Un error lo comete cualquiera. Pero cuando este influye en las vidas de las personas y destroza su realidad, ¿qué haría usted? ¿Podría perdonar ese hecho? Seguiría adelante o, ¿buscaría retribución? La vida cambia para Samantha al ser acusada injustamente de un acto que a todas luces es contrario a su naturaleza, una infidelidad jamás sería algo que ella haría. Volviéndola objeto de humillaciones, maltrato verbal, catalogado como violencia intrafamiliar, que a pesar de que ella no lo acepta, es notorio que ha sufrido de ciertos actos que ella consideraba afecto de parte de su esposo. La separación es la única solución sensata, para poder esclarecer las calumnias que le fueron levantadas, lo malo es que el resultado no era ni tan simple de alcanzar, ni nada de lo que pudiera esperar. Al final y después de no darse por vencida, Samantha descubrirá que su batalla es con el propio destino, que se empeña en encausar su camino, el cual perdió cuando alguien se cruzó en este, empecinado en vivir una vida que no le tocaba. ¿Qué pasaría si te casaste con el hombre equivocado?
Leer másEl motivo retorcido de Alice para llevar a cabo aquel acto, que no solo le quito la vida, sino que le robo la paz a Morgan. Si ese era el objetivo, el gusto le duro poco... La presencia de Samantha en la vida de Morgan Koch era no solo de compañía y conveniencia por compartir la crianza de sus dos pequeñas. Ella se convirtió en lo que Morgan necesitaba, y que en algún momento deseo hubiera sido ella su esposa y no la desequilibrada. ... —Los recuerdos que nos dejan son el legado más importante que debemos tener presente. En el caso de Alice, lo que les pido es que, si ella les afectó con su actuar, encuentren en su corazón la bondad para poder perdonarla. Somos lo que hacemos y lamentablemente ella hizo mal de varias maneras. Pero no somos perfectos, y nadie se va de este mundo sin pagar sus faltas, estoy seguro de que ella tenía un enorme sufrimiento. Lo que la empujo a su final. Aquellas palabras eran muy acertadas y es que el orador conocía a Alice y a su familia, de forma cer
4 meses después...Morgan ya no podía quitarle las manos de encima a Samantha, en vez de saciar sus ganas de tocarla, estás solo se habían incrementado.Él era el más preocupado porque su situación se volviera definitiva.—¡Ya..., deja levantarme! —le rogaba Sam, pues Koch la tenía entre sus brazos y la llenaba de besos.—No, quiero seguir con lo que empecé.Samantha se escabulle de entre sus brazos, saltando velozmente fuera de la cama, poniendo distancia para que ese hombre no la regresé.—Luego, lo prometo. Recuerda que hoy por fin tengo cita con el especialista.Koch suspira pesado, dejándose caer en la cama, ya que no faltaba mucho para ir por su mujer y devolverla a la cama.Sam camina a la puerta, Morgan le ha insistido tanto que cambie sus cosas a su recámara para por fin compartir el espacio, solo que ella testarudamente se rehúsa.Una vez en su cuarto, Sam se mete a ducharse y lamenta que no pudiera continuar recibiendo los mimos de ese formidable hombre.Cada vez se le hace
Observarla así, le hizo pensar en cuanto quería jalar su cabello y tomarla en sus brazos para poder devorar esa boca, que cada que la veía lo invitaba a fantasear. Sam giró y al observarlo perdido con la mirada fija con un brillo en sus ojos, un escalofrío la recorrió, atribuyéndolo a lo vacío que estaba el lugar. Lo más inteligente era poner algo de distancia para controlar los deseos de cargarla y tomarla allí mismo contra cualquier pared o aún mejor frente al ventanal, dominante, por supuesto, que era un cabrón en la alcoba. —Necesito que me acompañes a la recámara o perderemos esta vista. Sam lo pensó un poco, es que el hombre lucio como todo un depredador y no se equivocaba, pero ese depredador haría cualquier cosa por ella, entre eso jamás la forzaría a nada. Al fin ella suspiró y avanzo —muy bien, solo espero que sea tan espectacular como la que acabamos de apreciar. Ojalá que no sea una de esas líneas para llevar a las féminas a tus dominios. Al entrar ella constató que
Wil fue el encargado de coordinar todo, mientras Amelia le preparaba una maleta con las prendas que Sam podría necesitar, pero la indicación de su jefe fue que viajara ligero, cualquier cosa que requiriera podía ser comprada en aquel destino al que la llevaría. —Sam, hoy tienes que hacer algo a petición del señor Koch, el chofer te espera para llevarte —la mujer quería repelar, pero había ocasiones que el hombre requería documentos o a lo mejor era algo más importante. —¿No puede esperar a que lleve a las niñas a dormir? —Oh, cariño, no te preocupes por ello, Adele y yo podemos con eso. Samantha fue echada, así se sintió, para cuando vio el vehículo que la esperaba cayó en cuenta que no pregunto sobre qué era lo que le llevaría. Al alejarse solo pudo enviar un mensaje para preguntar, pero la respuesta solo decía que: “todo lo que necesitas está en la cajuela”. Así, luego de un trayecto considerable, vio que se acercaban al aeropuerto y que no se detenían, no, el vehículo utilizo
Sin obstáculos que estuvieran merodeando o entrometiéndose, es que por fin en la casa de Koch se respiraba paz.Esa que tenía unos meses se vio arrebatada por el descubrimiento de una verdad que nadie imaginaba.Samantha descubrió que aquel lugar se sentía como un hogar, ya no se veía como una extraña en los dominios del jefe.Mentiría si negara que Morgan con cada acción no le demostró lo apreciada que ella era para él.Y sus emociones las vería en palabras y detalles que a ella la ponían, no incómoda, no. Esa etapa ya la había superado.Tenerlo en la mente era una constante, imaginar lo que diría de tal o cual situación.Tomar en cuenta los gustos que él tenía y basándose en ello hacer planes, tanto para el hogar como para las salidas como familia.Lo que se le hacía raro a Sam es que ese hombre que no dejaba de coquetearle, no hacía la pregunta.Y él no lo hacía simplemente porque aquella mujer era especial, tanto que no creía que mereciera, empezar algo con ella, antes de finaliza
La vida no siempre va como uno la imagina, dile tus planes a Dios si quieres hacerle reír.Para Morgan, la aparición de Samantha y Florence en su vida era un hecho afortunado.Mejor aún cuando esté desarrollo una atracción por la mujer que en un principio le crispaba los nervios.A la cual con el tiempo encontró que era un ser excepcional.Y de acuerdo a sus últimos pensamientos, su familia estaría completa en cuanto ella aceptara tener una relación con él.No cedería hasta que eso pasará, pero como siempre algo o alguien le arruinaría aquellas fantasías.Sus suegros volaron para ir a ver el estado de su hija, quien odiaba a todo y todos en aquel momento.Solo deseaba salir de ese encierro, sus padres tampoco estaban al tanto de lo que la depresión aguda le había ocasionado a su hija.Esto iba más allá de un comportamiento consciente, y ellos no sabían cómo sentirse ni que opinar.Al verla en aquella condición tan deplorable no pudieron más que pedirle ayuda a los especialistas de psi
El tiempo transcurrió tan deprisa, además Samantha había llegado al hospital ya en la madrugada.Morgan se perdió en el sueño, por lo que fueron unas horas, al despertar y ver que tenía la ropa puesta, intento recapitular sobre sus recuerdos de lo último, tomo su celular y vio el número considerable de llamadas, así como mensajes.Por supuesto que maldijo al leer los mensajes, se regañó así mismo y se metió a darse una ducha rápida para quitarse el aroma a alcohol.La intención de haber ido hasta el hospital no tenía nada que ver con Alice, quien le preocupo al instante fue Samantha, ella no debía estar allá, lo que de nuevo le dejaba ver lo valiosa que era como ser humano.Que a pesar de haber tenido un altercado, ella estaba asistiendo a la inconsecuente de su exmujer, aunque no estuvieran divorciados, no tenía otro título para esa mujer.Llegó con poca respiración por la forma en que subió las escaleras en vez de utilizar el elevador, sus ojos buscaron frenéticamente a su objetivo,
El buen amigo de Morgan estaba dispuesto a ir a recogerle en el momento que recibió el mensaje, pero al buscar la dirección y ver que se trataba de un bar, su cerebro hizo conjeturas. Quería alguien que le sacara de aquel lugar, no compañía, y así se le ocurrió que el estado particular en que se pone Koch cuando bebe, podía ser propicio para ayudarle en su conquista de la señora Davis. Con una simple mentira fingiendo estar ocupado es que mando a Samantha para que fuera por el pobre y desvalido hombre, le encargo que fuera en persona, pues los empleados nunca lograban hacerlo entrar en razón. ... El chofer se ofreció a ayudar a Sam para subir al señor, pero su amabilidad fue rechazada por el mismísimo Koch, quien con una mirada lo dejo quieto, además —ella puede con esto y más. Sam solo suspiro y se armó de determinación, pues el hombre le sacaba al menos una cabeza, y su estado de ebriedad lo hacía dejarla cargando con su peso. Morgan se abrazó a Sam, era más que evidente que n
En lo que esperaba a que Alice apareciera, Morgan se queda viendo a la nada, repasando sus memorias, quiere saber en qué se equivocó, que hizo mal, para que su vida con la mujer que juro amar, para toda la vida se fuera al demonio.Era muy fácil culparla por el abandono, pero ya tenía rato que se preguntaba, cuál había sido su culpa o error.Así que cuando la tuvo frente a frente, de algún modo debía sacarle toda la verdad o nunca se sentiría en paz.—¡Habla! ¡Maldita sea! Deja de observarme, es momento de que me digas, ¿cuál fue el motivo? —grita rabioso Koch.—Jamás me habías hablado así. Eres un ¡imbécil! —se levanta Alice del sillón en donde estaba, se acerca a Morgan y lo mira de forma retadora —. Tú tuviste la culpa de que no funcionara entre nosotros, sí, ya sé que me culpas por irme y te la pasaste haciéndote la víctima.Morgan la mira asombrado de lo sinvergüenza que es —muy bien, ilumíname, porque de verdad que no lo sé —dice con sarcasmo.—Me prometiste el mundo... y qué hi