Samantha Montier Dalton -año 2020-
Llevamos varios días de viaje, y estar en este autobús con los demás se está volviendo incómodo. La mayoría solo anhela entrar en el bosque y desaparecer, sentirse libres. Yo también quiero entrar, correr y sentir el viento en mi cara. Necesito naturaleza, necesito sentirme viva y dejar de escuchar a esto idiotas.
Nos han informado que en dos días llegaremos a nuestro destino, un bosque en las afueras de un pueblo bastante grande o una ciudad, no lo sé con claridad.
"Estoy aburrida, solo se puede dormir y sentir el olor a pedos del resto", comento con un suspiro.
"Jajaja, siente los míos son más ricos", bromea Clara.
"Asquerosa, ¡wuacala!" Me río con cara de asco. Clara es mi mejor amiga, aunque más que amigas somos como hermanas. Ella nunca me ha mirado con desprecio debido a mi condición. No es como el resto, a quienes tuve que enseñarles con mucho esfuerzo y entrenamiento que no soy mejor ni peor que ellos, simplemente igual y aun así me tratan como lo peor del grupo. Algún día seré la mejor, lo demostraré cumpliendo mis misiones.
Los días pasan hasta que finalmente llegamos a nuestro destino, es una pequeña aldea en la parte más profunda del bosque. Nuestro líder asigna nuestros dormitorios (lo que vendría siendo como una bodega con paja y techo) y nos cita a una reunión por la tarde.
Los mayores tienen sus casas y rango superior, por lo que se les debe respetar y se han ganado su privacidad, y a eso aspiramos nosotros, nuestras costumbres son así, debemos ganar nuestro lugar en la manada. Somos un grupo de 35 personas, entre mayores y menores. Cinco de nosotros solo necesitamos cumplir con una misión bien y lo tendremos todo, la casa, el respeto y la verdad, la verdad de como es afuera y porque debemos escondernos si somos únicos y privilegiados. También vienen con nosotros otros tres son pequeños, de 5 y 6 años, recién comenzando esta carrera, ellos al igual que nosotros duermen aquí, pero el día a día se la pasan aprendiendo a dominar la transformación con los adultos.
De los 5, el líder es Mark, alto, atlético, rubio y según Clara, muy guapo (aunque yo personalmente lo encuentro más parecido al vómito de un burro, o podría ser la popo por el olor que emana, da igual al final es un idiota natural). Le sigue en el mando Yohan, igual de musculoso y atlético, como si pasaran todo el tiempo en el gimnasio, aunque ni siquiera saben que es un gimnasio. Luego está Tim, el pequeño, que es tímido y no se siente cómodo con su cuerpo, se nota que no le gusta, aunque es igual de musculoso que los otros dos, él es más reservado y siempre está pensando y debe ser algo triste, porque sus ojos lo dicen. Bueno finalmente, estamos Clara y yo.
Clara es hermosa, y cuando digo hermosa, me refiero a que tiene a todos locos. Con sus ojos verdes, piel morena, cabello negro y un cuerpo que parece esculpido por los dioses, además de un carácter bastante complicado, se enoja por todo, y controla muy poco sus impulsos. Yo soy la única que le sigue el ritmo, y gracias a ella se ha disminuido las bromas de mal gusto que los demás me hacían.
Llega la hora de la reunión. Estamos todos frente a una fogata, y nuestro guía se encuentra a la cabeza del triángulo designado. Es un hombre musculoso y gigante, debe medir fácilmente dos metros tiene algunas cicatrices en el rostro que le dan una apariencia siniestra.
"Tienen una carpeta a su lado", nos informa. "La misión es recopilar información de este monstruo, no sabemos cuál es su apariencia solo los datos que están escritos en la primera hoja. Pero sabemos que es letal, no se acerquen a menos que sea necesario, hasta que sepamos todo. Necesito que se mezclen con el pueblo. Se han inscrito en distintas escuelas para investigar. Tendrán distintas direcciones y usarán dos teléfonos. El primero es el típico de un adolescente, y el otro lo mantendrán oculto para enviar información. Deben aprenderse sus historias para que sean creíbles a la hora de mezclarse. ¿Entendido?"
"Sí, señor", respondemos al unísono, hemos sido entrenados para acatar ordenes, jamás discutimos las misiones.
El idiota de Mark se atreve a hacer la pregunta que más detesto: "Señor, tengo una pregunta..."
"Adelante", responde el guía, y aquí va como siempre.
"¿Samantha va como la chacha? ¿O tendremos que protegerla durante la misión?", pregunta de manera despectiva.
"Samantha va como una más de ustedes. Es más fácil que se mezcle con los demás, dado que aún no ha realizado el cambio", responde el guía. Miro a Mark con la cabeza en alto.
"Samantha", me mira el guía, "si algo pasara, estarás sola. Debes cuidarte. Ya no son niños, no podemos protegerlos o matamos o nos matan."
"O matamos o nos matan", repetimos todos al unísono, de verdad somos todos unos soldados, el orgullo me corre por el cuerpo, aunque a veces no puedo negar que me siento estúpida repitiendo esta frase.
Estoy emocionada he leído todo lo que venía en la carpeta y por fin podré ir a un lugar que no sea solo el bosque. He interactuado con personas de pueblos antes, pero solo durante una o dos horas. Nos han enseñado a leer, escribir y comportarnos adecuadamente, pero nuestros profesores son del clan, y siempre dentro del grupo. Nos han mostrado las cosas que existen en los pueblos y ciudades, como automóviles, motocicletas, trenes, etc., pero nunca nos han dejado convivir de verdad con los demás. Siempre hemos estado "protegidos" en nuestra burbuja, aislados y solos. Y yo solo quiero saber más, descubrir que más existe, que más hay aparte de este hermoso bosque. Siempre he sentido que me falta algo.“Estoy emocionada por lo que el mundo exterior tiene para ofrecer”. Me permito decir en voz alta, pero en soledad.Finalmente, me encuentro aquí. Me han asignado un pequeño apartamento, o como lo llaman, un "monoambiente". Tengo una cama, ¡una cama para mí solita!, y es tan suave. Esto es si
Cassandra Voss - año 2020 –El tiempo avanza a gran velocidad. Han pasado varios años desde el suceso con los niños, y no se ha repetido ningún incidente similar en esta área. Sé que ha ocurrido de nuevo en otras ciudades, pero los culpables no han sido encontrados. Los expertos en lo sobrenatural centraron sus teorías en nuestra raza, como si nos gustara tener a un maloliente enano como mascota o algo por el estilo. Según su teoría, la sangre de un niño nos hace más fuertes. La verdad, en mi larga vida, tuve una vez la mala idea de probarla, y es asquerosamente horrible. Se compara con la leche agria, ¡puaj!, un asco. No creo que uno de nosotros podría tener tan mal gusto, pero tampoco puedo poner las manos en el fuego por todos. Hemos tenido algunos problemas por ese tema; han atacado algunas empresas de la corporación, y he tenido que asistir a más reuniones y a veces, resolver algunos asuntos personalmente. Ahora resulta que existe una agrupación de cazadores que van de ciud
Sus ojos…Samantha Montier Dalton Me encontraba en medio de una multitud ansiosa por ingresar al nuevo edificio. Como todos, yo también ansiaba conocerlo más de cerca, estaba plagado de gente entrando y saliendo. Yo ya me había dedicado a conocer la ciudad porque quería saber la ubicación de las tiendas, hospitales y colegios, así como cuál era la moda en los colegios y que música sonaba en las calles, solo me faltaba entrar a este centro comercial. Me repetía a mí misma: "Debo actuar como una persona normal. Se normal." Para no golpear a alguien cada vez que me empujaban.Fue un triunfo estar dentro, todas las tiendas tenían descuentos y promociones eso explicaba la euforia entre la muchedumbre, varios individuos salían de las tiendas con bolsas llenas a mas no poder y empujaban con brusquedad para abrirse paso, aunque me sentía tentada a responder con violencia, me debo recordar a sí misma que debo comportarme como una persona común.“sonríe Sam, sonríe” me repetía, aunque parecier
Isabela, sin inmutarse, me lanza un cumplido sarcástico: "Eres igual de encantadora que siempre", y se acerca a mí con una mirada traviesa. Antes de que pueda escapar, me abraza y me agarra una nalga."Odio que hagas eso", le reprocho, pero ella se ríe a carcajadas. "Eres encantadora cuando te enojas. Algún día pedirás que te agarren las dos", bromea antes de desaparecer de mi vista.Estoy furiosa, como siempre. No puedo soportar que Isabela me saque de quicio de esa manera, provocando mi enojo. Odio su manía de sacarme de mis casillas, pero al mismo tiempo, recuerdo que es mi “amiga” y que solo puedo maldecirla y aborrecerla en mi cabeza.Han pasado varias semanas desde el encuentro con Isabela, y por ahora, me ha dejado en paz. Creo que se encuentra fuera del país, ya que no he tenido noticias suyas. Después de terminar mi entrenamiento diario en el gimnasio, reviso el lugar para asegurarme de que todo esté en orden antes de ir a ducharme.Mientras me dirijo a la ducha, mi celular p
Samantha Montier DaltonHoy marca el comienzo de un nuevo capítulo en mi vida: el primer día de clases en el instituto. Sinceramente, me siento emocionada; es la primera vez que asisto a una institución educativa. Como mencioné antes, todo lo que sé hasta ahora lo hemos aprendido en nuestro grupo, y el resto, lo he adquirido a través de los libros que devoro. En cuanto a los demás chicos, no he tenido noticias de ellos, ya que nos han prohibido comunicarnos entre nosotros hasta que nos integremos con el resto. En realidad, no me interesa saber sobre los chicos; solo quiero saber cómo le ha ido a Clara.Llego con cinco minutos de anticipación antes de que suene el timbre y me dirijo a la oficina de información para averiguar cuáles serán mis clases y como llegar a las aulas. A pesar de que ya he explorado este lugar y conozco perfectamente las clases que tendré y la ubicación de las aulas, debo aparentar ser la nueva e inocente. La señorita Mia Levis me entrega mi horario y me indica e
En la última semana, se han producido varios eventos. El centro comercial, propiedad de Vosscorp, abrió sus puertas, y también comenzaron las clases. Sin embargo, ha habido múltiples desapariciones, lo que ha suscitado rumores sobre la presencia de un vampiro al acecho en las afueras de la ciudad. Por eso, recibimos órdenes de investigar la situación. Mañana, después de clases, planeo emprender esa investigación.Me encuentro en el bosque, rodeada por un exquisito aroma de naturaleza. Lo extrañaba. Estoy más o menos en la mitad del bosque, escondida entre la densa maleza. La noche cayó hace horas, y todo está envuelto en la oscuridad. Soy prácticamente irreconocible con mi traje oscuro. Para los ojos normales, sería invisible.Después de un rato explorando, visualizo a un grupo de lobos agitados y cansados. Forman parte de mi manada. Mark me mira desde la distancia con un rostro lleno de odio, y nunca he entendido por que me odia. No he hecho nada para merecerlo; simplemente lo mantuv
Un latidoCassandra VossHumillada, ese es el único sentimiento que me consume, humillada como una estúpida neófita, como una completa idiota... he sido humillada, y no puedo superarlo. Han pasado varios días desde ese encuentro, y no puedo ni olvidarlo ni dejarlo pasar. Cada noche, he ido al edificio abandonado en busca del rastro de ese aroma, con la esperanza de encontrar al responsable y destrozarlo con mis propias manos, pero hasta ahora, no he encontrado nada.Lo peor de todo es que Estefan tampoco ha logrado obtener información útil, ni sobre esos "perros" que mencionó el neófito. Estamos en un punto muerto, y por primera vez en mi existencia, no sé qué hacer, y eso me frustra. Cada vez que veo a Estefan, revivo el recuerdo de cómo me pateó el trasero.“Le romperé las piernas y cada uno de sus dedos” ni siquiera lo pienso lo decreto.Necesito aire, entre mis pensamientos y la cara con la que Estefan me observa, no puedo soportarlo más. No he sido capaz de verbalizar lo que suce
Pasa muy cerca de mi mesa, definitivamente no me ha reconocido. Camina completamente despreocupada. No aguanto la tentación de seguirla al baño, entro en el y solo se encuentran tres chicas secando sus manos. Abandonan el baño un momento después, entro a un cubículo, y ella sale. Me quito la gorra y el pañuelo y salgo en el minuto en que ella termina de lavarse las manos."Hola", le sonrío, al natural me sale la sonrisa de un millón de dólares, la mejor que tengo.Samantha no responde, solo veo como se acerca su mano en forma de puño. Lo esquivo y la agarro firmemente. Y aquí viene la otra mano; también logro tomarla."Que mal educada. ¿No vas al colegio?" Me mira sorprendida, y sus ojos solo muestran, la furia que la recorre en este minuto."Suelta, hija de puta", me gruñe y forcejea para soltarse, pero esta vez la tengo bien atrapada."Que grosera, ¿no te han dicho que una señorita no debe d