capitulo 262

No respondo. Solo me acerco y la beso en la frente.

"Cuídate…" susurra, casi sin voz. "Pero… ¿leíste su carta? ¡La leíste! Por favor, Sam…"

"La leí…" respondo, con la garganta cerrada. "Y sé que me pide todo lo contrario. Pero no puedo…"

Salgo de la casa dejando atrás a Clara, a los pequeños… a mis amigos.

Camino sin mirar atrás.

Llego hasta la estación de trenes y, con una última mirada, me despido.

Del lugar donde fui la persona más feliz del mundo…

y también, el lugar donde sentí el mayor dolor que un ser humano puede soportar.

Busco en mi mochila y saco el papel.

Ese que, en algún momento, arrugué con furia.

Con rabia.

Con dolor.

Lo estrujé como si eso pudiera callar lo que decía.

Como si destruirlo fuera suficiente para no sentir.

Pero después… lo extendí.

Y ahora, aunque ya no es el mismo, aunque las arrugas lo atraviesan como cicatrices…

su contenido aún me quema.

Y, de algún modo…

me acerca a ella.

Mis manos tiemblan al sostenerlo.

Sus palabras est
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