Clara Goodman, es la primogénita de la familia Goodman, una familia de empresarios de Nueva Zelanda, su madre murió cuando ella tenía seis años, y su padre volvió a casarse poco después con una mujer que la odiaba, más aún cuando nació su hija. La vida de Clara durante su infancia un auténtico infierno. Los años más felices de la heredera, fueron cuando fue enviada por su padre, para estudiar en la Universidad en Estados Unidos, cumpliendo así la promesa que le hizo a la madre de Clara. Una noche que una compañera de la universidad le hicieron una jugada, tras emborracharla, y acabó pasando la noche con un desconocido, que resulto ser el multimillonario turco más poderoso de Asía, Azize Osman, Dueño del grupo Osman. A la mañana siguiente, Clara huyó, avergonzada sin dejar rastro de quién era ella, por el contario Azize pen, que ella era mujer de la noche, hasta que descubrió unas manchas rojas entre las sábanas, y eso él nunca lo olvidaría. Cuando dos meses después Clara descubrió que estaba embarazada. Ella quiso pedir ayuda a su padre, la manipulación de su madrastra, que le ofreció una cantidad de dinero enorme para que pudiera vivir, a cambio de que ella rechazara su herencia. Pero todo cambio siete años después, cuando el inteligente hijo de Clara, Mack Goodman, quiso saber quién era su padre biológico. ¿Saldrá el plan como quiere este pequeño genio? ¿Es ya demasiado tarde? ¿Podrá Clara vengarse de quiénes le hicieron tanto daño? Muchas preguntas por responder, en mi próxima novela.
Leer másComo prometí, esta novela acabó, sé que ha gustado, suelo leer vuestros comentarios, y me alegro, la verdad es que he comenzado a cambiar algo mi estilo, y esta es mi primera muestra. Como siempre os dejo mis dos próximas novelas, una de ella estoy deseando escribirla, por ser totalmente algo que nunca he escrito. Espero que os guste. El despertar de la guerrera Miller. (Saga Miller 5º libro) Amelia Paola Miller vivido toda su vida bajo el influjo y la protección de su familia, pero sobre todo por la pareja de sus padres, que es la más romántica, especial, amorosa, y estable, que hoy en día, no sólo ha marcado, sino que se impuesto como una necesidad, justamente como les ocurrió a sus hermanos mayores. La heredera, creció con la ilusión de ese gran amor, justo por eso, con apenas doce años, puso sus ojos en mejor amigo de su hermano Roy, y primogénito de los Blake, Angus Blake, hijo de sus padrinos, que tenía dos años más que ella, y alentada por la ilusión, de las dos familias, de
Clara. Hospital Gaziosmanpasa del Parque Médico de la Universidad de Istinye, Estambul, Turquía, finales de Julio 2025. -” Felicidades, es un niño.”- oí decir al médico entre gemidos, un dolor insoportable, y las palabas de ánimo de mi marido, sobre la camilla de paritorio. La emoción me invadió, y los labios de mi marido cayeron sobre los míos, fue en ese momento, entre las emociones, mientras revisaban los pediatras, a nuestro segundo hijo, cuando me di cuenta de que Azize Osman estaba llorando. -” Amor, prométeme que este será el último, es insoportable verte sufrir así, no puedo pasar por esto otra vez. Si con Mark también fue así, nada de lo que te dé en esta vida será suficiente para pagártelo.”- oí como hablaba entre llantos, mientras me abrazaba y me besaba. Nunca lo habia visto así, y no puede evitar consolarlo abrazándolo, mientras aun el médico y las enfermeras trababan de sacarme la placenta. Fui yo la que pasé por doce horas de dolor agobiante, un parto algo difíci
Clara. Villa de los abuelos Osman, Alanya, Turquía, Marzo de 2025. -” Bien, ya me puedes explicar donde demonios has estado esos cuatro días, maldita bruja oscura, eres la dama de honor peor de este mundo, me has abandonado y ... Espera, ... ¿Es eso que llevas en el dedo anular, un anillo de matrimonio, Morgana, maldita bruja, Wellington?”- estas últimas palabras, la dije casi a gritos, mientras le agarraba fuertemente la mano para ver, si lo que mis ojos veían era cierto. Un gemido de incomodidad, más el intento desesperado de soltar su mano, me confirmaron que lo que yo había visto era totalmente un anillo de boda. -” ¿Qué hiciste en estos días, Morgan Wellington? Suéltalo ya, o te torturo.”- le dije cruzando mis brazos sobre mi pecho, y mirándola con intensidad. -” Primero, ni yo sé exactamente lo que he hecho, aún estoy intentando entenderlo, y segundo para ti a partir de hoy, soy Morgan Sezer, aunque yo aún no me lo crea, es lo que pone en mi carnet, y en mi pasaporte nuevo.
Clara. Hospital Gaziosmanpasa del Parque Médico de la Universidad de Istinye, Estambul, Turquía, finales de Diciembre de 2024. -” Tranquila mi niña, tu padre se pondrá bien, ya ha despertado, aunque va a necesitar rehabilitación muchos años, y puede quedarle una cogerá, fue un auténtico milagro.”- dijo al fin tras unos segundos terroríficos, mi nana en mi oído. Al oir sus palabras, mi cuerpo, del alivio, y la tensión, perdió fuerza, haciendo que mis piernas fallasen, tuve que sentarme algo mareada. Tanto Morgan, como mi nana, se me acercaron preocupadas, pero yo sólo podía llorar, mientras la sensación de felicidad me embargaba. Era totalmente ridículo, mi padre desde lo seis años me había ignorado, justo con la edad de mi hijo, ese hombre desapareció de mi vida, sólo cumplió con las necesidades mínima de comida, vestidos, estudios, pero cuando llegó Ruby, muchas de esa cosa también desaparecieron, tengo todas las razones para odiar a Craig Goodman, todas las razones, y todas son
Clara. Hospital Gaziosmanpasa del Parque Médico de la Universidad de Istinye, Estambul, Turquía, finales de Diciembre de 2024. Un murmullo bajo e insistente, llegó a mis oídos, haciendo que saliera del sueño pesado en el que me encontraba, poco a poco comencé a abrir los ojos, estaba acostada en el sillón de la habitación de mi hijo, tapada con un abrigo masculino, que desprendía un olor que yo ya conocía bien, casi como el de mi propio cuerpo, frente a mí, los dos hombres que más amo en mi vida, hablaban mientras el padre de mi hijo le estaba dando de desayunar a un parlanchín Mark. No me moví, para mirarlos, en silencio, mejor la escena, desde donde estaba, la verdad es que no entiendo como fui tan ciega, sólo con mirarlos justos, se podía ver claramente que eran padre e hijo- Ahora entendía todas aquellas sensaciones que sentía siempre que estaba cerca Azize, incluso sin verlo, el día que lo iba a conocer mi mente se sentía inquieta, por no hablar de las sensaciones que me inv
Azize. Hospital Gaziosmanpasa del Parque Médico de la Universidad de Istinye, Estambul, Turquía, finales de Diciembre de 2024. Justo cuando Mark llegó a la habitación, ya nosotros estábamos esperando, llegó despierto, y al vernos hizo algo que demostraba que, a pesar de ser tan maduro, e inteligente, mi hijo es como todos los niños de su edad, y como tal, ante el miedo, busca a quien lo reconforte. Nada más ver nuestras caras de preocupación y ansiedad, Mark Osman, se echó a llorar llamándonos. -” ¡Mamá! ¡Mamá! ... ¡Papá!”- dijo entre sollozos extendiendo el único brazo que tenía libre hacía nosotros. No dudamos en ir a su lado, a abrazarlo con cuidado, no deseábamos hacerle daño. Ni siquiera me di cuenta de que de mis mejillas caían lágrimas de felicidad y alivio, simplemente, abracé a mi hijo, y a mi mujer, sintiendo que volvía a respirar al fin. No sé cuánto tiempo pasó, mientras oía llorar a Clara y a Marx, entre mis brazos, manteniendo mucho cuidado de no hacerle daño a mi h
Azize. Hospital Gaziosmanpasa del Parque Médico de la Universidad de Istinye, Estambul, Turquía, finales de Diciembre de 2024. Pocas veces en mi vida me he dejado llevar por mis sentimientos, pocas veces he sentido que quería destrozar el mundo, destrozarlos a todos, no sabía que se podía sentir tanto miedo, tanto dolor, que ni siquiera mi autocontrol, casi no conseguían gobernar, pero nada era iguala a sentir que mi hijo estaba en peligro, que un malnacido, le había hecho daño, que podía perderlo para siempre. Lo único que había hecho que no estallará, y saliera buscar, yo mismo, a los responsables que había atacado a mi hijo, era dos cosas, la primera saber si Mark salía bien del quirófano después de casi tres horas, y la otra, era estar al lado de mi mujer, y la madre de mi hijo, y del que, como acabamos de saber hace dos horas y media, también sería la madre del que nacerá en varios meses. -” ¿Cómo es posible que estos dos sentimientos puedan convivir conjuntos? ¿Cómo puedo sen
Clara. Hospital Gaziosmanpasa del Parque Médico de la Universidad de Istinye, Estambul, Turquía, finales de Diciembre de 2024. Nada más llegar, ya nos esperaba un médico, y una enfermera, junto a una histérica y llorosa, Caroline, yo me abalancé sobre los médicos, sin pensarlo. -” Doctor, ¿cómo está mi hijo? ¿Cómo está Mark?”- le dije mientras a mi lado Azize no me soltaba la mano. -” Está ahora en el quirófano, gracias a su abuelo, al señor Goodman, el niño no fue golpeado gravemente, pero...”- interrumpí al médico porque creí estar alucinado. -” ¿Abuelo? ¿El señor Goodman? ¿qué...?”- la voz de Azize se oyó a mi lado. -” Clara, fue tu padre quien protegió a Mark, y recibió la mayor parte del golpe...”- sentí como si alucinara, miré a mi alrededor inquieta, buscando a mi nana. La vi mirándome con la cara angustiada, mientras las lágrimas corrían por sus ojos, para finalmente asentir, y yo sentí como mis piernas se debilitaban, mientras de nuevo otro dolor inmenso cubría d
Clara. Restaurante Lyi şanslar, Centro comercial Trump Alısveris Merkezi, Estambul, Turquía, finales de Diciembre de 2024. Mucho antes de que el mensaje directo del infierno llegara, casi unos minutos antes, sentí como mi corazón se estremecía de forma extraña, hasta dolorosa, sin saber la causa o la razón, aunque pensé que eran ideas mías. Incluso, antes de que esto pasara, Azize ya había enviado un mensaje al móvil de Mark, y yo otro al de la nana Caroline, para que supieran que los estábamos esperando en el restaurante, como podía sospechar que algo malo estaba pasando. Mis preocupaciones en ese momento eran otras, como no saber el interés tan acuciante que tenía tanto Azize, como Mark, tenían en que hoy almorzáremos justos, los tres solos en un salón privado en uno de los restaurantes más caros de Estambul, para contarme algo que, según mi hijo, era importante. Esto me tenía algo ansiosa, y hasta aprensiva, llegué a pensar que Azize me iba a proponer matrimonio, delante de Mar