Demián y Renne se conocieron cuando eran adolescentes y se enamoraron profundamente, conocieron el amor en todas sus etapas uno al lado del otro. Después de tres años de estar juntos, se separaron, pero nunca terminaron su relación. A pesar de la distancia y el tiempo, siempre estuvieron unidos por algo más fuerte e inexplicable. En “Nunca Terminamos”, descubre cómo una fuerza inexplicable mantiene a estos dos seres unidos en la vorágine que es la vida. Historia original Todos los derechos reservados, cualquier copia parcial o total de esta historia será denunciada legalmente, protegida por derechos de autor numero de registro 1801215507907
Leer másEl sonido del mar hace que mi sentido auditivo despierte antes que mi cuerpo, después siento el dulce olor a brisa marina. Pareciera que estoy en el paraíso, ya que me encuentro en mi lugar favorito, de frente al mar. Por último abro los ojos, el sol se filtra por la ventana y el viento levanta las cortinas del cuarto en el que me encuentro, pongo los pies en el piso y empiezo a caminar hacia afuera, con dirección al mar que observo en el horizonte, hasta ahora no sé dónde me encuentro.Podría decir que estoy muerta ya que el paisaje es muy hermoso como para ser real. Siento el calor de la arena en mis pies, su suavidad, el olor a mar, el calor del sol, eso me hace dudar de esa idea, ya que sí estuviera muerta mis sentidos no estarían despiertos.Sigo caminando sobre la arena, el sol es muy fuerte, alumbra las aguas cristalinas y las hace reflejarse hermosamente en mis ojos.Me acerco a unos arrecifes en mí perspectiva aparece Demián, está sentado mirando al
No sé dónde estaba, abrí los ojos un poco atontada, me dolía mucho la cabeza y tenía todavía náuseas, miré a todos lados todavía confundida, seguía sin poder descubrir donde coños me encontraba, todo era completamente desconocido para mis ojos.-¿¡Renne!? - exclamó Demián apareciendo en mí perspectiva, muy preocupado, podía notarlo por sus facciones.-¿Que sucedió? ¿Dónde estoy? - pregunté confundida intentando incorporarme.- Estás en el hospital, te desmayaste, pasó mucho tiempo, estaba preocupado, pensé que no despertarías.- ¿Pero... porque?- Pre eclampsia, - exclamó con voz ronca - me da miedo tan sólo decirlo y más escucharlo, te subió mucho la presión, el doctor me explicó que es muy peligroso en tu estado...- ¿Perdí al bebé? - pregunté asustada, al borde de la desesperación.- Tranquila, el bebé está bien... está dónde lo dejamos - sonrió graciosamente - lo único que tendrás que tener mucho más cuidado éstos meses, puede ser
Demián se había ido hace una hora y no paraba de llorar, sabía que me había equivocado pero me dolía, no pensé en las consecuencias aunque me habían advertido.Me dormí llorando agazapada en el mullido sillón del living, un trueno me hizo saltar de mi letargo, ¿Qué hora era? Vi el reloj, eran más de las cuatro de la mañana, busqué por todo lado a Demián, pensando que había vuelto, pero no pude encontrarlo.Afuera se escuchaban truenos y el firmamento se iluminaba cada vez que caía un rayo, el sonido de la lluvia empezó a golpetear las ventanas, decidí qué debía buscarlo y suplicar, si era necesario, perdón.Me puse una chamarra y salí del departamento aunque el cielo se caía a mí alrededor, caminé por las calles sin rumbo fijo por un largo tiempo sin encontrarlo por ningún lado, me di por vencida y me senté en una banca de la calle, intenté pensar donde podía encontrar a Demián.Me recordé de una tarde que nos habíamos peleado, hizo lo mismo, desapareció por
Tuve que apurarme con la venta de mi departamento y todo lo demás, fueron dos semanas de locura. Estuve pensando que era mejor evitar problemas con Demián e irme después del juicio a Toronto, todavía no sabía cómo se comportaría con la noticia del bebé. Quizás nunca debí ocultárselo pero fue por mi trabajo, siempre fui muy responsable y habíamos quedado en algo.Día antes de viajar, me encontraba en mí oficina, preparando mi discurso para el juicio, Richard me ayudaba con los últimos toques.-¿Renne, mañana te vas?- Sí, Richard.-¿Lo tienes todo listo?- Casi todo, la mudanza debe venir a recoger mis cosas, después del juicio.-¿Lista para casarte?-Creo que estuve lista para eso desde que me enamoré de Demián cuando era una niña de 14 años.
Melanie intentó convencerme de que le cuente a Demián sobre el bebé pero no lo logró e hice que prometiera que no debía hablar del tema con nadie.No quería que supiera de mi embarazo, por el momento, porque sabía que no me permitiría ni siquiera estar estos dos meses en Alberta, lo conocía bastante bien para saber cuál sería su posición en todo esto, sé que él no sé metería con mí trabajo pero sé también que quiere estar a mi lado y no me dejaría terminar los pendientes que tengo en Alberta.Tuve que alejarme, no porque quería sino porque tenía que poner el trabajo primero, dos meses más para irme a Toronto, tenía encima mucho trabajo por delante, llegaba tarde y me levantaba muy temprano para solucionarlo todo y eso me impedía hablar con él. Además no me sentía nada bien, es
-¿No crees que esos temas los deberíamos hablar en otras circunstancias? - preguntó a regañadientes, se paró y empezó a vestirse.-¿Estás molestó? - pregunté nerviosa.- Vístete Renne, debemos hablar y no lo haremos acá...No dijo más, reinó el silencio en ese privado, me levanté y comencé a vestirme. Qué buen momento habíamos pasado y fui a arruinarlo todo con mi gran bocota, no sé cómo tomaríamos el tema o que me diría, pero sabía que sería muy difícil para ambos.Subimos al BMW, no teníamos cara de haber pasado una feliz velada, teníamos cara de molestia y preocupación. Seguimos en nuestro silencio eterno mientras íbamos en el auto y sinceramente no me gustaba para nada, necesitaba hablar, así que rompí el hielo casi unos diez minutos antes de llegar a su departamento.- Mañana me iré muy temprano y son más de las dos de la mañana...-...Como te prometí, te dejaré en el aeropuerto exactamente a la hora que debes abordar - respondió torpe
Llegamos a una casa en la zona más exclusiva de Toronto, por afuera no tenía nada distinto a otras casas de esa zona. Era una mansión enorme con fachada de piedra y la puerta principal de madera, Demián me tomó de la mano después de salir de su BMW y caminamos juntos hasta el gran portón.La verdad es que estaba muy ansiosa, hasta podría decir asustada, pero Demián me daba seguridad con sólo una sonrisa.-¿Lista? - preguntó antes de tocar la puerta.-¿Crees que es una buena idea?-¿Me preguntas ahora que ya estamos en la puerta? - preguntó burlón con una sonrisa en los labios.-No me dejaras sola ¿Verdad?-Nunca lo hice y nunca lo haré - me apretó la mano con fuerza y después la beso - deja la cara de susto, Renne, no estamos yendo a una casa embrujada...-...Pero...-...No te voy a obligar a nada, yo no necesito nada de esto para poderte dar placer, sí no quieres, nos metemos en un privado y te saco ese vestido que ya tengo ganas de s
En la mañana miré por la ventana se metía tímidamente la luz del sol, la noche había acabado y debía irme. Me puse de pie, Demián no estaba en la cama, escuché el agua correr, debió estarse duchando, así que pensé una o dos veces y decidí entrar, debía darme un duchazo para después volver al hotel para recoger mis cosas y salir al aeropuerto.-Buenos días - grité.-Entra Renne, estoy por terminar de ducharme.-Ok.Me saqué la camisa gris, entre a la ducha y Demián me abrazó por atrás, me di vuelta y lo abracé para besarlo.-Sí seguimos así no viajo hoy en la mañana.-No quiero que viajes - respondió besándome el cuello.-Sabes que debo volver - exclamé y me soltó molesto con el ceño fruncido - Demián trabajo allá...-¿No será por otro? - respondió mordaz. ¿por qué los celos?-¡Joder! Con el único imbécil que me acuesto por esa maldición es contigo -grité.-¿Maldición? Es absurdo.-Sí, debe ser absurdo ya que te
Me levanté muy temprano y me dirigí al aeropuerto, tomé el primer vuelo a Toronto.Hice un plan de viaje infalible, debía llegar muy temprano, estar en la Corte a primera hora, entregar y recoger los papeles, hacer una visita de médico a mis padres y a mi hermano después tomaría el vuelo de vuelta a Alberta a las siete de la noche, nada podría fallar, era un plan de viaje perfecto y bien elaborado.Llegué al aeropuerto a tiempo para hacer mi checking, me senté a esperar para el abordaje, vi caer unos cuantos copos de nieve por la ventana, esos pocos se volvieron más y más hasta que por el altavoz advirtieron sobre nevada, los vuelos se retrasarían una o dos horas de acuerdo al temporal¡Joder! Perdería las primeras horas de la mañana, esto era un pelo en la sopa, mí perfecto plan se desmoronaba por mal tiempo.Dos horas después por fin pude abordar el avión, la nevada había parado después de media hora pero tuvieron que limpiar la pista y eso nos demor