Clara.
Habitación 456 del The Watergate Hotel, Washington, febrero 2016.
Esperé que la brusquedad de liberarme de la camisa se transmitiera en mis adoloridos y pesados senos, pero al contrario de los que yo esperaba, fue todo lo contrario, todo fue muy lento, muy delicado, saltándose deliberadamente esos puntos que pedían, no ¡maldita sea!, exigían ser atendido, mostrado su dureza, rendición. Todo esto ocurría mientras su boca salvaje saborea los puntos más sensibles de mi cuello, dejando varias marcas de fuego en ellos.
Casi no podía controlar la parte baja de mi cuerpo, que serpenteaba y se alzaba buscando una unió que era desconocida para ella, pero eso no evitaba que salieran esos gruñidos animales que salían de su boca, amortiguados con mi piel, ante mi roce, en esa parte inflamada y tan sensible de su cuerpo lo hiciera casi parecer más a un animal, que, a un hombre, era totalmente cautivador sentir que mi cuerpo conseguía hacer que ese hombre se transformara en un ser de instintos, entregado al deseo de los dos.
Sin pensarlo llevé mis manos al cinturón de sus pantalones, y él por primera vez, se paralizó, y me cogió las manos, con una de las suyas, para mirarme a los ojos, tuve miedo de que él se detuviera, que todo eso acabara, el ser que yacía en esa cama no era yo, o al menos la Clara que todos conocían, ella era un maldito ser de sensaciones, y descontrol, un ser que no quería detenerse, en ese momento, lo quería todo con ese hombre desconocido.
Así que por instinto alce mi cuerpo para besarlo con pasión, mientras cogía su mano y la ponía sobre mi pecho, tocando mi pezón erguido, mientras yo tiraba de él hacía mí. Un gruñido ronco salvaje salió de su boca, que yo amortigüé con la mía, justo en el momento que, de una manera increíblemente rápida, y tras unos movimientos, sentí como el sujetador cedía, y mis senos se liberaban, para ser atendido y torturados, por esos labios y esas manos, que pusieron todo su empeño en hacerme sentir un placer indescriptiblemente inquietante, y aditivo.
Era totalmente extraño, mi cuerpo sentía la tortura como algo agobiante, casi doloroso, pero al mismo tiempo placentero, tentador, y casi obligatorio, muy probablemente, si ese hombre, de pronto, se alejaba de mi cuerpo, lo sentiría como un dolor atroz, irreparable.
El punto de acumulación de placer cambió de mis senos a mi entrepierna concentrándose, de forma casi injusta, en esa parte de mi cuerpo. Solo podía gemir y dejarme llevar para aliviar la tensión que me atenazaba, los movimientos de la parte bajan de mi cuerpo fueron claros, bruscos, inquietos, era claro lo que deseaba, aunque yo no conocía esa parte de la unión sexual entre hombre y mujer, pero mi cuerpo tenía su propio instinto.
Esta vez, cuando mis manos arremetieron contra su cinturón, no fueron retenidas, y pronto tras bajarle la cremallera, y desabrochar el botón, tras introducir mis manos en su interior, sentía el bulto de su entrepierna entre mis manos, para mí fue pura curiosidad y algo de sorpresa, era grande, los suficiente para intimidarme, pero no lo suficiente como para apagar mis ganas de tocarlo, de saber que le provocaba esto. Fue fácil de saber al sentirlo temblar, y casi paralizarse, mientras gruñía con fuerza, y daba un gran suspiro, como controlándose. No me dejo continuar con mi curiosa inspección.
Retirando mis manos de su cuerpo, levantó mi falda para con un movimiento acariciar mis muslos y mis nalgas mientras me hacía curvar mi espalda, para devorar mis senos, la sorpresa fue inmediata, y ni proteste cuando sus manos cambiaran la dirección hacía el interior de mis muslos, deshaciéndose, de un sólo movimiento, de mis bragas. Era allí donde los quería sentir, seré la virgen más pervertida de este mundo, pero como esto puede no ser real, no me voy a perder nada de los que aquí suceda, no sea que en cualquier momento me despierte, y descubra que todo es un maldito sueño erótico.
Un grito casi inexplicable salió de mi interior al sentirlo acariciar en zonas de mi entrepierna que ni sabía que existían, y que, por la forma de hacerme sentir, debía de ser las puertas al cielo. Mis pechos fueron torturados, esto que ese hombre me estaba haciendo, era los más próximo a la muerte por placer que seguro nadie había realizado nunca. Pronto me vi subiendo una cuesta interminable agotadora, y que hacía que mi cuerpo temblara, sentí sus dedos entrar en mi interior, y mis gemidos aumentaron hasta casi desmayarme, pensé que toda acabaría conmigo entrando en el cielo, tras morir de placer, pero tras varias roturas de cielo, en mi interior, tras llegar la cima, lo sentí colocarse entre mis piernas, y simplemente cerré los ojos, nada de los que pasara a partir de ahora, iba a provocar mi arrepentimiento, ni el dolor, ni nada, total era mi sueño, el dolor no podía llegar, mientras sueñas.
Pero si llegó, tras el primer y rápido empuje, un dolor agudo que me paralizó, pensé que me partía en dos, pero al contrario de lo que esperaba, él se detuvo, como si algo no cuadrara, de pronto comenzó a besarme con placer, mientras me acariciaba, se colocó de forma que mis senos quedaron en sus manos, y los movimientos lentos comenzaron.
-” ¿Dónde está el dolor? ¿y por qué siento que poco a poco el fuego vuelve a consumirme?”- pensé mientras perdía poco a poco la noción de mí misma y me dejaba atrás, por esas sensaciones indescriptibles, toda esa incomoda primera penetración.
Me sentía conectado con él como nunca había estado con nadie en mi vida, y perdí el control de mi cuerpo, sólo él lo controlaba, era como dejar de pertenecerte, para pertenecer a otro ser humanos, de la forma más placentera, y la explosión final, esa que nunca antes había sentido en mi mente y mi cuerpo hizo que el mundo explotara dentro de mí, para dejarme flotando en el universo, sintiéndolo a mi lado.
Pero como todo, el día siguiente llegó, para descubrir de la forma más vergonzosa, que no había soñado, sólo me hacía sentirme viva un considerable y merecido dolor de cabeza, todo era muy real, tanto que me fue imposible enfrentarlo, ni siquiera miré su cara para no saber cómo era, y salí huyendo mientras él dormía, no sin antes dejar una gran compensación por esa noche, al nivel que él se merecía.
Clara. Habitación 456 del The Watergate Hotel, Washington, febrero 2016. Poco a poco, mi cuerpo y mi mente se fueron despertando, y de la misma forma, las ganas de arrancarme la cabeza también aparecieron en mi mente. Mucho antes de abrir los ojos, mientras sentía como mi cuerpo volvía a la vida, en mi cerebro, tenía la sensación de que, un concierto de tambores y trompetas, el pleno crescendo, hacían que mi cabeza se estremeciera de dolor. Despacio abrí los ojos, y me vi encandilada por la luz que entraba a través de las ventanas, aumentando la sensación de malestar y dolor. Una vez superado el primer intento de abrir los ojos, y tras mucho esfuerzo, mi primera reacción fue de sorpresa, por cuestiones que ni yo contaba, ni tenía nociones, en ese momento, de como habían ocurrido. Lo primero era que no reconocía el entorno donde estaba, imaginé que era una habitación de hotel, una muy lujosa y cara, la segunda era la sensación de sentir que alguien me abrazaba por detrás, por mi
Clara. Piso de Clara y Morgan, en Foggy Bottom, Washington, febrero 2016. Morgan confundió que mi silencio, pensando que mi cara de ira iba dirigidas a esa zorra y a sus amigas, que de paso se lo merecían, aunque ahora mismo la rabia era más dirigida contra mí, por ser tan estúpida. De todas formas, la neoyorquina quiso aclararme rápidamente, que no hacía falta que me enfadara más, ya todo estaba solucionado, ella misma se había ocupado de que esas tres, recibieran su merecido. -” Tranquila, al final las que acabaron en la habitación 465 fueron Elizabeth y su otra amiga, ya que una de ellas se me escapó. Por lo visto esas dos compartieron una lujuriosa noche con esos idiotas, que ellas mismo, habían pagado para que te grabaran follando con ellos.”- las palabras de Morga cayeron sobre mí, dejándome en un estado de shock. -” ¿Quéee?”- le pregunté con los ojos muy abierto y desorbitados, apenas creía lo que oía. A partir de este momento Morgan me contó que como fue encerrada en e
Azize. Habitación 456 del The Watergate Hotel, Washington, febrero 2016. No me preguntéis que fue lo que, exactamente, me hizo despertarme con la sensación de que un maldigo obrero con una enorme taladradora, estaba taladrando mi cerebro. En el momento que abrí los ojos los recuerdo de esa noche me asaltaron, e inconscientemente busqué con mi mano, entre las sábanas, el delicioso cuerpo que me había vuelto loco esa noche, no me importaba que el estúpido de Haul hubiera pagado porque esa deliciosa diosa de la noche, esa preciosa hada, me hiciera compañía, como tantas otras veces había hecho ese estúpido, sin obtener el resultado que había obtenido esa noche, era la primera vez que había cedió a mis instintos más básicos, en muchos años. La necesidad de verla a la luz del día, y conocerla al fin, ya que para mi mente sólo era como una delicioso y etéreo recuerdo, hizo que girara mi cabeza hacia el lado donde yo suponía que ella estaría, al no lograr tocarla con mi mano. Pero all
Clara. Piso de Clara y Morgan, en Foggy Bottom, Abril 2016. Nada más abrir los ojos lo supe, hoy iba a ser un día complicado, la voz emocionada de Morgan se oía atrás vez de la puerta de mi cuarto, mientras cantaba a todo pulmón, conocía ese hábito que ella tenía, muy bien, normalmente era provocado por la llegada de algún paquete o correspondencia de alguna de las dos, ya que eso significaba que esta noche saldríamos a celebrar, justo la acción que hoy, no me apetecía realizar. Últimamente todo se me había complicado, entre los estudios, las últimas noticias desagradables que había recibido por parte de Caroline, mi antigua niñera, sobre lo que pasaba en mi casa, y que me encontraba especialmente algo tocada de salud, desde hacía dos días, una salida loca y desenfrenada de chicas, para celebrar que, sorprendentemente, nuestras familias se acordaban de que existíamos, no era algo que yo deseara celebrar hoy, sobre todo cuando, nuestra última celebración, se me había quedado grabad
Azize. Despacho Presidencial, Edificio Osman, cede en Estados Unidos del Grupo Osman Global, abril, 2016. -” Lamentablemente, señor, no sabemos nada de la futura señora Osman”- la voz de Burak Sari, me golpeo en la cabeza como un maldito tren de mercancías sin frenos. Muchas cosas habían pasado esa noche que estuvimos juntos, entre ellas, el que alguien hubiera planificado que mi mujer fuera drogada y enviada a mi habitación, esa persona debía de ser alguien de mucho poder, porque inexplicablemente había desaparecido todas las grabaciones del hotel de esa noche, y del día siguiente, era como si nunca hubieran existido, literalmente se habían borrado, o sustraído de la sala de control de seguridad del hotel. Era como si alguien quisiera tapar o esconder la identidad de la joven que había dormido en mi habitación. -” ¿Quién eres Hada? ¿qué poder tienes para ocultarte de mí? ¿No sabes que cuanto más te escondes, más ganas tengo de encontrarte? ¿Más ganas tengo de tenerte?”-pensé m
Clara. Piso de Clara y Morgan, en Foggy Bottom, Marzo 2016. - “Vaya Clara, por lo visto, no has cambiado nada, ni siquiera te importa que tu padre esté tan ocupado, que no te pueda atender ahora, sigues siendo igual de egoísta que siempre.”- la voz de Ruby a través de teléfono no me sorprendió. Cada vez que intentaba contactar con mi padre, automáticamente esa maldita bruja interceptaba la llamada, de manera que controlaba muy, y mucho, la información que quería que mi padre recibiera, igualmente mi padre habia delegado totalmente todo lo que tuviera con sus hijas en Ruby, para que ella resolviera todos sus problemas, y así el pudiera centrarse en su enorme imperio, que al parecer era toda su vida. Justo, esa maldita dejades de mi padre en sus funciones paternas, provocó en mi pasado y en mi presente, que sólo puedo depender de mí misma, pero, aun así, tras la noticia confirmada hoy, mismo mediante una prueba médica, que me hice en las consultas gratuitas para estudiantes universi
Clara. Piso de Clara y Morgan, en Foggy Bottom, Marzo 2016. - “¿Cómo? … ¿Qué? … ¿Cómo has conseguido esto?”- el desconcierto de esa bruja me parecía divertido, por primera vez veía a esa maldita insegura, y muerta de miedo. - “A diferencia de los que puedas creer, no todos tus esbirros te fueron, del todo, fiel, algunos tenían conciencia, y no soportaban que una bruja como tú, maltratara, hasta ese punto, a una niña tan pequeña, ¿Qué crees que pude decir mi padre, si esta, y muchas otras grabaciones parecidas o peor, llegan a sus manos de forma anónima? ¿Cuánto crees que duraría tu reinado, y el de tu hija?”- le dije con la voz fría, controlando mi odio por ella. Durante años mi fiel niñera Caroline, de alguna forma que nunca quiso compartir conmigo, desde que fue expulsada por Ruby, para poner a una niñera de su confianza, una que le encantaba verme llora, y sufrir, consiguió grabar cada uno de los maltratos que recibía en mi habitación, por parte de, no sólo del personal contr
Mark. Casa de verano de Clara y Mark Goodman en Capri, Costa Amalfitana, Italia, Julio 2024. - “¿Cómo has podido decirle eso a mí ahijado, Clara? ¿Sabes que le has mentido a tu hijo?”- oí como le decía tía Morgan a mi mamá, desde de la terraza de la villa. No me gusta escuchar las conversaciones de mi mamá y mi tía, la mayoría de las veces, si no se basan en conceptos binarios, o digitales, ni entiendo que hablan, así que me parece una pérdida de tiempo. Principalmente porque la conversación de mi tía suele basarse sobre todo en que mi mamá me busque un padre, o que al menos que se eche un novio, pero hoy era un día especial, debía escuchar para saber por qué. Hasta hace seis meses, no me hubiera importado no tener padre, mi mamá es genial, siempre hemos sido un equipo, como dice ella, nosotros podemos con todo. Yo sé que criar a un niño como yo, no es fácil, o eso creo, en realidad ese comentario no es mío, se lo he oí comentar a Caroline, mi nana, cuando hablaba con las otras m