Mi nombre es Anabela Accardi; soy la hija de un mafioso, pero mi padre siempre me mantuvo alejada de ese mundo de mierd*. En un momento inesperado conozco a un hombre desconocido que se obsesiona por mí. En el mejor y más feliz día de mi vida me secuestran. Y es ese hombre, es Dante Ferrara, un mafioso, es frío, sanguinario, posesivo y sin sentimientos. Él es mi secuestrador y el cual me arruina mi vida. Me daña de todas las maneras posibles. Jure que me vengaría de él, así como él me hizo la vida imposible, yo sé lo haré a él y no descansaré hasta lograrlo. Solo una cosa me debo de enamorar de mi secuestrador. Espero poder cumplir con mi promesa a mí misma: “No me enamoraré de él”. AVISO: LA NOVELA TIENE CAPÍTULOS FUERTES. PERSONAS SENSIBLES: ABSTÉNGANSE DE LEERLA. Pero si optan por leerla, les recomiendo discreción y se ahorren sus malos comentarios. GRACIAS…
Leer másDanteHa pasado ya una semana desde que hice a Anabela mía mi niña.Pero mi madre no me deja verla. Siempre intento acercarme a la habitación, pero mi madre está ahí o mi hermana y no puedo.Todos estos días he tenido que dormir en otra habitación. Todas las noches pienso en el recuerdo que tengo de cuando estuve con Anabela y mis ganas crecen. Siempre en las mañanas, despierto con miembro duro y antes de dormir también."Tengo muchas ganas de hacerla mía".Necesito ver a mi niña, me arreglo, mando comprarme algo de ropa de mi gusto, me pongo una camisa oscura y unos jeans negros.Intento fingir que voy a salir; intento encontrarme a mi madre de casualidad para llevar acabo mi plan. Acabo de ver a mi madre que viene por el corredor; salgo camino para encontrármela.—¿Hijo vas a salir? —me mira mi madre de pies a cabeza.—Sí, voy a salir; necesito arreglar unos negocios de la mercancía —es mentira, pero intento que suene real.—¿A qué hora regresaras? —pregunta mi madre.—No lo sé en l
Anabela Después de la visita inesperada de Dante, no sé si decirle a la señora Martha. —No le diré, tengo una idea —me digo a mí misma. Escucho que la puerta se abre y veo que entra la señora Martha con una bandeja de comida. Llega hasta a mí y pone una mesita en mis piernas. Veo que es una pasta, un jugo de naranja. —Gracias, señora Martha —le agradezco amablemente. —No me digas, señora, solo dime, Martha —me dice la mujer. —No lo sé —le contesto dudosa. —Bueno, está bien, pero come, si no se te va a enfriar —me dice la señora Martha. Después de desayunar, la señora Martha me ayudó a vestirme con ropa de su hija Laura. Me puso una pijama short, color rosa. Después de cambiarme estoy acostada en la cama y en eso la puerta se abre y veo que es Laura. —Se puede pasar —menciona Laura. —Claro, pasa —le contestó amablemente. Laura entra a la habitación y se sienta a un lado de mí en la cama. —Hija, quédate aquí con Anabela, tengo unas cosas que hacer; no dejes que tu hermano D
Lauro. —Ha pasado dos semanas desde que mi pequeña Anabela fue secuestrada por ese perro de Dante Ferrara —estoy sentado en la sala tomando un vaso de whisky. Comienzo a recordar cómo fue que mi linda hija llegó a este mundo. Mi niña es hermosa. Ella es idéntica a su madre. Después de que su madre muriera y que la perdiera para siempre, tomé la decisión de que ella no debía estar en este mundo oscuro. Hice todo para salvarla y mantenerla a salvo. Necesito recuperar a mi hija, pero cada vez que tengo un plan y lo llevo a cabo, Dante Ferrara siempre arruina mis planes. Sé que si inició una guerra con ellos, podría matar a mi hija, pero también sé que todo esto lo hace para cobrarse la deuda que tengo con ellos. —¡En mala hora me equivoqué! —digo en voz alta. Siento que estoy cayendo en desesperación. Tomo otro trago de mi vaso. —Padre, me acaban de informar que llegó este paquete envuelto en regalo —escuchó a Francisco, mi hijo. —Llévatelo, no quiero saber nada de eso —expresé
P.O.V DanteDespués de conseguir un poco de ropa con mi hermano tres años menor que yo. Me siento muy satisfecho por lo que acabo de hacer. Me encargué de la sábana manchada....Estamos los tres en el despacho de mi padre tomando hablando de lo ocurrido anoche.—Después de hablar con el árabe llegamos a un acuerdo que los próximos seis meses recibirá una carga un poco más grande de merca.—La ambición hace que se olviden de lo demás —le digo a mi padre.—Lo importante es que mi padre arreglo el problema en el que nos metiste —protesta mi hermano.—Aarón no seas tonto si nuestro padre no podía hacer algo lo haría yo —le contesto a mi hermano y lo veo atentamente.—Tonto yo. Pero yo no soy el inepto que tiene a la hija de nuestro enemigo y además hace pendejadas —soy reprendido por mi hermano.Los dos nos miramos muy fijamente.—¡Ja, ja, ja!, no pierdes el sentido del humor hermano —nos reímos los tres.De repente las puertas del despacho se abren de golpe y un cuchillo pasa volando a
P.O.V Anabela Estoy sentada en la cama, me pongo las almohadas atrás de mi espalda. Me recargo en ella y con mi mano comienzo a tocar las partes de mi cuerpo donde están adoloridas. "Dante me las pagarás, te pasaste" En eso escucho que tocan a la puerta, me reincorporo y finjo una sonrisa. —Pase —digo con mi voz fingida. La puerta se abre y entra la señora Martha, corre rápidamente hacia donde estoy. Se sienta a un lado de mí y toma mis manos. —¿Estás bien? —me pregunta la señora Martha veo que me ve con cara de preocupación. —Sí, claro que estoy bien —le contesto, tengo vergüenza de decirle lo que siento. —No me mientas, sé lo qué pasó, tuviste relaciones con Dante —me dice un poquito enojada y me mira a los ojos. —¿Cómo lo sabe, señora Martha? —indagó porque quiero saber cómo es que ella sabe. —No importa cómo es que sé, lo que importa es saber que estás bien —menciona más tranquila, siento en su voz un poco de confianza. —No sé si contarle, señora Martha, es que me da
Este capítulo tiene escenas para mayores de 18 y muy detallada. Dante Estoy listo, me comienzo acercar con mi miembro a su parte. Pongo la punta en su entrada, comienzo lentamente a entrar en ella. Siento algo romperse dentro de ella, sé lo que es, ahora ella es completamente mía. Veo como ella comienza abrir la boca, me acerco a su rostro y tomo sus labios contra los míos. La beso un momento para que se relaje, me pone sus manos en mi espalda, siento como se comienza a relajar y en ese momento vuelvo a introducir más mi miembro. Se separa de mí y pone su cabeza a un lado de la mía. —¡Ah! Despacio me duele. —Es normal la primera vez, solo necesitas relajarte y dejarte llevar —le digo para tranquilizarla. Asiente con su cabeza, comienzo de nuevo a moverme lentamente, siento en mi espalda como me clava sus uñas. Su interior aprieta a mi enorme miembro, está muy ajustado. "Se siente tan bien" me digo a mí mismo en mis pensamientos. Comienzo a besar su cuello, le dejo unas peq
Anabela La madre de Dante es una mujer muy hermosa; veo que tiene el mismo color de ojos que su hijo; es alta, delgada, piel blanca y cabello café. La señora es buena, aunque debo de decir que un poco fría y dura, pero me cae bien, pero su padre tiene el mismo modo de Dante; ahora ya sé a quién lo heredo. Aunque también debo de admitir que el padre de Dante es un hombre muy parecido. Dante tiene los rasgos físicos de su padre y el cabello del café claro. Debo de decir que toda la familia de Dante es alta de estatura. Pero su actitud es de un sanguinario igual al de Dante. —Espero que el estúpido de mi hijo te esté tratando bien; si no es así, puedes tener la confianza de contarme —interrumpe mis pensamientos la señora Martha. Me dice amablemente y con una linda sonrisa. —Sí, más o menos señora, creo que le hago la vida imposible —le digo a la señora Martha. —Ja, ja, ja, me empiezas a caer bien, esa actitud me gusta; una mujer decidía y no temía a provocar a alguien. Pero si alg
Han pasado 2 semanas desde que estoy aquí; debo de decir que me ha gustado estar haciendo enojar a Dante y molestándolo. Pero cada vez es más difícil no caer ante la tentación de este hombre. Y sí, cada vez que hago enojar a Dante, él siempre busca la manera de vengarse de mí tocándome o besándome. "No lo sé, he pensado en un tipo de plan que espero y funcione". Durante mi estancia en esta casa "buen secuestro" he podido ver que tiene muchas cosas asombrosas, una de ellas una piscina que emociona. —Voy a ponerme el traje de baño para salir a la piscina —lo digo con una voz de emocionada. ¿Qué bueno que Dante no está? Bueno, eso creo; siempre duerme conmigo en la misma habitación, solo que cuando yo despierto en ocasiones no está. Entro a la habitación, abro uno de los cajones y saco un lindo traje de baño color azul. Me estoy desabrochando los pantalones, pero me detengo: "será mejor que vaya y me cambie al baño, qué tal y Dante entra y me vea así", pienso. Abrocho el pantalón
Dante Voy en el auto con esta niña que solo provoca problemas. Pero debo de admitir que me encanto verla en lencería sexy, ya quería hacerla mía en ese probador, no lo hice porque se que ella vendrá a mi. Me enojo demasiado que me aventara la lencería, mis hombres querían agarrarla pero no los deje, yo le enseñaré obediencia. No conté con que intentaría escapar. Pero debo de admitir que me encantan las persecuciones y los retos. Durante todo el camino, mi niña no me volteo a ver en ningún momento siempre mantuvo su mirada en la ventana con su típica carita de enojada. Llegamos a mi mansión, en cuanto se detiene el auto ella se baja de inmediato, voy tras ella. Entramos los dos a la habitación y ella de sienta en la cama. —En la noche iremos a un lugar espero y estes lista a las ocho si necesitas algo tienes a la señorita Sofía a tu servicio —no me responde. Salgo de la habitación hacia mi despacho en la sala me encuentro a mi amigo Mateo. Nota mi cara de enojo y frustración,