Leonora Brown creía estar destinada a grandes cosas, pero los grandes destinos conllevan grandes sacrificios. De alguna forma terminó trabajando en la más grande firma inversiones de América, bajo el mando de hierro de Damián Goldstein, siendo su asistente y con un encargo inaudito de parte de su jefe: ¡Qué le busque una madre para su hijo! Damián es un hombre cruel y enigmático que parece esconder más de un secreto. Porque ese tirano que quiere que Leonora incline la cabeza y cumpla sus órdenes más absurdas, fue el mismo hombre dulce y comprensivo que le hizo conocer el amor una noche que jura no recordar. Aun así, al verla por segunda vez, su reacción es inminente: la odia, e intenta despedirla. Después ¡le pide que le consiga una familia falsa para mantener su imagen limpia! Leonora tendrá que recoger los pedazos de su corazón roto y evitar que su maniático nuevo jefe la despida. Todo, mientras hace de cupido, asistente y algo más. ¿Lo logrará? Según ella sí, según Damián… no. Lo que ninguno sabe es que, el destino terminará uniéndolos por más que intenten huir de él.
Ler mais¿Por qué un arma y una foto están resguardadas de tal forma en un hogar lleno de extravagancias como éste? Esa es una pregunta que tengo que dejar para después porque he sido atrapada con las manos en la masa. Damián está allí en la puerta expectante de una respuesta.Finjo que estoy más preocupada por el celular al que se le estrelló la pantalla, no la extraña caja fuerte que había encontrado. Me agacho para lamentarme.—Quería hablar con mi hermana sin que tus empleadas me escucharán — miento.—De tantos lugares, ¿tenía que ser mi oficina? — cuestiona desconfiado.—¿No me la pasó metida en tu oficina en la empresa? ¿Qué tiene de anormal que me meta en esta? — miento, aprecio mi pobre celular — Tendré que cambiar de celular, tiene pocos meses… qué desperdicio.Intento salir de la oficina pasándole por el lado a Damián, pero él me sujeta del brazo. Obliga a que lo vea al rostro.—¿Puedes llamar a tu hermana para confirmar esa historia? — exige analítico.Frunzo mi ceño, me tiembla tod
Como Amy y yo andamos bajo el régimen del hielo, no tengo quien me distraiga de sólo pensar en Damián al dormir y al despertarme. Nuevamente estoy pensando en sus labios mientras toco los míos en este ascensor.Cuando las puertas se abren, camino más animada de la cuenta a su oficina. Esta vez no me importa que mis compañeros estén hablando de mí con disimulo, ya me he acostumbrado. Intento tocar, pero me detengo al escuchar la voz de Rowan dentro de la oficina.—Estás haciendo un mejor trabajo del que esperé con Leonora — lo escucho hablar.El estómago se me revuelve con eso, ya no hay mariposas allí, sólo relámpagos.—Has conocido a su madre, y han sido vistos en citas públicas. Eres un nieto obediente — se ríe.¿Cómo Rowan sabía de las veces que había salido con Damián? Me despego de la puerta, y tengo que concentrarme en Felipe que está regañando a un par de compañeras que estaban viéndome. Me acerco a éste, y durante ello, mis compañeras esconden los celulares. Es demasiado obvio
El resto del fin de semana no fue nada agradable, me la pasé peleada con mi madre y con Amy. No fueron las únicas que me expresaron su desaprobación a mi compromiso, la familia entera se fue enterando de la peor forma. Mis hermanos fueron los primeros, Lucero me preguntó si era una broma de mal gusto y Lucién que desistiese con eso porque papá estaba al borde del colapso.Después me llamó mi prima Sara, preguntando que, si estaba embarazada, que a ella se lo podía contar porque entendía lo que era ser una madre casi adolecente. Mi prima Sara tuvo a su primer hijo después de los 26 y al otro casi con 30 años. Aunque su llamada me hizo reír, no como la de mi tío Leandro. Ni como la de mi abuelo Liam.La única que se alegró con la noticia y me llamó para comunicármelo, fue mi tía abuela Leah, a ella le pareció que mi gusto en hombres era refinado, y distinguido. Que soy la primera en décadas en importarle subir el prestigio a tal nivel de nuestra familia.Mi compromiso tenía que ser muy
¿Cómo puedes salvar una cena después de semejante revelación? El resto de la misma fue sumamente incómoda, con Damián y yo tratando de que se escuchase algo más que grillos en la mesa. Layla no se atrevió a hablar por presión de nuestra madre, estaba molesta, muy molesta. Y no se calla más al entrar en el departamento.—¿Un padre soltero? ¿Siquiera sabes lo difícil que es salir con un hombre con un hijo pequeño Leonora Brown? — exclama mi madre.Amy y Layla nos dejan a solas con disimulo, se pierden por la habitación de la primera. La traidora de Amy no me ha podido ver a la cara desde que reveló antes de tiempo sobre el bebé.—Ay mamá, ni que fuera el fin del mundo. Sé que no es lo ideal, pero-—Se ve mayor que tú. Mucho mayor. ¿Cuántos años tiene? — exige saber con las manos en la cadera.—28. Cinco años de diferencia no es casi nada. ¿Tú no te llevas 10 años con papá? — argumento.—A los 23, cinco años, créeme que sí hace la diferencia. Ni tu corteza prefrontal está desarrollada.
Presentar a Damián a mi familia, es algo sin precedentes para mí simplemente por el hecho de que nunca había presentado un novio formal ante esta. La petición me saca de mi zona de confort, lo cual Damián nota con gran placer. Me está sonriendo con malicia.—¿Por qué pones esa cara de miedo? ¿O piensas casarte conmigo sin antes presentarme a tu familia?—No tengo miedo, es que estamos yendo muy rápido. ¿No te parece?—¿Ah sí? ¿Sabes qué también pienso lo mismo que tú con el matrimonio exprés? Pero no es que tenga opción, como tú tampoco la tienes — dice satisfecho — Llama, invítalos a la ciudad para este fin de semana.Mi corazón se agita, los nervios me invaden.—¿Ya? ¿Invitarlos? — pregunto desafinada. Él asienta.—¿No dices que quieres ganar mi confianza? Conocer a tu familia ha sido una solicitud directa de Rowan. Demuéstrame que estás de mi lado — ofrece satisfecho. Si no me gano la confianza de Damián, se cerrará más a mí, y dejaré de tener acceso a Dan. Si dejo de tener acceso
No he pegado el ojo en toda la noche buscando rastros en internet del secreto que Dan me ofreció. Según él Damián es hijo de una trabajadora sexual. Pero, no he encontrado ninguna prueba de tal disparate. En las páginas sociales del internet, y en sitios que recopilan información de empresarios de su calibre, no consigo nada.La poca información que consigo es cómo William y James Goldstein, perdieron la vida en un fatal accidente aéreo hace más de 20 años. William y James eran los únicos hijos de Rowan, y tal destino trágico tuvieron que el avión privado familiar se estrelló acabando con su vida, con la de sus esposas y con la de los cuatro nietos de Rowan.El único nieto sobreviviente había sido Damián, que no estaba en ese vuelo, pero del resto no había más pistas de que no fuese hijo biológico de la esposa de su padre William. Ni sé cómo puedo demostrar tal cosa.—¿Qué haces despierta a estas horas Lelo? — pregunta Amy prendiendo la luz de la cocina.Son como las 5:00 AM. No ha am
Narrado por Damián GoldsteinSiento como si alguien estuviera golpeando un tambor dentro de mi cráneo. El dolor es implacable y constante, nada lo detiene. Ni la oscuridad en la que estoy envuelto, ni la luz que me rodea al abrir los ojos. Me encuentro acostado en mi cama, con ropa de dormir y cuando intento frotarme la cabeza, algo raspa mi piel. Tengo una férula en mi mano derecha.Me río sin parar mientras veo mi mano probablemente lesionada. Después esas risas se apagan, y me ahogan en un abismo que quizás no tenga final.Estoy tan cansado de todo esto. De vivir una vida que no me pertenece, en una mente que se desconecta cuando lo desea. Soy un pasajero en mi propio cuerpo, vivo una vida a medias y estoy harto de despertar en lugares desconocidos, rodeado de gente que no conozco. ¿Haciendo qué? Eso tampoco lo puedo saber.Hoy he despertado vestido, en mi habitación y con la habilidad de todavía caminar. Esa es la habilidad que uso para ir a mi baño a refrescar mi cara con agua fr
¿Quién diría que estaría acompañada de mi jefe amargado en un banco de este famoso parque? ¿Comiendo ambos cannolis y bombolinis rellenos? Sólo, que no es él por completo. Los dos devoramos los dulces italianos con gusto.—Esto está mundial. Prometo que te pagaré lo que gastaste. Cuando me paguen, lo haré. Estoy quebrado — asegura.Me tengo que reír por el disparate que acaba de decir. Damián Goldstein no está quebrado ni a los golpes. Le sigo el juego.—¿Seguro que lo estás? He visto donde vives, y cómo vistes.Él rueda los ojos.—Lo sé, lo sé — menciona y muerde de su bombolini — Pero es un problema usar tarjetas. Todas tienen un montón de claves raras. ¿Viste todas las claves que tuve que introducir para salir?No me extrañaría que Damián tomase medidas de seguridad extra para proteger sus finanzas de su otra personalidad. Para nada.—¿Cómo sabías las contraseñas para salir del edificio de ser así?—Soy bueno reteniendo información — se toca la frente — Pregúntame lo que sea me hay
No he parado de reír por las sandeces que ha contado Damián, digo Dan, durante el largo rato que llevamos hablando en la cama. En resumen, me ha contado muchas historias de cómo los problemas lo buscan a él, no él a ellos. Aunque por sus comportamientos no estaría del todo de acuerdo con éste.—Ese fue el tercer strike. Desde allí no me han dejado salir de esta prisión. ¿Por qué? ¿Quién no tiene sus desencuentros con la policía? ¿No estamos en un país que aboga por nuestras libertades? — se queja.—¿Negarte a dar tus documentos a la policía y creer que estabas en una película de carreras? ¿A eso se le puede llamar un tipo de libertad? — más me quejo yo.Él hace un sonido de cansancio extremo. Y yo sólo puedo quedar cautivada por sus expresiones. ¿Es posible parecer más joven de lo que eres por cómo gesticulas tu rostro? He analizado su cuerpo, se ve tan relajado, nada tenso y sonriente.—¿Pero qué mal estaba haciendo yo, princesa? ¿Has ido a mi closet? ¡Tengo como mil de estos relojes