—Es mi amigo —es lo único que sé me ocurre decir.
—Si quieres que lo deje vivo tendrás que darme algo —me dice con una voz fría. Lo volteo a ver a los ojos. —¿Qué quieres? —ninguno separaba la vista del otro. —¿Quiero que me beses? Y en los labios —él se me quedó mirando y noté cómo sonreía descaradamente. No sé lo que este hombre realmente quiere, pero no puedo negarme a sus exigencias poco razonables, de lo contrario Leonel será como una pequeña hormiga frente a él para ser torturado por él. Leonel está simplemente borracho, y la cercanía de mi amigo es en cualquier caso mejor que la coacción de esta misteriosa hiena de hombre al otro lado de la calle. Pero en este momento estaba siendo arrinconado por este hombre. Al instante me vinieron a la cabeza todo tipo de pensamientos extraños, todo mi cuerpo tembló involuntariamente y me decidí como si estuviera en una especie de misión, aunque no quisiera. No tengo opción, tengo que hacerlo, me comencé acercar noto que su mirada de él se posa en mis labios. Se agacha un poco, nos besamos, siento como me besa tan salvajemente y como queriéndome comer. Paso mis brazos alrededor de su cuello. Él me carga, mis piernas están alrededor de su cintura y siento como sus manos aprietan mis glúteos. Siento algo extraño y duro presionándose cercas de mi pierna. "Que es eso" Comienzo a entrar en pánico. Debo de hacer algo para que se separe de mí. —Me... estás... ahogando —digo entre medias palabras porque no me deja ni respirar. Se separa de mí, me mira muy detenidamente. —Tu amigo vivirá por ahora, pero nadie toca lo que es mío —dice y noto que sus pupilas están dilatadas—. Pero tú vendrás conmigo. —¡QUE! Yo no iré a ningún lado —siento como me abraza fuertemente para no liberarme. Comienza a caminar, yo lo golpeo con mis puños en la espalda y brazos, pero sin éxito. Me mete a un auto, entra conmigo e intento abrir la puerta, pero todo está cerrado. Siento que alguien me tapa la nariz, la boca con un pañuelo y con mis manos quiero quitar su mano de él, pero no puedo. Comienzo a ver todo oscuro y cierro mis ojos totalmente. Anabela Comienzo abrir mis ojos no sé dónde estoy. Estoy acostada en una cama, veo a mi alrededor y comienzo a recordar lo qué pasó. —Ese hijo de... me secuestró —digo llena de miedo. Me levanto de la cama desesperada completamente nerviosa mi cuerpo tiembla, muerdo una de mis uñas para intentar calmar los malos pensamientos que se me vienen a la mente. Otro terrible problema invade mi mente y mi cuerpo. Al pensar en que tal vez el me haya hecho algo. Examinó cada parte de mi cuerpo. Suspiro de alivio al ver que sigo con la misma ropa, solo mis zapatos están a un lado de la cama, los tomo y me los pongo. Me acerco a la ventana y muevo la gran cortina oscura. Los rayos del sol entrar, me empañan un poco la vista pero mis ojos se comienzan acostumbrar a la luz. Veo por la ventana, noto un gran jardín enorme a lo lejos veo qué hay una tipo muralla levantada alrededor de la casa. —Mierda esto es una puta fortaleza —maldigo. Llenándome más de miedo sintiéndome tan vulnerable e impotente. Cerré la cortina y me acerqué a la puerta. Ruego porque no esté cerrada, tomo el picaporte y este da vuelta "Gracias" le doy las gracias a quien sea que me esté ayudando. Abrí un poco la puerta, saqué mi cabeza para ver hacía el corredor y volteé para los dos lados no hay nadie. Salgo cierro la puerta y comienzo a caminar hacia un lado. No sé si voy en la dirección correcta. Esta casa es enorme. Sigo caminando veo unas escaleras, bajo corriendo y no hay nadie esta es mi oportunidad. —¿A donde vas? —escucho a mis espaldas la voz de ese hombre. Me doy la vuelta, veo a ese hombre, en cuanto lo veo me enojo y me acerco a él con intención de golpearlo. Pero cuando estoy cercas de él me toma las manos e intento que me suelte. —Déjame salir —le dije enojada. Moviéndo mis manos intentando que me suelte, pero no lo hace. —Tú eres mía, no sabes cuánto tiempo te busque y no te dejare ir —gruño el, en sus ojos tenía una mirada fría posada en mi. —¿Que quieres de mi? —digo muy enojada quiero golpear a esta hombre tan posesivo y arrogante. En un movimiento rápido me toma por la cintura, me acerca a su cuerpo y sus labios están en mi oído. —Quiero que seas mía, quiero hacerte todas las cosas sucias que me pasan por la cabeza y arrancarte ese estupido vestido que hace que se te vea todo —susurro en mi oído y sentí como un escalofrío recorría mi espalda. Sentí en mi vientre algo duro, en mi mente decía "eso es su parte apoco así se siente" comencé a entrar en pánico por el miedo de sentir su miembro. Me solté de su agarre, lo mire a los ojos y su mirada cambio totalmente por una mirada depredadora. —Eres un imbecil pervertido, deja decirte lo mismo que te dice hace dos años nunca me tendrás —le dije decidida y sin miedo. No debo mostrar miedo ante este hombre. —¡Seras mía así sea lo ultimo que haga! —gruñe enojado lo note porque apretaba su quijada. Su mirada cambio totalmente a una mirada fría y sanguinaria. —¡NUNCA! —le conteste en el mismo tono. Pronto vendrán por mi espero y estes preparado. —Jajaja. No me hagas reír. Déjame decirte algo ni tu padre ni tu hermano vendran por ti —soltó eso de golpe sentí como mi alma escapaba de mi cuerpo como sabe de mi padre y de mi hermano. —¿Como sabes que no vendrán por mi? —mi voz se calma un poco. —Llevas un día dormida, debo de decir que me pase con el sedante, le pague al barman para que le echara a tu bebida. En el tiempo que llevas dormida hablé con tu padre y tu hermano ellos me deben algo asi que ellos quisieron pagarme con lo que fuera pero yo no sabía de ti hasta hace poco y te tome a ti como pago —me dijo todo de golpe yo me quede en estado de shock. —Eso es mentira mi padre no me abandonaría así de fácil —en mis ojos empezaban a salir lágrimas. —Pues es verdad preciosa, tu padre es un hombre de palabra y sabe que no ganaría una guerra contra mi —dijo con su voz de arrogante que tiene. —Eres un mentirosos, un hijo de perra —gruñí enojada y me volví acercar a él para golpearlo. Cuando estuve cercas de él sin aviso me tomo de mis brazos y en un movimiento rápido me pego contra la pared de cara y se me acerca al oído. —Me vale una m****a si me crees, pero te digo que odio la desobediencia espero y te comportes —me lo decía al oído en un tono pasivo abresivo. Comencé a sentir como una de sus manos tocaba uno de mis pechos y lo apretaba. Su mano comenzaba a bajar por mi estómago hasta llegar, tocar mi pierna y comenzar acariciar mi pierna. —Señor lo que pido ya llego necesita verlo —escucho otra voz que no supe ¿quien era? Sin mas dejo de tocarme y me soltó. —Espero y te comportes, vete y quítate ese vestido no quiero que nadie te vea — se fue sin decir más. Regrese por las escaleras corriendo rápidamente entre a la habitación en la que estaba y cerré la puerta con seguro. Me acuesto en la cama y me hago un ovillo abrazando mis piernas. Mire por la gran ventana como el sol se comenzaba a ocultar. Escuchaba que al otro lado de la puerta se escucha pasos. Escucho como alguien intenta abrir la puerta. —¡ABRE LA PUTA PUERTA AHORA MISMO! —escuche la voz de ese hombre gritando enojado. Lo ignoré por completo, no le contesté, el continuo pateando la puerta y a tocarla con golpes fuertes. Se oía cómo se marchaba pero regreso, introdujo la llave y la puerta se abrió de un portazo. Se acercó hasta donde estaba y de reojo noté como me miraba molesto. —¿Porque carajos no abriste la puerta? —noto que me mira muy enojado. —¿Dime porque tengo que abrirla tú no eres mi dueño? —le solté de golpe. Me tomo de las manos, me levanto de la cama haciendo que me arrodillara y lo mirara a los ojos. —Entiende, tú eres mis y en esta casa se hace lo que yo diga —bufa de enojo. Nos quedamos un momento mirándonos, en mi mente me digo a mi misma que no debo de demostrar miedo ante el. Noté como su mirada bajaba, vio como mi vestido por la posición en la que me tenía se subió unos centímetros más arriba antes de llegar a mi parte y sin más me volvio a besar a la fuerza. No correspondí a su beso no lo voy hacer. Me soltó y me vio mucho más enojado. —Quítate ese vestido o no responderé por mis actos y te espere para cenar —me soltó y me aventó en la cama. —Entiende no cenaré con un hombre como tú —le dice en un noto de desafío el solo me vio. —No me desafíes, que te quede claro algo hombre como yo tenemos las cosas por las buenas o por las malas ¿elige cuál quiera de más dos? —nada más nos miramos —Te espero en 20 minutos si no estás lista vendré por ti Se fue cerrando la puerta de golpe. Me levante de la cama, me acerque al armario y escogí un lindo vestido floral sencillo. Baje y un señor mayor de edad me guió a donde estaba. Entre al gran comedor y el solo me vio. Me senté a su lado y durante toda la cena no dijimos ninguna palabra. Terminando la cena volví a la habitación me puse un camisón para dormir, me dirigí a la cama, me acosté y me quede dormida. En un momento de la noche sentí algo clavado en mi trasero, con mi mano derecha toque, sentí el cuerpo de alguien asustada me levante, encendí la luz y mire hacia la cama.Esta ese hombre acostado a un lado de mi semidesnudo noté su gran pecho, un enorme tatuaje en el lado izquierdo del pecho creo que es un patrón de formas, noté que está bien esculpido y solo lleva unos bóxers, y se notaba su enorme ereccion. En mi cabeza pensaba "Este hombre es una total perfección, es un dios" "Está muy grande es normal que este esa parte así de grande" no se porque pienso en eso. —Apaga la puta luz, acuéstate y duérmete —gruñe con los ojos medió cerrados. —¿Que cojones estás haciendo ahí y además desnudó? —le grite molesta y abrió los ojos. —No estoy desnudo, pero si lo quieres —me soltó eso y se quitó los bóxers en su totalidad. Yo me quede en estado de shock, pero mi vista bajo, noté la magnitud y el grosor de esa cosa. "Esa cosa es muy grande" pensé en mi cabeza. —¿Quieres tocarlo? —me dijo en un tono sexy. —Claro que no, lárgate de mi cuarto como se que te llames —desvíe mi mirada para no ver esa cosa. —Mi nombre es Dante Ferrara —dijo eso, se l
Llegamos a la ciudad si así se le puede decir. Paramos enfrente de una boutique, se nota que es ropa muy elegante. Habré la puerta y yo voy detrás de él "WOW" me sorprendo. Es una tienda hermosa. Se acerca una mujer rubia, de ojos verdes con un cuerpazo. —Señor Dante ¿Que lo trae por aquí? —la mujer le sonríe y me ignora por completo. La mujer toca el brazo de Dante esa mujer le está coqueteando. "Hazlo llévatelo" me digo a mi misma. —Vine a que mi mujer se pruebe ropa, muéstrele todo no importa el precio —Dante me dice, le quita la mano y me señala a mi. "Mi mujer" no lo soy. Esa mujer me ve, su expresión cambia a una de celos y odio. Me mira de pies a cabeza. Se vuelve a voltear hacia Dante. —Como ordene señor Dante —la mujer me sonríe de nuevo y me dirige una mirada asesina a mi. Se da la vuelta y me doy detrás de ella. Me comienza a mostrar muchos tipos de vestidos hermosos. Escogo varios, me meto al probador me encantan muchos con lindos escotes, unos cortos y he
Los dos hombres me miran. Los tres salimos de la casa, subimos a un auto muy lujoso y nos vamos. Llegamos a un club. Los dos bajan, Dante me tiende si mano, pero yo la rechazo y me bajo sola. Camino detrás de ellos. Entramos al club y puedo ver que bailan mujeres desnudas. Subimos unas escaleras hasta llegar a una zona VIP, nos acercamos a una mesa donde hay muchos hombres sentados al rededor. Los dos hombres que vienen conmigo se sientan al rededor de la mesa, siento la mirada de muchos hombres. Dante se da cuenta de eso, me toma de la mano y me sienta a un lado de él pegándome a su cuerpo. Puedo ver cómo comienzan a llegar muchas mujeres, algunas semidesnudas, algunas mostrando sus pechos. Llegan hasta la mesa donde estamos, algunas se van con los otros hombres. Noto como se le acerca a Dante una mujer pelirroja y se sienta en las piernas, comienza a besarle el cuello y desabrocharle la camisa. Me comienzo a sentir incómoda en ese lugar. Me levanto, pero Dante me to
Llegamos con mis padres, mi madre inmediatamente me abraza y mi padre solo me ve a mí y a Anabela con cara de completo enojo. —Hijo mío, ¿ella debe de ser Anabela? —pregunta mi madre. Se voltea hacia Anabela y la toma de las manos. —Anabela, te presento a mi madre Martha Ferrara, madre, te presento Anabela Accardi, pero creo que esas palabras sobran; tú ya la conoces —le digo a mi madre y me voltea a ver con una mirada asesina. —Siempre tan irrespetuoso con tu madre —manifiesta y se lleva Anabela. Me acerco a mi padre. —Hijo, ¡ahora compruebo que eres un idiota, como se te ocurre secuestrar a la hija de nuestro enemigo! —brama mi padre muy enojado. —Padre, tú sabes bien por qué lo hago —mi padre me ve con ojos de queriéndome matar. —Bueno, espero que cumplas con tu palabra y no termines enamorado de ella —me dice mi padre todavía molesto. —No, padre, no me enamoraré de ella; tú sabes para qué la quiero —le digo eso y comienzo a buscar Anabela. Veo a mi madre sola atendi
Este capítulo tiene escenas para mayores de 18 y muy detallada. Dante Estoy listo, me comienzo acercar con mi miembro a su parte. Pongo la punta en su entrada, comienzo lentamente a entrar en ella. Siento algo romperse dentro de ella, sé lo que es, ahora ella es completamente mía. Veo como ella comienza abrir la boca, me acerco a su rostro y tomo sus labios contra los míos. La beso un momento para que se relaje, me pone sus manos en mi espalda, siento como se comienza a relajar y en ese momento vuelvo a introducir más mi miembro. Se separa de mí y pone su cabeza a un lado de la mía. —¡Ah! Despacio me duele. —Es normal la primera vez, solo necesitas relajarte y dejarte llevar —le digo para tranquilizarla. Asiente con su cabeza, comienzo de nuevo a moverme lentamente, siento en mi espalda como me clava sus uñas. Su interior aprieta a mi enorme miembro, está muy ajustado. "Se siente tan bien" me digo a mí mismo en mis pensamientos. Comienzo a besar su cuello, le dejo unas peq
P.O.V Anabela Estoy sentada en la cama, me pongo las almohadas atrás de mi espalda. Me recargo en ella y con mi mano comienzo a tocar las partes de mi cuerpo donde están adoloridas. "Dante me las pagarás, te pasaste" En eso escucho que tocan a la puerta, me reincorporo y finjo una sonrisa. —Pase —digo con mi voz fingida. La puerta se abre y entra la señora Martha, corre rápidamente hacia donde estoy. Se sienta a un lado de mí y toma mis manos. —¿Estás bien? —me pregunta la señora Martha veo que me ve con cara de preocupación. —Sí, claro que estoy bien —le contesto, tengo vergüenza de decirle lo que siento. —No me mientas, sé lo qué pasó, tuviste relaciones con Dante —me dice un poquito enojada y me mira a los ojos. —¿Cómo lo sabe, señora Martha? —indagó porque quiero saber cómo es que ella sabe. —No importa cómo es que sé, lo que importa es saber que estás bien —menciona más tranquila, siento en su voz un poco de confianza. —No sé si contarle, señora Martha, es que me da
P.O.V DanteDespués de conseguir un poco de ropa con mi hermano tres años menor que yo. Me siento muy satisfecho por lo que acabo de hacer. Me encargué de la sábana manchada....Estamos los tres en el despacho de mi padre tomando hablando de lo ocurrido anoche.—Después de hablar con el árabe llegamos a un acuerdo que los próximos seis meses recibirá una carga un poco más grande de merca.—La ambición hace que se olviden de lo demás —le digo a mi padre.—Lo importante es que mi padre arreglo el problema en el que nos metiste —protesta mi hermano.—Aarón no seas tonto si nuestro padre no podía hacer algo lo haría yo —le contesto a mi hermano y lo veo atentamente.—Tonto yo. Pero yo no soy el inepto que tiene a la hija de nuestro enemigo y además hace pendejadas —soy reprendido por mi hermano.Los dos nos miramos muy fijamente.—¡Ja, ja, ja!, no pierdes el sentido del humor hermano —nos reímos los tres.De repente las puertas del despacho se abren de golpe y un cuchillo pasa volando a
Lauro. —Ha pasado dos semanas desde que mi pequeña Anabela fue secuestrada por ese perro de Dante Ferrara —estoy sentado en la sala tomando un vaso de whisky. Comienzo a recordar cómo fue que mi linda hija llegó a este mundo. Mi niña es hermosa. Ella es idéntica a su madre. Después de que su madre muriera y que la perdiera para siempre, tomé la decisión de que ella no debía estar en este mundo oscuro. Hice todo para salvarla y mantenerla a salvo. Necesito recuperar a mi hija, pero cada vez que tengo un plan y lo llevo a cabo, Dante Ferrara siempre arruina mis planes. Sé que si inició una guerra con ellos, podría matar a mi hija, pero también sé que todo esto lo hace para cobrarse la deuda que tengo con ellos. —¡En mala hora me equivoqué! —digo en voz alta. Siento que estoy cayendo en desesperación. Tomo otro trago de mi vaso. —Padre, me acaban de informar que llegó este paquete envuelto en regalo —escuchó a Francisco, mi hijo. —Llévatelo, no quiero saber nada de eso —expresé