Vivir encerrado desde la infancia, lo mortificó hasta el punto de obsesionarse por buscar una salida. Siendo sobreprotegido por sus padres, buscó un método para alejarse de ellos y demostrar que podía hacer las cosas por sí mismo; sin embargo, no tomó en cuenta que alguien más no quisiera cooperar para obtener su libertad, destruyendo todo lo que pudo conseguir e impidiendo terminar su plan. Mantente sobre la línea de la moral…
Leer másEl aire golpeó su cara. Corrió por las calles apenas alumbradas por la luna. Cruzó por varios callejones. Perdiéndose en el pueblo para que su ubicación no fuera localizada fácilmente. Cuando sintió que el oxígeno no le era suficiente se detuvo. Apoyado con una mano en una pared desconocida. Miró adelante y atrás. Luego, comenzó a caminar con cautela.No tardó en toparse con el camino hacia el parque. Vigilante, ingresó a él. La fuente nunca paraba de soltar agua de la cima. El agua acumulada abajo estaba tranquila, manteniendo el estanque nítido y transparente. Cruzó el puente. Los árboles a un lado se movieron al pasar. Solitario, el silencio de la noche le ponía el vello de punta; pero había un objetivo en mente que le daba valor. Marchó, escondiéndose en las sombras. Se
Su pie se deslizó. Sin la fuerza para detenerse, se fue de lado. Los frascos acumulados se regaron por todos lados, empujados por una cabeza húmeda. Su hombro golpeó el borde de la tina, antes de rebotar y caer al agua. Su respiración fue cortada de golpe. El susto hizo apaciguar todas sus otras emociones; pero no luchó por salir.Se hundió, sumergiéndose hasta el fondo. El agua entró por su nariz, produciéndole agitaciones. En el proceso de llegar hasta abajo, se giró de manera involuntaria. La parte baja de la espalda chocó contra el piso antes de ser expulsado hacia arriba. Su cuerpo débil salió flotando. Era abrumador tantos sentimientos negativos, que a la vez le hacían sentirse vacío. Provocándole que quisiera arrancarse el corazón.Quería
Largas piernas cruzaron el cuarto. Botas negras pisaron la grada colocándose cerca de los chicos en discusión - ¿esa es su forma de ayudar? - comentó tranquilamente.Ambos lo voltearon a ver y de inmediato se levantaron. Erguidos, creyéndose con el valor para enfrentarlo - ¿tú puedes hacer algo mejor? - Edgar rebatió.-¿te crees tan bueno? - los dos lo enfrentaron, sacando el pecho; mientras empuñaban las manos a los costados.Ethan sonrió. Fue una sonrisa fría, destellando en la oscuridad como una bestia asesina. Aun alguien que no tuviera conocimiento de quién era él, con la simple aura que emanaba podría hacerlo presentir el peligro de su presencia. Sin embargo, a pesar de ser cobardes resistieron la amenaza. El
El cuerpo inerte estaba pálido; más la tenue luz que lo iluminó, le dio un aspecto tenebroso. Al quedar descubierto al exterior le provocó una molestia tan fuerte que incluso le dolió la cabeza. Un segundo después, el destello desapareció. Abrió los ojos. La figura de su padre quedó enmarcada por el reflejo de la puerta.El hombre caminó a un lado, dejó algo en la mesa antes de volverse a él - ¿qué haces ahí?, ¿esa es tu rabieta? - más preguntas llegaron a sus oídos. No tenía fuerzas ni siquiera para suspirar - déjame decirte que no te consentiré más. Desde ahora seré estricto contigo - su padre mantuvo la distancia. Como si tuviera miedo de descubrir su verdadero estado - has tenido demasiados privilegios y fuiste capaz de hacer tantas cosas a nuestra espalda
Su respiración era agitada; mientras miraba a su padre darle la última palabra. No estaba en posición de debatir los motivos. Pero quería, realmente deseaba demostrarle que era capaz. Se giró, obedientemente. Sin la dignidad para levantar siquiera la mirada. Abrió en silencio y se marchó dejándolo encerrado. Al salir a la calle, el corazón que había logrado mantener a flote frente a su padre, se hundió.Todas sus metas cayeron al suelo, no fue capaz de demostrar nada. Agotó las últimas fuerzas que tenía. Sus pies ya no se despegaron del suelo, arrastrándolos sobre las piedras lisas. Iba pasando el callejón junto al restaurante exótico frente a la oficina; aunque su vista no estaba enfocada en ninguna parte, vislumbró una sombra que salió de la esquina. Sin ánimos de lucha, sigui&oa
-¡Teo! - se giró al sonido - Ten cuidado en el camino, ya ves lo que te ha pasado.Asintió, antes de partir. No se preocupó mucho, ya que tenía una carta para defenderse; aunque caminó con nerviosismo. De alguna manera el ambiente había cambiado. Sentía una atmósfera pesada como si el cielo quisiera aplastarlo. Cuando se acercó a la oficina, vio a Marcelo salir lentamente, sosteniendo el bastón, yendo al lado opuesto de donde Teo llegaba. Seguido de él, iba Ethan. Con su porte recto y aura imponente. Sus ojos se conectaron por un momento antes de que Ethan se desviara.Un fuerte presentimiento lo golpeó. Su confianza se desvaneció a la mitad; pero aún tuvo el valor para entrar erguido al patio. Cruzó el área solitaria hasta pararse frente a la entrada.
-Gracias - dijo y empezó a caminar; pero el señor no lo soltó. Lo volteó a ver.-joven, disculpe que lo entretenga.Teo inhaló, invocando un poco de paciencia - realmente no tengo tiempo - sujetó la mano del señor y la empujó.-Es que lo he estado buscando por días - los dedos se aferraron a su brazo - el otro día moví la casa de arriba a abajo. Revisé hasta en el rincón más recóndito - Teo dio un paso atrás; pero, para su mala suerte el señor dio uno al frente, subió la otra mano y agarró su brazo firmemente - también quería mostrarle que he conseguido un trabajo y darle la llave que encontré.Teo se quedó est
-casi fuiste visto por tu padre en ese estado - la voz profunda cortó el silencio - después de que él y Marcelo se fueran, te traje aquí para que no te vieran todas las personas que comenzaban a salir del instituto.Teo ladeó levemente la cabeza - ¿mi padre no me vio? - quiso asegurarse.-¿por qué te preocupa eso?.Teo abrió la boca, dejando salir el aire; mientras recomponía el cuello - por nada - dijo torciendo un lado del labio hacia arriba. Retrajo las piernas y se impulsó; sin embargo, una mano en su brazo impidió que se parara.-puede que no quieras decirlo, pero esto tiene que saberlo - escuchó - estas enfermo, ¿no es
Las ventanas del segundo nivel estaban vacías. El patio sólo lo ocupaba el carruaje. Cubierto únicamente con tierra. Teo recorrió la vista por toda el área. La bodega terminaba antes de llegar a la pared de la puerta. Desde ahí, empezaba el angosto pasillo que dirigía a la biblioteca o al menos eso supuso. Sin embargo, el caminó era tan estrecho que Teo no logró ver nada por más que estirara el cuello y se pusiera de puntillas.Con precaución, miraba hacia las personas dentro antes de estirarse un poco más. Sin embargo, dos de ellos se dirigieron adentro; mientras que Marcos cruzó los brazos y se quedó vigilando. Teo dio un paso atrás antes de ser visto. Resignado, regresó con el propósito de formar un plan. Rodeó la construcción; de tal manera que llegó por el lado contrario. Entr