"Gracias, Estefan", le agradecí mientras él abandonaba mi oficina. Espero sinceramente que él encuentre la manera de distraer y mantener alejada a Isabela. A menudo resulta insoportable y parece no comprender que no necesito su compañía. No respeta los límites, y en ocasiones, me dan ganas de gritarle o, en mis pensamientos más oscuros, arrancarle la cabeza, la mataría y después la metería a un refrigerador gigante. No puedo permitirme pensar en esas cosas, “debo recordar que no debo causarle daño” me repito a mí misma, aunque Isabela es una excepción a todo razonamiento. Pero tengo muy claro que, si le hiciera daño a Isabela, nunca me lo perdonaría. Además, ella es extremadamente útil, y más que eso, no puedo dañarla porque es la hija de los que fueron los mejores amigos de mis padres. En teoría, deberíamos haber sido las mejores amigas, pero Isabela siempre parece tener intenciones que van más allá de la amistad, lo cual me resulta incómodo.
Mientras tanto, el misterio de los niños desaparecidos me preocupaba. ¿Por qué alguien querría llevarse a esos mocosos llorones y malolientes? “¿Tal vez querían una guardería o un equipo de fútbol?” La idea me hizo soltar una risa amarga. Lamentaba la angustia de sus familiares, pero la verdad es que yo no tengo mucha simpatía por los niños, ni por los adultos, ni por nadie en general. Soy como un tipo peculiar de ogro, uno fuerte y rápido. Y sobre todo que le encantan los negocios, y no por el dinero, no de eso tengo de sobra, es por los retos de la bolsa, por apuestas en nuevas inversiones, por saber que le gane una partida a alguna otra familia de elite.
Aproveché el tiempo antes de mi próxima reunión para entrenar un poco, concentrándome en mantener mi frialdad y distanciamiento emocional, como siempre hacía, porque es la mejor forma de hacer negocios, con sangre fría y mente fría, más si es con los chinos.
Lamentablemente con el paso de los días, no pudimos dar con el paradero de los niños ni identificar a los culpables de su desaparición.
Los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses y los meses en años, y a pesar de todos nuestros esfuerzos, no obtuvimos respuestas. Siete años después, algunos de los padres de los niños desaparecidos decidieron dejar la ciudad, incapaces de soportar el dolor y la incertidumbre que los consumía. Otros padres, en cambio, continuaron inquebrantables en su búsqueda, aferrándose a la esperanza de volver a abrazar a sus hijos perdidos.
En medio de este oscuro panorama, se fundó una organización sin fines de lucro dedicada a brindar apoyo y ayuda a las familias afectadas. A pesar de todos los recursos y el amor incondicional de los voluntarios de la fundación, el dolor seguía siendo abrumador y parecía insuperable para aquellos que habían perdido a sus seres queridos.
A pesar de que a menudo me describo como una persona fría, en otro tiempo no fui así y sé que mis padres me buscaron intensamente cuando sufrí mi transformación. Quizás ese sea el motivo por el que siento la necesidad de ayudar y gastar recursos en la búsqueda de sus hijos.
Con el paso de los años, los recuerdos de mi infancia se vuelven cada vez más difusos, y eso me preocupa, esos recuerdos son los que mantienen mi lado humano, el poco lado humano que aún me queda... Recuerdo que éramos una familia pequeña y humilde. Mi padre trabajaba largas horas para llevar alimento a casa, a veces pasaban días enteros en los que no podía verlo, por causas del trabajo, eran otros tiempos. Sin embargo, cuando regresaba a casa, dedicaba tiempo a jugar conmigo y crear preciosos recuerdos juntos. En ocasiones, nos reuníamos con la familia de Isabela y celebrábamos festividades como una sola familia. A medida que crecíamos, la amistad de nuestras familias se fortaleció, y el amor y el sentido de familia seguían siendo una parte fundamental de nuestras vidas, hasta que crecimos… crecimos y todo cambio…
Samantha Montier Dalton -año 2020-Llevamos varios días de viaje, y estar en este autobús con los demás se está volviendo incómodo. La mayoría solo anhela entrar en el bosque y desaparecer, sentirse libres. Yo también quiero entrar, correr y sentir el viento en mi cara. Necesito naturaleza, necesito sentirme viva y dejar de escuchar a esto idiotas.Nos han informado que en dos días llegaremos a nuestro destino, un bosque en las afueras de un pueblo bastante grande o una ciudad, no lo sé con claridad."Estoy aburrida, solo se puede dormir y sentir el olor a pedos del resto", comento con un suspiro."Jajaja, siente los míos son más ricos", bromea Clara."Asquerosa, ¡wuacala!" Me río con cara de asco. Clara es mi mejor amiga, aunque más que amigas somos como hermanas. Ella nunca me ha mirado con desprecio debido a mi condición. No es como el resto, a quienes tuve que enseñarles con mucho esfuerzo y entrenamiento que no soy mejor ni peor que ellos, simplemente igual y aun así me tratan c
Estoy emocionada he leído todo lo que venía en la carpeta y por fin podré ir a un lugar que no sea solo el bosque. He interactuado con personas de pueblos antes, pero solo durante una o dos horas. Nos han enseñado a leer, escribir y comportarnos adecuadamente, pero nuestros profesores son del clan, y siempre dentro del grupo. Nos han mostrado las cosas que existen en los pueblos y ciudades, como automóviles, motocicletas, trenes, etc., pero nunca nos han dejado convivir de verdad con los demás. Siempre hemos estado "protegidos" en nuestra burbuja, aislados y solos. Y yo solo quiero saber más, descubrir que más existe, que más hay aparte de este hermoso bosque. Siempre he sentido que me falta algo.“Estoy emocionada por lo que el mundo exterior tiene para ofrecer”. Me permito decir en voz alta, pero en soledad.Finalmente, me encuentro aquí. Me han asignado un pequeño apartamento, o como lo llaman, un "monoambiente". Tengo una cama, ¡una cama para mí solita!, y es tan suave. Esto es si
Cassandra Voss - año 2020 –El tiempo avanza a gran velocidad. Han pasado varios años desde el suceso con los niños, y no se ha repetido ningún incidente similar en esta área. Sé que ha ocurrido de nuevo en otras ciudades, pero los culpables no han sido encontrados. Los expertos en lo sobrenatural centraron sus teorías en nuestra raza, como si nos gustara tener a un maloliente enano como mascota o algo por el estilo. Según su teoría, la sangre de un niño nos hace más fuertes. La verdad, en mi larga vida, tuve una vez la mala idea de probarla, y es asquerosamente horrible. Se compara con la leche agria, ¡puaj!, un asco. No creo que uno de nosotros podría tener tan mal gusto, pero tampoco puedo poner las manos en el fuego por todos. Hemos tenido algunos problemas por ese tema; han atacado algunas empresas de la corporación, y he tenido que asistir a más reuniones y a veces, resolver algunos asuntos personalmente. Ahora resulta que existe una agrupación de cazadores que van de ciud
Sus ojos…Samantha Montier Dalton Me encontraba en medio de una multitud ansiosa por ingresar al nuevo edificio. Como todos, yo también ansiaba conocerlo más de cerca, estaba plagado de gente entrando y saliendo. Yo ya me había dedicado a conocer la ciudad porque quería saber la ubicación de las tiendas, hospitales y colegios, así como cuál era la moda en los colegios y que música sonaba en las calles, solo me faltaba entrar a este centro comercial. Me repetía a mí misma: "Debo actuar como una persona normal. Se normal." Para no golpear a alguien cada vez que me empujaban.Fue un triunfo estar dentro, todas las tiendas tenían descuentos y promociones eso explicaba la euforia entre la muchedumbre, varios individuos salían de las tiendas con bolsas llenas a mas no poder y empujaban con brusquedad para abrirse paso, aunque me sentía tentada a responder con violencia, me debo recordar a sí misma que debo comportarme como una persona común.“sonríe Sam, sonríe” me repetía, aunque parecier
Isabela, sin inmutarse, me lanza un cumplido sarcástico: "Eres igual de encantadora que siempre", y se acerca a mí con una mirada traviesa. Antes de que pueda escapar, me abraza y me agarra una nalga."Odio que hagas eso", le reprocho, pero ella se ríe a carcajadas. "Eres encantadora cuando te enojas. Algún día pedirás que te agarren las dos", bromea antes de desaparecer de mi vista.Estoy furiosa, como siempre. No puedo soportar que Isabela me saque de quicio de esa manera, provocando mi enojo. Odio su manía de sacarme de mis casillas, pero al mismo tiempo, recuerdo que es mi “amiga” y que solo puedo maldecirla y aborrecerla en mi cabeza.Han pasado varias semanas desde el encuentro con Isabela, y por ahora, me ha dejado en paz. Creo que se encuentra fuera del país, ya que no he tenido noticias suyas. Después de terminar mi entrenamiento diario en el gimnasio, reviso el lugar para asegurarme de que todo esté en orden antes de ir a ducharme.Mientras me dirijo a la ducha, mi celular p
Samantha Montier DaltonHoy marca el comienzo de un nuevo capítulo en mi vida: el primer día de clases en el instituto. Sinceramente, me siento emocionada; es la primera vez que asisto a una institución educativa. Como mencioné antes, todo lo que sé hasta ahora lo hemos aprendido en nuestro grupo, y el resto, lo he adquirido a través de los libros que devoro. En cuanto a los demás chicos, no he tenido noticias de ellos, ya que nos han prohibido comunicarnos entre nosotros hasta que nos integremos con el resto. En realidad, no me interesa saber sobre los chicos; solo quiero saber cómo le ha ido a Clara.Llego con cinco minutos de anticipación antes de que suene el timbre y me dirijo a la oficina de información para averiguar cuáles serán mis clases y como llegar a las aulas. A pesar de que ya he explorado este lugar y conozco perfectamente las clases que tendré y la ubicación de las aulas, debo aparentar ser la nueva e inocente. La señorita Mia Levis me entrega mi horario y me indica e
En la última semana, se han producido varios eventos. El centro comercial, propiedad de Vosscorp, abrió sus puertas, y también comenzaron las clases. Sin embargo, ha habido múltiples desapariciones, lo que ha suscitado rumores sobre la presencia de un vampiro al acecho en las afueras de la ciudad. Por eso, recibimos órdenes de investigar la situación. Mañana, después de clases, planeo emprender esa investigación.Me encuentro en el bosque, rodeada por un exquisito aroma de naturaleza. Lo extrañaba. Estoy más o menos en la mitad del bosque, escondida entre la densa maleza. La noche cayó hace horas, y todo está envuelto en la oscuridad. Soy prácticamente irreconocible con mi traje oscuro. Para los ojos normales, sería invisible.Después de un rato explorando, visualizo a un grupo de lobos agitados y cansados. Forman parte de mi manada. Mark me mira desde la distancia con un rostro lleno de odio, y nunca he entendido por que me odia. No he hecho nada para merecerlo; simplemente lo mantuv
Un latidoCassandra VossHumillada, ese es el único sentimiento que me consume, humillada como una estúpida neófita, como una completa idiota... he sido humillada, y no puedo superarlo. Han pasado varios días desde ese encuentro, y no puedo ni olvidarlo ni dejarlo pasar. Cada noche, he ido al edificio abandonado en busca del rastro de ese aroma, con la esperanza de encontrar al responsable y destrozarlo con mis propias manos, pero hasta ahora, no he encontrado nada.Lo peor de todo es que Estefan tampoco ha logrado obtener información útil, ni sobre esos "perros" que mencionó el neófito. Estamos en un punto muerto, y por primera vez en mi existencia, no sé qué hacer, y eso me frustra. Cada vez que veo a Estefan, revivo el recuerdo de cómo me pateó el trasero.“Le romperé las piernas y cada uno de sus dedos” ni siquiera lo pienso lo decreto.Necesito aire, entre mis pensamientos y la cara con la que Estefan me observa, no puedo soportarlo más. No he sido capaz de verbalizar lo que suce