el frente, mis manos comenzaban a doler al igual que me brazo herido

"Yo puedo, no me voy a caer"

Esto había sido una muy mala idea.

Me detuve un segundo para ver por dónde bajaría, a unos metros había una enredadera y lo que podría usar como una escalera.

Solo eran unos metros más adelante, sentía que en cualquier momento mi corazón saldría por la boca o quizás por los oídos, podía escucharlos como si fueran tambores.

Seguí caminando suavemente, mientras lo hacía pisé mal y casi resbalo, lo que me hizo gritar llamando la atención de personas que estaban abajo, escuché jadeos.

— ¡Se va a caer!— Oí a alguien gritar.

Ya sabían que estaba aquí, no tardaría mucho para que Nicolás lo supiera también, debía bajar rápido de aquí y correr por el bosque.

— ¡¿qué diablo estás haciendo Valentina?! — aquel grito hizo que mi piel se erizara por completo, eso había sido bastante rápido, miré hacia abajo esperando verlo ahí y ahí estaba con el otro chico del bosque, lo ví correr hacia la mansión, sentí como me mareaba así que rápidamente volvió a levantar la vista, cerré los ojos aferrándome al muro en el que estaba mi mano.

Ya no podía seguir avanzando estaba aterrada.

Esto había sido una muy mala idea

No me iba a comer el lobo pero si caía de aquí iba a morir igual.

— Así que prefieres morir antes de que estar con el alpha?— Preguntó alguien pero yo no quería abrir los ojos.— ¿Estás bien?— Abrí los ojos y ahí frente a mí estaba un chico, moreno y ojos negros

— Voy a caerme — Susurré

Cada vez me dolía mucho más el brazo y sentía que me soltaría en cualquier momento.

— No lo harás, te ayudaré a llegar a la ventana — ¿Cómo él había llegado hasta aquí? Comenzó a caminar suavemente ayudarme hacer lo mismo— ¿Por qué está aquí arriba?— Preguntó — No pareciera que quisieras acabar con tu vida

No quiero hacerlo

— Trato de escapar de este lugar — confesé el sonrió

¿Por qué le daba gracias?

— Soy Noah — Se presentó mientras me ayudaba a entrar al cuarto de nuevo — Cuídate mucho, aquí las cosas no son como parece, no confíes en nadie.

Antes de que pudiera decir algo más el se soltó, chille asustada pero ví que había caído como un lobo.

Era como Nicolás.

Mi corazón latía a más no poder, tenía muchas preguntas también.

¿Quién era ese chico?

— ¡¿en qué estabas pensando Valentina?!— la puerta se abrió y aquel grito me hizo estremecer. Tenía la sensación que sus gritos habían hecho retumbar incluso las paredes. Mi cuerpo temblaba y no sabía si era por escuchar sus gritos o por el susto de la altura— ¡¿Acaso quieres morir?! ¡Estuviste apunto de caer! Si no hubieses retomado el equilibrio y regresado a la habitación la Diosa sabe que hubieses muerto!

No había sido la mejor idea pero no tenía otra opción, quedarme aquí no era una.

¿El no había visto que alguien más me rescato?

Decidí guardarme esa información para mí, Noah me dijo que no confiara en nadie ¿Podía confiar en el? Bueno había salvado mi vida y decidí si confiar en él al menos un poco.

— solo quiero irme de aquí, quiero irme a mi ciudad— susurré.

Tenía que ser fuerte quería ser fuerte sin embargo era una tonta débil que había dejado toda su vida que sus padres la golpearan una y otra vez que su hermana hiciera de su vida un infierno y aquí estaba nuevamente con alguien que posiblemente sería como ellos también.

Quería llorar, tenía un enorme nudo en la garganta, mis ojos no tardaron en cristalizarse.

Yo solo quería escapar, quería ser feliz ¿Que hay de malo en eso?

— ¡¿Acaso crees que yo quería que tú fueras mi luna?!— Grito, lloré en silencio mientras veía como él me miraba furioso con sus ojos marrones esta vez un poco más manchados de rojo— ¡¿crees que yo quería que un humana débil como tú fuera mi luna teniendo para elegir a muchas lobas fuertes que pudieran procrear a mis herederos?!— humana débil eran dos palabras que definitivamente me definían, pero por alguna razón escuchar cómo salía de su boca dolía de una manera impresionante dolía mucho más que los golpes que mis padres me habían dado durante años y no sabía por qué.

Mordí mi labio inferior evitando llorar evitando mostrar ser débil como lo decía.

— Entonces dejame ir!— Exclame fuerte tambien— déjame ir y busca aquellas lobas fuertes que pueden procrear a tus hijos y déjame a mí en paz, déjame ser una humana libre es lo único que deseo por favor— Rogué.

— No!— gritó furioso haciéndome temblar, me tomó del brazo que no estaba herido pero no tan fuerte, y me miró directamente a los ojos — tú te quedarás a mi lado porque te guste o no la luna te eligió para mí, te quedarás aquí hasta que entiendas que este es tu lugar

Negué con la cabeza mientras el me soltaba.

Una vez más él salió de la habitación dejándome completamente sola en aquella enorme y elegante recámara.

Entonces esta era mi nueva cárcel antes era un ático sucio y lleno de cosas de navidad ahora era un elegante habitación con un hombre que era un lobo que tenía un pueblo al parecer lleno de personas como él y luego estaba yo una humana.

Me levanté del suelo y me acosté la cama y no pude evitar llorar.

Que podía hacer ahora?

No volveré a intentar huir por la ventana, aquella había sido la peor idea pero tampoco podía salir por la puerta e irme de este lugar.

Suspiré.

Después de un rato decidí ver un poco la habitación, era enorme, tomé el pomo de una de las puertas me encontré con que había un enorme closet con mucha ropa.

Wow

Jamás había visto tanta ropa y una habitación tan grande para la ropa, era incluso más grande que el ático y el cuarto de Catalina.

Comencé a ver la ropa toda tenía su etiqueta ¿Para quien era todo esto? Admito que pensar en otra mujer en esta habitación me hizo sentir algo de celos cosa que era absurdo ¿No? Odiaba a ese hombre, el impidió mi huida de casa y me trajo a este lugar

Salí de aquel clóset y caminé hacia la otra puerta no me sorprendí al ver un baño sin embargo sí me sorprendió lo enorme que era había una gran bañera también una ducha y todo lo que un baño necesitaba pero era sumamente elegante y grande.

Creo que no era muy fácil impresionarme había crecido en una casa lujosa aún cuando eran para mí había vivido toda mi vida rodeada de este tipo de comodidades.

Decidí tomar un baño creo que lo necesitaba, queria quitar toda la tierra de mi cuerpo y los rastros de sangre, quizás también me ayudaría a pensar un poco, abrí la pequeña llave que estaba arriba de la enorme bañera solía preparar los baños para mi hermana así que sabía cómo prepararlo aunque era la primera vez que lo haría para mí.

Busqué en las gavetas si había algo de sales y encontré así que lo dejé caer un poco en el agua una vez estuvo lista me hice de mi ropa y me dejé caer en esa agua tibia tengo que admitir que se sentía muy bien ahora entendía porque a mi madre y a mi hermana les encantaba tanto tomar estos baños

Dejé de pensar y solamente puse mi mente en blanco disfrutando de estas comodidades que tendría por poco tiempo.

Ya encontraría una salida.

Aquel chico Noah, quizás pueda encontrarlo y el pueda ayudarme a salir de este lugar

Noah... ¿quien eres?

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