Casandra Voss, la enigmática y poderosa dueña del imperio Voss Corp, una mujer multimillonaria, fría y calculadora. se deja llevar por un sutil, pero encantador aroma. Samantha Montier Dalton, descendiente de Álvaro Montier y Lena Dalton. Tiene 18 años. Su padre es el líder de la manada, su madre, es solo una voz lejana en su cabeza, una voz que le da fuerza todos los días para cumplir con su propósito. el propósito... eliminar la familia Voss.
Leer más"puedo verlos?""La educación de los lobos es tan básica. Si solo usaran las palabras indicadas o la cordialidad... jajaja, pero lamentablemente no lo hacen. ¿Por qué debería dejar que los veas? ¡Ah, ya sé! Para que me creas. Y si te dejo vivir en la incertidumbre, el juego es más entretenido, ¿no crees?""Por favor.""No." Es tajante. Insistir sería hacerla enojar más o, tal vez, darle más herramientas para que se burle de mí."Llévenla a su habitación y déjenla toda la semana encerrada. No quiero verla, ¿entendido?""Sí, señora," aceptan sus guaruras.Una semana encerrada en esa habitación, sin poder comunicarme con nadie. La única persona que entraba a dejarme la comida era Jeanet, quien tenía prohibido dirigirme la palabra. Lloré todas las noches y añoré tener una botella de
"Per... hip... perdón, te desperté, hip. Solo quería saber, hip, si estabas durmiendo bien", intenta explicarse con esfuerzo. Cierro la puerta e intento buscar algo de ropa para cubrirme, pero ella, al verme hacer eso, me detiene, quedando a escasos centímetros de mi cuerpo. "Te ves tan hip hermosa, hip. No, hip, no quiero... pero no lo puedo controlar... hip", me abraza, siento el frío de su cuerpo. Se siente mágico. "Perdón, no phip no puedo", lo repite una y otra vez. "Debo llamar a Isabela para que te ayu...", sus labios están callando los míos y mi juicio comienza a nublarse. "Debemos-pa-parar- estás muy ebria- Sangi", logro decir cuando me da espacio para respirar, pero no me quiere escuchar. Solo comienza a avanzar hasta la cama llevándome con ella y besándome intensamente mientras se desase de mi poca ropa, al verla sus ojos se han vuelto celestes, el deceo se encuentra en ellos y no puedo ev
Ella... uff, ella se ve fabulosa con su vestido negro. Aunque lucho con todas mis fuerzas, no puedo evitar girar mi cabeza para observarla cada vez que puedo, y siempre es lo mismo: se encuentra conversando feliz con una vampira bastante atractiva que le coquetea todo el tiempo, intentando tocar sus manos o cualquier parte de su cuerpo. Ardo en celos cada vez que las veo, odiando tener que soportar eso y, aunque intenté salir de este maldito salón, Isabela me obligó a volver y enfrentarlo. Estoy controlando mi transformación lo mejor que puedo, pero cada vez que veo cómo le sonríe, cómo acaricia su cara o toma algún mechón de su cabello, lo único que quiero es arrancarle la cabeza a la muy maldita. Lo que más ira me da es que Cassandra le devuelve la coquetería y le sonríe como si fuera lo más hermoso que sus ojos ven. Mi sangre hierve al verla reír con esa vampira, y mi corazón duele más con cada gesto que comparten. Siento una rabia tan profunda que apenas puedo contener mis insti
"Pero yo aún tengo algo por lo que lucho todos los días, y eso en parte es gracias a ti.""Igual debe ser difícil. Hoy todo esto es difícil... Casandra, yo, tú, y Jeanet y Clara con Estefan, ninguno es feliz... no sé qué hacer.""Hablar con ella sería el primer paso, idealmente cuando sea ella, pero para eso necesitas tiempo, y aguantar lo que venga.""Pero la viste, me odia.""No es ella. Ella está escondida, dolida, y sé que tú puedes traerla, pero para eso necesita tiempo, y tú se lo debes. Lo siento, pero es así, se lo debes. Nunca fuiste franca, nunca le dijiste lo que sentías, no buscaste su versión de los hechos y eso hizo que ella dude de todo, hasta de sí misma.""Lo siento, no sabes cómo me gustaría hacer todo de otra forma.""Pero eso no pasará. Mira, después de lo que pasó, cuando se tranquilizó pude hablar con ella y dejará que sigan con la limpieza, y aunque no quiere tenerte cerca, sé que igual se verán y ruego que eso la trai
Ya no sé cuánto tiempo llevamos aquí, semanas o meses, no lo sé. María se encarga de traernos comida y útiles de aseo, y de vez en cuando viene Isabela.Por más que he pedido que venga Cassandra, no ha querido hablar conmigo. Nos hemos convertido en dos convictas en esta celda llamada habitación."¿Cuándo podré hablar con ella? ¿Cuándo se dignará a darme la cara? Si tanto me odia, prefiero que venga y me lo diga." Todo este tiempo, lo único que ha hecho este encierro es incrementar miedo a que dejara de amarme y hace crecer mi odio por Álvaro."Lo siento, pero por más que he intentado hacerla entrar en razón, no quiere verte." Isabela se ha llevado la peor parte. Todas mis frustraciones las descargo en ella, y sé que no tiene culpa. Al final, la culpa de todo esto es nuestra y de Álvaro. A quien por tanto tiempo llamé padre hoy no es más que el ser que más odio en este mundo. Es a él a quien quiero destruir, pero atrapada aquí no puedo hacer nada."Mira,
Al, escuchar eso no lo pienso más y me acuesto a su lado, si necesita algo frío, yo soy lo mejor que puede tener. "¿esto servirá?" le digo mientras me acomodo a su lado. "si fuera con menos ropa sería mucho mejor" lo miro con mala cara "yo solo decía, pero si eso servirá, solo debes abrazarla, cubrir lo que más pueda de su cuerpo y tomar la temperatura dentro de un rato" la apego a mi cuerpo, la rodeo con mis brazos y siento como su cuerpo hierve y tiembla feroz mente, su respiración es pesada y entrecortada. "si mencionas esto a alguien te juro que" "secreto profesional, paciente y remedio cubiertos" me responde y sonríe "iré a ver que tal están los exámenes que mande al laboratorio, vuelvo en un rato" Nos quedamos allí por lo que resta de la tarde y la noche, resulta que el plan funcionó, la temperatura comienza a bajar después de un par de horas, cuando vuelve jaimito me informa no se encuentra del todo bien pero por lo menos se nota una mínima mejor por
La miro con atención. "Eso no está permitido," le digo."Como dije, yo solo vine a avisar. Ahora, si quiere hacer algo, pues máteme, pero no dejaré que mueran de hambre. Yo jamás trabajaría para alguien que no tuviera un poco de bondad en su interior," me dice y sale de mi oficina, dejándome allí sin palabras, luchando con ese maldito deseo de arrancarle la cabeza. –No a ella, no, es mi nani– me repito una y otra vez. Intento olvidar lo que acaba de pasar revisando el estado de las empresas."Vaya, vaya, esto sí se ve mal. ¿Por qué tengo tantas pérdidas en la bolsa? Sobre todo, ¿por qué tengo las empresas al borde de la quiebra? ¿Qué hicieron todo este tiempo estos dos?" Comienzo a realizar diferentes llamadas para poder ponerme al tanto de lo que está pasando con la corporación Voss."Adelante, María, ya llevas cinco minutos en la puerta.""Perdón, esperaba morir hace un rato y la verdad no sé si estoy jugando con mi suerte, pero necesito decirle algo."<
"¿Cómo te sientes?""Bien, ¿y tú?""Bien. ¿Recuerdas algo acerca de tu transformación?""No, solo sé que anoche me acosté enojada porque mi abuela no quiere regalarme el último iPhone," me responde. "Imagina, es el último y lo quiero, será genial llegar con él antes que mis amigas.""Hum... ¿en qué año estamos?""Qué pregunta más estúpida, en el 2017, agosto de hecho. Pronto será mi cumpleaños y será grandioso." Mierda, sí retrocedió mucho, estamos en junio del 2023. Las lluvias son muy fuertes en esta época, al igual que el frío. Pregunto algunas cosas más y la dejo salir de mi oficina. Hace un rato llegamos a la mansión y después de ducharme lo primero que hice, aparte de dar las órdenes de que las perras se fueran a las mazmorras, fue llamarla y
"Tu nana y ese chico... su hijo creo que es, están aquí, y esas chicas también." Me paro en seco al escuchar eso, la miro intentando entender qué es lo que me está diciendo. "Las chicas, la loba esa, tu ex y su amiga...""¿Dónde?" no logro detener la pregunta, después de todo es en lo que e estado pensando desde que desperté."Están en un cuarto de seguridad. La verdad, ella no me simpatiza y no entendí si te seguía para matarte o por otro motivo, así que para evitar malos entendidos las encerré."Oh, está bien supongo. Al final todo pasó por ellas... "¿Cómo sabías? ¿Cómo llegaste allí?""Te seguí. Bueno, cuando saliste no, pero en cuanto pude cargar las armas recogí el celular que tiraste y tenía una aplicación de GPS," es la aplicación que instalamos para emergencia. "Al ver que estaban tus amigos en el mismo punto, supuse que irías allí y que te tenderían una trampa... No entré al bosque, no estoy tan loca de poner a mis hombres en riesgo.""¿Po