"Prefiero ser el peor villano y mantenerte conmigo, que un imbécil inepto que no pudo protegerte" En la vida llena de intrigas y malos tratos por parte de sus suegros, padre y esposo, Isabel ve una pequeña luz al final del túnel al reencontrarse con su antiguo amor de adolescencia, el confort que puede sentir en ese momento después de tantos años, se ve opacado debido a las inseguridades de su esposo y el descubrimiento de su infidelidad con su hermanastra, la persona que más la odia en el mundo y su terco temperamento que le impide irse como una perdedora, pero al final, al perder lo más sagrado que pudo obtener; su mundo se hace añicos y la bestia que estaba oculta bajo una piel de cordero y que siempre le había cuidado la espalda sale a flote. —A partir de ahora yo te cuidaré... Ella baja la mirada devastada —Ya no me queda nada para darte. Él con una sonrisa misteriosa levanta su mentón y la mira como la cosa más valiosa del mundo. —No necesitas darme absolutamente nada, solo te necesito a ti en mi vida, creeme, nadie tiene la más remota idea de lo que sería capaz de hacer si tú no estuvieras aquí. —su mirada se torna como la de un demonio con sed de sangre y con un suave beso en su frente, esconde la sonrisa más vengativa que había mostrado nunca. "Prefiero ser el peor villano y mantenerte conmigo, que un imbécil inepto que no pudo protegerte" "Al final del día, yo también quiero decir que te amo".
Leer másLa tensión los siguientes días fue brutal, Isabel no aceptaba reclamos, ni groserías de nadie, por más que alguien tratara de hacer ver "lo bueno", simplemente se alejaba. Su padre, por otro lado, enfureció al darse cuenta de todo lo que Jezabel había estado haciendo. Como si nunca se hubiera enterado de todos los problemas que le había causado a Isabel. No obstante, al aceptar que su otra hija tenía una visión similar a la de él y que al mismo tiempo de una manera u otra Mariano debía responder por sus hijos, se sintió bastante conforme con Jezabel, si Isabel era una inutilidad absurda como su madre, Jezabel también era bastante inteligente y útil como su madre, además de que parecía que había heredado su excelente habilidad para conspirar siempre a su favor. Varios días después...Samantha, lejos de escandalizarse, vio esto como una oportunidad.—Ambas llevan en su vientre a herederos de esta familia —dijo, observando a Isabel y a Jezabel con una mirada calculadora—. Es hora de qu
El eco de sus propios pasos retumbaba en el pasillo de mármol de la mansión Ruiz. Isabel se detuvo frente a la puerta de la oficina de Mariano, respirando hondo. La desesperación se mezclaba con la determinación en su pecho. Había tomado una decisión: se iría.Cuando abrió la puerta, se encontró sentado en su escritorio, hojeando unos documentos con el ceño fruncido. Sus ojos apenas se levantaron para mirarla.—¿Qué quieres ahora? —su voz goteaba desdén.Isabel apretó los puños. Llevaba días preparándose para este momento.—Quiero el divorcio.<
Isabel se hundió en una tristeza abismal tras perder al bebé. No era solo el dolor físico que aún la atormentaba con punzadas insistentes en el vientre; era la sensación de vacío, de pérdida, de inutilidad.Pasaba los días en su habitación, mirando por la ventana sin ver realmente nada. En un intento desesperado por encontrar consuelo, se acercó a Samantha, esperando que le brindara algo de apoyo, un refugio en medio del caos se sentía tan debil y frágil que sin importar de quién se tratara esperaba recibir un poco de consuelo. Al principio, la mujer pareció estar de su lado, con palabras de calma y algunas caricias fugaces en su cabello cuando la encontraba sumida en la tristeza. Sin embargo, la actitud de Mariano fue socavando lentamente ese lazo frágil que Isabel intentaba construir con su suegra.—Ella perdió al bebé a propósito —decía Mariano cuando Samantha estaba cerca, en un tono casual, como si no estuviera destrozando lo poco que quedaba de Isabel—. No quería estar atada a n
Al llegar a la empresa, Isabel sonrió mientras se dirigía a su oficina, sin embargo, se encontró a John en la recepción. La alegría que sentía hacia un segundo, se conviritó en una culpa y verguenza incomprencible, ¿podía cambiar algo de su vida en ese momento? por supuesto que no, sabía que ése gran amor que había sentido en el pasado ya era imposible, como sea, ya tenía un esposo, la relación con Samantha iba para mejor, estaba embarazada y esperaba levantar su empresa en el futuro. No podía ser tan egoísta tratando de aferrarse a él como hubiera querido, además, no era la única mujer que había pasado por ello ¿o sí? su suegra era igual, pero aún así era una gran empresaria, un gran maestro en la universidad ya lo había mencionado, en muchas ocasiones el exito no iba acompañado por la perfección, así era, no podía tener todo en la vida. John era el más grande amor de la infancia que jamás olvidaría, él le había dado los únicos recuerdos inolvidables y más bellos que tenía, y así
Isabel no entendió por qué, pero en cuanto Mariano se acercó y percibió su olor, unas náuseas terribles se apoderaron de ella. Sin poder contenerse cubrió su boca con fuerza y trató de controlar lo que estaba inevitablemente por salir. Mariano al ver la reacción tan “exagerada”, se sonrojo debido a la vergüenza involuntaria y la rabia que sintió en el momento. —¡Déjate de estupideces! ¡¿Tanto me detestas?! ¡¿Ese es el asco que me tienes?! ¡Voy a enseñarte de verdad lo que es sucio y va a gustarte!Isabel que prácticamente fue arrastrada a la cama mientras le apretaba la mano, se llenó de desesperación debido a que su malestar no era actuado, de verdad sentía que no podría controlarse si seguía de esa manera, pero no había manera de que Mariano lo entendiera en ese momento. Mariano rompió su blusa y comenzó a besarla y morderla con violencia, ella trató por todos los medios de quitarse o empujarlo tratando de tener cuidado por el bebé, pero Mariano se enfurecía cada vez más. Estaba a
Ese mismo día por la noche, Isabel pudo volver a casa, por lo que la salida fue un poco… —¡Señora Ruiz! ¡Por aquí por favor!—¡Señora Ruiz!—Díganos, ¿hace cuánto sabe de su embarazo? ¿Quería ocultarlo?Todo estaba comenzando a convertirse en un caos, cuando llegó Samantha a controlar la situación. Mariano como pocas veces, mostró mucha experiencia y la ayudó a subir al auto y salir de ahí con eficiencia y buena coordinación con el personal. Al llegar al departamento, encontró una nueva decoración que ella no había pedido, aunque había muchos cambios, todo era muy cómodo y conveniente. el lugar parecía completamente nuevo e incluso, había una chica que se había presentado como su nueva mucama. La chica se veía recatada y tranquila, por lo que asintió bastante conforme. Suspiró profundamente y se sentó en el gran sofá dispuesta a pensar en cómo convencer a Samantha para que le permitiera por lo menos trabajar un poco. —Cariño, mi madre me envió a un recado, regresaré en unas horas.
—Afortunadamente la señora se encuentra bien, a partir de hoy necesita descansar más, afortunadamente llegó muy a tiempo, de lo contrario hubiera sido una tragedia. —Samantha aún no podía creer lo que escuchaba, ¿por fin iba a tener un nieto? había esperado tanto por eso que ya hasta estaba perdiendo la esperanza. —En… Entonces, ¿mi nieto va a estar bien? —el médico sonrió ante la “preocupación” de la familia, se notaba que se preocupaban por ella y estaría bien por lo que él mismo se tranquilizó también y no quiso pintar la situación como si fuera una desgracia para no preocuparlos(pobre doc). —No se preocupe señora, el bebé estará bien mientras la madre esté tranquila, al parecer estuvo muy estresada, debe relajarse un poco más, afortunadamente está muy sano y crece bien, por lo que solo ella necesita descansar. —Samantha sonrió bastante feliz y aliviada, mientras Mariano también sentía felicidad, aunque no fuera exactamente por la misma razón. «Ahora definitivamente ella no se i
El día transcurrió sin interrupciones, el ajetreado trabajo, las reuniones, las críticas de su suegra y las palabras reconfortantes dee John, ya había pasado una semana desde que Samantha había reprendido a Mariano, aún seguía inconforme, no obstante, trató de hacer lo que hacía su padre con su madre cuando ella ella estaba furiosa. No obstante…—Tengo trabajo Mariano, si quieres molestar a alguien, ¿por qué no te vas con Jezabel? Ella estaría fascinada por atenderte. —Mariano se quedó sin palabras por un instante, no obstante, se irritó debido a que esas hermanas lo habían metido en su pelea estúpida. —¿De qué estás hablando? ¿quién rayos es esa mujer? Isabel puso los ojos en blanco y trató de evitarlo nuevamente. Mariano estaba comenzando a molestarse debido a que nada de lo que hacía era bien visto por ella, había dejado de ver a Jezabel, ya no contestaba sus llamadas ni mensajes, y había hecho lo posible por “desahogarse” solo. Estaba tan frustrado y enojado que ya se estaba hart
El guardia se quedó atónito y sin palabras después de tener que eschuchar su conversasión, Isabel que parecía haber hablado simplemente del clima, tampoco quiso molestarlo más con su ridícula situación, únicamente sonrió y subió sin más. El escritorio de Mariano estaba completamente vacío, a diferencia del suyo que casi siempre desbordaba en papeles. Él siempre llevaba una vida despreocupada y sin presiones de nada. Incluso su horrenda madre le cubría sus travesuras e infidelidades como si fuera natural. Pero ella… Lo único que tenía en la vida era su madre, sin embargo, aún ella se preocupaba más por su padre que lo único que había hecho en su vida era despreciarla, que por su hija.—Je, qué ironía…Recordando a Mariano, decidió salir a casa para que no la molestara, aunque ya sabía con quién se encontraba, debía molestar a esa despreciable mujer de alguna manera. —Ya estoy harta. Se dijo a sí misma, mientras apretaba las correas de su bolso. Lo que no sabía, era que su "amada"