Narra Olivia Brown—Buenas noches, señorita ¿Trae invitación? —dijo para detener mis pasos con su mirada escrutadora.Debo confesar que me paralicé al instante, mis ojos se abrieron con una sorpresa que seguramente despertó en él la sospecha, pero no se lo dejaría fácil, tenía mis armas.—Sí, sí… —carraspeé—. Verá… mi hermana olvidó un dispositivo usb que contiene un documento súper importante, y si no se lo entrego ahora —intenté por todos los medios sonar angustiada, como una damisela en peligro—, ella va a perder todo por lo que tanto trabajó.El hombre uniformado de blanco y negro me dedicó una mirada entrecerrada y se llevó la mano al mentón, yo esbocé un puchero, mientras agrandaba mis ojos y batía mis pestañas para intentar engatusarlo.Yo sabía que el tipo no era un estúpido ni mucho menos, pero tampoco era de los que pensaba con la cabeza correcta tratándose de mujeres, y más en mí, que tengo mis encantos.Así que me incliné un poco más sobre el mostrador en el qué se resguard
Narra Chloe Wheeler/Sasha SmirnovaLa velada había sido más intensa y satisfactoria de lo que jamás hubiese podido imaginar.Nunca pensé como era posible que yo tuviera el potencial para pararme frente cientos de personas de tanta etiqueta y renombre para presentar mi pequeña boutique con esa seguridad que lo hice.No sabría decir si fue el vestido de la suerte o el bosquejo que realicé con afán para la ocasión, pero me sentí… fuerte, capaz. Olivia, como siempre, ahí estaba para salvarme el pellejo y darme el dispositivo para entrar a la información personal de Nate.Cómo quisiera considerar a esa mujer mi amiga, la mejor, pero… no era nada fácil para mí en esos momentos.Y por otro lado, ahí estaba Max… ese hombre se lució conmigo, como debía ser y de acuerdo a mi plan. Yo lo tenía claro desde el inicio, él debía ser mi pase directo a la confianza de los Donovan, pero por un segundo, algo dentro de mí se estremeció cuando su fuerte mano apretó mi cintura, con aquella firmeza varonil
Narra Chloe Wheeler/Sasha Smirnova—Sí… —respondí sin pensarlo demasiado, de hecho mi respuesta había sido… ¿espontánea?No, no era porque la idea de escaparme con él me emocionara, ¡por Dios, no! Pero… pensar en la aventura, en la adrenalina que corría por mis venas, esa sensación de jugar con fuego sin quemarme… y Max me ofrecía todo eso desde el momento en que nos conocimos.Sin pensarlo dos veces los dos comenzamos a dar pasos ligeros y nos escabullimos por los corredores del personal de servicio y la verdad es que éramos muy malos con el sigilo, porque las camareras se nos quedaban viendo con ojos saltones, quizá preguntándose qué demonios hacía allí ese par de locos.Lo que no pude dejar pasar antes de salir por completo del salón principal, en donde todos estaban reunidos, fue como de reojo vi como Tanya prácticamente arrastraba a Nate fuera de la fiesta, probablemente hacia los jardines del salón de eventos.No pude describir el placer que me daba ver aquello… y pensándolo bien
Narra Chloe WheelerMis manos temblaban mientras sostenía las pruebas contundentes de lo que mi mente ya intuía ¡Nate, mi prometido desde hacía dos años, tenía una amante!Pero no era cualquier amante, no…Para añadir más sal a la herida, era Ella. Tanya Parker, la mujer a la que durante diez años había considerado como mi mejor amiga ¡Diez malditos años!El mundo parecía desmoronarse bajo mis pies. Esas múltiples fotos, junto a las impresiones de los chats… todo lo obsceno que el investigador privado me había compartido que había ocurrido durante los meses de mi recuperación del catastrófico accidente que casi acaba con mi vida, hasta justo hoy en la mañana, diciéndole: “Buenos días, mi gata salvaje”.Esos infernales mensajes ahora parecían quemar las palmas de mis manos y mis retinas, mientras los miraba con el desprecio hirviendo en mis entrañas.«¿¡Cómo pudiste, Nate!?», pensé mientras lancé las pruebas y gritaba con rabia. Todo voló y calló frente a mis ojos, pero yo solo podía c
Narra Chloe Wheeler— ¿Eso te responde Nate, o te lo vuelvo a repetir? — pregunté con la frialdad saliendo de mi garganta, que para ser sincera, me resultó liberadora.Por primera vez en mucho tiempo, él no tuvo una respuesta rápida y perspicaz para mi actitud. En sus ojos solo leía las más numerosas de las dudas.Un presentimiento de que quisiera lanzarse contra mí y golpearme me invadió, pero lo conocía bien, él tenía la “reputación” tan en alto que no se mancharía de sangre las manos, al menos no directamente.Nunca me golpeó físicamente, pero eso no minimizaba el descomunal golpe emocional que tenía y que no sentía poder sobrevivir.Nate se limitó a sujetarme por la muñeca precursora de tener la mejilla al rojo vivo por la bofetada, para entrar conmigo y cerrar el apartamento de un portazo ¡Ja! Como si eso pudiera solucionar el caos que yo llevaba por dentro.—Vas a decirme qué te pasa ¡¿Por qué me golpeaste, Chloe?! —preguntó entre dientes, con insistencia, mientras apretaba mi m
Narra Chloe WheelerDespués de ese momento, en un abrir y cerrar de ojos, todo a mi alrededor había cambiado.La última semana fue un infierno total, entre interminables llamadas a los invitados para cancelar el viaje de luna de miel y esa maldita boda. Pese a las preguntas invasivas de la gente, traté de eludir el expresar la verdadera razón de la ruptura de mi estable relación con Nate.Me daba mucha vergüenza hasta salir a la esquina y lloraba con desesperación todas las noches. Cada vez que alguien me preguntaba y esperaba los por qué, me esforzaba en ser lo más superficial posible y dar respuestas vagas.Pero, no pasó mucho tiempo antes de que los rumores comenzaran a propagarse como esporas venenosas que me comenzaron a intoxicar.Mi intuición —que a estas alturas ya sabía que no me fallaba—, me gritaba que Tanya tenía algo que ver con tales chismes tan acertados. Después de todo, la conocía desde que las dos entramos a la empresa como simples secretarias de recepción de la empr
Narra Chloe WheelerSi antes sentía que mi alma se desmoronaba, en esos momentos lo que me inundaba era algo mucho más oscuro y siniestro.Lo describía como… una tórrida amalgama de miedo y asco.Eso que Nate me había hecho durante la noche no tenía nombre más que “crimen”. Decir lo ultrajada que me sentía no era suficiente para describir la inmundicia que ese monstruo pudo infligir sobre la mujer a la que decía amar, a la que supuestamente llevaría al altar.Cuando abrí los ojos esa mañana, la luz que se filtraba a través de las cortinas color crema de mi destrozada habitación me hizo querer pegar un grito de angustia.Mi cuerpo comenzó a reaccionar de a poco, pero me costaba controlarlo. Mis piernas estaban entumecidas y la entrepierna me ardía demasiado. Un martilleo insoportable en la cabeza me impedía pensar y recordar con claridad.Mi mente daba pequeños flashazos y me hacía recordar que ese pañuelo que el hombre me puso en el rostro, seguramente tenía una sustancia que me dejó
Narra Chloe Wheeler Mi corazón se detuvo por un milisegundo al leer esas tétricas palabras.Puedo jurar que el odio nació isofacto mientras arrugaba ese papel con tanta fuerza que sentía mis propias uñas clavarse en mi delicada piel.Tanya… ella tenía que estar detrás de todo eso, ella y su asquerosa complicidad con Nate, no necesitaba otras pruebas, lo sentía de antemano y ya percibía que esa mujer en realidad me odiaba, que quizá siempre lo hizo, desde el segundo uno posiblemente o desde que me ascendieron en la compañía.La verdad es que habían demasiadas razones para citar, lo único que sabía era que en esos momentos quizá se reía de mí desde la lejanía.En cuanto llegué a lo que quedaba de mi apartamento esa tarde, me derrumbe en el suelo nuevamente a llorar, me sentía fracasada, me sentía una nada mientras me levantaba para contemplar los restos de mi vida.Me miré al espejo que tenía frente a mí, o a lo que quedaba de él y me confronté cara a cara. En ese momento comprendía al