El tiempo transcurrió tan deprisa, además Samantha había llegado al hospital ya en la madrugada.Morgan se perdió en el sueño, por lo que fueron unas horas, al despertar y ver que tenía la ropa puesta, intento recapitular sobre sus recuerdos de lo último, tomo su celular y vio el número considerable de llamadas, así como mensajes.Por supuesto que maldijo al leer los mensajes, se regañó así mismo y se metió a darse una ducha rápida para quitarse el aroma a alcohol.La intención de haber ido hasta el hospital no tenía nada que ver con Alice, quien le preocupo al instante fue Samantha, ella no debía estar allá, lo que de nuevo le dejaba ver lo valiosa que era como ser humano.Que a pesar de haber tenido un altercado, ella estaba asistiendo a la inconsecuente de su exmujer, aunque no estuvieran divorciados, no tenía otro título para esa mujer.Llegó con poca respiración por la forma en que subió las escaleras en vez de utilizar el elevador, sus ojos buscaron frenéticamente a su objetivo,
La vida no siempre va como uno la imagina, dile tus planes a Dios si quieres hacerle reír.Para Morgan, la aparición de Samantha y Florence en su vida era un hecho afortunado.Mejor aún cuando esté desarrollo una atracción por la mujer que en un principio le crispaba los nervios.A la cual con el tiempo encontró que era un ser excepcional.Y de acuerdo a sus últimos pensamientos, su familia estaría completa en cuanto ella aceptara tener una relación con él.No cedería hasta que eso pasará, pero como siempre algo o alguien le arruinaría aquellas fantasías.Sus suegros volaron para ir a ver el estado de su hija, quien odiaba a todo y todos en aquel momento.Solo deseaba salir de ese encierro, sus padres tampoco estaban al tanto de lo que la depresión aguda le había ocasionado a su hija.Esto iba más allá de un comportamiento consciente, y ellos no sabían cómo sentirse ni que opinar.Al verla en aquella condición tan deplorable no pudieron más que pedirle ayuda a los especialistas de psi
Sin obstáculos que estuvieran merodeando o entrometiéndose, es que por fin en la casa de Koch se respiraba paz.Esa que tenía unos meses se vio arrebatada por el descubrimiento de una verdad que nadie imaginaba.Samantha descubrió que aquel lugar se sentía como un hogar, ya no se veía como una extraña en los dominios del jefe.Mentiría si negara que Morgan con cada acción no le demostró lo apreciada que ella era para él.Y sus emociones las vería en palabras y detalles que a ella la ponían, no incómoda, no. Esa etapa ya la había superado.Tenerlo en la mente era una constante, imaginar lo que diría de tal o cual situación.Tomar en cuenta los gustos que él tenía y basándose en ello hacer planes, tanto para el hogar como para las salidas como familia.Lo que se le hacía raro a Sam es que ese hombre que no dejaba de coquetearle, no hacía la pregunta.Y él no lo hacía simplemente porque aquella mujer era especial, tanto que no creía que mereciera, empezar algo con ella, antes de finaliza
Wil fue el encargado de coordinar todo, mientras Amelia le preparaba una maleta con las prendas que Sam podría necesitar, pero la indicación de su jefe fue que viajara ligero, cualquier cosa que requiriera podía ser comprada en aquel destino al que la llevaría. —Sam, hoy tienes que hacer algo a petición del señor Koch, el chofer te espera para llevarte —la mujer quería repelar, pero había ocasiones que el hombre requería documentos o a lo mejor era algo más importante. —¿No puede esperar a que lleve a las niñas a dormir? —Oh, cariño, no te preocupes por ello, Adele y yo podemos con eso. Samantha fue echada, así se sintió, para cuando vio el vehículo que la esperaba cayó en cuenta que no pregunto sobre qué era lo que le llevaría. Al alejarse solo pudo enviar un mensaje para preguntar, pero la respuesta solo decía que: “todo lo que necesitas está en la cajuela”. Así, luego de un trayecto considerable, vio que se acercaban al aeropuerto y que no se detenían, no, el vehículo utilizo
Observarla así, le hizo pensar en cuanto quería jalar su cabello y tomarla en sus brazos para poder devorar esa boca, que cada que la veía lo invitaba a fantasear. Sam giró y al observarlo perdido con la mirada fija con un brillo en sus ojos, un escalofrío la recorrió, atribuyéndolo a lo vacío que estaba el lugar. Lo más inteligente era poner algo de distancia para controlar los deseos de cargarla y tomarla allí mismo contra cualquier pared o aún mejor frente al ventanal, dominante, por supuesto, que era un cabrón en la alcoba. —Necesito que me acompañes a la recámara o perderemos esta vista. Sam lo pensó un poco, es que el hombre lucio como todo un depredador y no se equivocaba, pero ese depredador haría cualquier cosa por ella, entre eso jamás la forzaría a nada. Al fin ella suspiró y avanzo —muy bien, solo espero que sea tan espectacular como la que acabamos de apreciar. Ojalá que no sea una de esas líneas para llevar a las féminas a tus dominios. Al entrar ella constató que
4 meses después...Morgan ya no podía quitarle las manos de encima a Samantha, en vez de saciar sus ganas de tocarla, estás solo se habían incrementado.Él era el más preocupado porque su situación se volviera definitiva.—¡Ya..., deja levantarme! —le rogaba Sam, pues Koch la tenía entre sus brazos y la llenaba de besos.—No, quiero seguir con lo que empecé.Samantha se escabulle de entre sus brazos, saltando velozmente fuera de la cama, poniendo distancia para que ese hombre no la regresé.—Luego, lo prometo. Recuerda que hoy por fin tengo cita con el especialista.Koch suspira pesado, dejándose caer en la cama, ya que no faltaba mucho para ir por su mujer y devolverla a la cama.Sam camina a la puerta, Morgan le ha insistido tanto que cambie sus cosas a su recámara para por fin compartir el espacio, solo que ella testarudamente se rehúsa.Una vez en su cuarto, Sam se mete a ducharse y lamenta que no pudiera continuar recibiendo los mimos de ese formidable hombre.Cada vez se le hace
El motivo retorcido de Alice para llevar a cabo aquel acto, que no solo le quito la vida, sino que le robo la paz a Morgan. Si ese era el objetivo, el gusto le duro poco... La presencia de Samantha en la vida de Morgan Koch era no solo de compañía y conveniencia por compartir la crianza de sus dos pequeñas. Ella se convirtió en lo que Morgan necesitaba, y que en algún momento deseo hubiera sido ella su esposa y no la desequilibrada. ... —Los recuerdos que nos dejan son el legado más importante que debemos tener presente. En el caso de Alice, lo que les pido es que, si ella les afectó con su actuar, encuentren en su corazón la bondad para poder perdonarla. Somos lo que hacemos y lamentablemente ella hizo mal de varias maneras. Pero no somos perfectos, y nadie se va de este mundo sin pagar sus faltas, estoy seguro de que ella tenía un enorme sufrimiento. Lo que la empujo a su final. Aquellas palabras eran muy acertadas y es que el orador conocía a Alice y a su familia, de forma cer
Y la vida se abre paso...El personal de servicio corría en su desespero porque a la señora de la casa se le había roto la fuente, alguien debía llevar la maleta, alguien estaba llamando al ginecobstetra, el chofer apareció para decir que estaba listo.Pero no podían partir aún, porque no estaba a la vista Samantha y es que en el alboroto la dejaron sentada en una silla en la cocina que es en donde todo empezó.—Amelia, por favor, ¡ay...! Avísale a mi esposo que ya vamos para el hospital.—Si señora, ya lo hice, solo dejé el recado porque está en una reunión.Samantha respira hondo y siente otra punzada, el chofer y otras dos mujeres del servicio llegan en tropel para asistirla y subirla al vehículo.Con tanta conmoción, Samantha tiene que alzar la voz —¡Alto! Respiren... inhalen-exhalen. ¡Listo! Ven, si funcionaron los cursos. Ahora, Amelia ayúdame a llegar hasta el auto.Amelia obedece y le ofrece su mano derecha para que se apoye, mientras con la izquierda la pasa por su espalda, p