La debilidad del mafioso

La debilidad del mafiosoES

Mafia
Lala-Sula  Recién actualizado
goodnovel18goodnovel
10
1 Reseña
81Capítulos
3.6Kleídos
Leer
Añadido
Resumen
Índice

¿Qué puedes hacer cuando un hombre herido y armado te pide que lo ayudes a escapar de la muerte? Eva, temerosa de ser asesinada por ese hombre alto, de inmediato lo besó implorando que eso fuera suficiente para ayudar a ese hombre, pero, lo que ella no entendió fue que con ese beso selló una unión que Arnold no dejaría borrar. — Te voy a defender de todos, porque por mi culpa te has convertido en su objetivo. — ¡Entonces no debiste decir que era tu mujer! — No podía decir algo diferente porque después de besarme en eso te proclame: eres mía, Eva. La señora del mafioso cruel.

Leer más

Último capítulo

También te gustarán

Nuevas novelas de lanzamiento

Libros interesantes del mismo período

Comentarios Escanea el código para leer en la APP
user avatar
Mayra Calero
está muy buena e interesante
2025-02-18 05:36:22
0
81 chapters
Capítulo 1: Actuar para sobrevivir.
Camino rumbo a mi casa, he terminado tan tarde el trabajo que no hay autobuses que pueda usar y los taxis están fuera de mi presupuesto. Por eso, con mucho miedo camino por las calles de Nueva York implorando que no sea una de las miles de mujeres que aparecen muertas y no saben porque.Sin embargo, aún estoy lejos de mi destino cuando escucho unos disparos que me hacen correr aunque me siento extremadamente agotada. El miedo, me hace ver cosas que no son y las ganas de vivir son tan grandes que corro más rápido de lo que estoy acostumbrada.Pero, la suerte no parece estar de mi lado. Porque choco con alguien que huele a pólvora y sangre. Por la rapidez con la que corría, el impacto me hace rebotar y caer al suelo. El hombre me observa sorprendido y yo retrocedo con temor al ver como de sus brazos sale sangre y ni siquiera así suelta sus armas.— Perfecto. — dice él acercándose a mí.— Por favor, no me haga daño. — digo intentando correr, pero, él me agarra con brusquedad y me pega a
Leer más
Capítulo 2: Disparos
Me he concentrado tanto en mi trabajo que cuando llego a mi casa grito al ver aún a mi visita inesperada acostada en mi cama.— ¡¿Qué pasó?! — grita él apuntándome para después suspirar profundo.— ¿Qué haces aquí? — pregunto molesta.— ¿Me estás echando acaso?— Debes marcharte, este es mi espacio y contigo aquí no tengo donde dormir.— Puedes dormir a mi lado.— ¿Eres mi esposo, señor? Porque solo los esposos duermen juntos.El hombre que parece muy cómodo en mi casa, me sonríe, pero, no se molesta en alejarse de mi cama o marcharse, porque se acomoda más como si no estuviera herido.— Entonces eres virgen. — dice él en tono burlón.— Si soy o no virgen no es tu problema.— Tienes razón, no es mi problema. Parece que estás molesta porque me encuentre aquí.— No te conozco y es evidente que eres alguien peligroso, por eso no te quiero aquí. Si vienen tus enemigos, nos matarán y nadie podrá salvarnos.— No te preocupes, ya vamos a marcharnos, solo te estaba esperando.— ¿Marcharnos? ¿
Leer más
Capítulo 3: Su protectora y salvadora
Yo sí quiero saber en qué planeta, dimensión desconocida o realidad alterada yo soy su mujer, porque en esta sin duda no lo es. Pero, no tengo tiempo para aclarar algo así, porque los disparos no se hacen esperar y el hombre despiadado que no le preocupa que este en medio de los disparos continua con el enfrentamiento que reafirma el hecho que soy su mujer.— ¡No apunten a Arnold, maten a la maldita mujer! — grita el hombre.— Pero, ¿yo que culpa tengo? Yo no he pedido que se maten entre sí. — digo llorando.— No se preocupe, señora Krick, nosotros la protegemos. — dice uno de ellos y si pudiera me quitara el zapato para golpearle la cabeza.— ¡Yo no soy la señora Krick! — grito levantándome con enojo, pero, rápidamente Arnold me hace agacharme solo para observar cómo perforan la pared porque varias personas apuntaron hacia el mismo lugar.‘Así hubiese quedado mi cabeza por haber sido tan imprudente.’ Me quejo mentalmente.Agradezco a Dios por tener la oportunidad para vivir un poco m
Leer más
Capítulo 4: Su prometida
Los disparos poco a poco cesan porque nos movemos lejos del caos entre ellos, porque en mi mente hay un caos más grande del que hubo cuando Noé se marchó en su arca dejando a los incrédulos sufrir por el diluvio.‘Esto no puede estar pasándome, Dios. ¿Por qué tuve que cruzarme con un lunático?’ me quejo mentalmente.— Señor Krick, entienda algo: usted no me interesa como hombre.— Ohh…— dicen los escoltas que nos acompañan en el auto y eso hace él que suspire profundo.— No sabía que tenías tan terrible gusto para no interesarte.Lo reconozco, este hombre es atractivo, mide más de dos metros, tiene muchos músculos, su cabello es negro como la noche y aunque sus ojos son de un azul hermoso, parecen los de un lobo con ojos rojos feroces.Su rostro tan simétrico y perfecto podría hacerlo pasar por modelo… uno de los más hermosos y no como el mafioso que es, además, notando su ropa diría que es adinerado, así que, si me dejo llevar solo por el físico, es totalmente mi tipo, de ese que sol
Leer más
Capítulo 5: La cárcel
En seguida me quedo inmóvil, lo que menos quiero es comprobar las amenazas de un mafioso, por eso, él sonríe complacido y se aleja lentamente de mí sin dejar de mirarme de esa forma que demuestra que esta complacido con mi actitud.— Me alegra que comprendas en la posición en la que te encuentras.— No quiero ser parte de esto. — digo decidida.— Lamento informarte que no tienes otra opción.— ¿Por qué?— Porque lo digo yo.Lo observo seriamente intentando buscar la manera de poder persuadirlo, pero, si no lo persuadieron los tiros que ha recibido de ese tal Marlon para tratarlo bien, dudo que unas pocas palabras lo convenzan.— ¿Por qué me estás haciendo esto a mí?— Ya te lo dije.— Si quieres agradecerme entonces dame unos millones y déjame en un lugar agradable.— Pequeña, esa recompensa carece de agradecimiento, así que, no voy a dártelo.‘Eso estuvo cerca.’ Me quejo mentalmente.— Pero…— Te daré algo mejor: la nacionalidad. Eres inmigrante, así que, eso vale más que muchos mill
Leer más
Capítulo 6: Su pasado
‘Me antojé.’ Me digo mentalmente.Lo reconozco, este secuestrador es muy atractivo para simplemente fingir que no me provoca cuando su cuerpo, a pesar de las marcas es atractivo. Por eso, intento ser fuerte y no caer al deseo carnal cuando eso podría condenarme.— No entiendo porque confías tanto en mí, quizás las demás no te han disparado, pero, yo sí.— Entonces inténtalo, así me evito la curación dolorosa. — dice él mientras una mujer con escote demasiado pronunciado toca sus hombros.— Señor Krick, está muy herido. Déjeme atenderlo.— Explíquele a mi mujer lo que debe hacer, ella lo hará. — dice él observándome fijamente, como si estuviera esperando una reacción alterada.La doctora me observa molesta y yo solo le sonrío, porque este hombre no es mío para estar peleándolo, por mí que se lo lleve.— Le diré entonces que es lo que tiene que hacer, aunque sugiero que una profesional lo haga.— Ella será una profesional, debe serlo para atender mis heridas en todo momento. — dice Arno
Leer más
Capítulo 7: Ser regañada.
Me quedo en silencio, tal parece que no miente con lo que me está diciendo, después de todo, ¿Qué ganaría haciéndolo si solo es él quien se lastima? Es eso lo que me muestra en esa mirada dura con la que castiga a todos.— ¿Por qué no te trataban bien?— Era la orden de mi padre, nadie podía ser bueno conmigo porque eso me dañaría, él necesitaba tener una máquina para matar y por eso, no perdonaba que me secuestraran cuando tenía cuatro años, porque yo no podía permitirlo.— Eso es terrorífico. — digo angustiada ante la pequeña posibilidad de una crianza de esa forma.— Nadie fuera de este mundo se acostumbraría a algo así, ni siquiera sobreviviría, pero en mi familia es un entrenamiento común, por eso es normal que nadie trate bien a otros, con respeto sí, pero, no con cariño y eso es lo que busco en ti. — dice observándome fijamente como si me suplicara que me quedara.Entiendo su punto, quiere lo que nunca ha obtenido pero, no puedo simplemente darle todo lo que quiere por una naci
Leer más
Capítulo 8: Estar seguro
Quiero decirle que no le tengo miedo a sus amenazas, que no me importa en lo absoluto un encierro más o uno menos, pero, la tentación es grande, porque el desgraciado es un completo bombón, de ese que uno no sabe la marca pero sabe que será sabroso al comerlo.Por eso, no quiero estar cerca de él, porque su cuerpo aunque tiene tantas cicatrices, es musculoso, caliente y huele bien, sus facciones, aunque se ven tiernas, hacen un contraste con la oscuridad y perversión en su mirada, esa que me hace temblar pero de una forma extraña.— Si haces algo así, huiré. — le advierto.— Hazlo, pero quiero que comprendas algo: si corres te perseguiré y entonces cuando te atrape, no seré gentil contigo. Implorarás que sea menos rudo, pero te demostraré que lo segundo en que soy bueno es sometiendo, sobre todo si es con mi cuerpo. — dice él observándome de una forma que me hace latir frenéticamente mi corazón.— Tú no serías capaz de eso.— Si no me crees, desactivaré toda la seguridad en la casa y
Leer más
Capítulo 9: Pago por el café
Mi vida cambió y no tengo alguna idea sobre lo que debería o no hacer en una casa que es más grande que los restaurantes en los que he trabajado. Pero a Arnold no parece importarle lo que haga y la casa tampoco, ya que no me ha mostrado armas.Por eso, estoy en la cocina preparándome un café mientras observo una despensa donde hay todo tipo de comida, pero, nadie prepara algo aquí, por lo menos, no alguien humano.— ¿Desea algo señora Krick? — pregunta el robot más alto que yo.— No, estoy bien.— ¿Has despertado? Pensé que dormirías hasta el mediodía.— No me agrada perder el tiempo durmiendo cuando puedo usarlo para trabajar.— Eva, ya no necesitas trabajar, recuerda que eres la esposa del jefe de la mafia.— ¿Desde cuándo lo soy?— Sabes perfectamente desde cuando lo eres.— Yo no me he casado y…— Si eso es lo que te preocupa, podemos hacer la ceremonia hoy mismo.‘Cállate, Eva. Lo estás empeorando.’ Me digo mentalmente.— Quiero trabajar, estoy acostumbrada a trabajar antes de co
Leer más
Capítulo 10: Placer y deseo
Debería decirle que no es verdad, que no se atreva a decir algo que no es así, pero, ahora mismo me siento eclipsada. Es como si no fuera yo la que tomara el control de mi cuerpo, si no, alguien más.Porque ahora solo puedo gemir ante unas sensaciones extrañas que en el pasado no había sentido y me arrepiento que no fuera así. Porque aunque no soy virgen, lo que experimenté antes con mi anterior pareja sexual, no se compara con lo que siento ahora solo por unos besos en mis pechos y como él succiona de una forma extraña que aunque no es común para mí, no me hace sentir incomoda, si no, caliente.‘Parece todo un maestro en lo que hace y debe serlo, este hombre como todo jefe de la mafia debe tener más mujeres que los días del año.’ Me quejo mentalmente y es eso lo que me hace alejarlo.— Detente.— Dime el precio por besar tus labios, tengo suf
Leer más
Escanea el código para leer en la APP