Matteo Messina, líder de la mafia siciliana, un hombre arrogante, soberbio, altivo y sobre todo viril. Se verá envuelto en una tórrida, oscura y perversa relación cuando fije su atención en la mujer equivocada. Sus ojos negros son el origen de una penetrante mirada que congela la sangre en las venas; alto, fornido y malditamente atractivo quedará entre la espada y la pared cuando deba elegir entre lo que siempre ha deseado: su libertad y el poder o la pasión y la lujuria que se desata en sus venas. Lionetta Petrucci, una mujer que no está dispuesta a ser la dulce flor de ningún hombre, se convierte en la perdición de Matteo. ¿Será ella la próxima reina de la Cosa Nostra ¿O Matteo sellará el destino de ella de la peor manera?
Leer másVivo en medio de un morir y estar despierta, sin la certeza de saber si realmente estoy viva, porque no siento nada; ni frío, ni calor. Solo sé que estoy aquí anclada a este mundo que aún no ha visto mi furia ni ha sentido mi desgracia y espera por ver las llamas del infierno que tu muerte dejó en mi alma.Siete meses después05 de diciembre DanteAl fin descubro el paradero de la mujer de Messina, estoy seguro de que ella tiene las manos tan llenas de sangre como el difunto capo, sin embargo, eso no es lo que más me interesa de ella, sino la posibilidad de obtener información a cambio de no hacer ningún movimiento legal en su contra.Aunque a decir verdad no hemos podido encontrar nada que la vincule directamente con la organización criminal, por otro lado, sus miembros parecen estar moviéndose con cuidado, se han reagrupado y siguen un patrón diferente, en los Estados Unidos seguimos… estamos peor que acá en Italia, los americanos tienen mucha más libertad, la corrupción allá es mi
El destino y la muerte me pertenecen, por esa razón lo último que verán quienes me enterraron en esta oscuridad es como disfruto oyéndoles suplicar por piedad.LionettaMorterone es un pueblo rodeado de montañas, la vista tan verde y el aire tan puro ayudan a mi mente a despejar los pensamientos, sin embargo, la tortuosa carretera me genera dolor de espalda. Mi salida de Palermo fue lo más silenciosa posible, ni siquiera Carlos o Leandro saben que he venido hasta este lugar.Aunque dejé un camino de migajas para una persona en especial y espero me encuentre pronto. Bajo del autobús y algunas personas se me quedan viendo, aunque a decir verdad ya generé bastante curiosidad en el transporte. Es un pueblo pequeño y por lo que pude averiguar en el camino, hay menos de cien personas viviendo en este sitio, supongo que se debe a lo recóndito del lugar.En fin, soy una extraña y es normal que todos los ojos estén puestos en mí.—Venga por acá, señorita —dice Giuseppe, un chico de unos diecis
Empecé a vivir cuando acepté que era tuya. Sin ti, no hay vida, no existe el color ni el sentido, pero he encontrado un nuevo motivo para existir.LionettaEl tiempo se detiene ante mis ojos y mi mente queda en blanco, no logro visualizar momentos felices a su lado, no los tuvimos. Solo el sonido de su voz haciendo eco en mi memoria es lo que consigo revivir. Mi corazón deja de latir, mis pulmones dejan de funcionar y siento como mi cuerpo se enfría.Mis ojos gritan, mi cuerpo clama, mi alma se pierde en la oscuridad mientras todo mi ser explota en cientos de pedazos… juró que vendría por mí, juró que moriría por mí, pero jamás me dijo que sería tan pronto… no cuando al fin me he vuelto parte de él.—¡¡¡Noooo!!! —consigo articular al fin en un grito que me desgarra por dentro—, ¡¡¡nooo!!! ¡Matteo, no! —El dolor que explota en mi pecho amortigua el sonido de las balas, vuelve todo borroso y pierdo la noción del peligro que nos rodea.Se extingue por completo el concepto de sobrevivenci
Dije que mataría y moriría por ti, mira a tu alrededor y admira el infierno que he creado con las almas de los inocentes y los pecadores para ti. Utilicé los cráneos de los traidores para construir tu trono.Mi regina.MatteoDejamos a los policías muy atrás. Estamos por interceptar la van en la que llevan a Lionetta, se supone que debemos cortarle el paso. Tomo mi pistola y me preparo para salir, sin embargo, la camioneta blanca nos pasa por el frente antes de que podamos cruzarnos en su camino. Los seguimos de cerca, disparan, bajo el vidrio de mi lado y devuelvo el fuego.—Los tengo. —avisa Carlos.—Estamos detrás. —El auto se para de golpe y sin esperar bajo y continuo disparando.Rápidamente, el conductor de la van y el copiloto caen al suelo, nos acercamos con cuidado y nos aseguramos de que ya no hay peligro, Carlos abre la compuerta de la camioneta y veo a mi mujer en el piso de la misma amordazada y atada.Sus ojos se iluminan al verme y mi corazón late con furia. Subo, la de
El mundo ansia saber por qué los demonios, mis demonios, los que tú encerraste en mi interior, me temen y no desean ver el infierno que puedo crear si algo te llegase a pasar.07 de marzoMatteoCarlos sale con la china y entra Tito, le hace una seña para que envíe a la chica con alguien más y él se quede, la expresión de su cara me preocupa. Mi consigliere regresa e informa que la dejó a cargo de una mucama y con varios hombres vigilando. Aunque estoy seguro de que ella no va a escapar, solo quería evitar una guerra y ahora está consciente de que conmigo está a salvo.—Don, a su esposa la van a movilizar esta misma tarde, pero tenemos un problema. —Aprieto los labios—. La policía no nos quita los ojos de encima, parece que alguien dio información sobre su llegada a Siracusa —añade.—Encuentra al soplón y ya sabes lo que tienes que hacer.—Ya estoy en eso, ¿pero qué hacemos con la policía? —Dante Romano se está convirtiendo en un verdadero dolor de bolas.—Mantente alerta por el momen
El final es inminente, no todos saldremos con vida. Pero tú, mi Regina, serás quien me guie y me dé vida para continuar.MatteoEl veneno de la serpiente cumple su propósito, Lorenzo deja de sacudirse y sus ojos quedan abiertos al exhalar su último aliento. Inhalo profundamente y pienso en lo mucho que pudo conseguir permaneciendo leal a mí. Espero que esto sirva de lección para Carlos.—¿Qué es eso? —Carlos se agacha y tira de una delgada cadena que sale de uno de los bolsillos de Lorenzo—. ¿Un collar? —inquiere alzando la prenda de modo que todos la veamos.Es la bala que le pedí que engarzaran en un collar. Al menos cumplió con una de las últimas órdenes que le di.—Sí, fue un encargo. —Lo tomo de las manos de Carlos y examino la pieza.De un lado tiene grabada una cruz en oro y del otro lado crearon la imagen de un cráneo, la cadena de la que cuelga es de acero inoxidable. Se supone que es un obsequio para Lionetta, saco mi pistola y disparo directo a la cabeza de Lorenzo un par d
La razón se me nubla y solo puedo ver el mundo arder al imaginar que otro hombre te toca. Eres mía, viva o muerta, yo soy tu único dueño.LionettaDecidí no confiar en ella, pero debo seguir el plan. Miro a mi alrededor, no hay nadie cerca, no se han dado cuenta de lo que acaba de suceder. Tomo un par de pistolas y le ofrezco una, pero la rechaza.—No será fácil salir de aquí y no siempre podrás pelear —insisto.—¿Ahora qué hacemos? —Miro el auto detrás de ella, en él nos sacarían de aquí, quizás podamos usarlo.—Sube al auto y vete, yo intentaré distraerlos. —No puedo irme, no sin antes asesinar a Yaroslav.—No te puedes quedar, no puedes con todos tu sola. —Miro de un lado a otro cuidando que nadie nos haya visto aún.—No pierdas el tiempo y sube al maldito auto, no te detengas, solo vete lejos y en cuanto puedas deshazte de ese auto y escóndete —ordeno y la empujo al vehículo.—No es mi culpa si mueres —observa y enciende el motor.—No voy a morir, Matteo espera por mí —afirmo y me
Me sumerjo en la oscuridad y de nuevo emerjo a la luz, estoy en un vaivén que me aturde y me roba el aliento, siento que me pierdo, que no consigo la salida, me aferro a tu nombre al sonido de tu voz, pero cada vez más todo es tan lejano.06 de marzoLionettaEscucho una voz delicada que me habla, no entiendo lo que dice, pero me aferro al sonido que emite para despertar. Abro los ojos lentamente, ya no estoy en el lugar de antes, ¿cuánto tiempo estuve inconsciente esta vez?—Nǐ hái hǎo ma, nǐ jiào shénme míngzì —Miro a la persona que me habla y veo a una joven muy hermosa, de ojos grandes y alargados, su rostro es delgado y sus labios forman un pequeño corazón rojo.Es asiática. Lleva puesto un vestido ceñido al cuerpo en color negro, de líneas rectas, no es un kimono, pero se asemeja un poco, en el cabello lleva dos palillos cruzados… perfectos para sacarle los ojos a alguien.Luce inofensiva.—No entiendo lo que dices —le digo en mi idioma, pero no estoy segura de que me entienda.
No temo morir. No temo derramar mi sangre. No temo entregar mi vida por la tuya. Pero me aterra tener que vivir una vida en la que tú no estés.05 de marzoLionettaLucho por mantenerme cuerda, por no perder la razón. Sé que eso es lo que quiere el Pakhan, quiere que pierda mi fuerza y mi voluntad, pero no va a conseguirlo, no importa que tanto haga conmigo, voy a mantenerme firme y consciente.Pensar en Matteo es lo único que me ayuda a no perder la noción de la realidad. Tengo que ser fuerte por él, sé que vendrá por mí, juró que mataría a quien me hiciera daño y yo le creo, siempre lo haré.Cierro los ojos cuando la puerta se abre y la luz brillante del exterior me produce dolor. No sé cuántos días llevo encerrada aquí, me hacen dormir con inyecciones que embotan mis pensamientos y caigo en un estado de narcolepsia que inhibe mi sentido de la orientación.—Hora de tu comida, perrita. —Coloca delante de mí un plato de cartón con sobras de carne y un vaso con agua—. Que te aproveche.