En la fiesta de compromiso, descubrió que su prometido la estaba engañando. Decidió vengarse de él, pero no esperaba que, en ese preciso momento, apareciera Pablo José Torres, con quien había tenido una relación. Ella pensaba que su vida transcurriría de manera tranquila y ordinaria, pero para su sorpresa, terminó convirtiéndose en la esposa de un magnate. —Sr. Torres, todo el mundo dice que tienes disfunción sexual. ¿Estás seguro de que fue contigo con quien tuve sexo esa noche? —Si no me crees, puedo hacerlo de nuevo contigo para que lo compruebes. —Sr. Torres, ¿acaso has olvidado tu plan de venganza? —No lo he olvidado, lo estoy llevando a cabo personalmente cada noche.
Leer másEl ascensor bajaba desde el piso 27 hasta el primer piso.Adriana le contó a Julia lo que pasó en el cuarto de utilería, y Julia no pudo evitar comentar:—¡Deberías haber aprovechado pues para amenazarlo! Si no te hacía las fotos, podías revelar que le tiene miedo y pánico a estar en público, que no es el genio puro y perfecto que dicen en los reportajes, que es un borracho y tiene un carácter de mierda.Adriana habló con delicadeza:—¿De qué me serviría destruir a un fotógrafo talentoso?Justo cuando llegaron al primer piso, el teléfono de Adriana comenzó a sonar.Sacó su celular del bolso y vio que era Roberto, el editor jefe. Adriana parpadeó, adivinando lo que venía.—Adriana, de verdad, le pido disculpas, pero... tendremos que pedirle que vuelva, hoy tenemos que seguir con la sesión de fotos según lo planeado... —explicaba Roberto.Adriana sonrió un poco, parecía que el gran maestro Alejandro realmente tenía carácter.Julia también se sentía satisfecha:—Por cierto, el tipo que ac
—¿Qué quieren pues ahora? —preguntó Adriana, molesta.—¿Viste a un fotógrafo hace un momento? Un tipo de cabello rizado, con gafas —preguntaron los reporteros.—Recibimos un informe que decía que se estaba escondiendo en el cuarto de utilería.Adriana sintió una ola de alivio por dentro. Al parecer, esos reporteros no habían notado nada raro.Aún así, mantuvo su postura y respondió con firmeza:—¿Acaso no les dije antes? Yo nada más estaba descansando, ¿cómo voy a ver a alguien?Los reporteros, decepcionados, asintieron y se prepararon para marcharse. Adriana, sin embargo, tuvo una idea y los paró de inmediato:—¡Un momento! ¿Estás hablando de un hombre de cabello rizado? —preguntó, fingiendo pensarlo.—¡Exacto! —respondieron ellos.—Con cabello rizado color castaño.Adriana continuó pensando en voz alta:—Antes de entrar en esta habitación, creo que vi a un hombre con el cabello rizado pasar por aquí...—¿Dónde fue que lo viste? —preguntaron los reporteros, que se empezaban a emociona
En ese instante, Adriana sintió a su tacón pisar algo, algo suave...Se asustó un poco, dio un paso rápido hacia atrás y trató de calmarse, antes de gritar:—¡¿Quién carajos está ahí?! ¡Salga a ver!—Tranquila, yo vengo en son de paz.Una voz masculina salía de debajo de la mesa.Un momento después, la tela de la mesa se levantó, y el tipo, se arrastró lentamente arrastrándose y se puso de pie frente a ella. Era alto y delgado, con la piel muy pálida, parecía joven, pero sus ojos estaban muy hundidos. Lo más llamativo era su largo cabello rizado y de color castaño, aunque también tenía una botella de alcohol con la tapa abierta en la mano...Adriana reaccionó por instinto un segundo y pensó: ¿no será Alejandro Benotti?Ese famoso fotógrafo, el genio que desde los 12 años ha estado ganando premios internacionales con sus obras. Ya sea una persona o un objeto, todo lo que pasa por su lente se llena de un brillo único.Alejandro soltó su botella en una mesa cercana, se acercó a la puerta,
Adriana y Julia confirmaron el plan final para la sesión de fotos en Estilo & Glamour, todo iba sin problemas, y al día siguiente comenzaría oficialmente la sesión.El reconocido fotógrafo Alejandro ya había llegado a Costa Sol.A él le gustaba la tranquilidad, por lo que se alojaba en un hotel muy privado. Esa noche, Alejandro estaba sentado en una esquina comiendo en el buffet, mientras que dos chicas en la mesa de al lado chismeaban, sus palabras flotaban hacia sus oídos de vez en cuando.—Escuché que Alejandro Benotti va a colaborar con Estilo & Glamour en esta sesión, ¡va a estar buenísima!—Pero escuché que la modelo será Adriana, ¡eso sí que no me gusta!—Es cierto, esa Adriana no tiene nada de talento, siempre dice una cosa y hace otra. Solo porque su familia tiene algo de dinero se cree la gran cosa. Escuché que es muy estricta con sus empleados. Todo lo que tiene hoy en día se lo debe a la señora Torres, y siempre está enredada en esas luchas de poder que dañan la imagen de l
—¿Lucas me está investigando acaso?Adriana se mostró confundida.Después de tantos años de competencia entre los Grupo López y Blanco, Lucas Blanco debería ya de estar bastante familiarizado con el Grupo López, ¿por qué habría motivo para investigarla? O más bien, ¿qué valor tiene ella para que Lucas ponga tanto empeño en investigarla en secreto?—Seguiré manteniendo la vigilancia. Pero, por ahora, anda con mucho cuidado. —dijo Julia.Adriana no pudo encontrar la clave de la situación por el momento, así que decidió dejarlo de lado por ahora:—Mañana por la mañana voy a la sede de Estilo & Glamour para cerrar el plan de la sesión de fotos. Acompáñame.—Claro.Julia aceptó.La invitación de Estilo & Glamour para que Adriana fuera la portada fue algo muy esperado, y la agencia de relaciones públicas de Julia había estado metida en todo el proceso. El plan ya había sido revisado dos veces y finalmente se podía dar por cerrado.El tema de la sesión es "El Bosque Perfumado", y cuando se pu
Rafael hizo un gesto con la mano y sus subordinados inmediatamente se acercaron para entregar el video de la cámara de seguridad al personal. Lo proyectaron frente a todosAunque lo que el video mostraba pasó durante el apagón, aún se podían distinguir algunas siluetas.En esa sala, Diego se había quedado sentado detrás del sofá durante todo el tiempo, mientras que Elena estuvo gritando cerca de la puerta hasta que, cuando volvió la electricidad, alguien tocó la puerta, y fue cuando Elena se dio cuenta de que dentro había alguien más, Diego.¡Dios mío...!Después de ver el video de la cámara de seguridad, todos en la sala no pudieron evitar suspirar con desprecio.—¡Dios mío! ¿No dijo Elena hace un momento que, si mentía sobre algo tan serio, perdería su dignidad?—¡Esta mujer es de lo peor! Diego ni siquiera la miró en todo ese tiempo, ¡y ella dice que la acosaron! ¡Y ahora trae a su madre para chantajear al Grupo Torres! ¡Se pasó!—¡Traer a su madre, claramente ya lo tenía todo plane
Elena levantó la cabeza temblorosa bajo la mirada burlona y curiosa de la multitud, pálida como una hoja de papel.—¿No es Adriana? —preguntó alguien.—¡Es Elena! —exclamaron otros.La multitud estaba sin palabras.—Lo dije, Adriana es la primera dama de Costa Sol, la señora Torres la mira con otros ojos, yo ya sospechaba que no podía ser ella, alguien capaz de hacer tal cosa, sin duda Elena está entre las principales sospechosas.—¿Cuándo volvió Elena de Madecia a Costa Sol? ¡¿Hay alguien que quiera verla acá?!Al ver a Elena, José entendió la seguridad con la que Adriana lo había invitado a ver el espectáculo, pues Elena estaba llena de arrepentimiento, indignación e incredulidad.También entendió por qué Elena llevaba un vestido similar al de Adriana, probablemente fue ella quien lo planeó todo.—¿De verdad te gusta una mujer así? —preguntó José al girarse hacia Diego, reprendiéndolo.Diego miró al suelo, muy apenado.José lo miró y lo regañó otra vez:—Viendo lo estúpidos que son l
—¿Tan estúpido eres? —José lo regañó, con una expresión de desprecio y frustración.—Tío... —Diego intentó hablar, pero no sabía qué decir.¿Podía contar que fue su tía la que lo empujó al interior del salón sin previo aviso?—¿Quién es la mujer dentro? —preguntó alguien en la multitud.—¿No salió? ¿Es que no tiene las agallas para salir? —alguien más se atrevió a decir.—La acabo de ver, parece ser... esa... la hija mayor de la familia López. Adriana. —La mujer que había gritado antes murmuró, aún sorprendida.—¡Ah!Un murmullo recorrió la sala:—¡Vaya, cada día nos sorprende más esa señorita!—¿No es así siempre? Ya había rumores de que hace locuras de estas. —comentó alguien más en voz baja.José escuchó la conversación a su alrededor, y recordó lo que su tía había dicho antes, sobre ser un posible protagonista de la obra. En ese momento entendió el profundo significado de esas palabras.José echó un vistazo a la mujer que estaba sentada en el suelo, cabizbaja, dentro del salón. Ell
—¡Qué mujer tan interesante, me gusta! —dijo el hombre, levantando la mano para limpiarse la boca.—Todos estamos aquí para pasarla bien, ¿por qué te tomas todo tan en serio? Está oscuro, si nos encontramos, debe ser el destino. ¿Por qué no aprovecharlo? Este salón está justo aquí, vamos a pasarla bien—continuó con una sonrisa maliciosa.—Quieres disfrutar, ¿sí? —Adriana inhaló profundo, levantó el bolso que llevaba y lo estrelló contra la cabeza del hombre.—¡Más bien, vas a gozar! ¿Disfrutaste?Dentro del bolso había un celular, y Adriana se lo estrello con todas sus fuerzas, lo que hizo que el tipo gruñera y se llevara las manos a la cabeza, lleno de dolor.—¡¿Quieres que te mate o qué?! ¡¿No sabes quién soy yo?! —gritó el hombre, furioso.El hombre levantó la mano, agarrando la muñeca de Adriana, preparándose para contraatacar, pero ella, con mucha rapidez, levantó la pierna derecha y le dio una patada en la entrepierna.—Te di una oportunidad, pero parece que quieres morir. ¡Enton